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sábado, 4 de abril de 2015

Interstellar



Interstellar
(2014)

Director: Vhristopher Nolan.
Guión    : Jonathan Nolan, Christopher Nolan.

Matthew McConaughey.
Anne Hathaway.
Jessica Chastain.
Michael Caine.







Ante la situación agónica de la Tierra, unos astronautas deben ir al espacio en busca de planetas habitables para el ser humano...


¡Hola a todos!

Por fin lo he hecho. 

Después de muchas idas y venidas he visto esta peli. Y debo decir que lo he hecho un poquito con la mosca tras de la oreja. ¿La razón? Al principio era porque, como muchas de las pelis de Nolan, goza de cierto prestigio solo por este hecho. Luego, creo que se está extendiendo una especie de leyenda rara acerca de la misma que, más o menos, viene a decir que, salvo que seas un genio, no vas a entender lo que ves, al menos, si lo haces solo una vez. A esto hay que sumarle que he oído que en Estados Unidos han decidido abrir los cines de manera gratuita para ver la cinta cuanto quieras y, de una vez, comprenderla. Esto me puso un poco a la defensiva porque soy de los que suponen que el cine, a fin de cuentas, es para pasar el rato; vale, hay veces que ves una historia que te hace pensar pero de ahí a sentirte como una cagarruta intelectual va un paso muy grandecito. Bueno, pues ya está. Sin ser Sheldon Cooper, esto es lo que os puedo decir.

Ante todo, me ha gustado la historia. Sí, se puede decir que, desde cierto punto de vista, la hemos visto, por lo menos en parte, hasta decir basta. A ver, ¿cuántas pelis cuentan la historia de que, en el futuro, la Tierra da asquito, estamos condenados y necesitamos irnos del planeta para destrozar otro? A patadas. Así, sin pensar mucho, me viene a la cabeza Cuando los mundos chocan. Bueno, vale. La cuestión es que el modo que vamos a tener de ver esta trama aquí es lo que la diferencia del resto: tiene un tratamiento realista-científico-fantasioso que tumba. Por eso, sabemos que el planeta se muere, que hay una plaga y que los humanos están hechos polvo pero ni hay asesinatos raros, ni zombis comiéndose al personal ni plagas de bichos mutantes; aquí, como mucho, el personal tose y se muere. No más; no menos. Lo que tenemos a continuación, en casi tres horas de cinta, es lo que este hecho nos acarrea y que, al menos para mí, está muy bien contado.

Por eso, creo que se puede decir que la peli tiene tres partes diferenciadas. La primera es la que vemos en la Tierra y que plantea la premisa a la que ya me he referido, es decir, todo está hecho polvo (con mucha nube de ídem, por cierto) y se decide la opción más arriesgada, esto es, ir a investigar si el ser humano puede establecerse en otro planeta. Por si acaso, hay un plan B: llevar óvulos listos para ser fecundados cuando se tercie, un modo de perpetuar la especie en un "aquí te pillo, aquí te mato" Esta primera parte cumple todos y cada uno de los requisitos del cine de ciencia ficción catastrofista a la perfección: presentación de personajes que no tienen por qué ser heroicos pero que se meten en un embolado de miedo, detalles técnicos por aquí y por allá (que luego se elevan a la infinita potencia) y el típico viaje por el espacio. 

La segunda parte es la más fantasiosa (si es que la primera no lo es) y es la que comprende la búsqueda de planetas para ver si alguno vale y que, por supuesto, es bastante catastrófica. Aquí, la trama se las apaña para no basarse solo en descorazonadas varias, sino que va añadiendo ciertas sorpresas y detalles que creo le vienen muy bien: los astronautas que partieron años atrás en misiones de colonización han fracasado. Sí, hay alguno como el doctor Mann que sobrevive pero, a su modo, saca los pies del tiesto haciendo que la trama de un giro considerable y que, al menos en mí, ha hecho que aumente el interés por lo que tenía delante. Si a esto le añades detallitos como las verdaderas intenciones de los científicos de la Tierra, que sabían de sobra que el planeta estaba condenado, la cosa  hace que el interés se mantenga sin problemas.

¿Y la tercera parte? La más alucinada o, si quieres, científica; esa que, desde mi humilde opinión, es la responsable de que esta película tenga fama de difícil o, si te lo planteas desde el punto de vista del ser humao normal, rara. Me refiero, claro, a lo que el prota Cooper tiene que pasar para llegar a la resolución del problemón que tiene encima. Aquí está todo el cotarro del teseracto, la resolución de los extraños seres que se nombran desde el principio y todo el enigma de la parafernalia que implica los problemas de la relatividad del tiempo y que hacen que lo que le pasó a Charlton Heston en El planeta de los simios sea algo parecido al jugar al escondite. Te aviso, llegados a este punto, tienes que afinar la atención. Si estás tomando un café, lo dejas en la mesa. Si estás con las palomitas o las chuches las dejas de comer un rato y, si estás con el/la churri, resérvate y déjalo para luego. Creo que esta película es de esas que empiezan bien pero te hacen pensar que, depende de cómo la acaben, pueden pifiarla o terminar como Dios manda. Para mí, no hay duda: se trata del segundo caso. Fijo que parece algo lioso pero me parece lo apropiado; haber optado por una solución tipo: "llegamos donde sea y salvamos a la humanidad" hubiera sido algo propio de un guión vago propenso a desinflarse. Por si no lo has notado, no quiero estropearte mucho hablando del tema; prefiero que lo descubras tú y que te formes tus propias teorías. 

