El fantasma de la ópera (The phantom of the opera)
(1925)
Director: Rupert Julian.
Guión : Walter Anthony, Elliott J. Clawson, Bernard McConville, Frank M. McCormack.
Lon Chaney.
Mary Philbin.
Norman Kerry.
Arthur Edmund Carewe.
En
la ópera de París, una sombra ronda por los subterráneos: el fantasma de la
ópera. Christine Daae, una cantante, es su pupila…
Pues,
si bien es cierto que la novela fue escrita por el famoso Gaston Leroux también lo es que si el planeta
entero conoce esta historia es gracias a la peli muda que hoy nos toca. Y es
curioso porque, si bien dicha novela ha conocido muchas adaptaciones, esta,
quizás, es la más famosa de todas y, de algún modo, la más atemporal. No
obstante, y a pesar de que data de 1925 (ahí es nada), según parece hay otra
versión de 1916 que, por desgracia, está perdida. Una pena…
Pues
bien, metiéndonos ya en faena, sólo puedo decir que…
A
favor debo destacar varias cosas. Cada una, claro está según la importancia que
merece.
Para
empezar, lo que primero entra por los ojos en los minutos iniciales, es la
buena ambientación de época referente a toda la Ópera de París, tanto en su
parte visible (escenario, público, palcos) como en la que no se ve y, claro
está, es la más destacable en la cinta, es decir, los entresijos de la propia
ópera. Por eso, vemos tramoyistas, trabajadores y bailarinas ir y venir por
pasillos y escaleras internos del edificio. Y sí, también vemos cierta sombra
que, enfundada en una capa y un sombrero, asusta a todo el que se pone por
delante. No obstante, y es en estos momentos iniciales, cuando el carácter
fantasmagórico del ambiente que rodea dicho lugar se va a ver roto (en muy
poquita medida, claro) por cierto sentido del humor más o menos de la época con
ese trabajador que ve la sombra del fantasma y no le cree nadie. Curioso este dato
ya que ni por asomo se da en el libro (muy serio, muy formal) Supongo, digo yo,
que es algo fruto de la época.
La
película va directa al grano y nos presenta a los personajes principales sin
muchos rodeos. Así, conocemos a los nuevos (y pardillos) directores de la ópera
y, por supuesto, a Christine y su enamorado Raoul. Y lo de “sin muchos rodeos”
no es un modo de hablar, ya que, en la novela, el autor se toma mucho más
tiempo en decirnos quién es quién, de dónde viene o a dónde va. Cosas de la
adaptación cinematográfica, supongo.
Otro
aspecto a destacar es que, si bien esta versión se salta cosas y cambia otras
muchas, resulta curioso como los pequeños detallitos, esos que conoces si te
has leído el libro, están ahí. Por eso, vemos que el fantasma tiene un caballo
que ha robado, los subniveles de la ópera, el lago o el hogar del fantasma, con
espejo trampa incluida. Son cosas que están ahí pero, desde luego, muy fieles a
la historia original.
Y
llegamos al gran momento. Quizás, el más famoso de toda la cinta; ese que todo
el mundo recuerda y que, casi de seguro, todos hemos visto aunque no hayamos
dado un visionado a la peli entera. Me refiero, cómo no, al la secuencia en la
que Christine, encerrada en las dependencias de Erik el Fantasma, se aproxima a
este mientras toca en su órgano y le quita la máscara. Ahí, por primera vez,
vemos la verdadera cara del misterioso personaje. Y es aquí donde uno se queda
con la boca abierta cuando ve el maquillaje que el propio Chaney ideó para sí
mismo y representar al Fantasma. Su rostro es completamente cadavérico (como se
indica en el libro): poco pelo, ojos hundidos rodeados por un cerco negro, con
apenas nariz y una boca de pesadilla. Chaney se lució por los cuatro costados
creando un ser absolutamente repulsivo pero, a la vez, muy expresivo,
tremendamente sugerente y, desde luego, un icono dentro del cine de terror.
Debo decir que este fantasma, junto con el espectacular Nosferatu de Max
Schreck, para mí son los personajes de terror más representativos del género en
la primera mitad del siglo XX. Además, se las apañaron para iluminarle de forma
que los ojos quedaran en sombra y su potenciase el movimiento de su boca
cadavérica y enorme que hace que, cuando sonríe, sea aún peor. Si a eso le
añadimos el gesto de pena y dolor que tiene en algunos momentos y el contraste
con ese rostro de pesadilla, el resultado es espectacular. Aquí os dejo la famosa secuencia:
Pero
el desenvolvimiento de Chaney no sólo se puede aplicar a su famosa cara. Por
eso, me gustaría destacar que, cuando lleva esa máscara que le cubre todo el
rostro acompañada de unos ojos totalmente fríos e impersonales, el actor es
capaz de desarrollar un lenguaje corporal muy estudiado que quedan muy bien en
pantalla, haciendo que hay un extraño contraste entre ese rostro tan frío con
la naturalidad de los movimientos.
