domingo, 28 de septiembre de 2014

Doctor Who y los Daleks


El doctor Who y los daleks (Dr. Who and the daleks)
(1965)
Director: Gordon Flemyng
Guión   : Milton Subotsky 
Peter Cushing
Jennie Linden
Roberta Tovey
Roy Castle
Barrie Ingham

El doctor Who y su familia viaja a un extraño mundo poblado de razas mutantes enfrentadas…
Para todos aquellos que no sepan quién es el doctor Who o los que tan solo hayan oído hablar de él de pasada:

Se trata del protagonista de una serie de gran éxito en Inglaterra y una de las más longevas. Basta decir que comenzó a emitirse en 1963 hasta 1989. Luego, en 2005, se reanudó su emisión con nuevos episodios y, claro está nuevos actores. Bien se puede decir que en las tierras inglesas esta serie despierta auténticas pasiones y es muy venerada. El protagonista de la misma es un tal doctor Who (que no tiene un nombre como tal) y que, a bordo de una máquina llamada Tardis construida por él mismo, es capaz de viajar en el tiempo o a mundos desconocidos y alucinantes. ¿Cómo es posible que unos actores aguanten tanto en una serie? Los guionistas se inventaron un truco de lo más efectivo: el amigo doctor es capaz de regenerar su cuerpo al borde de la muerte y, por ello, es posible cambiar de actor.
Pues bien, como es lógico, la serie dio lugar a alguna que otra película, como esta que nos ocupa, allá por los sesenta. Debo admitir, para vergüenza de este vigilante del cielo, que no tenía ni idea de este hecho pero, cuando me enteré de que Peter Cushing (actor que siempre me ha encantado y que alguna vez ha aparecido por este blog) interpretó al doctor, no dude ni un momento en hacerme con la peli para compartirla con vosotros.

El doctor Who y los daleks es una película propia de su tiempo. Esto quiere decir que el argumento es muy sencillo, los efectos especiales curiosos y los mundos que trata de reflejar alucinantes en todos los sentidos (los buenos y los no tanto) Pero, como correr nunca es bueno, vamos a ir por partes…

A favor debe destacar varias cosas. Para empezar, ya desde la primera escena se nos presenta a los personajes. Nada de perder el tiempo, como debe ser. Así, conocemos a una familia de lo más curiosa o, mejor dicho, empollona, ya que El doctor (Cushing) y sus dos nietas, una mayor, Barbara (Jennie Linden) y otra que es una niña, Susan (Roberta Tovey), están leyendo revistas científicas. Ni periódicos, ni revistas de moda ni novelas de aventuras. Vamos, el sueño de cualquier calculín. No obstante, el núcleo familiar se ve alterado por la llegada del novio de la más mayor, Ian (Roy Castle) Y si la familia del doctor es el colmo de lo científico y racional, el susodicho novio pertenece a la clase patosa, graciosita y payasil. Será verdad eso de que los polos opuestos se atraen.

La peli sigue yendo al grano y el doctor nos presenta a la Tardis, una especie de máquina del tiempo con aspecto de cabina telefónica por fuera pero por dentro es una barbaridad de espaciosa y está llena de aparatos raros de todo tipo (y, de paso, apunto que servidor estaría encantado de conocerla por dentro para marcarme un viajecito vete tú a saber dónde, ya sea en el espacio o el tiempo). En palabras del doctor “…representa el tiempo y la dimensión relativa en el espacio…” (ahí es nada)  Y ahí, gracias a la estupidez del novio recién llegado, la máquina se activa y se produce el viaje que dará lugar a la trama de la cinta.

Bien por el misterio inicial que se crea. Sabemos que, como es obvio, han viajado a alguna parte, pero no tenemos ni idea de a dónde. Vale, porque ellos tampoco. Este misterio se incrementa cuando vemos que el lugar donde están es de lo más extraño, una especie de sueño extraño hecho realidad donde, o bien pueden ocurrir cosas buenas o rematadamente malas.

