Doctor Jekyll y Mr. Hyde (Dr. Jekyll and Mr. Hyde)
(1920)
Director: John S. Robertson
Guión : Clara
Beranger
John Barrymore
Brandon Hurst
Martha Mansfield
Charles Lane
Nita Naldi
El doctor Jekyll es un
buen hombre… pero ignora que tiene un lado oscuro más poderoso de lo que cree…
Vamos
allá con una historia que todo el mundo conoce. Las andanzas del doctor Jekyll
y Mister Hyde, su álter ego representante de todo el mal que alberga dentro,
son bien famosas. Como supongo sabes, la obra literaria original fue obra de
Robert Louis Stevenson y, en líneas generales, cuenta la eterna historia del
bien y el mal que todos llevamos en nuestro interior.
Pues
bien, dicha obra se ha adaptado a lo largo de los años de mil maneras distintas
(hay incluso una versión en la que Hyde es una mujer) La versión que hoy os
traigo es de las primeras aproximaciones a la historia y, por supuesto, una
peli muda. Como siempre digo, no hay que dejarse seducir por el lado picajoso y
renegar del cine mudo. Soy de los que piensan que las películas mudas, en
cuestión de terrores y sus variados, tenían un toque bastante certero porque
basaban el terror en la imagen más pura y dura del mismo y, para ello, no
escatimaban en medios para provocar el malestar en el espectador.
Muy
bien. Preámbulo realizado y dedos preparados. ¡Vamos allá!
Me
gusta mucho ese texto introductorio que es una forma muy buena de meter al
espectador en situación: albergamos la lucha del bien contra el mal pero, quede
eso claro, siempre está la opción de decidir. Vamos, que si lo hacemos las
cosas bien, es porque queremos y, si las hacemos por el lado malo, también.
Todo depende de lo fuerte que seamos.
Los
personajes están muy bien presentados y sin perder el tiempo. De nuevo, un
texto que nos los describe y el actor correspondiente. Ahora puede quedar raro;
en la época, supongo, era de lo más normal. Lo bueno es que ese texto no solo
nos hace las presentaciones: también nos dice algo del personaje que va a ser
vital para la historia. Así, de Jekyll que es muy bueno; Lanyon un clasista, Si
George Carew alguien alejado de la pobreza y un pijo integral. Por lo menos,
tiene una hija adorable, Millicent, prometida del doctor.
El
comienzo de la peli es bastante relajado, cosa que no me ha molestado en
absoluto. Me ha gustado mucho esa escena en la que Jekyll llega tarde a la cena
y los personajes hablan de él, ampliando la información que el espectador
dispone acerca del mismo. Y, sí, se nos deja claro que Jekyll no es bueno: es
la guinda de la guinda de la bondad hecha persona. La cara de tétrico que tiene
es cosa aparte y que aquí no merece la pena comentarse.
Hay
una cosa que me gustaría comentar y que me ha llamado mucho la atención. Vamos
a ver, he visto muchas versiones de esta historia pero hay una que me
entusiasma: la dirigida por Rouben Mamoulian que tiene Fredic March como
protagonista: El hombre y el monstruo. Es una peli que me encanta, una pequeña
debilidad. Pues bien, en esta (y, si mal no recuerdo, en la versión de Spencer
Tracy), lo que provoca las idas y venidas con el asunto moral es cierta actriz
de sala de variedades que hace que a Jekyll le suba la bilirrubina y otras coas
que tampoco pienso comentar (…) Pues bien, en esta versión que hoy nos toca, es
su futuro suegro el que le tienta haciéndole ver que nadie puede ser tan bueno
como él y que, depende de donde sople el viento, eres bueno o malo. Sir George
se lleva de copas (otra diferencia con la peli de Mamoulian, donde el personaje
es el colmo de la intachable conducta) al que será su yerno para que se recree
la vista con otras mujeres mientras planta en la mente de Jekyll la idea que le
va a consumir: separar el bien del mal. Así que esta versión está mucho más
centrada en el drama interior que tiene el doctor y no en el que se crea como
fruto de la tentación externa. Y esto me parece un tanto muy bueno a favor de
la peli.
