viernes, 29 de marzo de 2024

Rebel Moon Parte 1: La niña del fuego



Snyder sigue a lo suyo y está empeñado en crear su propia saga, esa con la que se le identifique de manera inmediata y, encima, de que hablar.

Rebel Moon me ha parecido una película que tiene como principal objetivo uno muy simple: que te sientes en el sofa y te dejes llevar. ¿Lo cumple? Para mí sí.

La historia es de lo más sencilla y estamos harto de verla, sobre todo, si has visto Los Siete magníficos: unos granjeros (galácticos) se ven amenazados por un imperio (galáctico, de esto hablaré luego) y la jefa, chica rara y dura a partes iguales, debe salir de la aldea y reclutar a todo el que se ponga por delante para hacer frente a la amenaza. Por eso, esta peli es una mera introducción de dos cosas; trama y personajes. 

A partir de ese planteamiento inicial, que no dura mucho en pantalla, lo que tenemos por delante es una cinta de aventuras de lo más normal donde el reclutamiento de cada aliado es la razón de ser de la trama. Aquí hay de todo menos normalidad: tipos que están encadenados y doman seres voladores mitad león, mitad águilas, generales legendarios pero muy borrachos, una que maneja las espadas que da gusto y lo mismo se carga a uno que a una mujer araña gigante... Vamos, que dicho así suena un poco exagerado pero no lo es. Todo teñido por el manto de una fantasía aventurera y palomitera (o cafetera, como me ha pasado a mí) y que, repito, quiere que te sientes, te dejes llevar y disfrutes. Añádele efectos especiales más que espectaculares, unas peleas y coreografías excelentes, los típicos planos a cámara lenta que chiflan a Snyder y que vienen muy bien o explosiones y naves de todo tipo y tienes un cóctel brutal que solo hay que digerirlo. A esto añade una estética visual increíble y el conjunto, desde luego, no te deja indiferente. 

Pero lo que más me ha sorprendido de la película es cómo Snyder se ha dejado llevar por lo que le gusta (digo yo que será a sí) y no ha tenido reparo en mostrarlo, cosa que me parece estupenda porque aquí no se trata de filosofar demasiado y buscarle sentido a todo. Por eso, los guiños están más que claros. No solo a los ya mencionados Siete Magníficos porque hay uno más claro aún: La guerra de las galaxias. Sí, la escena de la cantina es un clon o, más que un clon, un homenaje evidente. El imperio de Mundomadre es el Imperio de Palpatine y, sí, aquí hay sucedáneos de espadas láser de la mano de Némesis. ¿Molesta? A mí no. Es más, me divierte.

Con todo, una película de fantasía y aventuras a partes iguales que busca que pases un buen rato, divertido y emocionante. Cosa curiosa, la podían haber termiando en esta primera cinta porque, si quitamos la escena final del malo (que recuerda a la de Vader recogido por Palpatine cuando aquel se estaba tostando en Mustafar) es una cinta con principio, mitad y cierre. Pues no, hay una segunda parte que espero ver pronto.

A disfrutar.

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