domingo, 15 de enero de 2012

No tengas miedo a la oscuridad

No tengas miedo a la oscuridad (Don’t be afraid of the dark)

(2010)
Director: Troy Nixey
Guión   : Matthew Robbins, Guillermo del Toro
Guy Pearce
Katie Holmes
Bailee Madison
Alan Dale
Julia Blake
Jack Thompson

Una niña descubre que hay unos seres extraños en su nueva casa... 

Vamos a ver si dejamos clara una cosa: están vendiendo a bombo y platillo que esta es la última de Guillermo del Toro. Incluso su nombre aparece destacado en la parte superior del cartel. Falso. Está producida y parcialmente escrita por él, pero nada de dirigir.
            Aclarado esto, vamos con la película. Bajo ese título tan engañoso se esconde una cinta de lo más convencional que ni aporta, ni ofrece ni es original en nada. El argumento de una casa en la que viven seres extraños (sean de la naturaleza que sea) está manoseado hasta el extremo. Y, además, aquí, de miedo, poco. Y esto es lo que más me molesta porque soy de la opinión que si vas al cine a ver una peli de miedo, esté bien o  mal hecha, te tiene que provocar alguna sensación, por pequeña que sea.
La familia feliz
Comenzamos con una niña repelente (Bailee Madison) con cara de enfurruñada a la que su papi, interpretado por Guy Pierce (soso, sosito), espera en el aeropuerto. Desde el momento en él que pide a su pareja Kim (Katie Holmes, sosa, sosita) que le saque una foto con una Polaroid del año catapum uno se pone alerta. ¿Quién, hoy día, tiene esa cámara cuando existen los móviles o los Iphone? Ok, ok. Todo tiene su explicación. A partir de ahí, subtrama igual de manoseada al canto: niña repelente quiere volver a casa con mami, novia de papi tiene cara de pena porque no pueden ser amigas y papuchi tratando de quitar hierro a la situación. Entonces, llevan a la niña (que, por cierto, ya está algo crecidita para regalar un osito de peluche que dice “Te quiero”) a su cuarto, adornado por un juguete decimonónico que proyecta figuras en la pared y trata de dar ambiente misterioso al tema. Entonces, por fin, vemos que hay unos seres raros cuyo menú se reduce a dientes de niños (¡…!)
El bicho
Desde ahí, la peli se me hace lenta porque no terminan de mostrarse los dichosos amiguitos misteriosos y va de una escena a otra que hacen que no pare de moverme en la butaca del cine y devore las chuches. Tras algún que otro escarceo en forma de ayudante atacado por los bichos de turno, cosa que en la trama parece importar un pimiento porque al pobre hombre no se le presta mucha atención, acudimos al que, para mí, es el único susto de la cinta: un primer plano de uno de los seres bajo la cama de la niña. 
            Y hasta aquí el miedo. Lo que sigue son los (manoseados) intentos de la niña por demostrar a papi y su novia que lo que ocurre no es producto de su imaginación. Para ello, la susodicha Polaroid viene al pelo porque dispara con flash y los bichitos odian la luz (también valen las linternas pero a nadie se le ocurre buscar el dichoso interruptor y encender las luces) Vamos, mega-manoseado.
            Repito: aquí miedo no hay por mucho que el tráiler venda la moto de que sí. Eso sí, mucha ñoñería y una evidente muestra de ese tipo de cine que se hace hoy día y que sirve para rellenar la taquilla mientras otros bombazos de turno se llevan al público de calle. Para mí, una cinta que tiene un tufo a cuento demasiado descarado de la que se podría haber sacado muuuucho más partido. ¿Qué son esos seres? ¿Qué quieren? ¿A santo de qué aparecen? ¿Y (tranquilos, que no destripo nada más) qué pasa al final y qué significa? Vamos, que servidor hubiese deseado que, a los diez minutos de peli, los bichos se hubieran llevado a la niña, al padre, a la novia del padre y al osito de peluche.
            En fin… Decir que esta cinta es de miedo es quedarse con el personal. Y que se queden conmigo no me mola nada, pero que me cobren ocho euros y pico por esto ya si me mosquea un poquito. Y es que, amigos, soy de los que piensan que, hoy día, cualquier cosa puede ser una película de “terror” (sí, las comillas van con recochineo); tan sólo hace falta un nombre famoso en la parte superior del cartel para que engañen al público y nos convenzan para ir al cine. Y es que quizás, sin él, pocos irían a ver esta cinta.

2 comentarios:

  1. He leído tu post y la verdad , estoy de acuerdo contigo con respecto al miedo , pero discrepo en tu visión sobre el engaño al público, si es así sería al contrario, es decir llevamos entonces mucho tiempo engañados con todas las películas que se han estrenado hasta hora y te explico ...
    Soy estudiante de Historia del Arte y una de mis asignaturas es Historia del Cine , lo primero que me han mostrado es que el que lleva y realiza completamente la película es el productor no el director , este sólo la dirige , en realidad deberían de poner siempre el nombre del productor.
    En este caso ha sido así , también para ganarle publicidad , como no, ya que si hubieran puesto el nombre del director , no hubieran hecho mucho.
    Espero haberme explicado bien.
    Saludos.

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  2. Completamente de acuerdo contigo. Una pena que no se lo hayan currado un poquito mejor porque creo que el producto tenía posibilidades.
    ¡Gracias por tu comentario y pásate cuando quieras!

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