Las monjas molan porque muchos de nosotros las hemos sufrido y sabemos que pueden ser los seres más infernales de este mundo y del otro y, por eso, verlas en un contexto diametralmente diferente del suyo propio es siempre atractivo. Y, si ese contexto se basa en el terror, mejor aún.
La película es un spin off de las saga Expediente Warren, que está aprovechando el filón al máximo y están sacando sus buenos dineros.
La historia, la verdad, es bastante normalita y la hemos visto hasta en la sopa: en un sitio tétrico, una abadíua en este caso, donde no conocen la luz eléctrica y ven normal que la abadesa hable con la cara tapada en una sala oscura, hay un mal que ha sido retenido por las monjas hasta que ocurre algo que lo desata de nuevo. ¿Dicen algo? ¿Piden ayuda? Pues no. Súmale un cura tipo exorcista (con sombrero y todo) y una monja novicia en plan padawan y la cosa está hecha.
La película va a basar el terror en varios puntos. En primer lugar, en la oscuridad. Una película de terror de día está bien pero, de noche, mejor aún. Por eso, esta cinta, salvo las escenas iniciales, es TODA de noche o a oscuras. Eso le da una atmósfera bastante conseguida que, de verdad, llega a oprimir y, por otra parte, hasta puede cansar un poco pero, al final, es una de las notas más distintivas de la cinta. Mete sombras, siluetas varias y demás cosas parecidos y el plato está listo para servirse.
Otro de sus recursos son los sustos con efectos de sonido a todo volumen. Lo bueno es que son golpes de efecto muy rápidos donde se ve poco y se intuye más. De hecho, la puñetera monja, bien mirado, se ve poquito y rodeada de sombras. No sé si esto es un efecto hecho a propósito o porque, de este modo, se disimulan más los efectos especiales. Con todo, creo que el objetivo lo consigue y, si bien es cierto que no es que tenga sustos terroríficos como sucede en la primera entrga de los Warren, la verdad es que mantiene el interés y hace que no quites los ojos de la pantalla.
En resumidas cuentas, un spin off que cumple lo que promete: tensión, interés y garantía de tener la cabeza en otra cosa mientras la ves. Es cierto que yo esperaba bastante más pero, lo que he visto, me basta.
Detalle muy curioso y que me parece que queda muy bien: la película, durante los títulos finales, conecta directamente con el comienzo de la primera entrega de Expediente Warren. Menudo universo se han montado…
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