Mazinger Z: Infinity

Mazinger Z: Infinity.

Mazinger Z.

2018

Director: Junji Shimizu
Guión: Takahiro Ozawa.

Shôtarô Morikubo.
Ai Kayano.
Sumire Uesaka.
Toshihiko Seki.
Junpei Morita.
Unshô Ishizuka.
Natsuki Hanae.
Wataru Takagi.

Un nuevo Mazinger aparece. El doctor Infierno querrá usarlo para aniquilar a la humanidad...

¡Muy buenas!

Mazinger Z, aquel robot hecho de aleación Z, que daba tanto como recibía y que, para muchos, entre los que yo me incluyo, marcó el cominezo del frikismo desenfrenado, ha vuelto. ¿La razón? La primera, que ya era hora; la segunda, que aquí el amigo robótico cumple cuarenta y cinco tacos y eso se merece una celebración por todo lo alto. Dicho esto, vamos a sacar los puños fuera, a preparar el fuego de pecho y a empezar con la reseña. Ojo, que puede haber spoilers. El que avisa...

Para empezar me ha gustado mucho las dos vertientes que tiene la trama. Por un lado, han tenido el juicio de no presentar a los personajes de siempre haciendo  lo de siempre, es decir, lo que hacían hace cuarenta y cinco años. Aquí Koji y compañía han crecido y, claro está, envejecido. Decir esto de unos personajes sacados de un manga puede ser difícil ya que suele costar lo suyo decir qué edad tienen o, incluso, determinar si son chico a chica. Si bien los personajes conservan los rasgos de siempre (Koji ese pelo bestial y Sayaka lo mismo) se les ve más hombres y mujeres y, en definitiva, adultos. Además, los años de cole han quedado atrás y se han convertido en personas de fama: Koji es investigador y héroe nacional (se habla de una guerra) y Sayaka dirige el nuevo y descomunal centro de investigación fotónica. Shiro es el más cambiado y crecido y Boss, el tío, se mantiene igual. Qué cosas.

Y ahora vamos a la segunda vertiente, es decir, la trama principal que da eje a toda la peli y cotarro general. Aparece un nuevo y antiguo Mazinger y esto deriva en un problema muy gordo lleno de monstruos mecánicos que atacan todo lo que se pone por delante y universos paralelos variados. De aquí se derivan dos cosas. La primera, que el término "Mazinger" no es exclusivo del robot que a ti y a mí tanto nos mola; es algo así como un término genérico para referirse a entidades robóticas, fotónicas y gigantescas que, a elección del individuo que las pilote, puede ser un demonio o un buen robot. La segunda,  que el susodicho nuevo robot, llamado Infinity, posee una especie de inteligencia artificial y cuerpo humano llama Lisa que es una clave fundamental en la trama, el futuro de Koji y Sayaka y para el doctor Infierno, que ha decidido que los humanos no valemos para nada y hay que aniquilarnos. Aquí hago un inciso: el doctor Infierno se refiere a los demás como "humanos"; está claro que él no lo es (como no podría ser de otra forma con esa cara, ese color de piel y esos ojos) Esta última vertiente es la ideal para que todo se vaya al traste y Koji, que es un buen tío, se ponga a manos de Mazinger Z y se líe como solo él sabe a dar caña a los malos.

Y esta es otra de las cosas que me ha encantado de la peli: no se pierde ni un ápice del espíritu original de la serie. Aquí hay conflictos internos de personajes, llamadas al deber y acción a raudales. O, mejor dicho, a lo bestia. Y es que si en la serie clásica los puños volaban, los fuegos de pecho arrasaban y los puñetazos descomunales lo poblaban todo, amén de explosiones variadas, lo que nos vamos a encontrar aquí es justo eso, solo que mucho más rápido, realista y perfeccionado. Hay algunas tomas que son tan rápidas que como desvíes la mirada para coger la chuche de turno te has perdido una buena docena de puñetazos. La acción está garantizada y se ve que no han escatimado en una animación espectacular, que es lo que cualquier fan del personaje espera.

