(2012)
Director: Tim Burton
Guión : Seth
Grahame-Smith, John August
Johnny Depp
Angelique Bouchard
Bella Heathcote
Helena Bonham Carter
Jackie Earle Haley
Chloë Grace Moretz
Gulliver McGrath
Barnabas
es convertido en vampiro por una amante despechada que es una bruja.
Además, le encerrará en un ataúd durante doscientos años. Pero, la casualidad,
hará que Barnabas regrese en los años setenta…
El Barnabás de la serie y el de la peli... |
La
película es, por encima de todo, un producto de Tim Burton desde que empieza
hasta que termina. Sabido es por todos que al amigo Tim le privan los ambientes
góticos, las sombras y lo tenebroso. Eso, además de personajes excéntricos, raros
y pálidos como ellos solos. Muy bien, pues, mirad por dónde, estas sombras tan
tenebrosas le ofrecen todo eso y, quizás, algo más. Que al resto de la
humanidad esto le guste ya es otra cosa…
Me ha gustado mucho el comienzo. Va directa al asunto desde el principio, presentando la historia y familia del niño que se convertirá en el protagonista de la trama, Barnabas Collins. Muy curiosa esa escena en la que, para salvar a su amor, se arroja al mar y, al caer, se da cuenta de que está maldito. Y mejor aún, el momento en que se convierte en un ser de las tinieblas. Muy sutil, pero efectivo. Aquí debo admitir que me sorprendí un poquito: todo parecía muy serio para el tipo de cine al que Burton nos tiene acostumbrados.
Y es que la historia me parece más que interesante. Hay que admitirlo: coger un vampiro, encerrarlo en un ataúd y sacarlo dos siglos después me ha resultado muy original (¿Esto es así en la serie? Ni idea), una especie de revisión más o menos cercana del mitro de Drácula. Por supuesto, esto da lugar a una subtrama mejor aún, es decir, ver cómo un ser (llamarlo persona no es lo más adecuado) se tiene que adaptar a una época para la cual está por completo desfasado.
Sigamos.
Esto es una opinión del todo personal pero me ha parecido que esta es la
película donde Burton se muestra más violento. No hay
muchas escenas truculentas, desde luego (y algunas, se insinúan, como la de los hippies) pero hay
que reconocer que la masacre que el amigo Barnabas hace con los obreros al
comienzo ya lo dice todo. Y me ha llamado la atención que incluya escenas de
sexo, ya sean explícitas (con Angie, destrozando todo lo que pillan por
delante) o, de nuevo, susurradas al espectador (esa en la que la doctora
Hoffman le saca sangre por primera vez… y otras cosas)
La
cinta, además, cuenta con varios toquecitos de humor que el guión nos pone aquí
y allí centrados, casi siempre, en la figura de Depp y sus reacciones ante la
época hostil que le rodea. No son momentos para partirte de la risa (al menos
yo, claro. Eso sí, un tipo en el cine soltaba cada carcajada de vez en cuando
que crujía la sala) pero ahí quedan. Mirad la foto de la derecha y entenderéis a lo que me refiero. Y eso me lleva a comentar una cosa que me
ha parecido, cuanto menos, curiosa: por la razón que sea, están vendiendo la idea de
que esta peli es una comedia con tintes fantásticos, al estilo de La familia Adams, por ejemplo; un
producto al más puro estilo de "cinta para toda la familia" Ojo que esto no es
así. De hecho, la historia que tenemos por delante, quitando el par de momentos
light de Barnabas, es de lo más seria, llena de venganzas, crímenes,
maldiciones y sus derivados. Lo que ocurre es que esto se da, sobre todo, de la
mitad para delante. Y digo esto porque la sala estaba repleta de niños de siete
u ocho años…
A
destacar los efectos especiales que, si bien en la primera parte de la historia
aparecen de manera muy soterrada (caídas por acantilados, despertares en mitad
de una obra, entes fantasmales que flotan…), lo cierto es que en la escena
final es cuando más se hacen destacar. Bien por esa pelea con Angie y cómo la piel de esta parece resquebrajarse
como la cáscara de un huevo.
