sábado, 25 de mayo de 2024

Maligno




Yo soy de los que creen que el género de terror está pasando por sus horas bajas. No hay películas de esas que te hagan pasarlas canutas en el sofá o en la sala del cine. Por suerte, suele haber pequeñas excepciones que, en mayor o menor medida, mantienen encendida la llama de la esperanza.

Maligno es una cinta que empieza muy bien: se habla de alguien llamado Gabriel que, desde luego, está lejos de ser bueno y, además, parece ser que tiene poderes. A partir de ahí la cosa no se hace esperar y, después de conocer a Madison, comienza lo que se podríamos llamar terror sobre natural, con esa sombra que parece terrorífica y que se carga a la gente. Lo que sucede es que, si bien el tema de terror se mantiene, la peli pasa a acercarse mucho a la investigación policial y deja el terror un poquito a un lado y esa fuerza inicial con la que empezó (y muy bien empezado) parece diluirse. Por suerte, uno de lo buenos puntos a favor de la película es que se mantiene ese misterio y nos da un buen par de sorpresas en cuanto a la relación de Gabriel con Madison y la madre de ambos. Son buenos puntos a favor que hacen que la cinta remonte y sigas pensando por dónde van a salir los tiros.

Lo que no me termina de convencer es que, como ya he dicho, la película comienza de un modo, sigue de otro y, al final, parece cambiar bastante el registro. El tema de Gabriel empieza muy bien pero, conforme los minutos pasan, parece diluírse. Por eso, la escena de Madison en la cárcel comienza muy bien (genial eso de que esté de espaldas; ve la peli y me entenderás) pero el monstruo pasa de ser eso, un monstruo, a una especie de mezcla entre Batman, Blade y cualquier superhéroe con un montón de piruetas, llaves de karate y las balas que no le aciertan. Creo que si hubiesen mantenido esa esencia del monstruo sobrenatural llevándose a todos por delante sin tanta coreografía hubiese quedado mejor, mucho mejor, porque el tono de terror de la cinta acaba yéndose y parece una peli de acción. Total, una comisaría se puede masacrar de muchas formas...

¿Y el final? Pues ese es otro de los aspectos mejorables de la cinta porque me da la sensación de que no acaban de rematarla. Vale, hay un encontronazo entre la parte buena y la monstruosa de la protagonista, sabemos la relación entre Madison y Gabriel... ¿Y? Después de toda la escena de la comisaría, después de que el poli que da herido... ¿qué pasa? Supongo que todo eso tendría unas consecuencias. Me da la sensación de que no la han sabido (o querido) rematar y todo queda en el aire. Por no pensar en qué puede suceder a partir de entonces con Madison.

En resumen, una película bastante potable, que mantiene el interés pero que parece que, a la vez que avanza, parece expandirse por otros derroteros. Eso sí, y esto es opinión mía, por temática, ejecución e incluso por la música, me ha recordado mucho a las pelis de terror de los ochenta; esas en las que había pocas explicaciones y los finales eran bastante... curiosos.

A disfrutar.


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