lunes, 31 de octubre de 2016

Sleepy Hollow



Sleepy Hollow (Sleepy Hollow)
(1999)
Director: Tim Burton.
Guión : Kevin Yagher, Andreew Kevin Walker.

Johnny Depp.
Christina Ricci.
Miranda Richardson.
Michael Gambon.
Richard Griffiths.
Jeffrey Jones.
Ian McDiarmid.
Michael Cough.
Christopher Walken.



El policía Ichabod Crane debe ir a Sleepy Hollow ya que hay una serie de muertes en las que los cadáveres aparecen sin cabezas…



Hoy os traigo una peli del amigo Tim Burton (sí, el mismo que hizo Batman, Eduardo Manostijeras o esa cosa tan rara de Alicia en el País de las Maravillas). Esta historia está basada de manera muy, pero que muy libre, en el clásico de Washington Irving La Leyenda de Sleepy Hollow. La historia tiene todos los elementos que a Burton le encantan: un ser sobrenatural de leyenda (el jinete), y una trama de misterio y sangre. Para protagonizarla, otra vez, su actor fetiche, Johnny Depp.

Vamos a ello.

A favor puedo destacar varias cosas. En primer lugar, la peli va al grano desde la primera escena, esa en la que vemos a un personaje (Martin Landau) que huye en su carromato. Lo bueno es que suceden dos cosas. La primera, le cortan la cabeza al chófer. La segunda, se la cortan a él. Mejor comienzo, imposible.

Esta rapidez va a seguir porque, nada más enlazar con la escena siguiente, se nos va a presentar al prota y su misión. Depp es Ichabod Crane, un detective más dado a pensar y analizar que a actuar. Su misión, por bocazas, es ir al pueblo de Sleepy Hollow a saber por qué allí la gente aparece sin cabeza. Directo, sencillo y al grano. A partir de aquí vamos a asistir, de manera bastante vistosa y entretenida, al proceso de investigación que Crane lleva a cabo en el pueblecito y a las aventuras (o desventuras) a las que debe de enfrentarse.

De inmediato, los personajes secundarios, tan importantes en una trama de detectives (esta historia, a fin de cuentas, lo es, con sus elementos fantásticos, pero historia de detectives a fin de cuentas) van a ser presentados en forma de hombre rico del pueblo, doctor u hombre de leyes que van a hacer que, por una parte, la trama se enriquezca a la vez que se complica y, por otra, aumentar las dudas de Crane y del espectador acerca de quién es o no culpable de lo que está sucediendo. 

Otro de los aspectos que me gustaría destacar es el misterio que
acompaña a todo. Aquí todo el mundo parece saber algo importante y lo oculta. Por eso, a medida que avanza la trama, somos testigos de cómo las pesquisas de Crane van siendo cada vez más importantes y, sobre todo, van tomando forma, algo que nadie del pueblo (ni muchos de los espectadores) creían de alguien tan esperpéntico como el policía que interpreta Depp. A este carácter misterioso propio de una historia de crímenes, hay que sumarle el no menos importante detalle fantástico. Para mí este está muy bien llevado y mostrado y me recuerda mucho a aquel tipo de terror gótico que tanto vimos en plena época de esplendor de la Hammer. Por eso, por un lado, tenemos a los seres sobrenaturales en sí, como el jinete o la bruja del bosque y, por otro, el terror propio de ver un montón de cadáveres descabezados, las susodichas cabezas rodando por el suelo o un montón de sangre salpicando a Crane. Y digo esto porque, bien mirado, creo que nadie recibe sangre excepto él.


Aquí me gustaría hacer un pequeño alto es una cosa que me encanta de esta peli: el malo. Si has leído cualquier reseña mía te habrás dado cuenta de que tengo una cierta debilidad por los del Lado Oscuro de la vida porque, en realidad, sin ellos no habría ni héroes ni historia. Pues bien, el malo que tenemos aquí me parece muy logrado. Para empezar, no dice ni una palabra. Pero es que no le hace falta porque pega cada mandoblazo con ese espadón que hace que todos pierdan la cabeza (ja, ja, ja. Por favor, sé bueno y, después de esta agudeza, hazme el honor de seguir leyendo) El aspecto que, estando vivo, le dieron me parece estupendo: pelos de loco tiesos como escarpias que me recuerdan a Goku, ojos de pesadilla y dientes de… ¿tiburón? El caso es que destila una fiereza descomunal y, a lomos de ese caballo negro tan imponente, no digamos. Pero es que cuando el amigo está muerto y se pasea por ahí sin cabeza es aún mejor. Parece un monstruo sacado de cualquier historia de Scooby Doo pero el tío no tiene preferencias con nadie: se carga a hombres, mujeres y niños. Como tiene que ser. Y, como además es chulo como es solo, bien que hace esas virguerías con la espada cuando desenvaina o la guarda. Y es que, se puede ser malvado y diabólico pero, si hay que lucirse, se luce. Por eso, me encanta la historia del germano y cómo se convierte en el jinete sin cabeza. Tengo que decir es totalmente inventada para la peli ya que en el libro no es así ni mucho menos pero, la verdad, al menos para mí, aporta mucho y bueno a la peli. 

Con cabeza.

Sin cabeza.