Y, para terminar el tema de la historia, una cosa que creo que se debe destacar. Sí, esta es una peli de animación. Sí, la fantasía chorrea por cada minuto del metraje. Y no, no es una peli para niños. De hecho, es más para el adulto en el que nos hemos convertido los niños de aquella época lejana (punzada de nostalgia) que para captar a un nuevo público. Es una película hecha por y para los fans. Te digo esto porque si planeas ir con tu hijo o sobrino a pasar un rato en plan peli Disney o Pixar, te lo pienses dos veces, porque no se van a enterar de casi nada.

Paso a los personajes. Dan lo que se espera de ellos, con el aliciente, como dije antes, de que han crecido y evolucionado. Todos son más adultos y así lo parecen... Bueno, casi todos. Shiro es el más cambiado y el profesor Yumi pinta muchas canas. Eso sí, como mencioné antes, Boss es el que menos ha cambiado, lo mismo que  los profesores encargados de mantener a Mazinger Z (salvo uno, que se da a entender que, o ha muerto o se ha jubilado) Koji sigue resultando valiente, lo mismo que Sayaka. Por cierto, el grafismo de ambos ha cambiado de manera muy sutil en lo que se refiere al modo de dibujar las narices. En la serie, sobre todo la de Koji, era algo asó como un saliente alargado y afilado, cosa que se podía aplicar a Sayaka. Aquí el aspecto de ambos es de un manga más sofisticado, detalle que acentúa esa impresión de que han envejecido. 

Pero, sin duda, debo destacar a dos personajes desde el punto de vista dela apariencia. En primer lugar, el doctor infierno, que está dibujado de manera mucho más agresiva y casi monstruosa. Esos ojos, la boca y, en definitiva, la expresión salvaje le hacen nada humano. Por otro, cómo no, Mazinger Z. Si recuerdas la serie, tenía un aspecto muy pulido, como si fuera liso. Aquí se le nota que está hecho de distintas partes, dándole un tono mucho más realista y, a su modo, estremecedor. No hay que olvidar que Mazinger, a fin de cuentas, es una máquina. Alucinante, pero máquina a fin de cuentas. Ese aspecto parcheado, repito, me ha parecido un grandísimo acierto.

¿Cosas que se podían haber hecho mejor? Para mí, claro, un par. 

En primer lugar, me han sabido a poco, a muy poco, dos de mis vuillanos favoritos al margen de Infierno: Ashura y Broken. Salen poquísimo, casi nada, y su aporte a la peli es poco menos que pasajero. Una pena porque son personajes buenísimos que, en su momento, dieron mucho juego.

Segunda cosa. Yo esperaba algo de más protagonismo con respecto a las bestias mecánicas de infierno. Es decir, Mazinger a puñetazo limpio (y fotónico) con ellas o, también, alguna bestia novedosa que irrumpiera en  mitad de todo para masacrar a la población. Pues no, se han liado mucho la manta a la cabeza con eso de los universos paralelos. ¿Original? Sí. ¿Algo pasivo? También. Por eso, el tramo final puede ser algo lioso. Ese momento en el que, en la sala de cine, a los niños se les antojaba ir al baño.


Tercero. Y, ojo, que esto no es una queja pero sí un apunte. A servidor le encanta todo lo que Mazinger hace o destroza. Muy bien. Pero, si no has visto nada de la serie o, lo más probable, que tu pareja te acompañe solo para verte flipar en colores, puede suceder que, en cualquiera de estos casos, la cosa les sobrepase un poco. Me explico: Gran Mazinger Z y su piloto abren la peli, se habla de los Mikene como si tal cosa y se nombran personajes que, o los conoces o no. Como dije antes, esta peli es por  y para los fans pero se nota cierto pasotismo de cara a los espectadores que no lo son. Bueno, ahí queda...


Con todo, una película que me ha gustado y que demuestra que el personaje están tan vivo como presente en la memoria de muchos de los que fuimos niños en la época en la que la serie original fue lanzada. Es cierto que determinadas cositas las podían haber trabajado un poquito más (Afrodita, te he extrañado mucho) pero, en conjunto, ha sido una excusa perfecta para entrar en una sala de cine y dejarme llevar por Mazinger Z. Y es que verle de nuevo en pantalla es algo que tiene muchos, pero que muchos quilates (fotónicos) Y es que, para este servidor, Mazinger tuvo, tiene y tendrá algo muy especial y, por eso, he disfrutado como un niño viéndola. A fin de cuentas, de eso se trata, ¿no?

Vigilad el cielo.