domingo, 7 de junio de 2015

Poltergeist (Fenómenos extraños)


Poltergeist (Fenómenos extraños) (Poltergeist)(1982)

Director: Tobe Hooper.
Guión   : Steven Spielberg, Michael Grais, Mark Victor.

Craig T. Nelson.
JoBeth Williams.
Beatrice Straight.  
Oliver Robins. 
Heather O’Rourke. 
Zalda Rubinstein.
Dominique Dunne.




Una niña se ve atraída por unas extrañas presencias que rondan por la casa...



¿Quién no ha visto esta película? Dices “Poltergeist” y, en lugar de pensar en los fenómenos paranormales de turno, lo primero que haces es acordarte de la niñita rubia delante de la tele teniendo una charla animada con ve tú a saber quién (o qué). Y es que esta cinta es un clásico, el tipo de peli que todos han visto, bien entera o algún trocito de la misma. Recuerdo que, siendo yo un mico, cuando el VHS era el emperador inmortal (o eso creíamos) de los vídeos domésticos, alquilarla era toda una aventura porque se daba por hecho que ibas a ver un espectáculo aterrador. Pero, sobre todo, forma parte de ese grupito de películas de miedo (Pesadilla en Elm Street, House, una casa alucinante, Noche de miedo…) que se dieron en los ochenta que asentaron las bases del género y que han quedado como modelos a seguir por lo que tendría que venir en el futuro (y, de paso, demuestran que, cuando se tiene una buena trama, los efectos especiales no tienen por qué salvar nada, pero eso es otra historia …)

Pues bien, el tiempo ha pasado y hoy me apetece recordarla. Si os animáis, estáis invitados…

La película tiene una estupenda presentación de personajes y, muy original: el perro de la familia visita cada una de las habitaciones mientras todos duermen. Empieza de lo más normal hasta que cierta niñita rubia se pone delante de la tele que, como podemos ver, ya no emite… al menos, cosas que el resto de los humanos vean u oigan…

A partir de aquí, y hasta el minuto veintiséis, no pasa prácticamente nada. Lo que ocurre es que el guión se toma su tiempo, largo y tendido, pero sin aburrir, para meternos en situación y para que conozcamos a todos los personajes, qué hacen y a qué se dedican. Como no puede ser de otra forma estando el apellido Spielberg en medio, lo que tenemos aquí es la perfectísima familia americana: clase media pero con una casa descomunal, familia numerosa con un representante para cada edad, es decir, a parte de los padres, está la niña muy pequeña, el chavalín que no lo es tanto y la adolescente. Ah, y el perro. Y todos felices y contentísimos… hasta que empiezan a  pasar cosas, claro.

Una cosa que me gusta mucho es que la idea de la muerte está presente en la peli desde prácticamente el principio. Ahí tenemos las escenas del pajarito que está a punto de acabar en el wáter pero al que se le hace un funeral como Dios manda en el jardín (hasta que viene la máquina excavadora) Por suerte, durante esa media hora larga donde nos metemos en situación, hay detallitos que mantienen el interés del espectador de manera muy acertada. Cualquiera que haya visto esta peli sabe a qué me refiero: el muñeco odioso con aspecto de payaso que da miedo de por sí, los truenos o el arbolito de enfrente de tu ventana que, al que, a veces, le da un aire tremendo (con ayuda de un tornado) y se trata de comer a un niño.

Después de esta parte de presentación, viene la de la investigación paranormal propiamente dicha, cuando Carol Ann desaparece y los padres deciden avisar a esos tres investigadores para que intenten averiguar qué demonios pasa. Esto, claro está, lo hemos visto en peli posteriores hasta el aburrimiento. Pero lo bueno no es que estos tengan la clave de la solución; el quid de la cuestión está en una escena que podría pasar desapercibida, esa en la que el padre de la niña acude con su jefe a ver los trámites de una nueva fase de construcción de viviendas y se hace referencia al hecho de traspasar un cementerio para construir más casas, cosa que ya habían hecho antes…