La
película tiene otro momento bastante significativo que, junto con el anterior
de la máscara, compite en fama en esta cinta. Y es un momento verdaderamente
especial porque… ¡está rodado en color! En el technicolor de la época claro. El
resultado a simple vista puede ser algo rudimentario pero sirve para resaltar
un personaje en concreto. Nada menos que Chaney disfrazado de La Muerte Roja.
El atuendo es espectacular, siniestramente bello y, a la vez, elegante. El
amigo fantasma lleva un traje de época, adornado con un gran sombrero con
plumas (todo rojo, claro) y una calavera por rostro cuyo terror se expresa aún
más a través de unos ojos humanos. Los movimientos de Chaney ponen la guinda
perfecta para, repito, para mí, el segundo gran momento de la película. Y fijaos
como, al entrar en escena, todos le hacen un pasillo. Tremendo.
Seguimos.
La película avanza en su trama. En breve, se produce otro momento que me
encanta: el fantasma, aún con el disfraz de la Muerte Roja, vigila a los dos
enamorados, Raoul y Christine. Los ve desde las alturas, colgado de una
estatua, con su capa ondeando al viento y no lleva máscara pero fijaos en su
expresión: está roto de dolor y esa cara de pena, como dije antes, puede llegar
a ser más terrorífica (y patética) que de enfado.
Debo
destacar que, en general, la trama de la película es bastante fiel y tuvieron
el buen sentido de cuidar esos detalles pequeñitos a los que me refería antes
que harán que, quienes han leído esta novela, sabrán reconocer. Eso sí, también
es cierto que se salta muchas otras que, en la novela, ocupan un montón de
páginas: la escena del cementerio en la que Raoul espía a Christine, el Persa,
los momentos de los nuevos directores de la época, la acomodadora anciana… Bueno,
supongo que, por el tema de la adaptación, se permitieron unas cuantas
licencias…
Los
actores, en mi opinión, hacen un buen trabajo pero, seamos sinceros, aquí la
estrella absoluta, la supernova es Lon Chaney. Ya aparezca como una sombra en
la pared, como enmascarado o como ser tremendamente feo, eclipsa a todos los
demás porque, las cosas claras, esta es una cinta para gloria de Chaney. Mary
Philbin como Christine me parece bien pero también es cierto que se luce poco.
No obstante, me gusta el cambio que se ejerce en su rostro antes y después de
ver la cara del fantasma (sobre esto, comentaré luego una anécdota) Norman
Kerry como Raoul se luce menos aún que Philbin. Una pena ya que, en la novela,
es un personaje muy activo. Aquí luce gomina, bigote y gesto aristocrático.
Arthur Edmund Carewe como Ledoux resulta tan siniestro como el propio fantasma.
Mirad la mirada que echa a las
bailarinas en su primera escena: los ojos casi se le salen.
¿Cosas
mejorables? Sí señalaría alguna…
Algunas
escenas me parecen muy largas y, si me
apuráis, puro lucimiento. Me refiero, por ejemplo, a las iniciales en la ópera
con el personal bailando, a la de Carlota cantando o el propio final. Christine
Y Raoul aparecen ya perdidamente enamorados desde el principio con lo cual, la
profundidad de los personajes desaparece
un poquito. ¿Es todo? No. La película se centra mucho en el carácter
fantasmagórico de Erik (léase el fantasma) ignorando lo bueno que tiene el
libro con respecto a él: que es alguien muy feo, muy inteligente, con conocimientos
de arquitectura y música (amén de retorcido) En la peli, en cambio, tiran hacia
un personaje enigmático y sobre natural, definiéndole como maestro de las artes
oscuras. Y sí hay que destacar que el Persa, personaje clave en el libro por su
relación con Erik, que sirve para explicar mucho acerca de los orígenes del
fantasma, aquí es sustituido por Ledoux, haciendo de detective infiltrado de la
policía. Creo que así acortaron mucha de la narración del libro saltándose
aspectos que hubieran enriquecido bastante ambos personajes.