A todo lo que te acabo de soltar, tengo que añadir una cosa. Y es que, si bien la peli tiene un toque fantasioso de proporciones cósmicas (se nota que estoy en plan astronómico) también es cierto que toda la historia está bañada por cierta capa de drama y toque lacrimógeno considerable. Creo que irte al espacio de misión heróica para, años después, encontrar a tu hija anciana tiene que ser, como poco, descorazonador. Y hasta aquí puedo escribir.





Los efectos están clavados en todas sus acepciones. Las naves, el espacio, los planetas raros o las explosiones aquí y allí están muy bien hechas y, sobre todo, reales. No esperes ver cruceros estelares rugiendo por el espacio porque, en lo que a efectos se refiere, en esta peli ocurre lo que en el resto de sus cosas: el realismo impera sobre las ralladuras mentales.

En cuanto a los personajes me parecen muy correctos y bien presentados y mostrados. Cooper es el héroe antihéroe de toda la vida, pero, al menos, no todo le tiene por qué salir bien. Brand es la compañera ideal, lista y valiente. El doctor Mann es un comodín bastante eficiente, lo mismo que Murph (en sus diversas representaciones)

¿Y los actores? Pues yo diría que muy bien pero seamos sinceros: esta es una peli por y para Matthew McConaughey. El chico lo hace muy bien y conste que, lo que es a mí, siempre me ha caído como si recibiera una patada traicionera en los bajos. Lo admito: me sigue cayendo igual pero también hay que ser justos y admitir que lo hace bien; además, con ese aspecto delgaducho y de piltrafilla el personaje sale reforzado. Anne Hathaway cumple como Drand pero no esperes mucho porque tampoco es que se luzca demasiado. Jessica Chastain refuerza a los demás y la presencia de  Michael Cane siempre habla por sí misma.






¿Cosas que no me han gustado? Bueno, a parte del aluvión de datos científicos que hay aquí, creo que puedo decir que, al menos para este que escribe, es algo lenta, sobre todo, al principio. Ten en cuenta que son casi tres horas de naves, acoplamientos, planetas y desgracias varias...

Fin. ¿La recomiendo? Sí, claro. Creo que es una película muy notable que, a pesar de lo rara que pueda parecer, está muy bien contada y cumple su objetivo: entretener. ¿Se pudo haber hecho un poquito más amena? Desde mi profunda ignorancia, sí. También es cierto que, en otras manos, hubiera sido una amalgama de datos y cosas raras bastante considerable. Venga, si tienes un ratito, aprovecha, dale un vistacito y me cuentas.

Por cierto, ¿qué te parece el final? Te pregunto esto porque el original era aún peor: Cooper se va a hacer puñetas en el interior de un agujero negro y se acabó; una referencia obligada (y más realista) a la Ley de Murphy, que se nombra un  montón de veces a lo largo de la peli.

Vigilad el cielo.




lunes, 24 de junio de 2013

El hombre de acero

El hombre de acero (Man of Steel)
(2013)

Director: Zack Snyder
Guión    : David S. Goyer, Christopher Nolan

Henry Cavill
Amy Adams
Michael Shannon
Kevin Costner
Diane Lane
Russel Crowe
Christopher Meloni
Antje Traue
Ayelet Zurer

 

El planeta Kripton está a punto de desaparecer. El científico Jor-El envía  a su único hijo a la Tierra, donde se convertirá en el mayor héroe de todos los tiempos… 
¡Y llegó el día!
Después de mucho tiempo de especulaciones, fotos y trailers variados, Superman ha llegado al a Tierra. Y tras veintiún minutos de trailers, he podido verlo con mis propios ojos.