A estas alturas de la peli cualquier otra ya debería de estar llena de momentos de miedo que hicieran botar al espectador en el sofá, ¿verdad? Pues, en este caso, se permiten el lujo de meter a otro personaje, uno tan emblemático con la propia Carol Ann: la vidente Tangina, que es una mezcla entre el maestro Yoda, el Amo del calabozo y David el gnomo y que habla como si no terminase de morirse de una vez y cuya voz me recuerda a Pepita Pulgarcita (grillada personal). Y es lista: nada más llegar, deduce dónde está el problema, dónde está la niña, por qué y cómo Carol Ann es una especie de catalizador entre vivos y muertos. Nada, la que vale, vale. A lo mejor esas gafotas que lleva le permiten ver aspectos paranormales ajenos al ojo del humano de a pié.




Y, desde este momento hasta el final, no queda otra que quedarse en la butaca y ver como la vidente se las apaña para, con una cuerda, y un par de pelotas (seguro que acaba de pensar mal) de tenis marcadas, saca a una niña del Más Allá para traerla al Más Acá. Ahí queda eso. Chiquita, pero matona. Eso sí, todo esto, a través de un espectáculo sobresaliente que mantiene la atención del espectador en todo momento y que da una lección magistral de lo que es una película de terror entretenida de principio a fin sin ni un solo momento que sobre o que aburra.

Paso a algo fundamental, que, en su época, era algo digno de ver y que sin duda no te iba dejar indiferente: los efectos especiales. Mira el año de producción de la película y te darás cuenta del tipo de efectos que te vas a encontrar: propios de la época pero que, en aquellos años, eran lo más de lo más. Aquí no hay ordenadores ni tomas digitales ni nada de lo que pulula ahora por las pantallas. Los efectos son materiales, es decir, eres consciente de que lo que estás viendo existió de verdad. Ahí tenemos el filete podrido, la niña deslizándose por el suelo, las sillas que se colocan solas o las cosas que se mueven a su bola por la habitación. ¿Quedan mal? Ni de broma. Luego están los que, usando cosas de lo más básicas, eran capaces de crear el miedo en el espectador del modo más “sencillo”. Ahí queda el muñeco payasil  o una cosa tan inocente como la lluvia, el viento y los truenos. Básico que no veas pero, desde luego, efectivo al cien por cien.

Por eso mismo, la peli tiene una serie de escenas antológicas que ya han quedado para la Historia. Ver una niña delante de una tele y pensar en la cinta de hoy es algo automático. La de la vidente y su cuerda para todo es una seña de identidad de la cinta, lo mismo que la de la piscina (mientras los cadáveres aparecen. Sublime) o la desintegración de la casar Son como poco, espectaculares.







Y, ahora, los actores. Creo que todos está muy bien a su modo. Craig T. Nelson y JoBeth Williams quedan muy bien como padres perfectos que, por las noches, se permiten liberarse un poco porrito en mano. Beatrice Straight haciendo de doctora Lesh está curiosa. Primero es muy académica y luego tiembla cual flan cuando ve un fantasma de manera clara. Oliver Robins haciendo de Robbie siempre me cayó muy bien, sobre todo, cuando está muerto de miedo y luce piños en mitad de la oscuridad. Heather O’Rourke es la estandarte de la película, la adorable niña rubita de cara angelical que se codea con los fantasmas como si tal cosa. Algo parecido le pasa a Zalda Rubinstein como Tangina. Dominique Dunne es la que menos se luce ya que su papel es el menos importante.






Pero no todo puede ser perfecto, al menos, para mí, ya que hay cositas que siempre me dejaron así, así. Veamos. 

