(2012)
Director: Tarsem Singh
Guión : Jason Keller, Malisa WallackLily Collins
Julia Roberts
Armie Hammer
Nathan Lane
Armie Hammer
Nathan Lane
La malvada y envidiosa reina tiene recluida a la bella Blancanieves en su castillo… hasta que decide acabar con ella…
Antes de seguir, dejemos clara una cosa: si vas a ver esta peli teniendo en mente (cosa lógica por otro lado) la historia de Blancanieves que todo ser humano ha visto en algún momento de su vida (léase la versión de Walt Disney, todo un peliculón, dicho sea de paso), posiblemente te pase lo mismo que a mí: te llevarás un palmo de narices. ¿El motivo? La trama recoge los retazos principales de la historia, como una reina mala, un príncipe, enanitos o una princesa candorosa y risueña (y puedo asegurar que esto no es un modo de hablar), pero, también, se toma licencias en muchas otras cosas que te sonarán muy raro y harán que abras los ojos como platos. Eso sí; novedades más o menos forzadas en la trama, entré en el cine con el presentimiento de ver un producto ñoño y pastelón (Lily Collins en el cartel de la peli puede inducir a ello) y eso ha sido lo que me encontré. Veamos…
Como ya dije antes, la película parte de la base que da fundamento a la historia original. Pero, para que nos quede claro: desde la primera secuencia, esta es una peli por y para gloria y lucimiento de Julia Roberts. Sí, hace de mala, de reina malvada, pero es la prota por encima de todos y todas y, cuanto antes entendamos eso, mejor. ¿La Roberts se iba a dejar pisar el terreno por una novatilla recién llegada como Collins? Ni por todas las manzanas envenenadas del mundo. Por eso, nada más empezar, ella es quien nos da la bienvenida a la película, que se nos introduce con una animación muy acertada mediante ordenador contando el origen de Blancanieves. A partir de ahí, vemos lo de siempre: la reina es muy mala y la odia. A su vez, es odiada y temida por muchos y, además, tiene un espejito muy mágico que le dice cosas y le ayuda con sus fechorías. Hasta aquí todo normal pero hay que añadir un pequeño toque que hace que la cinta huya (al menos un poco, menos mal) de ese toque blandito que yo tanto temía: hay, por encima de todo el conjunto, un toque de humor más o menos afilado con el que se adornan muchas situaciones, personajes y diálogos. Así, repito, la reina es mala, pero a mí me ha caído bien (fijaos en los comentarios cuando el príncipe llega medio desnudo); el castillo está lleno de devotos sirvientes pero resultan chistosos (véase en caso de Nathan Lane) Y sí, hay enanitos porque, si no, esto sería una tomadura de pelo pero, en esta ocasión, son asaltantes de caminos y, de nuevo, aportan un tono cómico sin llegar a parecer forzado. Incluso el príncipe tiene ese puntito chistoso, sobre todo, cuando se convierte en un cachorro enamorado de la reina.
La ambientación en general me parece muy bien conseguida en lo referido a castillos, bosques tétricos o en lo que toca al vestuario de los protagonistas, otorgando al producto un aire de cuento infantil y, sobre todo, imaginario, más que destacable. y es que cualquier toque relaista hubiera sobrado del todo en esta película.
Y si de protagonistas hablamos, como ya señalé, hay que destacar por encima de todos a Julia Roberts. La amiga ya no es una jovenzuela y eso se nota (apunte para la reflexión: ¿por qué en Hollywood todas las actrices maduritas pasan por el filtro de reinas malvadas? Ved los casos de Susan Sarandon, Bette Midler Michelle Pfeiffer o Charlize Theron entre otras… Una posible respuesta puede ser que pegan para el papel. Otra, la más cruda, que ya no interesan como actrices romanticonas), pero también que tiene muchas tablas. Eso lo muestra aquí confeccionando un personaje que, a priori, debería caer mal pero que provoca las simpatías del personal desde que empieza hasta que termina hasta el punto que, al menos para mí, incluso desplaza a Blancanieves y estás deseando que salga para que suelte alguna de sus ocurrencias o haga una maldad. Y, si no os
¿Los... enanitos? |
gusta mucho la Roberts, ojo con esta peli, que aquí la tenéis por partida doble, bien sea como reina o como una especie de hada tras el espejito mágico. Vamos, que chupa cámara a base de bien. No sé si el guión estaba escrito así o son las ventajas de ser una estrella. A saber, pero yo creo que habrá un poco de las dos cosas. Armie Hammer como el príncipe cumple. Por fortuna, su papel va más allá del guapito de turno y han tenido la inteligencia necesaria para darle también sus momentos, ya sea medio desnudo, colgado de un árbol o babeando (literal, amigos) por su reina. Eso sí, con un carácter que roza lo secundario. También destaco a los enanitos, muy duros pero que acaban por resultar simpáticos, cada uno con su “don” particular: los hay brutos, comilones, chistosos, ligones (sí, habéis leído bien), duros… De todo, vamos. ¿Dónde quedaron los alegres, candorosos enanitos que, risueños, cantaban eso del HII-HOO cuando volvían a casa? Qué dichosa manía de romper los mitos...
