lunes, 18 de diciembre de 2023

Expediente Warren 2: el caso Enfield






Que expediente Warren es un película de terror no hay duda. Que se encontraron con un posible filón, también. Por eso, estaba cantado que habría más películas del matrimonio mañas tétrico y morboso del cine.

La película arranca con un caso no menos famoso: el de Amityville y sirve de carta de presentación de los Warren por si no has visto la primera cinta. A partir de ahí conocemos el verdadero caso que nos va a tratar de asustar: el de un niño poseído. Es por eso que la peli cumple con todas las premisas de las pelis de exorcismos que ya nos sabemos de memoria: sonidos, golpes, sustos variados... Lo bueno que tiene la trama es que usa de nuevo el tema de la casa encantada y aporta la figura de un, en principio, malvado viejo en forma de fantasma con muchas ganas de fastidiar. Los momentos de este, la verdad, están muy bien conseguidos y sirven de excusa para conocer al verdadero problema de la cinta: el espectro de la famosa monja diabólica que cuenta con peli propia.

La película avanza muy bien y resulta entretenida pero cuenta con un inconveniente ajeno y que, de algún modo, es inevitable: la sombra, muy alargada, de la anterior entrega. Expediente Warren me parece muy buena y muy potente; una película de miedo en toda regla. Esta segunda parte, en cambio, asusta bastante menos. ¿Eso es algo malo? No, pero se nota. Con todo, como ya he dicho, se ve con agrado y puedo decir que el buen rato (o malo) está asegurado.

Por cierto, si bien los sustos están bien, lo que más resulta intrigante de la peli es que, mientras están los títulos de crédito, al director no se le ha ocurrido otra cosa que poner el audio real del exorcismo que vemos en pantalla. Eso sí que mosquea.




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