Para empezar, el personaje de Dana siempre me ha sobrado, ya que ni pincha ni corta en la historia. Parece que está puesto ahí por ser un representante de la adolescencia en la cinta. Por otro lado, el personaje de Tangina siempre me pareció un pelín forzado. Sé que decir esto raya la blasfemia pero desde siempre le vi un toque teatrero que nunca me gustó. Y, para finalizar, y esto sigue siendo mi opinión personal al cien por cien, la mano de Spielberg se nota cual elemento omnipresente y omnipotente en esa obsesión rara que tiene de mostrar la familia americana perfecta y ese sentimiento de “qué bonito es ser papi” A ver, a mí no me molesta y es algo a lo que ya me tiene acostumbrado (ahí tenemos Encuentros en la Tercera Fase, Agárrame si puedes, algunas entregas de Indy y unas más que se me escapan) pero me resulta muy curioso cómo el tipo pasa por ese filtro toda historia que cae en sus manos. En fin, ahí queda…

Hasta aquí he llegado. Por supuesto, esta es una peli que hay que ver. Es un terror que hoy en día ya no se hace o, como poco, un modo de exprimir y sacar el jugo a una historia de un modo que, por desgracia, hoy tampoco se hace. Esto, claro está, cobra aún más importancia cuando, mientras escribo estas líneas, hay un remake pululando por ahí. Es cierto que muchas cosas se han quedado ancladas en el tiempo (el tipo al cual se le derrite la cara) pero de eso no se libra nada ni nadie. Lo que importa es que, el conjunto, sigue teniendo muchos, pero que muchos quilates… y eso se nota nada más empezar a verla.

Claro está, tuvo varias secuelas, para mí, bastante olvidables. En la segunda, al menos, podéis ver al señor Burns de los Simpsons en carne y hueso.


Vigilad el cielo.



6 comentarios:

  1. ¡Hola, Israel!

    ¡Cómo me gusta esta peli! Creo que es una de las imprescindibles en el género de terror. Mira que la peli me impactó, pero me da todavía más yuyu todas las muertes que se produjeron alrededor de esta película. Esta leyenda negra creo que ha hecho más grande la leyenda de Poltergeist. No he visto la nueva versión, pero me da que no va a ser lo mismo. Ya he dicho muchas veces que hay películas que no se deberían tocar, pero en fin, el dinero es el dinero.

    Por cierto, hay una serie británica que se llama "The Enfield Haunting" que narra el poltergeist que ocurrió en Enfield en la década de los 70 en Inglaterra. Los Warren dijeron que Amytiville al lado era un cuento para niños. Yo todavía no la he visto, pero este verano le daré una oportunidad. Además, el director de Expediente Warren va a hacer la peli y puede que los Warren salgan en ella. ¡Si es así no me lo pierdo!

    ¡Excelente reseña!

    ¡Nos leemos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Laura!

      Esta peli me horrorizó cuando la vi en vídeo y toda la escena final estuve casi sin respirar. Si le sumas lo que pasó luego en la vida real, ya ni te cuento.
      No sabía lo de Enfield pero si, como dices, deja a Amytiville a esa altura, debe de ser algo tremendo. ¡Me has picado la curiosidad! ¡A ver si ruedan esa peli con los Warren! La de Expediente... me encantó así que espero que hagan un buen trabajo.

      ¡Muchas gracias y nos leemos!

      Eliminar
    2. ¡Hola, Israel!

      Parece que la secuela de "Expediente Warren" sobre el Poltergeist de Enfield ya es oficial. Te paso el enlace :) ¡Tengo muchas ganas de verla!

      http://cinemania.es/noticias/patrick-wilson-y-vera-farmiga-ya-ruedan-expediente-warren-2/



      Eliminar
    3. ¡Genial!

      Expediente Warren me encaró y, desde luego, la considero una de las grandes de los últimos años. ¡Estoy seguro de que no fallarán!

      ¡Gracias por la información!

      Eliminar
  2. ¡Hola!

    Estupendísima reseña! A mí esta peli me causó impacto así como también la segunda parte. Es una pena que el remake que han hecho sean tan malo y encima la niña no se llama Caroline.

    Saludos!

    ResponderEliminar
  3. ¡Gracias, amiga!
    No he visto el remake y, la verdad, no me llama mucho. No entiendo como hacen ese tipo de cosas. Lo del nombre ya me parece de traca, por favor.

    ¡Gracias y nos leemos!

    ResponderEliminar