sábado, 13 de febrero de 2016

Annabelle




Annabelle
(2014)

Director: John R. Leonetti.
Guión  : Gary Dauberman.

Annabelle Wallis.
Ward Horton.
Tony Amendola.
Alfre Woodard.


Un matrimonio es atacado por dos miembros de un culto satánico. Uno de ellos se reencarna en una muñeca...



Hoy vamos con un spin-off. 

Si has visto Expediente Warren seguro que hay una cosa que recuerdas de la peli y que es ajena a la trama principal: la muñeca Annabelle. Sí, esa con la que empieza la y que da repelús. Nada más estrenarse, todo el mundo hablaba del juguetito en cuestión y el spin-off estaba más que cantado. Pues muy bien, esto es lo que a mí me ha parecido:

La película empieza de manera curiosa, más que nada, porque es la misma escena que vimos en Expediente Warren, es decir, las enfermeras muertas de miedo por culpa de la muñequita. A partir de aquí, hay un flash back que es el eje de toda una trama que, durante hora y treinta y ocho minutos, va a tratar de atraparte. Que lo consiga ya es harina de otro costal.

Comenzamos directos al grano, con un matrimonio joven, algo
hortera, que juega los deditos en la iglesia y que está muy embarazado. Son perfectos, guapitos y algo estirados. Lo malo es que, si se tiene un hijo, se suelen soltar idioteces y eso es lo que hace John, médico, marido y futuro padre. Menos mal que, para enmendar el error, le regala a Mia, su mujercita, una muñeca. Y es fea de narices. Yo creo que sii un marido regala ese engendro a su mujer es que le está pidiendo el divorcio pero, cosa curiosa, ella está encantada de la vida.

Aquí piensas que el matrimonio hortera va a seguir siendo hortera mucho rato. Nada; menos mal que en la casa de enfrente se lían a cuchilladas y, por aquello de variar, entran en la de John y Mia y se dedican a lo mismo. Son dos, un hombre y una mujer que, o están colocados o poseídos. El caso es que ella coge la muñeca de la discordia y la tiene en brazos cuando llega la poli y se lía a tiros. La colocada/poseída aprovecha el último respiro, deja caer una gota de su sangre y, mira tú, cae en el ojo de la muñeca. Ya tienes la peli planteada porque, mal comparada, es una especie de Chucky o Muñeco Diabólico solo que cambiando el juguete.

Lo que vamos a ver a continuación es lo que esperas, es decir, una serie de manifestaciones diabólicas que, teniendo como protagonista a la muñeca, se van sucediendo en plan crescendo hasta el clímax final de la cinta. Vamos de menos a más. Primero es una máquina de coser que va sola, luego una mecedora que se mueve (también sola) con muñeca incluida... El caso es que, al final, se decide tirar la muñeca por aquello de los malos recuerdos sin sumar, de momento, dos más dos.

¿Qué harías en una situación así? Yo, como poco, mosquearme, ya que son muchas cosas raras y, si me apuras, dignas de poner la piel de gallina. Pues bien, el amigo John, que es un poco calzonazos o pasota (o mierdero, según se mire) pone el trabajo por delante de todo y aprovecha cualquier oportunidad para dejar sola a su mujercita sin ver que la pobre no está muy, digamos, asentada. Claro, así la cocina se enciende sola, las palomitas se hacen solas también y la casa casi se incendia. Ah, si te encuentras dibujos por la escalera donde se predice que un camión atropellará a tu hija, no le des importancia. John, al menos, no se la da.

Entretanto, la trama se deja llevar por otros derroteros. Por ejemplo,
conocemos a un cura, el padre Pérez, que adora hacer fotos a los los bebés para que la gente sepa que son nuevos en la congregación. Pensar en un sacerdote haciendo eso hoy día, es como poco, para andarse con ojo pero, una cosa que no he dicho, es que esto está ambientado a finales de los sesenta. También hay una bibliotecaria cotilla que no se corta en preguntar de todo y en guiar a sus clientes cuando se trata de buscar libros acerca de cosas demoníacas. La ayuda siempre es buena, hombre.

Por eso me parece que la peli pierde fuerza en todo este tipo de cosas. Menos mal que desde la escena del trastero (que es lo mejor, al menos, para mí), la cosa vuelve a recobrar el interés y va a más hasta que Annabelle, empieza a hacer de las suyas en serio. Es más, hasta escribe en las paredes en inglés y sale por la radio del coche.