Pero, como he dicho antes, esta es, o intenta ser, una historia fantástica con tintes de terror. Y, ¿cómo se demuestra este aquí? Pues con un montón de muertes y lo que estas suponen. Las primeras me parece muy bien hechas y, sobre todo, muy divertidas. Me encanta cómo el jinete rebana cabezas y estas dan unas cuantas vueltas en el cuerpo antes de caer. Luego tenemos el hecho de ver todos esos cadáveres en sus cajas, sin cabeza mientras se descomponen o el grupito de cabezas en el árbol maldito.

Esto me lleva a otro aspecto fundamental: los efectos especiales. A
mí, por lo menos, me gustan porque, si bien está claro que aquí hay ordenador de por medio, no todo se reduce a él. De hecho, por la fecha en la que se rodó la peli, las tomas digitales aún no habían vivido la eclosión que viven ahora. Por eso, están ahí (el ejemplo del jinete sin cabeza es el más básico o la calavera de este cobrando vida) pero, también, hay efectos muy manuales: los cadáveres descabezados, las propias cabezas o la sangre del árbol salpicando a Crane. Esto, para mí, hace que la peli, en su conjunto, tenga cierto aire no moderno muy distinto al que tendría si se hiciera hoy día.



Paso a los actores. Para mí, bien, todos ellos. Depp se recrea en un papel que le viene al pelo, a camino entre los serio, lo cómico y lo timorato. De ahí que se pase media peli poniendo caras de asco ante lo que ve o poniéndose en la cabeza artefactos extraños que le hacen los ojos grandes como platos. Cristina Ricci, con ese pelo y cejas tan rubios platino siempre me ha quedado un poquito rara, pero cumple. Por supuesto, debo de hacer una mención especial al jinete sin cabeza, cuyo rostro no vemos pero es este mismo:



Eso es. El actor es Ray Park, que puso rostro y ademanes a Darth Maul, el malvado Sith de La Amenaza Fantasma.




Pero, lo más curioso en cuestión de reparto, es el montón de secundarios de lujo y míticos que contiene esta peli. Ahí tenemos a Christopher Lee (Drácula, conde Dooku), Michael Cough (que, compartiendo cartel con Lee, hizo de Harker en Drácula), Ian McDiarmid (el malvado Palpatine de la saga de La guerra de las galaxias), Richard Griffiths (el tío Vernon de Harry Potter) o, Michael Gambon (Dumbledore), Martin Landau (Ed Wood, Con la muerte en los talones) o, cómo no, Christopher Walken haciendo de jinete. Vamos, todo un lujo.

MacDiarmid, alias El Emperador.


Lee, alias Drácula, Conde Dooku.


¿Coas que no me han gustado mucho? Bueno, solo comentaría, por
un lado, la historia de la infancia de Crane. No digo que esté mal porque, en el contexto de la peli puede pegar para explicar cierto bagaje del personaje, pero también opino que esas escenas ni pinchan ni cortan… salvo para dar un papelito la entonces mujer de Burton Lisa Marie, claro. Por otro, y esto no deja de ser una opinión mía, creo que Burton se lía la manta a la cabeza demasiado con tanto nombre y relaciones en la trama que se traen los personajes secundarios. Esto, repito, es solo mi opinión.

Esto ha sido todo por hoy. Lo digo: esta peli me gusta. La vi, en su época en el cine y salí contento. Luego, el porrón de veces que la he visto en dvd me sigue dejando el mismo sabor de boca: una peli divertida que, sin pretender ser una obra maestra del género, cumple a la perfección el sano hecho de pasar un rato por Sleepy Hollow dejándote llevar por las grilladas de Burton y su actor Depp.

Por cierto, os recomiendo leer el libro. Es muy cortito; se podría decir que una novela corta. Fijaos si han cambiado cosas que, en él, el personaje de Crane no es policía, sino maestro. Pero un maestro tontorrón, inocente y buena persona que se enamora de la más guapa del pueblo. Y no hay tal jinete; no al menos como lo vemos aquí. De hecho, todo es una broma que le quieren gastar. Si veis la peli (que espero que sí), recordad el momento en el que el personaje de Brom (el sosainas de Casper Van Dien) le gasta una broma a Crane. Ahí es donde acaba el libro. Sólo como curiosidad.



Vigilad el cielo.



2 comentarios:

  1. ¡Hola, Israel!

    Acabo de venir de tu otro blog donde he dicho que esta peli me gusta mucho jajajaja

    Cómo tú bien dices no es una obra maestra, pero tiene algo especial que hace que te quedes a verla. No sé a mi por lo menos me engancha. La atmósfera gótica está muy lograda y por otro lado Christopher Walken sale poco pero su presencia me aterró. Hace un par de semanas fui al Festival de Cine de Sitges y fui el día que él acudió porque le rendían un homenaje. No pude verlo porque calculamos mal la hora, pero lo único que pensaba era que iba a tener a pocos metros al temible jinete de Sleepy Hollow jajajaja Al final no pudo ser.

    Muy buena entrada!

    Feliz Halloween y nos leemos!

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    Respuestas
    1. ¡Hola!

      Pues sí, yo también creo que la cinta tiene algo especial y, ¿sabes el qué? Opino que es el aire de peli clásica que tiene. A mí me recuerda mucho a las viejas historias de la Hammer. Además, Depp y Walken creo que le hacen mucho bien. eso y el montón de secundarios que desfilan por aquí.
      ¡Qué pena lo de Walken porque verle en vivo hubiera sido genial! Y oírle, que tiene una voz que no veas.

      ¡Feliz Halloween y nos leemos!

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