Tengo que reconocer que, en su momento, la sola mención de otra peli de Superman, después de la (para mí, por supuesto), horrorosa Superman returns, hacía que la sangre me hirviera. Y es que servidor de ustedes, fan del personaje y de las llamadas películas originales, casi sufre un síncope al verle en bata de hospital. Por suerte, el tiempo pasó, el proyecto cambió de manos y, como siempre se ha dicho acerca de esta peli, el reinicio sería absoluto bajo la batuta de Zack Snyder con la supervisión de Christopher Nolan, el responsable de las nuevas pelis de Batman. Muy bien, pues, a favor, puedo decir…
… Muchas cosas. Todo, si, me apuráis. Y es que la peli me ha encantado (el primer sorprendido al escribir esto soy yo; jamás creí que lo haría) Es todo un espectáculo muy digno desde que empieza hasta que acaba que hace que te quedes clavado en la butaca y el tiempo se te pase a súper velocidad (agudo juego de palabras, ¿eh?) Pero, como no hay que precipitarse, vamos por partes.
En primer lugar, la trama. Antes de nada, me gustaría decir que, si bien hay una general, esta es una película de tramas, todas ellas enlazadas, claro.
Vamos con la primera. Todo el mundo conoce la historia de Superman aunque no haya leído ni una sola de sus viñetas ni visto ni una peli/serie de televisión. Pues bien, podemos decir que esa historia es la misma sin llegar a serlo. Sí, aquí Kripton está en las últimas y cierto científico, el único inteligente del planeta, sabe lo que va a pasar y manda a su hijo hacia las estrellas para que se salve. Muy bien, pero se las han apañado para, sin cambiar esas raíces tan clásicas, añadir ciertos toquecitos que las enriquecen y que, en el conjunto del metraje, me parece que quedan muy bien. Así, por un lado, el núcleo de Kripton está hecho un asquito. Por otro, la situación político/militar del planeta está en el filo de la navaja e incluimos un golpe de estado por cortesía del general Zod.
Y aquí debo hacer referencia a Kripton en sí. Nada que ver con lo que conocíamos hasta ahora. No hay hielo ni todo es blanco. El planeta se muestra real, lleno de flora y fauna, mostrando unos animales estrambóticos y alucinantes de ver. Los kriptonianos visten de manera no menos extraña y están llenos de tecnología. Y. además, sabemos que el modo de reproducirse, completamente artificial, está organizado en castas: cada uno nace para ser una cosa determinada. Muy buen tanto a favor, desde luego.
Siguiente trama: la de Kal-El, que no la de Superman o Clark Kent. Y es esta una de las cosas que más me han gustado. Kal se muestra hecho un lío, sin terminar de encajar en un mundo al que sabe de sobra que no pertenece. Por eso, se pasa la vida tratando de ayudar a la gente pero, también, huyendo, como un fantasma o una sombra que nadie ve o en la que nadie repara. Y todo esto, de manera magistral, se muestra de dos formas. Por un lado, el Kal-El del tiempo presente, buscando sus orígenes para saber quién o qué es. Por otro, conocemos su bagaje a través de una serie de flash backs (algo increíble en una peli de súper héroes) que definen muy bien al personaje y nos hace entender que puedes tener los poderes y habilidades más increíbles pero, por dentro, estás hecho un lío. Aquí sabemos cómo el joven Clark comienza a descubrir sus poderes (lo cual le hace un bicho raro) y, además, comprobamos cómo le afecta eso. Todo esto, y mucho más, hace que el personaje sea muy real (y respondón, como cuando echa en cara a su padre que no lo es, solo lo encontró en mitad del campo) y comiences a olvidarte de la visión tan optimista que teníamos del personaje hasta ahora. Por cierto, incluso se hace mención de distintas formas a la intervención divina con respecto a él, bien porque lo piense la madre de un niño al que salva, bien porque el propio Clark de pequeño se cuestione por qué Dios le hace eso, o cuando Kal pide opinión no a su madre (persona más cercana), sino a un sacerdote al que le confiesa quién es. Por cierto, con respecto a identidades secretas, hay que señalar que aquí tampoco es que se corte en demostrar lo que puede hacer o quien es, como podemos ver en la escena en la que cura a Lois su herida.
Otra trama: la de Lois Lane. Y esta sí que me ha gustado. Desde un principio, Lois se entera de quién es Superman. Nada de ser una mera periodista que, más o menos, se mete en líos. Por eso, tienes todo el metraje por delante para que la relación entre ambos se consolide pero no por ello tiene que caer en el tópico de héroe/chica del héroe que se enamoran hasta las cachas porque sí.
 
Y, para finalizar en cuestión de tramas, claro está, tenemos la del propio Superman. Una vez que el personaje comienza a asumir quién es y lo que puede hacer, tiene que demostrarlo. Y, para ello, necesita un malo a su altura. En este caso, el centro de esta trama es el vengativo y dictatorial general Zod que, por un lado, quiere echar el guante al último kriptoniano y, por otro, volver a restaurar el esplendor de Kripton en la Tierra.
Sigo. La película no pierde el tiempo en absoluto y presenta a los personajes de manera inmediata. A quien primero conocemos es a Jor-El y su mujer Lara. Ambos, aunque no salen mucho, muy bien definidos y marcando el antagonismo que dará pie al meollo de todo con respecto al general Zod. Aquí no hay medias tintas, nada más salir este en pantalla sabes que va a ser el malo. Y uno a la antigua usanza: mandón, tiránico y de mirada loca.
Ya en la Tierra, Clark nos es presentado del mejor modo posible: salvando a los miembros de algo parecido a una plataforma petrolífera en alta mar. Eso sí, no tiene por qué ser perfecto. Por eso, las consecuencias de este salvamento son la excusa ideal para que empiecen los flash backs y el personaje sea definido tan bien. En cuanto a su rol como Superman, debo decir que me ha encantado porque han sabido ir más allá con él, pero respetando su esencia. El carácter heroico no se lo quita nadie porque eso acabaría con el personaje pero, además, han sabido otorgarle un arrojo al que, quizás, no estábamos acostumbrados. Superman aquí es resolutivo y no tiene por qué resultar un corderito sometido a normas. Ahí está la escena en la que se harta de estar encadenado y deja claro que, las reglas, con él, no valen o esa otra en la que derriba drones que tratan de determinar quién es en realidad. Dicho de otra forma, no resulta ese perfecto boy-scout repleto de nobleza que, cual nene buenecito, se adapta a todo. Y, por encima, una cosa fundamental que enriquece al personaje: está plagado de dudas, ya sea de pequeño (cuestionando a Dios pro hacerle eso) o de mayor, cuando duda de todos los habitantes de la Tierra. Genial.
 
