viernes, 27 de diciembre de 2019

No profanar el sueño de los muertos.



No profanar el sueño de los muertos.
(1974)
Director: Jorge Grau.
Guión: Sandro Continenza, Marcello Coscia.

Cristina Galbó.
Ray Lovelock.
Arthur Kennedy.


En un pequeño pueblo los muertos se levantan de sus tumbas y siembran el terror...

Buenas.


Hoy traigo todo un clásico del cine de terror español. Sí, puede que esto suene un poco extraño para algunos pero así es. La verdad es que hacía mucho tiempo que quería ver esta cinta y, por fin, lo he podido hacer. Muy bien, esto es lo que me ha parecido.


La película comienza presentando a los personajes de manera directa. Así, conocemos a Edna que, cuando va a ver a su hermana, así, porque sí, estropea la moto de George, que es barbudo, hippy y amante de los animales. Y macho man ya que, como ella le ha fastidiado la moto, le quita el coche, conduce él y, si Edna fuma, le quita el cigarro de la boca. Y es que los barbudos, no sé por qué, son muy duros. Los de mi generación: pensad en un Geyperman y me daréis la razón.


La peli sigue a los suyo cuando, como si tal cosa, vemos a unos
científicos probar un insecticida para matar bichos que, menos mal, usa ultrasonidos. Puede que esta escena te parezca una chorrada pero, si atas cabos, comprenderás que es muy importante.


No te preocupes por el terror de turno. El primer zombi aparece a los quince minutos, un desgraciado vagabundo que, después de vivir dando pena, no tiene otra cosa que hacer que resucitar. Lo bueno de ser zombi es que, si te atacan, todo dios piensa que estás chiflado o te has metido algo. Y eso es lo que le sucede a Edna. Lo malo es que el zombi, que no tiene otra cosa que hacer, mata al cuñado de la prota que, mira tú, tenía a su mujercita encerrada porque se metía de todo vena intravenosa.


La cosa se complica en el hospital, más que nada, porque hay unos niños recién nacidos que atacan a las enfermeras hasta casi arrancarles un ojo. Llegados a este punto, George, que es muy duro, decide ir con Edna al cementerio para comprobar que el vagabundo está muerto de verdad. Y, claro está, descubren dos cosas. Una, que el pobre es un cadáver. Dos, es un zombi. Y colega, como todo buen zombi, tiene unos cuantos amiguitos zombis enterrados con él que no duda en despertar. Y George Y Edna, encerrados con ellos en la cripta, las pasan canutas para salir de allí. Lo malo es que, junto con un poli, (el típico ideal para ser asesinado), y, quizás, presa de los nervios, no se les ocurre otra cosa que encerrarse en un edificio del cementerio. Y los zombis más felices que unas perdices porque, cuando devoran al poli, ponen una cara de satisfacción al paladear tanta víscera fresca y sanguinolenta. Ah, y puedes ser todo lo zombi que queras pero, si un tipo corre, le tiras una lápida en la cabeza y aquí paz y después gloria. Y aquí te dejo un spolier morrocotudo: ¿por qué se despiertan os muertos? Porque el insecticida que mata bichos los activa. Original, la cosa, es un rato. Ni meteoritos, ni radiaciones raras ni rayos gamma: insecticida.


La peli, a partir de este momento, se recrudece porque los muertos vivientes, sueltos, se lo pasan pipa entre tanto humano bobo que no tiene otra cosa que vagar de noche por un bosque o médicos que, en la morgue, dan la espalda a cadáveres como si nada. Pardillos... Con todo, la atmósfera de terror está muy conseguida a través de escenas nocturnas y agobiantes y, a la chita callando, hace que no despegues los ojos de la pantalla. Y, con el corazón en la mano, ese es el encanto de la cinta.


Los personajes no son más aquetípicos porque no pueden. George es el tipo duro, reblede y barbudo que es metido a calzador a héroe y el único que parece que comprende todo. Edna, la cara bonita de turno que no hace mucho salvo soltar algún grito. El inspector, el tonto del bote que representa la autoridad a golpe de bofetón. hay más pero, desde luego, secundarios que refuerzan a los principales. 


Y, de los personajes, a los actores. Bueno, yo diría que cumplen y listos. La verdad, no son papeles para mucho lucimiento interpretativo. Cristina Galbó (Edna), Ray Lovelock (George) o Arthur Kennedy (inspector), los principales, hacen lo suyo y santas pascuas.




Paso a algo fundamental: los efectos. Pues, si miras la fecha de la peli, te lo puedes imaginar y, si no, te lo digo yo: maquillaje, mucha sangre, lentillas y vísceras animales. Eso sí, no subestimes el lado gore de la peli, que es mucho y muy fuerte, sobre todo, para aquellos años. Al ejemplo de la enfermera boba que es asesinada por los zombis me remito. Lo que ves, es lo que había porque, como digo muchas veces, sí, había vida antes del CGI. Es cierto que los efectos pueden resultar un poco cantosos pero eso no quiere decir que están mal hechos; solo son producto de la época. Iban a asquear e impresionar y yo creo que lo consiguieron.








Y, ¿el final? yo no te lo voy a contar pero sí debo admitir una cosa: aquí, el homenaje a La noche de los muertos vivientes es más que evidente pero, está claro, no pudieron resistirse... al menos, en parte.

Pues esto ha sido todo. La verdad, me ha parecido divertida y, sobre todo, curiosa. Es un tipo de terror a la antigua usanza, es decir, ese que iba a hacer daño, provocar el asco y ser lo más desagradable posible. Entiendo que, en su momento, tuvo que serlo porque, por si no lo sabías, la cinta tiene cierta fama de peli de culto. Mírala algo así como un pariente lejano de The walking dead y listos. Por eso, te la recomiendo sin lugar a dudas.


Pero, lo más misterioso de la peli, el detalle más intrigante es este: ¿por qué sale un tía en pelotas cruzando un paso de cebra al principio de la cinta? y FIJO que esa no era una zombi...


PD: el Raid de toda la vida aquí hubiera ahorrado un montón de problemas.


Vigilad el cielo.



4 comentarios:

  1. cada vez que veo alguna de zombie, pienso que son del mismo universo de walking dead, solo que sucede en otro lado, me paso con la serie Z Nation, y que decir de las de zombie de antaño, me gusta eso de la sangre a montones y venas y arterias reventadas al por mayor, me dan unas ganas de comerme una hamburguesa, jejejeje

    saludos!

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    1. Tú eres de los míos, Carlos. Seguro que, si ves esta peli, las hamburguesas desfilarán por tu mente de manera apoteósica.

      ¡Gracias y nos leemos!

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  2. ¡Hola, Israel!

    ¡Gracias a tu entrada he conocido esta película! No tenía ni idea de su existencia y por lo que he leído es de lo más curiosa. Mientras leía tu entrada me han dado ganas de buscarla por la red, pero después de ver la imagen de la enfermera me he echado un poco para atrás jajajaja

    ¡Me lo pensaré! Pero felicidades por la reseña porque me ha encantado :)

    ¡Nos leemos!

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    1. ¡Pero si lo de la enfermera es lo mejor... entre muchas cosas jejejejej!
      De verdad; te animo a verla. Es toda una curiosidad muy digna y muy a tener en cuenta. Ah, y muy divertida.

      ¡Gracias y nos leemos!

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