El misterio sigue con el descubrimiento de una extraña ciudad. A destacar que, aprovechando que las puertas parecen abrirse solas, el guión nos ofrece algún momentito de humor mientras Ian trata de abrirlas. Depende de cómo te pille, esto te puede gustar o no y pienses que, quizás, está un poquito de sobra porque parece que quita algo de seriedad al tema. Bueno, cuestión de preferencias del personal.

Curioso el diseño de los habitantes de la ciudad, que resultan ser los no menos misteriosos daleks, que puedo definir como una especie de tatarabuelos de R2-D2, es decir, cabezones, sin piernas, se arrastran y resultan muy robóticos. Y es a costa de ellos cuando se nos informa de algo que sí me ha gustado: resulta que los mencionados daleks no son máquinas como tal, sino seres vivos que están obligados a vivir encerrados en esos cuerpos robóticos para protegerse de la radiación desatada por una guerra nuclear. La cuestión es que, además de ellos, hay otra raza que sí sobrevivió a esa guerra y se adaptó a las nuevas condiciones del lugar. Un detalle, repito, que, tras algún que otro momento cómico o light del guión aporta seriedad a la historia.

Seguimos. A destacar también los pequeños giros en el guión que hacen que, en mayor o menor medida, tratan de mantener el interés del espectador. Resulta que los daleks son muy bonitos y chulos, pero también, malos. Si eres fan de la serie esto no te pilla de nuevas. Debo reconocer que, en el momento de escribir esta reseña yo no estaba muy metido en el universo del doctor y la cosa me sorprendió (para bien) Ahora puedo decir que ya no soy tan novato en la materia (aún me queda mucho por descubrir) y admito que estos cabezones robóticos son muy malos pero, justo por eso, me caen muy bien. Atentos al propósito de los susodichos: quieren una droga que les permita salir de sus corazas y gobernar el planeta. Para ello, usan a la nieta pequeña del doctor para que salga a buscarla, cosa esta que será excusa para que conozcamos a la otra raza dominante, los Thals, derivando ello al aspecto más aventurero de la trama. De este modo, el guión que tienes por delante va a ser precisamente eso: pura aventura y diversión y un afán más que aceptable de que, el tiempo que dura la peli, estés en un planeta muy lejano pasando un ratito lo más agradable posible.

¿Cosas que me han parecido muy flojas? Unas cuantas.

Para empezar, hay ciertos detallitos en el guión que me han llamado la atención. Como siempre digo, puede ser porque no se lo curraron muy bien o, quizás, lo hicieron así porque les dio la gana, pero ahí quedan. Veamos, lo primero que destaca es que los personajes pueden ser muy listos, (demasiado, ya que el detalle de estar leyendo cosas de física avanzada da un toque de repelente bastante peligrosos) vale, pero se trasladan a un planeta de lo más extraño con ciudad misteriosa incluida y no se inmutan lo más mínimo. Se ve que la familia está acostumbrada a eso, claro pero, algún gesto de extrañeza no hubiera venido mal. Después de ver un par de temporadas de la serie (alucinantes y geniales, debo decir), esto lo he comprendido mejor porque, si has visto algún capítulo, lo de viajar en el tiempo es lo mismo que para ti o para mi beber agua pero, aún así, podrían haber añadido algún gesto de sorpresa en los personajes. Bueno, en el amor, la guerra y los viajes en el espacio y el tiempo, para el doctor Who todo vale.

Otro de los detalles: una vez en el mundo desconocido, llegan a la ciudad de los daleks (ellos no lo saben de momento, claro) y, ¿cuál es la ocurrencia del doctor? Pues separarse e investigar. Que uno de ellos sea una cría de diez u once años y otro el pretendiente patoso de la chica parece no importar nada. El caso es que se separan, investigan y encuentran lugares de entrada a la ciudad.