Y no se puede hablar de Superman sin hacer referencia a Lois Lane. Como dije antes, me ha gustado mucho en el enfoque que le han dado. Sigue siendo la periodista que se mete en líos pero han ido más allá y la han mostrado como alguien real y, sobre todo, del siglo XXI. Ver (y oír) a Lois Lane decir a un militar en plan desafiante “quién la tiene más grande” ha sido todo un acontecimiento para mí.
Los efectos especiales, como uno se puede imaginar, son espectaculares. Ya dieron muestras de ello en los primeros trailers pero, vistos en el contexto de la peli, te dejan, literalmente, clavado en la butaca. Lo primero y fundamental: las escenas de vuelo. Perfectas. No solo en los planos alejados sino, también en los más cercanos donde se ve a Superman expresar emociones con sus gestos. Los planetas (Kripton, maravilloso), los monstruos, las naves, las explosiones, las peleas (tremendas) o las escenas de destrucción masiva en Metrópolis están clavadas. Y es que, Superman, no podía conformarse con menos. Destacar aquí los detallitos tecnológicos de Kripton, donde cualquier cosita es una máquina que hace cosas alucinantes. La zona fantasma, estupenda (aún así, el elemento del espejo gigantesco me parece muy difícil de superar) Ah, y muy bueno el detalle de la visión calorífica de Superman, donde vemos como, antes de salir los susodichos rayos, podemos apreciar que la zona de alrededor de los ojos se funde cual lava.
 
 
 
Y es que, dentro de lo espectacular del argumento y personajes, han sabido aportar algo fundamental a todo el metraje y sus elementos que ya pudimos ver en las pelis de Batman (como es obvio, la mano de Nolan, aquí, se ve, se palpa y se mastica, si me apuráis): realismo. Decir esto de un tipo que no es de este planeta, que vuela, que hace de todo y que está buenísimo (cuando la veas, entenderás este comentario) puede resultar algo ridículo. En las manos inapropiadas, sin duda. Pero este, desde luego, no es el caso. Todo tiene una explicación y a veces se centra en cosas tan obvias que llaman la atención justo por eso. Si te preguntabas por qué Superman viste ese traje, aquí te lo dicen. Si no entendías muy bien la razón de sus poderes, aquí se explica. Y, por raro que te parezca, la “S” en su pecho lobo kriptoniano no es de “Superman”, sino de “esperanza” en kriptoniano, el emblema de la casa de El. Sublime. Ah, y si de realismo hablamos, debo repetirlo: también se aplica al mismísimo Superman. Mientras en las otras pelis (me refiero las cuatro de Christopher Reeve) el personaje es el colmo de la perfección (bien peinado, rizo supremo, noble, todo lo tiene claro y un largo etcétera. Ojo, que a mí, todo esto en esas pelis, me encanta) aquí el amigo es kriptoniano pero tiene las imperfecciones propias de los hombres, que pueden ir desde tener un montón de dudas acerca de todo, odiar, ser rencoroso (la escena del camionero) y desear cargarse a alguien o tener pelo en el pecho o en la cara. Y, sí: Superman bebe cerveza mientras ve un partido en la tele o sangra por la boca. Ah, y nadie nace sabiendo ni volando, incluso Superman tuvo que recurrir a eso del ensayo-error.
 