Todo esto es, en resumidas cuentas, lo que me he encontrado al ver esta peli. Hay más, claro porque, como es de esperar, la resolución final debe de ser una especie de enfrentamiento entre el bien y el mal y eso debe notarse. No te preocupes, que aquí lo va a haber. Que te guste o no, ya depende de ti.

La película, si bien tiene un par de escenas buenas o, al menos,
impactantes, también es cierto que las tiene contadas. Como ya he dicho, la del trastero es la que más me ha gustado... hasta que se muestra con claridad lo que vemos. Y digo esto porque, mientras se dedicaba a insinuar el golpe de efecto, al menos para este que escribe, era mejor y más conseguido. Lo mismo digo de la escena en la que Mia se asoma por la puerta. Este tipo de cosas ha hecho que para mí, la película tenga dos talones de Aquiles muy gordos: la falta de momentos de terror o sustos y lo predecible que resultan las escenas de tensión. Por ejemplo, en la de la puerta que he nombrado antes, sabes que vas a ver lo que vas a ver desde que comienza la secuencia. Lo mismo ocurre cuando el padre Pérez se lleva a Annabelle en el coche. Creo que, si se hubieran currado un poco mejor el terror y los golpes de efecto, la cosa hubiera sido mas potente pero lo vas a ver es lo que hay.

De ahí paso a los personajes. Muy planos. No sabemos casi nada de ellos. Bueno, sabemos que John es médico pero poco más. Por cierto, para estar ambientada en 1969, ¿no debería llevar algo más de pelo largo o patillones? Mia cose que da gusto pero ahí se acaba todo. El padre Pérez es un exorcista venido a menos y Evelyn es una especie de Amo del calabozo que sabe de todo y aparece en el momento justo.

¿Y los actores? En mi humilde opinión, tan sositos como los personajes. Annabelle Wallis no se despeina ni cuando se despierta en mitad de la noche ni cuando la acuchillan y su expresión casi no varía en toda la peli. Ward Horton luce sonrisa Profident y tampoco se despeina. Tony Amendola y Alfre Woodard los secundan sin destacar demasiado.





Esto ha sido todo. La verdad, había oído muchas cosas de esta peli y todas ellas malas. Tengo que reconocer que, si bien las hay mucho peores, esa fama la tiene justificada. La impresión que me ha dado es que se hizo deprisa y corriendo por aquello de aprovechar el tirón de Expediente Warren y, de paso, hacer taquilla. Creo que el tema de la muñeca funcionaba muy bien en esta peli porque era algo anecdótico que pasaba sin más y, al no explicar mucho, dejaba cierta duda y misterio muy adecuados pero, de ahí a hacer una peli con ella, ya es otra cosa. Me ha parecido una cinta muy floja. Le hace falta garra, mala uva y, sobre todo, terror. Personalmente la recomiendo si no tienes mucho que hacer, si no hay nada interesante que ver en la tele o si, aprovechando el tiempo que hace, te tomas un chocolatito con manta incluida. Por lo demás, yo no creo que la recuerde mucho más.

Vigilad el cielo.







2 comentarios:

  1. ¡Hola, Israel!

    Tienes razón... Si alguien te regala una muñeca como esta es que no te quiere nada de nada jajaja No entiendo a la gente que siente pasión por estas muñecas. Recuerdo que hace unos años vi una muñeca que daba miedo con solo verla y se llamaba "Beautiful", no sé si era cachondeo. En fin... No he visto la peli, pero no había oído muchas cosas buenas de ella y por lo que he leído en tu crítica no es para tirar cohetes. Comparto la opinión de que la hicieron para aprovechar el tirón de Expediente Warren, pero la calidad no ha sido la esperada. Eso sí la antepenúltima foto me ha dado un poco de grima xD

    ¡Una entrada genial!

    ¡Nos leemos!

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    Respuestas
    1. Hola, Laura!
      Pues sí, esa foto tiene su aquel. Es una pena que no se hayan esmerado (desde mi opinión de aficionado) más en el guión. Tiene un par de sustos curiosos y nada más.
      Lo de las muñecas tampoco lo he entendido nunca. Las veo repipis, pálidas y mortecinas, como si hubiera cierto aire lúgubre en ellas. ¿Te imaginas dormir con una de ellas en la habitación? A mí dame un He-Man, un Skeketor o un Madelman que, encima, daba gusto verlos, tan perfectos, tan guapos y serios...
      ¡Encantado de que te guste la reseña!

      Muchas gracias y... ¡nos leemos!

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