Sigamos. La ciudad de los daleks parece, en su interior, algo futurista, con puertas correderas que se abren porque sí, lucecitas a montones y alguna que otra lámpara de lava puesta de manera muy sutil en el decorado. Y si hablamos de los daleks no pude evitar pensar en una especie de aspiradora gigante a la que le sombran alguna que otra antenita o lucecita. No obstante, aquí debo reconocer que, precisamente por eso, no dejan de resultar entrañable. Ah, y hay una escena en la que se entrevé un dalek fuera de la coraza, una especie de mano moribunda que se asoma. Hubiera sido fantástico ver a la criatura de cuerpo entero para saber el aspecto que tienen  pero esto no me parece del todo mal; a fin de cuentas, así se mantiene el misterio con respecto a estos seres.

Pero, si de seres raros hablamos, tengo que hacer una mención especial a los otros habitantes del planeta, los mutantes buenos, por decirlo así. Me refiero, cómo no, a los Thals. Lo admito, la apariencia no me ha gustado nada. Esas pelucas rubio platino, el tono gris de las caras o los vestidos que parecen sacados de El tiempo en sus manos no me han parecido muy acertados. Pero todo esto tiene un pase (te guste o no) con respecto al detalle que menos me ha gustado de los: las pestañas enormes que les han puesto. Estas, en conjunto con lo anteriormente nombrado, dan a los mutantes un aire desfasado y, si nos ponemos algo malvados, tan cutre que contribuye a que la cinta haya quedado algo desfasada.

¿Más cosas? Sí, porque que el doctor Who incite en todo momento a pelear a los Thals, que entren en la ciudad con un montón de espejitos en la mano deslumbrando a las máquinas, que los decorados del planeta se reduzcan muchas veces a arbustos, matorrales o lagos con un cielo por completo negro o que los daleks realicen la cuenta atrás con números árabes, son detallitos que ahí quedan. Que, una vez dentro de la ciudad, los daleks sean tan fáciles de vencer (poco más que a base de empujones y coger sus antenas/laser y enfocarlas hacia otros daleks) ya son cosas que, según los gustos de cada uno, pueden resultar curiosas o, en el peor de los casos, algo cutrecillas.



Pero, lo que menos me ha gustado, sin lugar a dudas, es el modo tan absurdo y tonto de terminar la película. Que al final de todo, quieran regresar a la tierra y aparezcan en mitad de una batalla con romanos de por medio, me ha parecido, como poco, un final mal trabajado. Repito, es mi opinión…

Dejo los actores para el final. Debo admitir que yo me he atado la manta a la cabeza por Peter Cushing que, como siempre hace un buen trabajo, si bien es cierto que, en esta cinta, creo que se le nota un poquito el hecho de intentar parecer un anciano, caminado un poco espatarrado y con  chepa. Jennie Linden ni pincha ni corta, es sólo el personaje femenino. La niña,  Roberta Tovey, igual que su hermana, si bien me ha resultado un poquito repelente. Por último, Roy Castle como Ian cumple en un papel secundario y que aporta el tono gracioso que puede que te caiga bien o gordo, depende de cada uno. Por cierto, Castle también coincidió con Cushing en esa joyita llamada El doctor Terror y la casa de los horrores haciendo un papel muy parecido: graciosito y cargante.

Pues bien amigos vigilantes del cielo, hasta aquí hemos llegado. Una peliculita que, en mi opinión, se puede ver sin muchas pretensiones, más como curiosidad que como otra cosa. Le falta un poquito de gancho, quizás de seriedad, de acción y aventura pero sí es cierto que no llega a resultar tan absurda como muchas de las cintas del género. Si quieres pasar un rato curioso y ver un ejemplo de cine que ya, por unas o por otras, no se hace hoy día, te recomiendo que le des un pase. Puede que te parezca anclada a una época muy concreta y que no ha envejecido muy bien pero ahí está. Y, para que quede constancia, tuvo una secuela: Los marcianos invaden la tierra o, según donde busques, Los daleks invaden la Tierra.

Vigilando el cielo.


jueves, 25 de septiembre de 2014

¡Felicidades, Mark!


¡Felicidades al Jedi más rubio y bueno de toda la galaxia!




¿Quién es? La solución


¡Muy buenas!

Esta es la solución a la adivinanza de ayer.