¿Momentos memorables? Muchos. Todos y cada uno de los flash-backs son muy destacables, sobre todo, el de la muerte de Jonathan Kent, momento que considero sublime y en el que, desde luego, la inspiración estuvo subida (relax, no diré nada). La aparición de Superman está muy bien, lo mismo que la escena de la entrevista. Toda la batalla final está clavada. Pero, sin duda, hay un momento clave que no se me olvidará: el resultado del enfrentamiento con Zod y el final de este. Y es que, repito: aquí, Superman, aunque sea por deber, hace lo que hace, aunque te choque viniendo de alguien como él. Tranqui, no te digo más; ve a ver la peli. Hay muchos más pero eso los dejo para que vayas al cine.
Paso a los actores. Muy bien, todos ellos. Henry Cavill ha demostrado ser un Superman/Clark Kent muy digno. Debo reconocer que, por las fotos (o la imagen que han querido dar) siempre pensé que le muchacho era un pelín soso e inexpresivo. Craso error por mi parte. Como Clark resulta muy real. Como Superman, tremendamente natural y cercano. Todo un descubrimiento y, además, de los buenos. Ni me puedo imaginar la presión que este hombre ha tenido que sufrir por el hecho de asumir la responsabilidad de interpretar a un icono como Superman, más aún teniendo en cuenta el legado de Christopher Reeve. Para mí, ha superado la prueba con sobresaliente. Y el amigo está cuadrado, perfecto para meterse bajo ese uniforme. Michael Shannon me ha gustado mucho como Zod, ofreciendo una cara y miradas de demente muy a tener en cuenta. Al contrario de la interpretación que nos regaló Terence
Stamp allá por 1980 (calmado en general, salvo ciertos momentos), aquí se muestra muy visceral, colérico y capullo a partes iguales, un tirano despótico que cree que los fines justifican cualquier medio. Amy Adams como Lois Lane queda bien, si bien es cierto que, del conjunto, es la que más así, así me ha resultado. La chica lo hace bien pero, desde el principio, esperaba otra cosa (la sombra de Erica Durance, es alargada) Russel Crowe me ha gustado mucho como Jor-El, bastante creíble y con un papel mucho más destacado que lo que hemos visto del personaje hasta ahora (¡al fin!) Kevin Costner Y Diane Lane cumplen como los papis adoptivos de Superman y, al fin, nos alejamos de la imagen de vejetes adorables que teníamos de ellos. Antje Traue es una buena Faora. Decir, dice poco, pero las suelta como panes. Christopher Meloni (como el general), Lawrence Fishburne (Perry White) o Ayelet Zurer (Lara) complementan muy bien al elenco principal.
Paso a un factor que ha dado mucho que hablar y que, desde la primera foto, ha despertado polémica: el vestuario. Por supuesto, me refiero al de Superman y a los kriptonianos. Debo decir que, cuando vi los primeros diseños, no me gustaron nada. Todos ellos parecían hechos como de cotas de malla y tenían un aspecto de coraza muy raro. Ver a Superman sin el calzoncillo rojo no me gustó un pelo; me parecía tonto, feo y artificial. Bueno, hay que rendirse a la evidencia y, sobre todo, dar una oportunidad a las novedades. Después de toda una infancia viendo a los de Kripton con pelucas y túnicas, todos tan blanquitos y brillantes, es normal que estos nuevos diseños me chocaran. Tengo que reconocer que, en el contexto de la peli, después de verla con tranquilidad, sí me pegan. A los de Kripton los definen como lo que son en parte: una raza guerrera. Y siempre echaré de menso los calzoncillos por fuera de Superman pero admito que el uniforme me ha convencido, agradeciendo que hayan respetado las botas altas del personaje cuya ausencia tanto fastidiaron la imagen de Brandon Routh en Superman returns. Y, por fin, ha sabido aprovechar todo el juego que puede dar la capa. Esto, como todo, va en cuestión de gustos y no deja de ser mi opinión.
¿Detallitos? Yo te puedo decir varios que no dejan de ser meras cositas: Emil Hamilton, personaje que vimos en Smallville, aparece aquí y el actor que le dio vida en la serie también (pero haciendo otro papel) Si te fijas, uno de los camiones de la batalla final es de Lex Corp. Y, ya puestos en plan friki-que-no-veas, hay una escena en la que Zod está DE RODILLAS ante Superman. Esto puede ser que sea casualidad pero mi mente calenturienta lo ha interpretado por otros derroteros. ¿Más? Si prestas atención, en una pelea, Zod coge de la capa a Superman y le hace girar para lanzarle, cosa que Christopher Reeve hizo a Terence Stamp en Superman 2. Y, desde luego a mí, la “S” tiene mucho de la que lución George Reeves en la serie de los cincuenta. ¿Se me habrán escapado más guiños? Ni lo dudes pero es algo que no me preocupa: yo me dejo llevar por la peli sin más.
¿Y qué hay de la banda sonora? Decir Superman y hacer referencia a la musiquita que todo el mundo conoce, obra de la batuta de John Williams, es todo uno. No obstante, el reinicio ha sido tal que la partitura ha sido nueva de principio a fin, firmada por hans Zimmer. ¿El resultado? Para la peli y la imagen que tiene, sí es adecuada. ¿Echo en falta esa marcha que todo el mundo conoce? Sí pero reconozco que en esta peli no pegaría mucho. Aún así, ahí queda.
Pues esto ha sido todo. Sí, recomiendo que la veas. Para mí ha sido toda una revelación, una sorpresa de las buenas y un ejemplo claro de que eso de prejuzgar no es bueno. Y es que Superman se merecía un regreso como este. Ya estoy leyendo cosas tipo “le hace falta humor” o “Un Superman excesivo” Bueno, sobre gustos no hay nada escrito. Creo que los toquecitos de humor tan propios de las pelis originales (y que tanto criticaron) aquí no tienen cabida. Sí te puedo decir que, para mí, es un espectáculo tremendo desde que empieza hasta que acaba. Y, además, de los buenos, de esas pelis que te hacen olvidar tus problemas durante dos horas y te tienen entretenido todos y cada uno de los minutos de metraje. Si le añadimos una historia (¡o historias!) de las buenas, bien planteada y mejor contada, unos actores muy convincentes y unos efectos especiales de bandera, el resultado es, justo ese: un buen espectáculo.
Atención, pregunta inevitable si se habla del personaje: ¿es mejor o peor este Superman que otros? A mí, desde luego, es algo que no me importa ni creo que me corresponda juzgarlo.
Eso sí, me he creído a pies juntillas que un hombre puede volar.
Y escupir rayos por los ojos.
Y tener una fuerza enorme.
Y soportar unos golpes tremendos.
Y repartir leña.
Vigilad el cielo.
 
