miércoles, 21 de agosto de 2019

La maldición de Damien


La maldición de Damien.
Damien: Omen II.
Director: Doln Taylor.
Guión : Harvey Bernhard, Stanley Mann, Mike Hodges.

Jonathan Scott-Taylor.
William Holden.
Lee Grant.
Robert Foxworth.
Nicholas Pryor.
Lew Ayres.
Lance Henriksen.
Elizabeth Shepherd.


Damien Thorn ha crecido y descubre quién es en realidad: el Anticristo...



Resultado de imagen de la profecía 1976Esta película es la segunda parte de La profecía, la peliculita de terror que puso a muchos los pelos de punta narrando la historia del Anticristo. Pero la cuestión es que, si bien esa primera parte bien pudo haber sido una historia unitaria, también es verdad que deja un final bastante abierto, ya que, si recordáis (y, si no, os lo digo yo) el pequeño Damien, después de mascarar a toda su familia más a algún que otro entrometido en forma de cura o periodista, se queda vivito, coleando y dedicando una sonrisita de mucha mala baba demoníaca a la cámara. Pues bien, como la cosa fue bien, en esta segunda entrega vamos a conocer a Damien el jovencito, es decir, siendo ya un mozalbete, demoníaco, pero mozalbete.

A favor puedo decir que:

La trama, en general, me parece correcta y, bien mirada, se puede decir que es un clon de la de la película anterior, solo que sustituyendo a papi y mami por tío y tía y sumando edad a Damien.

No obstante, me gusta que arranque con fuerza y de manera inmediata, conectando directamente con La profecía. La premisa se nos deja clara desde el principio, sin andarse sin rodeos: hay un muro llamado muro de Yigael donde aparecen los rostros del Anticristo en sus distintas edades. Y ¿sabéis quién está retratado ahí? ¡Bingo! Lo malo es que está claro que, en esta historia, si se descubre algo de Damien, acabas muerto. Por eso, las primeras dos muertes, la de los arqueólogos, ocurren en los diez primeros minutos, como debe ser.

Los personajes nos son presentados con igual rapidez. Son ricos, famosos, y pijos como ellos solos. Y, el lote, incluye una vieja algo odiosa en forma de tía metomentodo que será anciana pero no idiota y se huele algo con respecto a Damien y su flequillo aplastado. Nada, se la mata y punto.

Resultado de imagen de La maldición de DamienA partir de aquí, vamos a asistir a la vida cotidiana de Damien y cómo descubre quién es en realidad. Debo decir que este detalle siempre me ha gustado bastante y lo considero un buen punto a favor del guión porque, al contrario de lo que uno puede pensar si ve la primera peli, Damien no tiene la más leve idea (¿quién podría pensar eso?) de quién es su verdadero padre y lo que él es. Esto creo que da una profundidad al personajes considerable y podemos asistir a un cambio de personalidad del mismo muy notable. Así, primero le vemos todo rico, algo rebelde y bien pijo, rodeado de todos sus amiguitos militares en la academia. Dinero, poder y fama; ingredientes ideales si quieres sembrar el caos cuando seas mayorcito.

Pero, si bien está claro que esta es la historia de Damien, también hay que admitir otra cosa: este segundo capítulo en la epopeya del hijo de Satanás se va a centrar mucho más en las personas que le rodean y que, a su modo (maligno, claro) tratan de guiarle para que descubra quiénes en realidad. Por eso, mucho del metraje se va en personajes secundarios (Paul, el jefe de sección…) que, bien vistos, tienen una importancia fundamental en la vida del muchacho. Y digo esto, claro está, como un buen punto a favor de la peli ya que, digo yo, seguro que fue muy tentadora la idea de centrarse en Damien masacrando al personal sin ton ni son (ojo, que el amiguito también hace de la suyas; no hay que olvidar con quién estamos tratando)

Paso a algo fundamental en la trilogía de La profecía, amén de citas bíblicas, situaciones agobiantes y que los pelos se te pongan un poquito de punta por la sola idea de pensar que esto puede llegar a ser verdad, son las muertes. Aquí hay para dar y tomar y, además, para todos los gustos: enterramientos en vida, infartos, atropellos, muertes bajo el agua helada o ascensores asesinos. Y, por encima de todo ello, un pájaro (léase pajarraco) en forma de cuervo negro (Pobre animalito. Si supiera la imagen que los humanos tenemos de los de su especie, posiblemente, nos masacrarían. Y con razón) Siempre que aparece el susodicho animal, toca morir. Como todo en esta vida, depende de lo desgraciado que seas. La vieja odiosa con buen olfato para la maldad tiene su infartito. Bueno; vaya y pase. Hay otro que le toca darse un viaje bajo una buena capa de hielo en un lago y, de paso, arruina una fiesta de cumpleaños (algo inherente en la familia Thorn. Recuerda la niñera de la peli anterior. Imagina lo que pueden hacer con una boda) Yo me quedo con dos momentos estrella: el de la pobre periodista y el del médico que no tiene otra cosa que hacer que llevar a cabo pruebas médicas al hijo del Demonio. Y, como siempre digo, hay cosas que es mejor ver. Si no has visto la peli, esto puede fastidiarte el golpe de efecto pero es que debo ponerlas. Imagina que, a estas pelis, es como eso del “¡A Dios pongo por testigo…!”, es decir, algo que hay que ver:



Imagen relacionada
El médico. Moraleja: si un paciente tiene ADN de chacal, cállate.



