Posesión
infernal (Evil dead)
(2013)
Director: Fede
Alvarez
Guión : Fede Alvarez, Rodo Sayagues
Jane Levy
Shiloh Fernandez
Lou Taylor Pucci
Jessica Lucas
Elizabeth Blackmore
A
favor puedo decir que…
Por
suerte, a pesar de ser un remake, han tenido el suficiente juicio y sentido
común de no alterar el espíritu de la historia de la que parte y mantenerse muy
fiel a esta, a saber: unos jóvenes en una cabaña son masacrados por un ente
demoníaco liberado al leer un libro maldito. Argumento sencillo y ochentero por
los cuatro costados pero, justo por eso, atrae tanto. Además, esta historia la
hemos visto en cientos de pelis con mayor o menor fortuna, lo que hace que el
público la identifique de manera automática y se meta de cabeza en ella. Puede
que, cuando veas la escena inicial, creas que hay cambios a patadas (ya que
dicha escena no está en la peli original) pero da tiempo al tiempo. Además,
me gusta porque crea un poquito de misterio y es una especie de
aperitivo a lo que va a suceder.
Pringadillos... |
Otro
aspecto a destacar es que los personajes, cinco jóvenes, son presentados de
forma inmediata y directa. Ellos, guapetes y con el típico aspecto algo
descuidados. Ellas, guapas y con buen cuerpo. Y todos jovencitos. Uno, que sabe
lo que va a suceder, se frota las manos al ver que, tan monos como están al
comienzo, van a acabar algo más sucios y descuidados de los normal (jejejejeje)
Me ha gustado que uno de ellos, Mía, tenga el problema de la droga porque,
aparte de profundizar en el personaje, lo actualiza a un problema más de ahora
(si mal no recuerdo, en la anterior versión tan solo van a pasar unas
vacaciones, los muy pardillos)
La
acción no tarda mucho en empezar. Esto quiere decir que los sustos no se hacen
esperar mucho. Y esto conecta con un detalle que, de veras, me ha gustado
mucho: el modo en que se desata el infierno (palabra muy adecuada para lo que
les va a suceder) Como ya comenté en la reseña de la cinta de Raimi (que puedes
leer aquí), el motivo que hace que todo empiece siempre me resultó curioso: hay
que ser idiota para encontrar un magnetofón que contiene palabras tétricas y
raras y proyectarlo, por la noche, a un bosque oscuro. Se ve que alguien pensó
en eso y aquí, lo que vemos, es más normal o, al menos, más lógico: después de
abrir el libro, Eric lee una serie de palabras en voz alta, hablando para sí
mismo, mientras las descifra. El resultado, para los pobres protas, es el mismo
pero creo que está mostrado de mejor modo, más natural.
¡Genial! |
Pero,
seamos sinceros: si vas a ver una peli como esta y tienes en mente a la
original (cosa lógica e inevitable), quieres ver, y cuanto antes mejor, una
cosa: a los demonios. Y esto implica maquillaje, sustos, sangre y sus
derivados. Hay que rendirse a la evidencia: todo ello, y mucho más,
espectacular. La cara de los demonios son impresionantes, el maquillaje,
tremendo. Han sabido respetar la fuente original y, debo decir, que la han
mejorado ya que, cosa obvia, el proceso está más refinado y las máscaras
cantosas de la primera peli ya no se dan aquí. Las caras de asco, mezclado con
furia y locura extremos, los ojos de pesadilla, los pelos enmarañados y la
carne podrida están clavados en lo que, al menos a mí, me ha parecido una
mezcla de la niña de El exorcista y la de The Ring. Aquí hay para todos los
gustos, tanto para ellos como para ellas (supongo que, si te digo esto, no te
destripo nada) y no te va a dejar indiferente. Yo me quedo con dos (poseídas):
Mía y Natalie. La primera va sobrada. La segunda, si bien sale poco, lo cierto
es que se luce lo suyo.
Esto
me lleva a un aspecto que me parece fundamental en este remake y que, creo yo,
merece la pena comentarse: están vendiendo la peli a bombo y platillo como el
colmo del terror, una especie de experiencia increíble que te hará botar en la
butaca. Esto es así hasta tal punto que, a servidor le han dado una bolsa anti
pánico con publicidad (claro) por aquello del terror. ¿No te lo crees? Mira:
Personalmente creo que la cinta, por supuesto,
tiene sus puntos inquietantes y sus sustitos. Las caras demoníacas, los golpes
de sonido en plan “¡BANG!” que te pillan por sorpresa aunque los veas venir y
demás efectos están conseguidos pero me ha parecido que tira mucho más al
terror tipo gore con mucha sangre, muchos miembros amputados y muchas escenas
desagradables que, todo hay que decirlo, están pero que muy bien hechas.
Y,
hablando de escenas, tengo que destacar unas cuantas. Para empezar, la de la violación
de los árboles sigue tan efectiva como en la versión anterior (y yo diría que
muy bien hecha). La escenita de la pistola de clavos me parece genial, lo mismo
que la de la enfermera a la que le da por hacerse un recorte facial a lo
bestia. ¿Más? Sí, la de la pobre rubia y
lo que hace con su brazo, por no hablar de Mia, el dichoso cutter y su lengua
demoníaca y asquerosa (esto me encantó). Son solo ejemplos (hay más, claro)
pero me todos ellos me han recordado ese espíritu del terror de las pelis de
los años ochenta, donde se veía todo, por truculento que fuese y la sangre
salpicaba hasta al pobre apuntador. Ah, y aunque no entre en esta categoría, me
sigue provocando cierto repelús el momento en que Mia, con esos ojos, trata
de salir del sótano.
