Drácula vuelve de la tumba.
Dracula has risen from the grave.
1968.
Director: Freddie Francis.
Guión: Anthony Hinds.
Christopher Lee.
Barry Andrews.
Rupert Davies.
Veronica Carlson.
Barbara Ewing.
Monseñor ha resucitado a Dracula por casualidad. Ahora, el vampiro se cobrará venganza del modo más brutal posible...
¡Hola a todos!
Antes de empezar, da un vistazo a esto:
¿Menudo comienzo, verdad?
Pues bien, hoy os traigo la tercera de las películas del conde más vampiro de todos los tiempos interpretado por Christopher Lee, que, a su modo, tuvo su propia saga de películas.
Cosa curiosa, antes de empezar, la gente suele tener en mente que estas pelis son independientes unas de otras. Ojo, que en realidad no es así; de hecho, están conectadas y suelen empezar allí donde la anterior acabó.
Dicho esto, os puedo decir lo siguiente.

La verdad, la historia no ofrece muchas novedades porque, si vemos todas las pelis en conjunto, descubrimos que hay un patrón muy marcado que, más o menos, obedece a este esquema: a Drácula se le cree muerto/resucita por la intervención casual de un desgraciado/esto afecta a unos personajes que tienen que luchar contra él/conflicto final. Pues bien, la peli que comento hoy se va a ajustar a ese patrón como si fuera el Padre Nuestro. Por eso, la trama, la verdad, es que me gusta porque la gracia radica en esos personajes que son afectados por la presencia del dichoso conde y que tienen que enfrentarse a él. Así, puedo decir que hay dos tramas principales: una es la del propio Drácula, que es la misma de siempre, y otra la de Paul y compañía, que tiene que hacer frente a la amenaza. Me gusta mucho la idea de que Paul sea un ateo empedernido y que, para más inri, se enamore de una chica cuyo tío es un alto mando eclesiástico y, por ello, un intolerante nato. Esto da lugar una subtrama muy interesante que atrapa al espectador y que hace que, a su modo, aparque de manera muy sutil lo referido al conde, aunque todos sabemos que ambos aspectos estarán enlazados al final. Las película, además, destaca porque, a pesar de no tener una duración muy larga (aproximadamente hora y media) está muy bien condensada en todos sus elementos, no deja ninguno al azar y atrapa al espectador desde el principio al final, recreándose en los aspectos que se tiene que recrear.

Como para no quedarse sentadito en el sofá para ver qué ocurre, ¿verdad?


Cuando la Iglesia y sus representantes mandaban que daba gusto.
Muérdeme...
Paso a los actores. Lee, como siempre, es el Drácula perfecto: salvaje, bestia, sanguinario y dispuesto a morder tantos cuellos femeninos que se pongan a tiro como sea posible. Si yo fuera vampiro, haría lo mismo. Aquí habla un poquito más pero, digámoslo así, es un personaje que hace más que dice y sus diálogos tampoco es que sean muy necesarios. Rupert Davies está muy bien como Monseñor; tan creyente como estúpido y estirado. Barry Andrews, que me recuerda mucho a Hugh Grant, me gusta mucho como Paul.
Bárbara Ewing queda muy natural como Zena mientras que Veronica Carlson cumple como María porque, la verdad, su papel no da para más. Ewan Hooper, salvo los primeros minutos de peli, se pasa la cinta agobiado y, la verdad, creo que lo hace muy bien.
Ahí que voy...

¿Hay algo que no me ha gustado mucho? Bueno, por aquello de poner algo, voy a decir dos cositas. La primera, demasiados primeros planos de los ojos de los ojos de conde inyectados en sangre. Vale, sabemos que eso es su modo de hipnotizar (iba a poner acojonar) a las pobres víctimas pero tampoco hay que pasarse. El otro es que lo de que Paul sea ateo queda muy bien pero se ve el plumero al guión puesto que está claro que, al final, se convertirá, con santiguado incluido. A lo mejor, y esto lo digo desde mi humilde opinión personal, hubiera quedado bien que siguiera en sus trece porque, siendo prácticos, la ayuda divina recibida a lo largo de toda la peli es bastante escasa por no decir nula. Es más, si te fijas, el final de Drácula es porque este, es su ímpetu maligno, resbala y cae. Bueno, meras cositas. Pues, de verdad, te la recomiendo. Me parece una peli muy entretenida que te mantiene enganchado sin problemas y te hace pasar un ratito muy divertido; una oportunidad de ver terror a la antigua usanza cuando la sangre era de bote, de un rojo precioso y las dentelladas de los vampiros eran dos agujeros muy gordos en un (delicioso) cuello femenino. Si puedes, dale un vistacito y me cuentas.
Para leer la reseña de Drácula.
Para leer la reseña de Dracula, príncipe de las tinieblas.
Vigilad el cielo.


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