¿Os lo esperabais?


miércoles, 24 de septiembre de 2014

¿Quién es?


¡De nuevo, os traigo una nueva adivinanza!

¿Sabes de quién se trata?

La respuesta, mañana...


jueves, 18 de septiembre de 2014

¿Quién es? La solución


¡Pues sí!

Es él: el malvado general Zod que se las hizo pasar muy canutos a Superman en su segunda aventura cinematográfica.

¡Gracias y, la próxima semana, más!



miércoles, 17 de septiembre de 2014

¿Quién es?


¡Hola!

¡Aquí os traigo una nueva adivinanza! ¿Sabéis de quién se trata?

¡La solución mañana a la misma hora!

Gracias...




sábado, 13 de septiembre de 2014

Bates Motel - Temporada 1



Bates Motel - Temporada 1
(2013)
Freddie Highmore.
Vera Farmiga.
Max Thierot.
Olivia Cooke.
Nicola Peltz.








Los Bates, Norman y su madre, se trasladan porque han comprado un motel de carretera...
Hoy os traigo una serie que, desde luego, ha sido toda una sorpresa muy agradable.
La verdad, cuando supe que iba a hacer una serie contando la vida de Norman Bates (el energúmeno del cuchillo y el disfraz de anciana de Psicosis) antes de convertirse en el monstruo que se convierte, me pareció una chorrada integral; algo así como un intento tonto y ridículo de querer sacar partido a algo que ya, a lo largo de los años, se ha estirado hasta el límite. Pues bien, si equivocarse es humano, me alegra haberme equivocado con esta nueva serie.
Lo que vamos a ver a lo largo de los diez capítulos de los que consta esta primera temporada (pocos, en comparación con otros monstruos de la pantalla como The walking dead o esa, con todos mis respetos, tontería de Sleepy Hollow) es una presentación de personajes y unos antecedentes de los mismos que nos van a preparar para entender por qué el muchachito mojigato y pavisoso que vemos aquí se convierte en uno de los criminales más famosos (¿puede que el que más?) de la historia del cine.
Por eso, desde el principio, vamos a conocer a Norma y Norman (vale, ni hecho a posta), es decir, madre e hijo, todo ilusionados con la compra de un motel de carretera viejo y fuera de uso. La verdad, fue un poquito curioso ver a Norma tan joven, jovial y guapa ya que, todo hay que admitirlo, la imagen de la mujer que todos tenemos en mente es su cadáver ataviado con peluca al final de Psicosis. Ya desde el principio, la serie va a hacer hincapié en algo crucial en un personaje como Norman Bates: la relación que tienen ambos. Norma resulta joven, valiente y activa pero, a la vez, controladora y obsesiva, marcando esa relación tan rara tipo madre/novia con su hijo. Por otro lado, el personaje de Norman me parece muy bien mostrado. El chico es callado, tímido, no quiere problemas... pero, está claro que dentro hay algo que no va muy bien ya que actúa como hijo/novio de su madre. Si alguna vez te preguntaste por qué Norman Bates acaba haciendo lo que hace, no dudes que aquí vas a tener las cosas muy claras y te lo van a explicar muy bien. Cosa curiosa, este es uno de los platos fuertes de la serie: comprobar de primera mano cómo Norman va, poco a poco, pasando por distintas situaciones y relaciones con distintas personas que le van a allanar el camino a la locura que, seguro, no tardará en sufrir.



Si bien, como puedes imaginar, Norman y Norma son los personajes principales, se las han apañado para incluir otros que los refuerzan y, cada uno a su modo, los influyen. Destaco, claro, a Dylan, el hermano de Norman, el único que parece ver que algo raro pasa entre su madre y su hermano. Viene a ser algo así como la voz de la razón en una casa de locos. Emma es un gran acierto; aporta el toque dramático que Norman necesita. Además, me parece un buen punto que pongan a la pobrecita con esa botella de oxígeno todo el rato porque, para caras guapas y chicas monas, ya está Bradley. Soy de los que creen que, desde luego, lo verdaderamente prodigioso es que una chica como esta (estereotipo de la chica mona a la que todos se quieren ligar) se fije en un pintamonas como Norman.