Los
actores me han parecido bien. Algunos, claro está, se lucen mucho más que
otros. La mejor, sin duda, creo que es Jane Levy como Mia que pasa de yonqui a poseída en menos que canta un gallo sin
olvidar que, también tiene su faceta heroica. Una duda que no me queda clara:
¿hace papel doble como demonio/cosa/bicho que sale del bosque? (en el reparto
figura una tal Randal Wilson cuyas fotos, a su vez, son las de Levy) Con todo,
digo yo, tuvo que sufrir unas sesiones de maquillaje tremendas. Lou Taylor
Pucci como Eric también hace lo suyo: es el responsable de todo lo que pasa (al
menos lo inicia) y, también, tiene su puntito demoníaco. Eso sí, al pobre le
machacan, le golpean con una barra de hierro, le disparan clavos y demás
perrerías demoníacas para que, al final, luzca palmito. Jessica Lucas y
Elizabeth Blackmore son más secundarias que otra cosa pero cada una tiene su
momento gore. Me quedo con el de la segunda porque, entre los puñeteros clavos
y los miembros amputados, la chica da pena. Y Shiloh Frenandez, que te sonará
si has visto Caperucita Roja, es el héroe de turno y, al menos para mí, el más
sosainas de todos.
¿Aspectos
mejorables? Pues alguno, cómo no.
Para
empezar, y como ya he dicho, he echado en falta el miedo como tal. Vale, la
peli tiene sus sustos, eso es innegable, pero creo que esa vertiente gore es
demasiado evidente. Esto, claro, es justificable ya que no han
contado con un efecto que con el que la original sí contó: el factor sorpresa.
Aquí sabes a lo que vas y más aún si has visto la primera peli.
Otra
cosa muy curiosa me ha parecido la aparición de los demonios en sí: en la otra,
surgían de golpe. Aquí, más que nada, se transforman al morir si es por causa
de mordedura o contacto con vómito demoníaco, como salidos de The walking Dead.
Con respecto a esto, un efecto que he extrañado un poco es esa predilección que
tiene Raimi de mostrar a los demonios con el cuello roto, colgados, como si
estuvieran descoyuntados. Supongo, cosa normal, que aquí no han querido
esclavizarse del todo a la obra original. El que guste o no, ya depende de cada
uno.
Sigo.
Las comparaciones son siempre odiosas pero, también, inevitables. Y creo que si
bien esta nueva versión tiene momentos muy logrados, también es cierto que, al
menos para mí, algunos pierden un poquito, aún sin dejar de resultar efectivos.
Y aquí tengo que hacer referencia a dos escenas en concreto. La primera, la de
Mia tratando de escaparse del desván. Repito: está muy bien hecho y, con esos
ojos y esa mirada, el tono de terror está logrado pero le falta la gracia que
tenía en la otra con aquellos planos de visión en plan subjetiva y el sonidito de
esa respiración. La otra, la primera vez que vemos a un demonio propiamente
dicho. Así, en la versión de Raimi aparece de golpe, mientras está contando
unas cartas, mira por una ventana y se vuelve. En esta nueva versión, la
transformación es progresiva. Tanto que, al menos a mí, me dieron ganas de
gritarle para que se transformara de una vez. Y hablando de demonios, debo
decir que aquí hablan poco; en la anterior hablaban, reían (quién no recuerda
la escena de Linda con sus “Jijijijijijijijijiji” y esa cara de pesadilla)
gemían y gruñían más y las voces distorsionadas les venían muy bien.
¿Más?
Algún que otro detallito. Por ejemplo, el personaje de Natalie me parece que
está por estar y para la dichosa escena de los clavos y su mano endemoniada.
Por lo demás, se le supone la novia de David pero se dirigen la palabra bien
poco y ni un “te quiero” o un mal besito salvo al final (más vale tarde que
nunca) Y, ya puestos, sabiendo que si mueren pasa lo que pasa, ¿cómo es posible
que David se olvide de Eric? Y, sí; yo, al menos, he extrañado la presencia de
eso que anda en el bosque y que corre tras los personajes. En fin, ahí queda y,
repito, meros detallitos.
En
resumen, un remake más. No la considero una mala película pero, como suele
ocurrir con los remakes ni aporta, ni quita ni pone. No es una maravilla del
género pero sí le reconozco un mérito fundamental: te tiene entretenido durante
dos horas y, si bien es cierto que (personalmente, claro) no considero que
tenga ni mucho menos la fuerza de la otra, cumple su misión. Quizás se ha
centrado mucho en el tema sangriento y gore pero, como siempre digo, ahí entran
los gustos de cada uno. Por lo menos, se han atrevido a cambiar el final y,
cosa rara, no lo han dejado abierto. Si vas con la predisposición de ser
asustado, es posible que te pase lo que le sucedió a la que tenía al lado: que
botarás de susto en susto. Si no, más que asustarte, arrugarás el morro ante
ciertas escenas con una peli que tiene el tono gore de los ochenta (con todo,
en esto, no creo que supere a la otra) pero hecha en el siglo XXI. A mí, en general, me ha gustado. ¿Las hay mejores?
Sí. ¿Peores? A patadas.
Y
aquí termino con la pregunta de siempre: ¿era necesario hacer una nueva
versión? La polémica está, desde hace años, servida. Ojo, que, en breve, nos
vienen los remakes de Carrie y el de Poltergeist. Por cierto, detalle friki: mirad
la inicial de cada personaje: David, Eric, Mía, Olivia y Natalie: DEMON.
Ahí
queda eso.
Un
consejo: espérate a que terminen los títulos de crédito. ¡Dichosa moda…!
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