¿Y
qué me decís del final? Ese sí que está completamente cambiado. Entiendo que
fue así por los cambios que implica la adaptación propiamente dicha. En el
libro, es mucho más reposado: el fantasma acepta su derrota amorosa y se
despide dando a entender que su vida será corta. El esqueleto de su cuerpo
aparece tiempo después, se supone, fruto del suicidio. En la película
sustituyeron eso por acción pura y dura: una masa enfurecida de trabajadores de
la ópera (y digo yo que otras personas) le persigue por todo París hasta que le
acorralan en el río y acaban con él. Como puede verse, mucho más dinámico. Ah,
y me, con todo, me encanta ese momento final en el que Erik hace creer que
tiene un arma y se burla de sus perseguidores.
Hasta
aquí hemos llegado. ¿Recomiendo verla? Ni dudarlo. A los que creen que, por ser
muda y, por eso, algo pasado y caduco, sugiero que os lo replanteéis.
Aquí hay cine puro y duro. Para este vigilante del cielo, con diferencia, la
mejor adaptación que se ha hecho de la historia del hombre más feo de París.
Eso, aparte, del lujazo de ver a Lon Chaney en su máximo esplendor.
Os
deja algunas curiosidades fantasmales:
-La
película tuvo un total de seis directores. ¿La razón? Nadie quedada satisfecho
con el montaje final y, cada vez que se hacía un pase de prueba (y se hicieron
muchos), era un fracaso. Al fin, después de mucho cambiar, retocar y discutir,
se convirtió en un éxito.
-Uno
de los directores fue el propio Chaney. La famosa secuencia en la que Christine
le desenmascara es obra suya.
-El
director Rupert Julian se llevaba mal con todo el mundo. Según parece, el actor que interpretaba
a Raoul incluso le atropelló con su caballo. A posta, claro.
-La
película fue considerada como el colmo del terror. De hecho, hasta hubo
desmayos.
-Fijaos
en la secuencia en al que vemos el rostro del fantasma por primera vez. La
cámara se nubla. ¿Fue un fallo o un modo de acrecentar la sensación de pánico?
-Mary Philbin
(Christine) no vio el rostro de Chaney hasta que le quitó la máscara en pleno
rodaje. La pobre mujer estaba horrorizada de verdad, así que lo que vemos en
pantalla no es actuación, es miedo de verdad.
-El
gran misterio: ¿quién es el tipo que sale en la escena inicial? Mira al
público, se dirige a él y suelta lo que se supone es una buena charla (la
escena es muy larga) Ni un texto acclaratorio. ¿Por qué? Se supone que habla
del fantasma pero nadie recuerda quién es ni si sale en alguna escena después.
Además, si prestáis atención, está agazapada en la parte izquierda de la
pantalla y una lámpara se ilumina de manera parcial la cara.
-Chaney,
como siempre, se encargó él solito del maquillaje. Hizo de todo: se pintó los
ojos, pegó sus orejas a la cabeza, se estiró la nariz con pequeñas tiras, una mandíbula
espeluznante y enorme, se llenó las mejillas de algodón.
-Dicen
que las tiras de la nariz se ven.
-Cierto
día, para probar el maquillaje, Chaney llamó al director de fotografía Charles
Van Enger. Le recibió de espaldas y, repito, maquillado, se volvió de golpe. A
Enger casi le da un patatús. Chaney, en cambio, se partía de la risa.
-El
éxito fue tal que, más tarde, se rodaron ciertas partes (menos, por contrato,
las de Chaney) sonorizadas. Si aún existen, nadie lo dice. Y, si alguien las tiene, se lo ha callado.
-Hay
quien cree que esa versión sonora está en alguna lata perdida del estudio.
-La
góndola del lago es la misma que la de El
crepúsculo de los dioses.
-Atención
a los créditos iniciales: hay actores, director… pero ni un guionista.
Vigilad el cielo.
Greetings I am so grateful I found your weblog, I really found
ResponderEliminaryou by error, while I was searching on Yahoo for something else,
Anyways I am here now and would just like to say many
thanks for a remarkable post and a all round
enjoyable blog (I also love the theme/design), I don't have time to read through it all at the minute but I have bookmarked it and also added in your RSS feeds, so when I have time I will be back to read more, Please do keep up the excellent job.
Feel free to visit my homepage - buysizegeneticsonline.tumblr.com
Here is my blog - buy sizegenetics
Dear friend:
EliminarThanks a lot for yor comment. It is a great pleassure for me if you enjoy with my articles.
Please, be my guest and thank you for watching the sky with me!!!
Querido vigilante; Hace mucho tiempo que no elevaba la mirada a la cúpula celeste y la experiencia ha sido como siempre de amena e interesante. Dan ganas de pasarse la noche vigilando el cielo...
ResponderEliminarContinúa haciéndolo...