Luego están los personajes secundarios que hacen avanzar la trama desde el punto de vista malo, que es lo que necesita el pequeño Norman para meterse de cabeza en el lado oscuro de los chiflados. Zach, el poli corrupto, me gusta mucho por la sorpresa que aporta. A Jake Abernaty se le ve venir y, desde luego, viene a probar que nadie normal puede pasar una noche en ese dichoso motel.
La trama me ha gustado mucho. Como ya he dicho, el eje de todo es Norman y su relación con su madre pero, a la vez, esto está reforzado por una serie de tramas que podemos considerar secundarias pero que influyen de manera directa sobre la principal. Así, el tema de la corrupción de Zach y el tráfico de chicas aporta un misterio que viene muy bien al argumento principal. El intento de violación contra Norma que lleva a cabo Kit y cómo acaban con él ayuda a desarrollar a Norma y el tema de Abernaty conecta con Zach y cierra el círculo para que todo tenga coherencia.
Pero, por supuesto, por encima de todo ellos está, como dije antes, el personaje de Norman y cómo la relación con su madre le afecta mucho más de lo que él cree o quiere admitir. Lo curioso de todo es que, estamos tan metidos en tramas paralelas que, sin querer, vemos a Norman como el héroe de la serie. Mientras la veía pensaba "Pero si, a fin de cuentas, ¡es Norman Bates!" Es lo bueno que tiene una trama muy bien planificada y mejor mostrada.
No obstante, trama y personajes a parte, lo que me han gustado son los detallitos que, después de todo, te recuerdan que el muchachito es, repito, Norman Bates. Por ejemplo, me encantó cómo se nos cuenta de dónde viene la afición de Norman hacia la taxidermia y, de paso, cómo se da cuenta de que el temita se puede aplicar a animales... o a humanos (gran momento este) Otro detalle que me ha gustado mucho es ver que, cuando Norman se estresa o enfada, comienza, poco a poco, a hablar con su madre. La verdad, se me puso un poquito la carne de gallina cuando lo hizo por primera vez. ¿Más? Sí, pequeños detallitos aquí y allí que enriquecen a los personajes. Así, vemos que, para con ciertas cosas, la mente de Norman tapa lo que quiere (algo fundamental para entenderle), como lo referido a la muerte de su padre o, uno de los momentos que más me gustan, cuando la profe Watson seduce le seduce (puedes ser un mojigato pero, también ser un imán con las profes) y cómo Norman se encarga de ella. Vale, hay alguna cosa más que se me escapará pero hagamos una cosa: vea la temporada seguidita y lo descubres tú.
¿Y los actores y actrices? Un acierto, todos y cada uno de ellos. Vera Farmiga está estupenda, una mezcla de mami entregada, sexual y, a su modo, perturbada. Es curioso ver a este personaje en la piel de una mujer joven tan mona y apasionada. Max Thierot cumple muy bien como Dylan, el contrapunto rebelde y "normal" de Norman, algo así como el hermano mayor que todo asesino psicópata quiere tener. Olivia Cooke me gusta mucho como Emma, tan débil y poca cosa. Nicola Peltz haciendo de Bradley también cumple en su papel de niña bonita. Y, desde luego, Freddie Highmore es el gran acierto de la serie. El chico es capaz de pasar de tranquilo y apacible a psicópata total en menos de diez segundos. Ese aspecto tierno y debilucho que tiene le viene que ni pintado al papel y, además, aporta un realismo considerable. Todos, como he dicho antes, lo clavan de manera bastante certera pero él lo remata. Sin duda, uno de los platos fuertes de la serie. El resto más secundario, como Néstor Carbonell (Sherif Romero), Mike Vogel (Zack) o Jere Burns, entre muchos otros, los refuerzan muy bien.


