La noche del cometa

 

La noche del cometa.

Night of the comet.

1984.

Catherine Mary Stewart.

Kelly Maroney.

Robert Beltran.

Mary Moronov.

Geoffrey Lewis.

Un cometa se acerca a la Tierra con resultados devastadores. Dos hermanas tratarán de sobrevivir.

En los años ochenta, en lo referido al fantástico, se tocaron todos los temas posibles y, además, se asentaron las bases sobre las que, sin duda, se levanta el género hoy día. Para mí la principal diferencia está en la gracia. Donde ahora solo hay realismo, antes había gracia.

Por eso, entre monstruos variados, había un tema bastante recurrente: el espacio y lo que este nos podía traer. Y, salvo algún ET ñoño y cabezón, todo era malo. y, para muestra, la peli de hoy.

Como era habitual en aquellos gloriosos años, se iba al eje de todo en las primeras escenas, donde sabemos que va a acercarse un cometa y, de paso, conocemos a las protas hermanas, Regina y Samantha. Y las dos, a su modo, son de armas tomar.

Nada más llegar el cometa, el guión nos deja claro que algo ha ido mal. Por eso, esas escenas iniciales, con nadie por la calle y el cielo de color rojo quedan muy bien, un efecto de angustia y malos presentimientos muy bien conseguido.

Lo que sigue a continuación es una mezcla de cine de aventuras, terror y fantasía. Las desventuras de las dos hermanas resultan muy entretenidas y la cosa va en aumento con la aparición de Héctor y esa extraña compañía pseudomilitar que no tienen piedad con nada. Conforme avanza la trama es imposible no tener en mente el clásico El último hombre vivo solo que en versión juvenil y menos dramática. Eso no quita que no sea interesante y los momentos dramáticos, como lo que ocurre con Samantha o con Audrey.

Los efectos especiales, los pocos que se ven, están conseguidos en forma del maquillaje de los infectados como si fuesen muertos vivientes o, como ya he comentado más arriba, con el cielo rojo.

Catherine Mary Stewart cumple bien como hermana mayor y valiente. Kelly Maroney, como Samantha, también pero, a veces, resulta un poco cargante. Es como si forzasen el papel de hermana pequeña y rebelde demasiado. Robert Beltran como Hector resulta más simple porque su personaje lo es.

En contra tengo que destacar varias cosas. A ver, Cuando Hector va a ver a su familia, que esta muerta, se encuentra con un niño zombi y se olvida de todo para volver vestido de Papá Noel. O el tipo lo lleva todo por dentro, o es insensible a tope o, tan solo, idiota. Y, ya puestos, ¿de dónde saca la dinamita del final?

Luego hay detalles ochenteros a patadas. Por ejemplo, la escena del centro comercial es, como poco, rara. Pero los tipos de allí, excepto el infectado, ¿por qué tienen esa obsesión por matar? Salvo que todos estén infectados pero, desde luego, solo lo manifiesta el jefe. 

¿Más? Claro. Razonamiento de los científicos: son niñas y unas niñas estarán en un centro comercial. Como poco, cogidito con pinzas. Toda una ciudad y están allí en ese preciso momento...

Y con respecto a estos científicos, no se deja claro ni quiénes son, ni qué quieren, ni nada. Y, por lo que se ve, son solo cuatro o cinco. Al menos eso parece cuando se montan en el coche al final.

Pues bien, detallitos a parte, la peli cumple con su prometido: entretener. Y lo consigue. Además, tiene ese regusto ochentero e ingenuo que, por desgracia, hoy se ha perdido. Vedla; el buen rato está asegurado.

Vigilad el cielo.