Pero
si hay algo que uno espere ver en una cinta con el doctor Jekyll a la cabeza es
la escena de la transformación. Vale, aquí lo máximo de lo que se disponía era
de los famosos fundidos en los que, en cada toma, se añadía más maquillaje al
pobre actor hasta que el cambio estaba completado. Como puedes imaginar, los
efectos especiales no es que estuvieran en pañales; es que no existían. Por
eso, la transformación está basada en dos cosas: maquillaje y la interpretación
del actor. Para mí, ambos espectaculares. Barrymore lo borda alterando su
lenguaje corporal de manera radical. Fijaos en la mueca que se dibuja en su
cara, como si todos los músculos de la misma y la piel se estiraran por
completo. Es la traducción absoluta de lo desagradable, un ser humano
distorsionado por completo. Los fundidos cumplen muy bien su labor centrados en
las manos mientras vemos cómo estas se deforman y los dedos se alargan de
manera grotesca (mirad las uñas rotas, el toquecito perfecto) El pelo largo,
los ojos saltones, la mirada de lunático
total y unos andares imperfectos (atentos a cómo dobla los pies) y de pesadilla
rematan una interpretación sublime de un ser, en definitiva, tan aborrecible
que no puedes apartar la mirada de la pantalla.
Sigo.
Hay mucha gente que cree que, cuando Jekyll es Hyde, ocurre como con Hulk (un
Hyde moderno), es decir, que pierde su conciencia y su contacto con su “yo”
bueno. Todo lo contrario. En este caso, Hyde sabe quién es y qué hace. De
hecho, es capaz de preparar el antídoto para volver a ser Jekyll cuando le dé
la gana. Ese “pequeño” detallito aporta muchos puntos al personaje y a la historia.
Y, por si no te queda claro, la peli hace que te lo cuestiones con el cartel de
turno: ¿podrá volver a ser Jekyll?
Una
vez que Hyde hace su aparición, lo que tenemos por delante son sus andanzas y
desvaríos (curiosamente, centrados en el mal vivir y, sobre todo, en las
faldas) y cómo esto afecta cada vez más al bueno de Jekyll. ¿Qué harías tú si
sabes que tu yo malo es el colmo de lo despreciable? Quizás Jekyll quisiera
separar las dos naturalezas pero, está claro, lo que hace una, por muy alejadas
que estén, influye en la otra.
La
trama, además, no cae en el tópico de Hyde haciendo barrabasadas (que las
hace). Poco a poco, como acabo de decir, el monstruo come terreno al ser humano
hasta que este, temiéndose lo peor (digo yo; pasión de fan) cambia el
testamento a su favor. A partir de aquí, los acontecimientos se suceden y, cada
uno, es peor que el anterior: Hyde está descontrolado (Atentos a la escena en
la que pisa a un niño por puro placer, momento que me encanta), Jekyll hecho
una piltrafa y su prometida Millicent, simplemente, está en la inopia.
Pobrecita; enamorarse de un tipo que tiene ese lado malo tan re-malo.
A
pesar de ser una película de mil novecientos veinte (ozú) no pienses que está
exenta de violencia. Aquí no es que hay amucha pero, la que hay, está bien dosificada.
A la escena del pateo infantil anterior hay que añadir la del ataque a sir George
cuando le acusa de ser responsable de su tentación y cómo, después de
transformarse, Hyde va a por él. Si ves la peli, fíjate en este momento: sí,
Hyde le mata a mordiscos. Luego, una buena ración de palos por aquello, digo
yo, de asegurarse. Y eso que iba a ser su suegro. No quiero ni imaginar lo que
le haría a la suegra…
¿Aspectos
destacables? Varios. Aparte de las transformaciones, me han gustado mucho la
inclusión de anillo que lleva veneno, el sueño en forma de araña gigante que
acosa a Jekyll o que los textos explicativos, detallito curioso, están
adornados con un dibujo que hace referencia a lo que explican. Y, por supuesto,
esa escena final a propósito del anillo. Queda estupendo que, Jekyll, en lugar
de ser abatido, se sacrifique: Hyde ha matado a Jekyll.
Por
supuesto, no podemos olvidar otro aspecto fundamental que está tan bien llevado
y de forma tan natural que no nos fijamos en él: la ambientación. Los
decorados, la ropa, ya sea de los pobres o de los ricos, las tabernas o los
comedores de lujo están clavados. Un gran trabajo para este vigilante del
cielo.
Paso
a los actores. Todos muy bien. Brandon Hurst resulta muy convincente como sir
George; toda una serpiente viperina. Martha Mansfield haciendo de Millicent
también queda muy bien, aunque se luce menos. Charles Lane me gusta mucho como
Lanyon, tan perfeccionista como clásico. Bien por Nita Naldi como Gina. Pero,
seamos sinceros, esta peli se sustenta en los hombros, rostro y andares de John
Barrymore. Para mí, espectacular. Como Jekyll es serio y representa el tormento
interno que sufre de manera muy lograda. Como Hyde no tiene precio. Resulta
increíble que ambos sean el mismo actor. Pura interpretación, sin ordenador ni animatrónicas;
solo expresión, lenguaje corporal y, claro está, mucho maquillaje. Repito:
tremendo. Ahí va la pregunta: se inspiraría Murnau para las uñas se su Nosferatu
en las manos de este Hyde?
