sábado, 9 de enero de 2021

El club de los monstruos


The Monster Club / quad / UK

El club de los monstruos.
The monster club.
1981
Director: Edward Abraham.
Guión: Valerie Abraham.

Vincent Price.
John Carradine.
Barbara Kellerman.
James Laurenson.
Donald Pleasence.
Richard Johnson.
Stuart Whitman.


Un escritor es mordido por un vampiro que, en compensación, le invita a un club de monstruos donde le cuenta tres historias...

Había oído hablar de esta peli pero nunca tuve la oportunidad de verla. Investigando, vi una escena en la que un Vincent Price ya mayor explicaba a un no menos madurito John Carradine el nombre de las razas de monstruos cuando estos se mezclan. 

La película parte de una premisa muy interesante: un vampiro (Price) muerde a un escritor de terror (Carradine) pero, como es un vampirro majo, no le hace nada más, ni le posee ni nada. Digamos que fue un piscolabis. Es más, en compensación, le invita a un club solo de monstruos donde le cuenta tres historias.


BliZZarraDas: The Monster Club (1981)


Review: The Monster Club (1980) | This Old Haunted House


Esta premisa tan simple y, desde cierto punto de vista, tan poco seria, es la base de la peliculera que tenemos por delante. Como es obvio el gancho de la cinta sin los dos protagonistas que, en su estátus de glorias del cine de terror, se las valen solitos para que, sin res aficionado a las rarezas del género, piques sin remedio. 

La película, a lo largo de las tres historias, tiene un ritmo ágil y hace que, al menos por curiosidad, te quedes para ver que pasa o de que va a ir la siguiente historia. Además, cuenta con el aliciente de que los monstruos que vemos aquí son loos clásicos o, al menos, las mezclas entre ellos.

Cosa curiosa, si bien los tres segmentos son más o menos entretenidos, lo que más destaco de la peli es, precisamente, un momento por completo ajeno a las tramas que estamos a punto de ver y que ya he nombrado mas arriba: la escena en la que Vincent Price, muy amable, explica a un alucinado Carradine las razas de monstruos y, sobre todo, los nombres que resultan cuando estos se mezclan. No eñe cómo Price se las apañó para saberse eso pero tuvo que ser todo un logro soltarlo ante la cámara. ¿Otros momento? El final en el que, de nuevo, Price justifica la inclusión de un humano en un club de monstruos.




¿Cosas en contra? Pues varias. Lo primero que me ha entrado por los ojos es que, ale menos me lo parece, creo que no estuvieron muy bollaste sen cuanto la presupuesto de la peli. Aquí efectos, pocos (o ninguno) ¿Maquillaje? El gustito, sobre todo, como el final de la ladrona de la primera historia. Si la veis y os fijáis, las máscaras de los monstruos del club cantan muy alto porque parecen meras caretas de Halloween compradas en una tienda cutre lo que hace que todo tenga ese espíritu. 


The Monster Club (1981) – The Horror Hothouse


Otra de las cosas que no me han gustado es el montón de momentos que resultan tontorrones pero que los ponen ahí como si tal cosa quitando seriedad al asunto como si justo esa fuera la intención. El baile de la primera historia con (de nuevo esas máscaras y maquillaje cutres, el momento de la estaca de la segunda historia con ese conde tan de tebeo con sus sacerdotes medio serios hacen que todo tenga ese tono casi infantil que predomina en casi la totalidad del metraje.

Pero lo que menos me ha gustado, lo que peor me parece que queda y lo que (lop digo otra vez) más cutre me queda son las dichosas canciones. Aquí estamos en un club, vale, pero es amo quiere decir que las canciones deban estar enteras, filmadas en primeros planos cansinos y que, además, aportan un toque raro y, por encima de todo, ochenteno al conjunto. Las caras de los cantantes al cantar, aún sin máscaras, me sobran sin dudarlo.


The Monster Club (1981)


Aquí os dejo sin pequeño análisis de las historias:


La primera es la del tipo que contrata una especie de secretaria para ordenar los libros de una biblioteca pero ella, en realidad, es una ladrona. Lo primero que uno espera, nada más empezar y ver al anticuario entre sombras, es que sea una especie de monstruo que asuste pero, como dije antes, las intenciones parece que van por un lado y lo que vemos se queda en agua de borrajas. El tipo parece sacado de cualquier dibujo animado: va de traje, pálido y pelo aplastado con la raya al medio. Es como si fuera el típico mayordomo del vampiro. 


BliZZarraDas: The Monster Club (1981)

Este segmento, si bien no está mal planteado, tiene en contra que se ve venir nada más empieza. Sabemos que el tipo feo va a enamorarse de la secretaria (que  es muy mona, todo hay que decirlo) y qu ella cosa va a terminar rematadamente mal. Y no nos vamos a equivocar porque es ,o que ocurre. debo admitir que el momento en el que aplica su silbido mortal (es el arma del tipo) y vemos a la chica desfigurada está my logrado aunque, en conjunto, da la sensación de que pudo haberse hecho mejor.

El segundo capítulo es el del padre vampiro con hijo medio lerdo. Topicazos a montones. Ese humor al que hice antes referencia aquí se da con más intensidad que el capítulo anterior ya que la forma que tiene el padre vampiro de referirse a su profesión parece hasta infantil. Los momentos finales ello que los hombres de las estacas tratando acabar con él no tienen nada de terrorífico y ese humor raro casi infantil se ve ampliado cuando el personaje de Donald Pleseance saca colmillos y sus compañeros deben acabar con él.

Y, ¿el final? De traca porque, amigos, si los polis llevan chalecos antibalas aquí, los vampiros, los llevan antiestacas, todo un detalle que hace que te cuestiones si la peli te esta tomando el pelo. 


The Monster Club (1981) [31 Days of British Horror Review] – BIG COMIC PAGE

La tercera historia es la que más me ha gustado, quizás, porque es la menos tontorrona e infantil. La idea de que un director de cine va en busca de unos decorados naturales y se topa con un pueblo de necrófagos está muy bien, lo mismo que cuando el prota lee la historia original que originó todo. Tiene una atmósfera rara e inquietante que le viene muy bien, aunque con algo más de tomas oscuras hubiera quedado mejor. ¿Su talón de aquiles? Que ves venir el final.


The Monster Club (1981) in 2020 | Club, Monster, Couple photos


The Monster Club (1981) – The Horror Hothouse


En definitiva, toda una curiosidad que, si bien es cierto que no es de lo mejor del género, ha sido toda una sorpresa recuperar. Sus puntos fuertes son muy simples: ver a Vincent Price y a John Carradine ya maduritos pero derrochando ingenio, ironía y, sobre todo, tablas, muchas tablas. Quizás lo mejor sea el monólogo final que Price tiene justificando que todo club de monstruos que se precie debe tener un representante de a raza humana por todas las barbaridades que hemos hecho. Pues bien, yo, al menos, me uno a cualquier club donde me pueda tomar una copa con ambos, Carradine y Price.

Eso sí, sin canciones, por favor.

Vigilad el cielo.


The Monster Club (1981/ITC) screen capture - a photo on Flickriver





2 comentarios:

  1. Una película Dubitativanente Exquisita...
    ¿Còmo se llaman las canciones?
    Me gustarìa tenerles...
    Excelente reseña...

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    Respuestas
    1. Hola!
      No tengo ni idea de cómo se llaman. Creo que todas hacen referencia a algo relacionado con el terror. Me has picado la curiosidad e investigaré a ver Sio hay alguna banda sonora.
      ¡Muchas gracias!

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