Esto ha sido todo. Desde luego, una sorpresa muy agradable con la que no contaba que, claro, os recomiendo ver. Si creéis que es un producto de segunda por tratar de apoyarse en un personaje famoso para contar su historia, puede que os pase como a mí y esteis equivocados. Yo, como os he dicho, empecé a verla un pelín receloso pero, desde el principio, me cazó y, de veras, deseaba ver cada nuevo capítulo. Y, hablado de capítulos, ese es otro de los logros de la serie: diez capítulos. Todos ellos al grano; nada de inflar sin ton ni son.
Ya me contáis.
Vigilad el cielo.




sábado, 6 de septiembre de 2014

Guardianes de la galaxia

Guardianes de la galaxia (Guardians of the galaxy)
(2014)
 
Director: James Gunn.
Guión   : James Gunn, Nicole Perlman.
 
Chris Pratt.
Zoe Saldana.
Dave Bautista.
Vin Diesel.
Bardley Cooper.
Lee Pace.
Benicio Del Toro.
Karen Guillan.
 
 
 
El saqueador Starlord ha robado un orbe que contiene algo que no sabe: una gema del infinito de incalculable valor. El malvado Ronan no parará hasta conseguirla...
 
 
¡Hola a todos!

Hoy os traigo una cinta que, según estoy leyendo por ahí, ostenta el título de ser la peli del verano por cuestiones de taquilla.

Por si no sabéis de qué va el cotarro, os diré que, aunque parezca que estamos ante el colmo de la novedad, dicho título pertenece a un cómic publicado por Marvel allá por 1969 y que tuvo como autores originales Arnold Drake y Gene Colan. La principal diferencia con otros títulos de la editorial se basa en que estos personajes están alejados de los súper héroes a los que nos tiene acostumbrados porque son mñas galácticos que mundanos, aunque sí es cierto que se han nombrado en otras colecciones como Thor, Capitán América o Estela Plateada.

Pues bien, se venía hablando de este título desde hacía ya tiempo. El éxito que está teniendo la compañía con títulos como Los Vengadores, Capitán América o Thor fue, sin duda, un buen punto de arranque para que se arriesgaran con el proyecto. Y, ¿por qué digo eso de "riesgo"? Porque, en primer lugar, no son súper héroes como cualquiera de los que acabo de nombrar y, además, a pesar de tener sus fans, no son personajes tan punteros como cualquiera de ellos.

Bueno, pues, con un poquito de retraso, acabo de verla. Lo que os puedo contar es la charla que sigue:

La peli es, en su conjunto, una historia de aventuras pura y dura y, si me apuráis, tiene cierto regusto tradicional más que evidente. Su duración es de unas dos horas pero, la verdad, va al grano desde el primer instante. Desde que vemos a Peter, futuro protagonista, perder a su madre y ser raptado por una nave espacial en plan encuentros en la tercera fase que no veas, la aventura está servida. Cuando, en la siguiente escena comprobamos que el muchacho ha crecido y se ha convertido en una especie de saqueador galáctico ya no hay duda: esta peli es de las de sentarte, abrir la bolsa de chuches y dejarte llevar.

Y eso es lo que me ha pasado. Desde el mismo instante en que el amigo Starlord roba el orbe, la acción se desencadena en torno al mismo sin prácticamente tregua, presentando a unos personajes que, por unas o por otras, acaban relacionados entre sí. A lo largo del guión, rara vez vamos a ver algún momento de calma. Vale, a veces, como la escena de la cárcel en sus primeros momentos, la cosa transcurre tranquila o, cuando los malos se ponen a hablar demostrando que lo son con avaricia, la cosa parece calmarse un poco pero no es más que una especie de preámbulo a un buen estallido de acción.

Y es que, a parte de ser una peli de ciencia ficción (yo la veo más en el camino de la space-opera tipo Flash Gordon), esta cinta es, por encima de todo, una de acción. Aquí hay tiros, peleas, puñetazos, explosiones, naves voladoras que disparan rayos y demás frikadas por el estilo. Eso sí, todo muy bien llevado de forma que el especatador se sienta transportado a unos mundos tan raros como los personajes que pululan por ellos (que, dicho sea de paso, a cual más extravagante).

