(1982)
Director: John Milius
Guión : John
Milius y Oliver Stone.
Arnold Schwarzenegger
Sandahl Bergman
James Earl Jones
Gerry López
Max Von Sydow
Un
poblado es masacrado por el malvado Thulsa Doom. Uno de los niños
supervivientes, el pequeño Conan, dedicará su vida a buscar venganza…
Allá
por mediados de los setenta, Edward R. Pressman (productor ejecutivo) estaba
sentado con Edward Summer (productor asociado) viendo una película llamada Pumping Iron, donde salía un culturista
de nombre casi imposible de pronunciar que se estaba ganando una popularidad
más que considerable, Arnold Schwarzenegger.
El primero dijo que deberían hacer algo con él como protagonista. Summer
se volvió y le dijo de manera tan natural “Conan,
claro”
Los
finales de los setenta y comienzos de los ochenta fueron unos años irrepetibles
para el género de la fantasía en general. En ellos, se asentaron las bases del
género a través de películas irrepetibles y personajes imperecederos, esos que
se quedaron grabados en nuestra memoria y tomamos como referencia para comparar
a los que surgen ahora. Ahí están La
guerra de las galaxias, Superman o En
busca del Arca perdida, clásicos donde los haya que allanaron los caminos
del cine de fantasía actual. Pues bien, el difícil género al que llaman espada
y brujería también tuvo sus raíces en aquellos años a través de la película que
hoy nos toca. Y es que Conan el bárbaro no sólo fue un éxito rotundo, sino,
además una buena película de aventuras en la que se dieron una serie de
condicionantes que definieron el género de manera tan precisa que, además, se
lo puso muy difícil a las películas que intentaron seguir su estela.
Muchos
fueron los factores que influyeron. Por Crom, que vamos a por ello…
La
película no puede empezar mejor, una simple frase de Nietzsche que va a resumir
el espíritu que impera en todo el metraje: “Lo
que no nos mata, nos hace más fuertes”
Una
vez que esto se nos deja claro, ya somos testigos de algo que va a ser (entre otras cosas), una
seña de identidad de la misma: la música de Basil Poledouris. Así, asistimos a
la forja de una espada por parte del padre del bárbaro mientras el pequeño
Conan (sí, Jorge Sanz), acompañado de su madre (Sí, Nadiuska) le observa atento
y en silencio. Esta pieza inicial destaca por dos cosas: en primer lugar, se
muestra contundente desde los primeros compases. Por otro lado, alterna con una
melodía más suave y agradable de escuchar. Y es que la partitura que Poledouris
compuso para la película es una obra absolutamente recomendable que, aparte de
que da gusto oír, tiene la capacidad de, en cada uno de los cortes, mostrar
prácticamente una melodía nueva y, lo que es mejor, tarareable. Escuchad este
tema inicial, el que corresponde a la escena de amor o, mi favorito,
“Theology/Civilization”, toda una joyita que, repito, recomiendo escuchar las
veces que haga falta, por no hablar de las piezas donde incluye coros (por
ejemplo, la inicial cuando el poblado es atacado)
Acto
seguido, acudimos a una escena padre /hijo en la que el joven Conan es aleccionado
acera de algo que es de vital importancia en la película: el acero. De hecho,
la lección es simple: no confíes un amigo ni en una mujer; confía en la espada
que puede salvarte la vida. Y esta va a ser una de las principales
características de esta cinta: el acero puede ser tu mejor aliado. La cuestión
es que sepas manejarlo. Y aquí asistimos a una cualidad que va a destacar en el
personaje de Conan desde el principio: incluso de niño, habla poco. No hay
problema; de mayor tampoco se explayará demasiado.
Este
ambiente idílico dura poco ya que, las hordas del pérfido Thulsa Doom hacen
acto de presencia. No preguntan, solo atacan y masacran. Atentos a la música
llena de coros que acompaña a la escena y que ya antes mencioné. Y es en este
comienzo cuando se nos deja clara una cosa fundamental. Y es que en esta peli
vamos a ver bárbaros, peleas, espadas y batallas, sí, pero no nos dejemos
llevar por una idea equivocada: no es una película para todos los públicos o para
uno joven: es para adultos y, como tal puede contener escenas escabrosas. Y si,
para muestra vale un botón, ahí están los momentos de pasar a cuchillo al
personal o cuando el padre de Conan es devorado por unos perros. ¿Es eso todo?
No porque, en cuestión de cinco minutos, el poblado es masacrado, el padre de
Conan devorado y… atentos al momento de la presentación de Thulsa Doom (James
Earl Jones) y cómo, tras hipnotizar a la madre del futuro bárbaro… le corta la
cabeza. Impresionante. Por cierto, en palabras de Arnold, Nadiuska, aquí,
levanta de manera muy sugerente y sutil el cuello, como invitándole a dar el
golpe final.
Destaco
también el modo de presentarnos a Conan adulto. Después de unas secuencias que
nos indican perfectamente el paso del tiempo, viendo como el pobre bárbaro va
creciendo atado a una rueda, haciéndola girar día tras día, año tras año, hasta
crecer (sobre todo en masa muscular, ¡qué duda cabe!) a lo largo y lo ancho. Y
así, Conan mira hacia delante y, de nuevo acompañado por una música que no pasa
desapercibida, vemos que ya tiene la cara de un (jovencísimo) Arnold
Schwarzenegger.
