sábado, 15 de septiembre de 2012

Caballeros, princesas y otras bestias


Caballeros, princesas y otras bestias (Your Highness)
(2011)

Director: David Gordon Green
Guión   : Danny McBride, Ben Best
 

Danny McBride
James Franco
Natalie Portman
Justin Theroux
Zooey Deschanel
Rasmus Hardiker
 
 

El malvado mago Leezar se propone secuestrar a una virgin y hacer que engendre un dragón… 

Vamos allá con una película de la cual oí hablar durante su rodaje por dos cosas: primero, porque Natalie Portman era la protagonista y, según parecía, tenía escenas con poca ropa. Segundo, porque su compañero sería James Franco. A jugar por dichas fotos, la película sería de corte fantástico-medieval y tendría sus dosis de humor. Y sí, esas mismas mostraban a la Portman de espaldas luciendo tanga y trasero. Así, a priori, si lo que más vende de una peli es entrever el culo de la protagonista, lo único que puedes pensar es que la cosa va a ser así, así. Con todo, esperé a verla para poder opinar con una base y, de paso, vigilar el cielo.

Pues bien, allá vamos.

Nada más empezar la peli, uno puede darse cuenta de que va a destacar por dos motivos. El primero es que, de verdad, no va a ser una película muy seria y va a haber humor. El segundo, que este va a ser del bestia o, mejor dicho, del gamberro. Por eso, en cuanto vemos a uno de los protagonistas, Tadeo (Danny McBride), a punto de ser ejecutado por un rey enano por acostarse con la reina del susodicho (que, desde luego, no es nada enana) cuando en realidad lo que tenía que hacer era formar un tratado, el espectáculo está servido. Si a eso le añadimos unos títulos de crédito a modo de dibujo muy de cómic mientras oímos la voz en off de Tadeo soltar estupideces, las intenciones ya están claras.


Seguimos conociendo personajes y se nos presenta a Fabio (James Franco), que es el típico príncipe heredero guapo y cachas que todos adoran. El amigo se trae la cabeza de un cíclope y a una dama en apuros con la cual se va a casar (Zooey Deschanel) . Y seguimos con el humor cuasi-absurdo de la cinta: es una chica mona pero no sabe comer con tenedor y la comida se le cae de la boca.

Aquí lo primero que pensé es que esta peli iba a seguir la estela de las películas de “tontería tras tontería” en la línea de Agárralo como puedas y demás, lo que hizo que pensara muy en serio coger el mando y darle al stop. No obstante, lo que viene a continuación es una escena que podemos llamar seria cuando conocemos al mago Leezar (Justin Theroux) y sabemos sus intenciones: raptar a la novia de Fabio, dejarla embarazada y que la pobre dé a luz a un dragón que le obedecerá para así manejarle y mandarle a destrozar cualquier reino. Como puede verse, una premisa que roza el disparate y que es el motor de toda la historia.


Feo y salido...
A partir de este momento, la peli es una continua sucesión de escenas más o menos humorísticas  que se alternan con otras que no  lo son tanto tratando, digo yo, de dar un cierto equilibrio al conjunto. Por eso, conocemos a otro mago, Magin que, además de tener aspecto de sapo está salido y hasta podríamos decir que es un vicioso (porque, ¿qué le puedes pedir a un noble caballero al cual ayudas a través de algo parecido a un colocón de marihuana? Pues que te masturbe. Lógico, ¿no?), una escena de iniciación de Tadeo que consiste en hacerle comer un corazón o el malvado brujo Leezar poniendo a sus madres (tres en total) un banquete por delante que consiste en barritas de pescado. Como puede verse, dependiendo de lo afinado que tengas el sentido del humor, todo esto te puede parecer gracioso o una chorrada enorme. Yo creo que me mantengo en un término neutro: vale, la cosa tiene su aquel pero tampoco es para que te partas de la risa.

Como escena seria destaco el enfrentamiento a la criatura de Marteetee, luciendo efectos especiales y que, además, sirve para presentar el personaje de Isabel (Natalie Portman) Aquí la cosa se pone más o menos seria para luego volver a su estado inicial: chistes bestias, vocabulario gamberro y mucha alegoría sexual.

Como siempre suele ocurrir en estas películas, parece que a los guionistas se les va un poco la inspiración graciosa y llega un momento en el que los chistes, si bien siguen apareciendo, parece que se diluyen y la trama se vuelve un poquito más seria o, en este caso, normal. Y esta cinta no es una excepción ya que, desde que se produce el robo de la brújula de los protagonistas, la cosa vira hacia otros derroteros más aventureros como la secuencia del laberinto (vale, con castración del animalito incluida) o la del rescate de Fabio y el inevitable enfrentamiento final, donde los efectos especiales vuelven a lucirse en todo su esplendor.

Tengo que reconocer que, hilo argumental más que discutible a parte, la película tiene un buen punto a favor: la ambientación fantástico/medieval que ofrece todo el producto bien sea en lo referido a trajes, lugares (castillos, laberintos) o paisajes variados… El resultado final, al menos a mí, me ha parecido un mundo del todo irreal, imaginario, que no se puede ubicar dentro en ningún lugar conocido.

Los actores cumplen según las directrices de un guión que no es para tirar cohetes. Danny McBride tiene sus momentos graciosos pero, a fuerza de repetirlos una y otra vez puede cargar un poquito. Además, me ha resultado algo inexpresivo, como “a ver si esto acaba ya” James Franco es de los más destacables, ya que el amigo luce gesto heroico y enamorado pero, a  la vez, ciertamente idiota y ridículo (ambos adjetivos en el buen sentido de la palabra ya que es lo que le da gracia al personaje) Natalie Portman es, quizás, la que tiene el personaje más normal en todo el conjunto, lo cual tampoco es que quiera decir mucho. Rasmus Hardiker (Courtney) tira más a paje secundario y no es que se luzca mucho. Justin Theroux como Leezar da el pego como mago malvado pero a la vez chistoso y Zooey Deschanel (Belladona) refuerza con lo poco que sale a los demás en un papel que tampoco implique mucho lucimiento. Con todo, sí debo apuntar que no deja de sorprenderme que Franco o Portman se hayan decidido por una película de esta clase. Debe ser lo que tiene ser muy famoso: también te puedes tomar licencias, hacer lo que te dé la gana y, si puedes, pasar un rato divertido.

En resumidas cuentas, una película de lo más pasable, una gamberrada se mire por dónde se mire llena de espadas, toque aventurero, chistes bestias, muchos, (pero que muchos) tacos y alusiones sexuales por los cuatro costados. De hecho, raro es el chiste que no conlleve la palabrota de turno. ¿Es gracioso? A veces sí. ¿Es cargante? También. A lo mejor, si se hubieran centrado un poquito más en darle más vida a todo el conjunto y no en incluir tantos tacos en el guión, la cosa hubiera resultado diferente. También puede que lo hayan hecho así a posta y, tan solo, se lo hayan querido pasar bien, hacer el gamberro y adiós muy buenas. En mi opinión, pasas un rato más o menos curioso cuando la ves y, conforme des al stop, te vas a olvidar de ella. Me ha resultado un conjunto un tanto desequilibrado que, como ya mencioné antes, o te hace gracia, o te resulta una pérdida de tiempo y dinero. Y ahí es donde entra eso de “para gustos, los colores”

Y, como apunte curioso, decir que la película, en versión original, se llama Your highness (Su excelencia) Aquí ya veis cómo la tradujeron. Todo un expediente X…
Por cierto, las escenas del trasero de Portman se censuraron pero aquí os dejo una muestra.
 
 

Vigilad el cielo.

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