Pero si hay una cosa que destaque de estos guardianes (o lo que sean) es algo que está presente desde prácticamente el principio y que, de forma curiosa, no aparece en otras producciones de la Marvel, al menos, de forma tan evidente: el humor. Recuerdo que, cuando se empezaron a filtrar los primeros trailers, los comentarios apuntaban a eso, a que había cierta chispa humorística que se desprendía de las poquitas escenas que se podrían ver. La  verdad, no se equivocaron. Y es que, desde que vemos por primera vez a Starlord con esa máscara tan chula luciendo armas y marcándose un bailecito, os podéis hacer una idea de por dónde van a ir los tiros. Este sentido del cachondeo (el cine ha estallado en carcajadas en algunos momentos; yo creo que no es para tanto) está a lo largo y ancho de la peli hasta tal punto que, determinados personajes, como Rocket, Groot o el mismo Starlord (este en menor medida) sueltan siempre algo jocoso. Esto, que conste, no lo voy a mencionar como aspecto negativo. Es más, creo que le viene bien a la peli y, sin duda, es uno de los motivos por los que había, creo, tantos niños en la sala como adultos. Eso sí, luego sacaré el tema de nuevo.

Sigo. La peli, además de lo que os he comentado hasta ahora, contiene una serie de cosas que, al menos para mí, la han hecho muy interesante y que, desde luego, esperaba ver con ganas. Ahí está el personaje de Ronan, que aquí se luce, y mucho. La verdad, me emocioné cual friki virulento cuando oí de boca de los perosnajes por primera vez la palabra "Kree" y, ya lo dije en la entrada que dediqué al Los Vengadores y lo digo aquí de nuevo: ver a Thanos sentado en su trono, hablar, amenazar e incordiar, no tiene  precio. Si a eso le añadimos las gemas del infinito, la cosa ya no tiene nombre. 

Me ha gustado mucho la ambientación fantástica que predomina a lo largo de todo el metraje. El vestuario es espectacular (de nuevo, me remito a Ronan) al igual que todos y cada uno de los mundos y artefactos extraños que se nos van a presentar a lo largo de esas dos horas. De veras te llegas a creer que las cosas que estás viendo en pantalla son reales. Además, se las han apañado para dar ese toque sucio y rastrero a muchos aspectos (naves, la cárcel...) que otorgan cierto punto de realismo (palabra extraña en una peli como esta) que, al menos a mí, me ha parecido muy bien.
 
 
 

Y, ¿qué puedo decoros de los efectos especiales? La palabra impresionante creo que se queda corta. Aquí vas a ver naves volar, disparar, personajes de lo más estrafalarios (tanto entre los buenos como los malos), maquillajes flipantes (Gamora) y todo tipo de viguerías técnicas que os van a dejar pegados a la butaca. A mí, en particular, me gusta mucho ese escenario donde Thanos tiene su trono (vale, se me ve el plumero pero no me corto un pelo en no disimularlo)

Los personajes están muy bien mostrados y, si han clavado algo (entre muchas cosas) es la habilidad de desarrollar las personalidades de cada uno de manera perfecta no solo a traves de sus diálogos (los que hablan), sino con sus comportamientos. Starlord va, como se suele decir, a su bola. Gamora es la típica guerrera alejada del tópico de la mojigata y las reparte como panes. Rocket y Groot no tienen desperdicio ninguno. Drax es el secundario que puede ofrecer más de lo que parece. Ronan es el malo por excelencia, el que odia todo lo bueno y no tiene reparos en demostrarlo. Y aquí, lo digo otra vez, tenemos ese aspecto tan clásico al que hacía referencia al principio: buenos muy buenos (con sus defectos) y malos malísimos que lo demuestran cada vez que pueden.
 