 

domingo, 22 de julio de 2012

Batman Begins



Batman Begins (Batman Begins)
(2005)
Director: Christopher Nolan
Guión: Christopher Nolan, David S. Goyer 

Christian Bale
Liam Neeson
Michael Caine
Morgan Freeman
Katie Holmes
Rutger Hauer
Cillian Murphy



 Gotham está sumida por la delincuencia. A la vez, el hijo pródigo de la ciudad, bruce Wayne, hace su aparición estelar cuando todos le daban por muerto. Pero nadie sabe que está dispuesto a cambiar las cosas…

 Después de varios escarceos a lo largo de los años, bien en forma de seriales, series de televisión o una saga de películas que levantan tantas pasiones como indiferencia (o iras), el resumen que se puede hacer de Batman en las pantallas (pequeñas o grandes) sólo puede calificarse de irregular más el aliciente de que el hombre disfrazado de murciélago es de los que ha aguantado sobre sus carnes más chorradas de las que mereciera un personaje de su categoría. Sí, muchas de las pelis arrasaron en taquilla, eso está claro, pero creo que se puede decir que, a nivel general, el aficionado al personaje siempre ha esperado algo más, ese empujoncito que ni series ni películas supieron dar. Pues bien, después de la última incursión cinematográfica de Batman en forma de ese producto que se llamó Batman y Robin, sucedió que nadie apostaba por el hombre murciélago en las pantallas… hasta que Christopher Nolan se atrevió a dar el paso.
Todo empezaría de nuevo: saga, actores, personajes y, lo que era más importante, las intenciones de la historia hacia un personaje que, por unas o por otras, nunca tuvo una trama que le hiciera justicia. Veamos…
La película tiene muchos, pero que muchos tantos a favor. Pero, antes de hablar de todos ellos, o al menos, aproximarme, hay uno en particular que destaca en toda el metraje y que es una constante en las películas de Nolan para con el personaje: REALISMO. En efecto, todo lo que ocurre en la película está explicado sobre una base de realidad. No hay tonterías ni payasadas; el histrionismo quedó fuera y lo que vemos no ocurre nunca porque sí.  Cada artilugio, cada cosa, cualquier modo de actuar tiene una lógica… y lógica era lo que, aparte de otras cosas, le hacía falta al personaje en la pantalla.
Una vez aclarado esto, puedo decir…
La película, para mí, se divide en tres partes: la búsqueda interior de Bruce mientras se le cree muerto, su preparación en Gotham una vez vuelve y, finalmente, su estreno como Batman y lo que ello conlleva.
Para empezar, ya de entrada, en el primer tercio de la película acudimos al conocer el origen de un montón de cosas acerca del personaje que cualquier aficionado al personaje sabe pero nunca vimos explicado en pantalla.  Así, en la primera escena, ya conocemos lo que será la batcueva cuando Bruce niño cae en ella, hecho del cual se deriva su obsesión por los murciélagos. Aquí somos testigos de otro detalle interesante: por fin, conocemos a los padres de Bruce, quiénes son, qué hacen, a qué se dedican y por qué tienen tanto dinero. Detalles, repito, que todos sabíamos pero que nunca vimos de manera fiel y seria en la pantalla. En todas las adaptaciones anteriores, la presencia de los padres de Batman se reducía al momento del asesinato, no más. Aquí vemos la relación tan estrecha que había en la familia y, cómo no, vemos de nuevo el tema del crimen, detalle que al guión le sirve de excusa perfecta para dar a conocer a otro personaje de vital importancia en el universo de Batman y que en las cuatro pelis anteriores era poco menos que un comparsa: Gordon.

