(1999)
Director: Jan De Bont.
Guión : David Self.
Lily Taylor.
Catherine Zeta-Jones.
Owen Wilson.
Liam Neeson.
Unas personas, con la excusa de no poder dormir, son reclutadas en una casa por un médico que, en realidad, quiere estudiar los efectos del miedo...
¡Saludos!
Director: Jan De Bont.
Guión : David Self.
Lily Taylor.
Catherine Zeta-Jones.
Owen Wilson.
Liam Neeson.
Unas personas, con la excusa de no poder dormir, son reclutadas en una casa por un médico que, en realidad, quiere estudiar los efectos del miedo...
¡Saludos!
Hoy día, y por aquello de empezar filosofando un poco, estamos tan acostumbrados a eso del remake como al hecho de que el sol salga por la mañana. No obstante, y para que veáis que no es un fenómeno novedoso, la dichosa manía de hacer versiones de otras pelis empezó allá por finales de los noventa. Y un ejemplo de ello es la peli que os traigo hoy. Y es que esta guarida (o The Haunting, según como te pille de bilingüe), es una nueva versión de la película de 1963 "La casa encantada" (cuya reseña puedes leer aquí) que, a su vez, era una adaptación de la novela de Shirley Jackson The Haunting of Hill House.
Dicho esto, lo que os puedo decir es lo que sigue:
La verdad, la historia me parece muy acertada y, desde luego, sencilla. Y es que lo que nos vamos a encontrar aquí lo habéis visto de un montón de formas distintas pero se puede resumir en lo siguiente: una banda de pardillos encerrados en una casa con un historial tétrico considerable que las van a pasar canutas. Simple, sí, pero muy efectivo. Por eso, la premisa de la que parte me parece muy original: un médico, que no tiene otra cosa más importante que hacer, decide estudiar el miedo, sus raíces y efectos y, el muy puñetero, no tiene otra idea que reunir a una panda de frikis que no pueden dormir para, atentos, asustarles. Eso sí, en nombre de la ciencia.
Con esta premisa tan simple vamos a tener la peli planteada. Y, una de sus buenas cosas, es que no pierde mucho metraje en bobadas que nos importan un comino. De hecho, a los cuatro minutos, la protagonista, Nell, recibe la llamada del buen doctor para que vaya a una casa enorme a reunirse con sus compañeros conejillos de indias. Lo que te queda a partir de este comento es acomodarte en el sofá y dejarte llevar por una historia que no te va a coger por sorpresa: a lo largo de las noches que van a pasar en el caserón, van a comenzar a suceder una serie de cosas raras que van a hacer que esta peli tenga la coletilla de "de miedo", es decir, ruidos varios, golpes en las puertas cuando nadie los da, voces y susurros y los derivados de todo ello y que toda casa encantada debe tener. No obstante, el guión (y esto lo digo con respecto a lo que veo ya que no sé si es así en el libro. Cosa curiosa, también sucede en la peli de 1963) va a apañáreslas para no dejarse ir por derroteros demasiado típicos como muertes brutales o seres que vana a hacer que te arropes por la noche y se va a centrar en la obsesión de Nell por buscar una explicación a lo que sucede en la casa... hasta que la encuentra. No os quiero destripar nada pero, para que os hagáis una idea, mezclad cientos de niños, un protector que resulta ser un monstruo y varias muertes. Agitadlo y servidlo frío cual cóctel mortal (...) Y, mientras todo esto sucede, tenemos la historia de los sujetos del doctor Marrow que siguen en sus trece de no poder dormir. No son muchos, solo tres: Nell, Theo y Luke pero van sobrados. El hecho de incluirlos en la trama y la excusa de no poder conciliar el sueño viene muy bien a la trama porque el guión se permite jugar con ellos para engañar al espectador con respecto a los hechos raros que suceden en la casa.
Como dije antes, la peli no se deja caer en los topicazos propios de las pelis de terror, si bien es cierto que muertes, haberlas, las hay. Pero, al menos para mí, más que peli de terror, diría que es de misterio con ciertos toques sobrenaturales aquí y allí. Por eso, el hecho de que aparezcan ciertas cosas a lo largo de la historia viene muy bien por el misterio que rodea a cada uno de ellas y cómo la trama se centra en las mismas. Me refiero, claro, al hecho de las pintadas en la pared, las pisadas en el suelo o los libros de trabajadores que descubre Nell. Quizás otros, en la misma situación, se hubieran dejado llevar por lo tentador de la trama y hubieran puesto fantasmas, apariciones y demás sustos aquí y allí lo mismo que, a su modo, hicieron en House of Haunted Hill (reseña aquí) pero, en esta Guarida no hay cosas muy escabrosas y el conjunto queda muy bien.