 
 

Los actores me han gusatdo mucho y, la verdad, creo que han acertado de pleno copn todos ellos. Chris Pratt es el Starlord ideal: aventurero, pasota, ido. Como dije antes, va a lo suyo pero siempre con cierta nobleza. Zoe Saldana, que demuestra que está bien con el color que sea, pinta y actúa muy bien como Gamora y, aquí viene un comentario que no pinta  (repito la palabra a posta, conste eso) un comino, me recuerda a la pobre mujercita que Jabba tira al Rancor en El retorno del Jedi. Dave Bautista queda muy bien como Drax, una especia de compañero del héroe esencial que no sabes muy bien por dónde puede salir porque es rencoroso, jugador, gracioso o noble a la vez. Los animadores, sin duda, se han lucido con Rocket y Groot y han demostrado que hoy en día se puede hacer lo que uno quiera si se tiene el presupuesto adecuado y, de paso, otorgar de una personalidad tremenda a un mapache que habla y a un árbol que casi no lo hace. Lee Pace está genial como Ronan (¡menuda caracterización!) Karen Guillan como Nebula también se luce lo suyo. Mira que me sonaba la cara de la chica pero, bajo tanto maquillaje, la cosa estaba difícil. ¿Cómo iba a pensar que era la monada de Amelia Pond en El doctor Who? Michael Rooker como Yondu es otro secundario ideal: borde, traicionero y con su punto gracioso.
 
 
 

Pero no todo me ha parecido el como de lo bueno (si bien es cierto que muchas cosas me han gustado) Es verdad que tengo que nombrar un par de cosillas que me han dejado así, así. Detallitos, nada más. Y es aquí donde retomo el tema del humor que comenté más arriba. A ver, la peli no es para partirte, de eso no hay duda y, quizás, es la excusa perfecta para que la sala esté hasta arriba de jovencitos y papis y mamis con sus nenes. Ok, hasta ahí vale pero a mí, en general, me ha parecido que, a la larga, la cosa cansa. Me ha dado la impresión de que todos los personajes (al menos muchos de los principales) abren la boca para soltar el chiste, comentario o tontería de turno. En muchas ocasiones no me ha molestado pero, en otras, sí me ha dado esa impresión de que la cosas estaba un poquito forzada. El momento, para mí, por supuesto, más claro de esto es la escena final. La batalla es tremenda, muy bien llevada y mejor mostrada pero, que Ronan exprese su mala leche galáctica y Starlord lo despiste bailando y haciendo el bobo me ha dejado algo frío. Repito: desde mi más humilde opinión, quede eso bien claro.

¿Algo más? Bueno, este es un detalle firki pero que no me importa comentar. En este universo galáctico, con Ronan y Thanos al frente, hablando de Krees como si tal cosa, he hachado un poco en falta dos cosas: skrulls y cierta referencia al capitán Marvel. Esto, lo vuelvo a decir, no lo digo como algo negativo de la peli; es una mera apreciación mía. Acostumbrado como está uno a que se pongan detallitos aquí y allí, me hubiera hecho mucha ilusión alguna alusión a lo que acabo de decir (snifs)

Pues nada más y nada menos. La verdad, en conjunto, la peli me ha gustado y os puedo decir que, durante dos horas, me he olvidado de todo y he navegado por la historia sin ningún tipo de problema. La cinta te capta y te lleva sin que te des cuenta a unos universos tan ficticios como alucinantes. Todo depende, claro, de que te dejes llevar. Yo, desde luego, me lo he pasado muy bien y no dudo en recomendarla. He leído ya en varias ocasiones que la película, aparte de ser la peli del verano (que creo que, sin duda, lo es) es la mejor película Marvel e, incluso, algunos ha dicho que es la nueva Guerra de las galaxias. A lo primero, al menos yo, respondo que, aunque está muy bien, creo que Marvel tiene títulos mejores como Capitán América (cualquiera de las dos), Los Vengadores o Thor (ambas dos) Con respecto a lo segundo, ni de coña. Repito: es mi humilde opinión.

Por cierto, sé que esto es como decir que si llueve te mojas pero, cuando la peli acabe, esperad hasta el final. Comprobaréis que es otro ejemplo del cachondeo que reina en la cinta.

Y, otra cosa: después de esto, ¿se animará algún estudio con Flash Gordon o Los Masters del Universo? Ahí queda eso...

Vigilad el cielo.