¿Y
qué tal los actores? Bien, claro pero, a decir verdad, aquí hay una prota:
Johnny Depp que, literalmente, eclipsa a los demás desde que empieza la peli hasta que
termina. Es la estrella absoluta y, de nuevo, cumple muy bien en un papel que
le viene que ni pintado: un tío raro, excéntrico, estilizado y con mucho
maquillaje, como mandan los cánones del cine de Burton, que puede resultar cómico al contemplar una lámpara de lava o un brutal asesino en potencia y acto. Que Michelle Pfeiffer o
Helena Bonham Carter pululen por la pantalla de vez en cuando (sobre todo esta
última. Debe ser lo que tiene ser la mujer del jefe), vale, pero no son más que
meros comparsas alrededor de Depp. Sí destaco a Eva Green como Angelique
Bouchard haciendo de bruja malvada donde las haya pero que, al menos a mí, me
ha caído bien. Chloë Grace Moretz como Carolyn, la hija rara, grosera y lobuna se luce poco y Gulliver McGrath hciendo de David, el niño rarito y amargado cumple sin más ni más.
Bouchard haciendo de las suyas |
¿Cosas
mejorables? Claro. Para empezar, como ya dije al principio, esto es más de lo
de siempre. Si habéis visto alguna peli de Burton (quitando, quizás, El planeta de los simios) sabéis a qué me refiero:
personajes raros, maquillados, caras pálidas y toque gótico por todas partes.
Si esto te gusta, muy bien. A mí ni me gusta ni me deja de gustar; sí me repite
un poquito pero, para gustos, los colores… Otra cosa: me ha dado la impresión de que, en
cuestión de intenciones, la película no me ha quedado clara. Me explico y,
repito, desde la ignorancia hacia la serie: ¿esta cinta es una comedia negra con toques fantásticos? ¿Al revés? ¿O puede que sea una peli de fantasía/terror con algún momento más o menos graciosillo por aquello de liberar tensiones? No sabría decir. Quizás hubiera quedado mejor si la
historia se hubiera decantado del todo por la comedia (motivos y posibilidades
había con Barnabas) o, por el contrario, hubiera ido de cabeza hacia un tono
serio de pies a cabeza (de nuevo, posibilidades en este aspecto creo que
hubiera tenido ya que, a fin de cuentas, hablamos de un vampiro sanguinario) Lo
mismo sucede con la estrella del cotarro, Barnabas, que pasa de vampiro que cae
(o trata de caer) simpático a demonio sanguinario asesino de una escena a otra
(hago mención, de nuevo, a los pobres hippies)
El caso es que han hecho una mezcla de una cosa y de la otra que no me acaba de
quedar clara, como si por un lado trataran de atraer a un público de los más
variado (otra vez, esos niños de la sala...) pero, por otro, hubieran intentado ponerse serios de verdad. Me ha
parecido que, por eso, los golpecitos de humor están metidos un poco con
calzador, haciendo que queden un pelín forzados. Lo mismo que los momentos de
sexo o violencia están muy de sopentón en comparación con los anteriores. Lo digo
de nuevo: es una mera impresión personal. Y, también debo admitir que la acción
está tan centrada en Johnny Depp (cosa lógica, ya que es el motor de todo) que
los demás personajes o se quedan cortos (como el de Carolyn, que tiene sorpresa
final que pasa sin más ni más o el de Victoria, cuya historia se cuenta de
manera muy precipitada) o, tan sólo, me sobran. Y aquí hablo de Roger
(Jonny Lee Miller) que pasa sin pena ni
gloria. Y que quede claro que no sé cuál ha sido la intención de la escena
final bajo el agua. ¿Una segunda parte? No creo porque me parece que el asunto
no puede dar tanto de sí. Quizás, como dije antes, ser la mujer del dire es lo
que tiene…
Pues
eso es todo, amigos. Una Burtonada de pies a cabeza. Si queréis pasar un rato más o
menos entretenido, vedla. No es una maravilla (al menos, a mí no me lo ha
parecido, claro) pero se puede englobar dentro del grupo de “curiosidades” ¿Esperaba
más? Ni sí ni no, ya que Burton hace bastante que ni me apasiona ni me
decepciona (bueno, lo de Alicia en el
país de las Maravillas me pareció de traca…) pero sí hace que, cuando llega
un proyecto suyo, lo espere en plan “...A
ver qué tal…”
Gracias
por leerme y vigilar en cielo conmigo…
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