Pero, ¿hablar de protagonistas sin mencionar a la estrella del cotarro? ¡Por todos los espejitos mágicos de toda la historia que no! A fin de cuentas, como bien señala Julia al final de la cinta, esta es, después de todo, la historia de Blancanieves. Y la elegida para interpretar el papel ha sido Lily Collins (¿Te suena el apellido? ¿No? Si sigues leyendo lo entenderás) Bueno, en mi modesta opinión, de lo más pasable. Es más, no me quedo corto si digo que me ha parecido pero que muy, muy sosita. Vale, la chica es mona y su sonrisa es angelical donde las haya pero me ha faltado algo más. La han querido poner tan candorosa que me da que se han pasado de la raya. Ignoro si el papel estaba así diseñado o si ella ha aportado su granito de arena como ha podido pero me ha parecido la más floja de todos. Poca expresión, poco movimiento y alguna que otra pose en plan Blancanieves de dibujo animado (ya sabéis: brazos medio extendidos y manos apuntando hacia arriba cual bailarina de Ballet) que queda muy forzada y, si me apuráis, hasta algo hortera. Ok, a la chica la visten de varias formas supongo que por aquello de otorgarle variedad en su puesta en escena y, encima, la ponen de bandolera. Vale, pero, aún así, creo que le ha faltado desfogarse un poco, gesticular un poco más y parecer menos pánfila… Claro que, al final de la peli, vemos que se suelta un poco más la melena cuando, después de la “sorpresa” que rodea al monstruo del bosque (lo de las comillas era porque se veía venir de lejos), la princesa se lanza a la piscina con lo que menos me ha gustado de la peli, un detalle que me parece metido con calzador y que, en mi opinión, justifica que la reina, o quien sea, se quiera liquidarla. Resulta que la amiga se arranca con una canción. Así, de golpe. Además, una bien pop y chillona que, para este vigilante del cielo, no pega ni con cola en el contexto de la historia. ¿Estaba en la peli o había que demostrar que es hija de Phil Collins? Se aceptan apuestas. Claro que, al comienzo de la se dice que, cuando todos eran felices, estaban de fiesta cantando y bailando todo el santo día. Debe ser por eso… El caso es que, a mí al menos, ver a toda la corte bailar al son de la cancioncita (enanitos incluídos en plan coreografía. Por cierto, Sean Bean contemplando todo el espectáculo vistiendo esa corona de cuento no me pega ni con cola) me ha resultado el remate más desafortunado a esta historia y, sin duda, el motivo perfecto para que muchos califiquen esta cinta de horterada monumental.
En conjunto, amigos, una película que, para mí, no pasará a la historia del Séptimo Arte; todo un despliegue edulcorado con ese aire ñoño y pastelón al que me refería antes. Se ve, te ríes (o sonríes) un par de veces y adiós muy buenas. Eso sí, conforme tires la bolsa vacía de las chuches mientras sales del cine, te vas a olvidar de ella. Bueno, ahí queda...
Pues…
… Espejito, espejito, ¿cuál será mejor Blancanieves, esta versión chistosa para toda la familia o la que se nos viene con Kristen Stewart en la que el personaje es toda una guerrera espada en mano?
Se admiten apuestas pero, para un servidor de ustedes, ninguna como la que fue hecha con lápiz, tinta y acuarelas allá por los años treinta.
¡Feliz visionado!
BLANCANIEVES ES MI PRINCESA FAVORITA!
ResponderEliminarYO CONOZCO ESTAS BLANCANIEVES Y ESTAS MALVADAS MADRASTRAS DE BLANCANIEVES:
ResponderEliminarDISNEY(1937).
JETLAG PRODUCTIONS Y GOODTIMES ENTERTAINMENT(1995).
LILY COLLINS Y JULIA ROBERTS(2012).
KRISTEN STEWART Y CHARLIZE THERON(2012).
TARYN DAVIS,MONICA KEENA Y SIGOURNEY WEAVER(1997).
ELIZABETH MCGOVERN Y VANESSA REDGRAVE(1984).
KRISTIN KREUK Y MIRANDA RICHARDSON(2001).
DIANA RIGG,NICOLA STAPLETON Y SARAH PATTERSON(1987).