El nacimiento de Batman

Seguimos con Bruce. Al fin sabemos a dónde fue tras el asesinato de sus padres y, lo que es más importante, lo que hizo. Así, conocemos a R’as Al Ghul, y cómo le entrena en las artes de combate y camuflaje, conociendo otra cualidad de Wayne: se cree responsable de lo que le pasó a sus padres (además, vemos aliviados, con la presencia de Al Ghul, que no todo en Batman deber ser el Joker o el Pingüino) Todo ello hace que el espectador que no sabe mucho del tema comprenda, al fin, por qué el personaje se muestra siempre tan sieso, triste y amargado. No obstante, se nos deja muy claro que Bruce Wayne puede querer venganza o tener los pensamientos más negros, pero no es un asesino, así que me parece muy adecuada esa escena en laque se le pide ser verdugo y se niega, una excusa perfecta para abandonar los parajes nevados y volver a Gotham.
Pasamos a la que pare mí es la parte intermedia, que consiste en el momento en que Bruce regresa, se encuentra con Alfred y se da cuenta de que tiene toda la empresa de su padre a su disposición. Muy bien por ello porque, de esta forma, el guión justifica el hecho de que Batman utilice todos los gadgets y tecnología que usa. De nuevo, todo desde un punto de vista muy realista: le vemos camuflar de negro el uniforme, construir la máscara o los audífonos que utiliza para escuchar a distancia, explicando al espectador como puede realizar todo eso a través de distintas empresas fantasmas. Chapeau por el guión. Destaco los momentos que son una delicia para el aficionado, como ese en que habla con Alfred acerca de ser un símbolo.
Aquí comprendemos que la trama no solo avanza, sino que se amplía a través de otros personajes (el doctor Crane, el señor Fox) o ampliando los conocidos (Rachel) o lo relacionado con Empresas Wayne. A tener en cuenta la escena en la que Bruce hace suya la batcueva y se rodea de murciélagos. Ya no hay miedo; Batman está a punto de nacer. Y, si de guiños hablamos, atentos al personaje de Flass que, al igual que el cómic (me remito a Año 1) es igual de repulsivo y corrupto, un modo estupendo de mantener ese equilibrio que se mantiene a lo largo de todo el metraje entre cómic y película.
Rachel

Fox

La tercera parte de la película consiste en el despliegue de Batman en todo su esplendor. Muy buena esa escena en la que se muestra por primera vez haciéndose cargo, sin que se le vea, de todos y cada uno de los delincuentes hasta que al fin le vemos (“¡Soy Batman!”, referencia a la peli del ochenta y nueve) Poco, pero le vemos, eso aumenta la sensación de misterio.

Y aquí debo hacer referencia a un detalle que me resultó un alivio y, por supuesto, me encantó cuando vi esta película por primera vez: al fin vemos Gotham. Se nos muestra como una ciudad enorme, oscura y llena de vida. Y digo que es un alivio porque si hubo algo que no me gustó nada de las cuatro películas anteriores, fue el hecho de que Gotham me parecía muy artificial, claramente construida para la ocasión, con muchas estatuas retorcidas y todo eso pero, a fin de cuentas, muy artificial. Aquí la ciudad sigue las mismas trazas que el resto de la peli: realismo en sus calles, edificios o los vagabundos que la habitan.
¿Momentos para el recuerdo? A patadas: el origen de la batseñal con Falcone en medio de un foco enorme, el doctor Crane como el Espantapájaros, el momento genial del Batmóvil surcando los edificios o haciéndose invisible (de manera realista, ojo), el caos en Gotham o el enfrentamiento final con R’as. Destacar en la escena final el momento en que Batman, montado a caballo, trata de hacer su trabajo, una referencia más que evidente de El regreso del señor de la noche, de Frank Miller. Lo mismo ocurre con el batmovil, claro.

 

Los actores me parecen muy bien, todo ellos muy metidos en su papel, todo hay que decirlo. Christian Bale me parece un Batman muy apropiado, si bien debo admitir que, quizás, si fuera más alto (detalle que es una nota habitual en los actores que interpretan al personaje) hubiera quedado mejor pero, con todo, un buen Bruce Wayne y un buen Batman, de eso no hay duda, aportando seriedad, amargura y misterio. Y menos mal que alguien dio con la solución para que el actor pudiera hacer algo tan simple como mover la cabeza (en todas las pelis anteriores, la capucha es enteriza, con lo cual, ni Keaton, ni Kilmer ni Clooney podían girar el cuello. De ahí las poses que, a veces, tenían que lucir) El elenco que le respalda está muy bien; vamos, de lujo. Liam Neeson como R’as A Ghul es, desde cierto punto de vista, el némesis ideal de Batman: reflexivo y muy poderoso. Y digo lo de “cierto punto de vista” porque, bien mirada, la concepción de la Liga de las Sombras puede llegar a ser medianamente aceptable… en un infierno como se supone que es Gotham. Y me ha parecido muy bien que enlacen dicha organización con la caída de Roma o Constantinopla, aportando cierto toque histórico al tema.  Michael Cane me ha resultado muy buen Alfred. ¡Al fin vemos a un Alfred que se luce en la pantalla! Le vemos actuar con Wayne, implicarse, ser parte, en fin, de la trama de Batman. Y me refiero a esto porque, al igual que Gordon, en las otras pelis, el mayordomo más famoso de los cómics (con el permiso de Jarvis o Lothar, entre otros) se lució muy poco. Gary Oldman, como siempre, muy bien, ofreciendo un muy buen Gordon, muy creíble. Katie Holmes es la que más sosita me parece de todos pero debo admitir que esta actriz tampoco es que sea de mis favoritas. Con todo, me parece bien que su personaje no se reduzca a la eterna novia enamorada del héroe para, al final, descubrir su personalidad secreta (Nota: en todas las pelis de Batman, la chica de turno descubre quién es. Aquí, al menos, se lo dice el propio Batman) Morgan Freeman cumple muy bien como el señor Fox, resultando el vínculo fundamental para que el espectador comprenda de dónde saca Wayne todos los trucos que usa. Rutger Hauer, a pesar de que sale poco, se ve a la legua por donde irá en la trama y, sin duda, es un gran apoyo dentro del reparto. Por su parte, Cillian Murphy no sale mucho pero lo poco que hace sí merece la pena para el personaje que interpreta: el Espantapájaros.