Hasta
aquí he llegado hoy. Si tenéis una oportunidad, no dudéis en verla; es toda una
lección de buen hacer narrativo sin puntos flacos que entretiene de manera tan
buena que te olvidas que es una película muda. Yo la he visto unas cuantas
veces y, por supuesto, habrá más. Si os animáis, me contáis.
Ah,
sí. John Barrymore era el abuelo de Drew Barrymore, la niñita de E.T. Por si os
lo habéis preguntado…
Vigilad
el cielo.
¡Hola, Israel!
ResponderEliminarAunque no te lo creas tengo una reseña preparada de la obra de Robert L. Stevenson para las próximas semanas. Esta película la vi cuando era pequeña y me impactó. Recuerdo la escena de la transformación como si fuese ayer y la verdad es que me asustó bastante El cine mudo puede transmitir más que el cine sonoro ya que, por lo menos en mi caso, hace volar tu imaginación. Los actores al no tener diálogo en el que apoyarse tienen que basarse en una gran expresividad y si lo consiguen creo que tiene más mérito que los actores de hoy en día ya que para transmitir no tienen palabras para hacerlo sino ellos mismos. Me ha gustado mucho la entrada. ¡Muchas felicidades!
¡Nos leemos!
¡Hola, Laura!
EliminarMe parece genial que te guste esta peli. Creo que es una joya de varios quilates y que hay que otorgarle todo el mérito que tiene. Pensamos lo mismo con respecto al cine mudo: se le subestima demasiado y te puedes llevar más de una sorpresa. Fíjate que me he hecho con un montón de pelis mudas (unas de terror y otras no) y me lo estoy pasando en grande viéndolas. Por supuesto, espero reseñar alguna.
De Jekyll he visto muchas versiones pero esta y la de Fredic March son de mis favoritas. Hace mucho tiempo, cuando era un mico, vi otra muy antigua que no paro de buscar y siempre me encuentro con nada pero no me rindo jejejejejej...
¡Así que estás preparando una reseña con respecto al libro! Me parece genial; la obra me encantó y, desde luego, es un libro que hay que releer las veces que haga falta.
Muchas gracias por tus palabras y... ¡nos leemos!
Todo un clásico! :)
ResponderEliminarSaludos amigooo
¡Y de los buenos!
Eliminar¡Un saludo para ti también, compañero!
Éste sería un tema muy interesante para actualizar el tema en una nueva versión del mito de Jeckyll y Hyde. Creo recordar un film dirigido por Stephen Frears, desde la perspectiva de "Mary Reilly", la fiel sirvienta del Dr Jeckyll (John Malkovich). Saludos.
ResponderEliminarTraffic Club. Club de Cinéfilos.
Hola, Daniel.
EliminarLa verdad es que tienes toda la razón; es raro que, en una época de remakes por todas partes, nadie se anime a dar el paso con Jekyll.
Recuerdo la peli de Mary Reilly, con Julia Roberts. Me pareció bastante curiosa en su momento, aunque creo recordar que muchos se cebaron con ella.
¡Saludos!
Increíble y detallada entrada sobre el Doctor Jekyll y Mrs. Hyde. Muy trabajada. Enhorabuena. Con tantos remakes sin alma, creo necesario revisitar esta historia con Johnny Deep como protagonista. Un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias, Míguel Angel, por tus palabras.
EliminarLa verdad es que no sé qué es mejor: si recordar esta película u otras versiones o tener un remake saturado de efectos con ordenador. Sin duda, creo que Johnny Deep haría un gran papel.
¡Saludos!
Creo que ya has sido mencionado en este premio pero he querido ser fiel a mis gustos personales y tu blog está entre mis elegidos para el Liebster Awards. Enhorabuena y un saludo. Pasa a recogerlo en http://clubcinefilos.blogspot.com.es/2014/01/liebster-awards.html
ResponderEliminar¡Gracias, Daniel!
EliminarSí, ya lo tengo pero siempre es un honor recibirlo.
¡Nos leemos!
Todavía no la he visto, pero me han entrado ganas de verla al leer tu análisis.
ResponderEliminarAprovecho para saludarte y decirte que te he mencionado en varios premios, y así los unes a los que ya tienes, que bien merecidos los tienes por tu excelente labor. (http://vadevagos.blogspot.com.es/2014/02/premio-dardos-y-premio-liebster-award.html)
Un saludo