Los personajes me parecen muy correctos y, desde luego, mejor presentados. Desde la primera escena en la que conocemos a Nell mientras discute con la arpía de su hermana, sabemos que va a ser la típica bobalicona desgraciada de la vida que no ha hecho nada más que cuidar de su madre. Theo, desde que sale, es el personaje comodín de cara guapa que se aleja del topicazo por su condición bisexual. Luke, por su parte, es el típico gracioso que toda historia debe tener y, como tal, a la larga, prescindible. El doctor Marrow, en su condición de amo de las marionetas, cumple su función de manera bastante creíble aunque, claro, se acaba arrepintiendo de lo que hace.
Era 1999 y el cine estaba viviendo una revolución en lo que se refiere a efectos especiales en forma de espectacularidad salida de la pantalla de un ordenador. Lo hizo La Momia, La máscara o La amenaza fantasma (reseña aquí) y, por supuesto, esta peli se subió al carro. Todo el factor sobrenatural, quitando algún que otro golpe en la puerta, está generado por ordenador y, aunque hoy los efectos se hayan quedado un pelín anticuados (al menos para servidor), en su momento resultaron bastante potentes. Ojo, que no dingo en absoluto que estén mal. Ahí quedan los momento en los que a los niñitos les da por aparecerse en las sábanas, las cortinas o el pelo de Nell o todo lo referente a Crane y su malísima leche fantasmal. Me gusta mucho cómo la casa se retuerce y adopta caras horribles utilizando las formas de las puertas o las cristaleras o el momento en que esa mano de metal enorme trata de atrapar al doctor. Todo ello bastante creíble y, en la época, impresionante.
Voy con los actores. Para mí lo hacen muy bien. Lily Taylor hace bien de la pavisosa Nell aunque al personaje den ganas de meterle un poco de pimentón picante por la oreja. Catherine Zeta-Jones, en pleno apogeo después de El Zorro, cumple como Theo y, es la alternativa ideal a la, sosainas de Nell: atractiva, lanzada, sensual y sexual. Owen Wilson, en su papel de Luke, ahí queda; el muchacho se defiende y, al menos yo, creo que lo consigue. Liam Neeson, como de costumbre, es un muy creíble doctor Marrow.
La banda sonora acompaña muy bien. Esa melodía tan romántica que suena es un contraste en una historia como esta y pega con la casa mientras que la pieza que escuchamos cuando se meten en esa especia de salón fantasmal de juegos choca muy bien con la anterior. Por cierto, aquí debo decir que a este que escribe, le dio más repelús las escenas en las que Nell se mete en la sala de los espejos y ve su cara un pelín cambiada que cualquier intento de Crane por hacer la puñeta. Cuestión de gustos...
En cuanto a cosas mejorables, debo hacer de nuevo referencia a la falta de truculencia que he mencionado antes. Insisto en que esto está muy bien y queda correcto en la peli pero debo admitir que, desde siempre, me ha parecido que a esta cinta le falta algo; una especie de empujoncito hacia un terror más explícito o, quizás, algún que otro susto más marcado, de esos que te hacen botar en la butaca. Puede que, de este modo, la cosa hubiera quedado con más chispa. Esto, claro está no deja de ser mi opinión. Por otra parte, los minutos iniciales de Nell y Theo correteando por la habitación como dos niñas en mitad de la masión de sus sueños (mientras una trata de ligarse a la otra) se me hacen un poco largos.
Hasta aquí escribo hoy. Si me pusieran una espada en el pecho y me obligaran a decantarme por un sí o un no, sin duda, optaría por la primera opción. No es, ni de lejos, una gran película de miedo y, desde luego, las hay mucho más destacables que esta pero, lo que es a mí, me gusta y, de vez en cuando, le doy una pasecito por aquello de recordarla. Eso sí, os animo a que veáis la versión de los años sesenta. A su modo y con los medios de la época, me parece mucho más terrorífica que la que os comento hoy, teniendo unos momentos realmente impactantes (recordad esto: Nell durmiendo y algo le sujeta la mano)
Vigilad el cielo.
La he visto mil veces por la TV desde pequño hasta ahora. Una película entretenida para pasar un domingo en familia bajo mi punti de vista ;)
ResponderEliminarBuen plan ese.
Eliminar¡Saludos!
¡Hola, Israel!
ResponderEliminar¡Anda que no hace años de esta peli! Me recuerda a mis años de adolescencia y de como hablaban de ella en mi primer año de instituto. La he visto varias veces (hace ya bastante tiempo) y es muy entretenida para pasar una tarde de fin de semana. No recordaba que salía Owen Wilson en ella, estoy fatal jeje
Tampoco sabía que era un remake. Así que le echaré un vistazo a la peli original :) Inevitablemente, mientras leía tu reseña me ha venido a la mente la parodia que hicieron de ella en Scary Movie 2 jajaja
¡Nos leemos!
¡Hola Laura!
EliminarPues sí; la verdad es que la peli es entretenida como ella sola. Yo conocía a Wilson por primera vez aquí y, siempre que le veo, me acuerdo de su papelito en esta peli.
Si puedes, ve la versión de 1963. Está muy conseguida y va a crear la sensación de miedo de manera mucho más directa que esta.
¡saludos!