Con respecto a los personajes, me gustaría destacar una cosa muy a favor de esta cinta: tiene el valor de utilizar no sólo a Batman, sino al Espantapájaros, Falcone, Ra’s Al Ghul, Falcone y muchos más en una trama en la que las subtramas de todos ellos se unen para seguir la principal y, aún así, se las han apañado para hacerlo de manera coherente, mantener el interés del público y, o que es mejor, hacerlo de manera seria y realista. Y digo esto, repito, como gran punto a favor ya que la anterior saga de Batman no puede decirse que fuera muy hábil a la hora de mezclar personajes de manera convincente (y aquí me remito a Batman vuelve, Batman forever y, sobre todo, Batman y Robin, donde entre Alfred, su sobrina, Batman, Robin, Hiedra Venenosa y Bane hicieron una tortilla de lo más extraña)

A pesar de que esta es una película de superhéroes, debo admitir que, en cuestión de efectos especiales, es muy comedida. Claro que hay pero debo admitir que, al menos para mí, no se imponen en la pantalla para dejar sin aliento al espectador. Destaco, por supuesto, lo momentos del batmovil o esos en los que el veneno del doctor Crane hace de las suyas: no es que apabullen al espectador pero, como debe ser, ayudan a contar una historia que, además, está muy bien.
Lo único que puedo decir a modo de “pero” es que, cuando me enteré de que Ra’s Al Ghul iba a ser el enemigo de Batman en la nueva entrega, mi mente de lector de cómics se disparó directa a una idea: Tanlia, la hija de R’as que en los cómics es el motivo de muchos quebraderos de cabeza de Batman, más que nada porque ambos se enamoran e, incluso, tienen un hijo cuya existencia Batman desconoce (y aquí me remito a la novela gráfica Batman, el hijo del demonio, obra de Mike W. Barr y Jerry Bingham que, por cierto, tiene una portada alucinante pintada al óleo) Con todo, no es más que un apunte de fan del personaje.
Pues esto es todo. ¿La recomiendo? Sí. Si no la habéis visto, dadle una oportunidad y, sobre todo, hacedlo olvidando todo lo que conozcáis sobre la mayoría de las pelis de superhéroes y, sobre todo, de la anterior saga del personaje. Si ya lo habéis hecho, no os extrañará que os anime a verla de nuevo, al menos, de vez en cuando. Toda una lección de cómo adaptar un personaje a la pantalla tomándolo muy en serio y dejando de lado las cosas que, por la naturaleza del mismo, no le pegan ni con cola. Sí es cierto que hay muchos que consideran que, después de todo, es demasiado realista, que da explicación de todo y eso quita un poquito de magia al asunto. Bueno, puede ser. Como siempre digo, para gustos, los colores. Yo insisto: dale una oportunidad. Y, de paso, también a su secuela, El caballero Oscuro.

Por cierto, el final de la película está sacado de manera literal del final del cómic Batman, año 1 de Frank Miller.
Buen visionado y vigilad el cielo.
 Curiosidades:
-Christian Bale fue la opción para ser Robin en Batman Forever.
-Ewan McGregor fue una opción para interpretar al Espantapájaros. También en Marilyn Manson (¡Alucinante!)
-La carta del Joker que se ve al final de la peli es al que usó Jack Nicholson en 1989.
-Nolan decretó que nada de segundas unidades (que ruedan a la vez que la principal) Por eso, supervisó todas y cada una de las tomas.
-Cillian Murphy se rompió el brazo en la escena en la que envenena a Batman.
-Nolan fue quien decidió que nada de quintas partes: se empezaría de cero.
-Nombres de directores que se barajaron: Joel Schumacher (cosa rara después de la cuarta entrega), David Fincher, Clint Eastwood, los hermanos Wachowski, Darren Aronofsky y Wolfgang Petersen.
-Daniel Day-Lewis fue considerado para el papel de Ra’s Al Ghul.
-Para el papel de Rachel sonaron Natalie Portman y Sarah Michelle Gellar.
-Seguimos con actores: se pensó en Anthony Hopkins para ser Alfred…
-… O Dennis Quaid para Gordon.
-El Batmovil está sacado del que dibujó Frank Miller en El regreso del señor de la noche.
-Por primera vez, desde la serie de los sesenta con Adam West soltando frases raras, vemos que Batman tiene más cortas las orejas de la máscara.