¿Hay más? Ni lo dudes pero, para que no me odies mucho, ve la peli y me cuentas. 

Resultado de imagen de Damien: Omen 2Pero no todo tiene que ser muerte y cosas macabras. La cinta contiene unos cuantos momentos que me resultan bastante destacables y que, aun no siendo tan impactantes, consiguen mantener el equilibrio con otros que hacen que la sangre salpique. Por ejemplo, me gusta mucho cuando ven el rostro de Damien en el muro, el despliegue de memoria del chico en clase (dejando al profesor a la altura de barro, o más aún) o esa escena en la que el chico lee la Biblia y comprende quién es. Ah, y el enfrentamiento entre los primos, Mark y Damien, me parece muy bien mostrado. Nada de música ni efectos; solo una buena mirada… y ese grito al final. Lo dicho, muy bueno. 

Y, cómo no, destacar la banda sonora, que volvió a recaer sobre Jerry Goldsmith. Aquí los momentos musicales tensos y los coros satánicos están asegurados y, dicho sea de paso, quedan muy bien en el contexto de la peli, una especie de marca de fábrica.

Imagen relacionadaPaso a los actores. Me parece que todos ellos están muy bien. Aquí hay sangre joven y veterana. En esta última, cómo no, hay que destacar la labor de William Holden, que es una especie de respuesta a la presencia de Gregory Peck en la primera parte. Holden se maneja muy bien como tío millonario y hombre de negocios que, al final, debe enfrentarse a un problemón considerable. Lo mismo ocurre con Lee Grant haciendo de su esposa. Quizás esta se luzca un poco menos hasta su momento final mero reconozco que ambos me gustan bastante. Entre los secundarios hay que hacer varias menciones especiales. Para empezar, está Robert Foxworth. Vale, puede que no te suene. Si eres de los que creció en la época dorada de El coche fantástico te voy a dar una pista: ponle barba y… ¡Sí! ¡Es Chase Gioberti, uno de los hijos de la pérfida Ángela Channing en Falcon Crest! Lance Henriksen es un buen Sargento Neff, impasible y malvado. Lucas Donat resulta creíble como el pijo Mark, primo de Damien. Y, el más destacado, para el final: Jonathan Scott-Taylor siempre me ha parecido un Damien estupendo, aportando inocencia y maldad a partes iguales pero resultando muy natural, sin caer como caen muchos actores jóvenes hoy día: gordos. Así que, por unos, o por otros, todos me parecen muy creíbles y convincentes.

Resultado de imagen de Damien: Omen 2 william holden
La cara que se te queda cuando sabes que tu sobrino
es el Anticristo.

Resultado de imagen de Damien: Omen 2 henriksen
La que se te queda cuando sabes que tu alumno
es el Anticristo.


¿Cosas que me dejan así, así?

Para empezar, creo que la película carece del impacto que tuvo su predecesora. No digo en absoluto que esté mal pero sí que carece de la fuerza de la anterior. Eso, claro está, desde mi más modesta opinión. Creo que, allí donde La profecía se apoyaba en algún que otro momento truculento e impactante, la historia iba siempre por delante. En esta siempre me ha parecido que usa demasiada veces el recurso de la muerte del personal como si cada una de ellas fuera más bestia y espectacular que la anterior y se hubieran centrado mucho en eso dejando otras cosas algo “ignoradas” Por ejemplo, ¿de dónde salen los guardianes de Damien? ¿Cómo saben quiénes son y quién es Damien? ¿Cómo le ayudan? ¿Cómo se opera, de golpe, ese cambio en Ann, la tía de Damien? Y, puestos a ponerse observadores, el jovenzuelo Damien se toma muy bien quién es…

En resumen, sí recomiendo ver esta película. A mí la trilogía de Damien siempre me ha gustado mucho y creo que esta segunda parte es una digna sucesora de la primera. Puede que no tenga ese impacto pero si juegas con segundas partes es algo que debes aceptar. Eso sí, entretener, entretiene de principio a fin y eso, a fin de cuentas, es lo que más me importa, así que animaos y dadle una oportunidad.

Ah, y, si veis un cuervo negro así, porque sí, corred.

Vigilad el cielo.


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