Seguimos.
A partir de ahí, la película se centra en contarnos la evolución de Conan.
Porque otro de los puntos a favor de esta cinta es que el personaje no se limita
a lucir palmito y poco más. Todo lo contrario; cual espada que se forja
lentamente al fuego, él va evolucionando con el paso del tiempo. Por eso, vemos
que se convierte en luchador sanguinario, que aprende el arte de la escritura y
la lectura (otro detalle de los buenos: Conan no es un armatoste lleno de
músculos que mata sin ton ni son; es inteligente) o de la esgrima. Y si, en el
ínterin se trabaja a una bella, tierna y delicada mujer, no hay problema. Y es
que puedes ser bárbaro y sanguinario pero, después de todo, llevas entre las piernas
algo que manejar que no tiene por qué ser la espada.
Si
hay algo que cualquier guionista trate de conseguir, aparte de una buena
historia que aporte, a su modo, algo de originalidad al tema que sea, es hacer
que un personaje se defina por lo que hace, pero también por lo que dice. Pues
bien, si hay algo que destaque el personaje de Conan en sí es lo parco que es
en diálogos. Si prestamos atención, el bárbaro habla por primera vez en la
película… ¡en el minuto veintitrés! ¡Y qué diálogo!
Personaje: Conan, ¿qué es lo mejor
de la vida?
Conan: Aplastar enemigos, verles
destrozados, y oír el lamento de sus mujeres.
Esto
cumple a la perfección dos cosas. En primer lugar, Conan se define como lo que
es, esto es, un bárbaro de los pies a la cabeza. En segundo lugar, supieron
crear un personaje que, al resultar fiero, con esa mirada y gesto tosco, siendo
parco en palabras dio como resultado el mito que hoy es. Admitámoslo, un Conan
parlanchín, tal como está tratado el personaje en esta cinta, no hubiera pegado
ni con cola.
¿Más?
Sí, claro. Todo el metraje está lleno de detalles que ahí quedan pero que, al
menos para mí, enriquecen la narración y, por tanto, la calidad e la película.
Ejemplos hay muchos: el esqueleto del rey atlante que parece postrarse ante Conan,
el toque erótico (que, de nuevo, confirma que esta no es una peli para menores)
a cargo de la bruja loba que da información a Conan a cambio de un revolcón que
acaba en susto para el bárbaro, el hecho de tumbar a la llama de un puñetazo
(¡eso es un bárbaro!) o los pequeños toques de humor bárbaro como cuando Conan
está borracho como una cuba y deja caer su rostro en la sopa (o lo que sea eso)
A esto hay que añadir otros momentos más que interesantes: Conan crucificado y
el episodio del buitre (de nuevo, demuestra a todos que es un bárbaro. Y es que,
si estás crucificado o no, si un buitre te come el hombro, no hay problema: lo
matas de un bocado en el cuello y punto. ¡Qué bueno!); el vestuario y
ambientación, propios de una época por completo irreal pero con cierta base
histórica; la escena de la serpiente, demostrando que, allí donde hay buen
hacer, no hay tomas CGI que valga… todo ello detallitos muy bien hechos que, en
mi opinión, dieron como resultado la película que tenemos entre manos.
Otro
aspecto que me gusta mucho: si prestamos atención, la trama en sí de la
película comienza en el minuto cincuenta y cuatro, que es cuando el rey Osric
contrata al trío de ladrones para que rescaten a su hija. Anterior a esto, el
espectador asiste en exclusiva a la historia de Conan y, de nuevo, su evolución
hasta convertirse en guerrero y ladrón, enlazando esto, de nuevo, con la trama
de Thalsa Doom e hilvanando todas las historias en una.
Los
personajes están muy bien definidos, tanto por personalidad como por diálogos. Sabemos
quién es quien desde el principio y cada uno de ellos tiene su responsabilidad
en la trama. Bien es cierto que cumplen el viejo pero no menos efectivo cliché
que, si se sabe llevar bien, funciona siempre, es decir, un héroe, su chica, el
compañero del mismo y un malo que debe ser aniquilado. Simple sí, pero
infalible. Y es que en la simpleza, muchas veces, está la solución. Aún así,
hay que destacar el personaje de Valeria que está muy lejos de ser la chica en
apuros que debe ser rescatada a todas horas por el héroe. De hecho, puede
llegar a ser tan letal como el mismo Conan.
Hablar
de Conan merece un espacio a parte para hablar de los actores y, dentro de
estos, por supuesto, hay uno que destaca por encima de los demás. Me refiero,
cómo no, a Arnold Schwarzenegger. El austriaco ya se había estrenado en cine en
papeles de forzudo como, por ejemplo, Hércules
en Nueva York. No obstante, fue el papel del cimerio el que le dio la
oportunidad de oro de dar el gran salto al cine y, de paso, convertirse en todo
un icono. Debo admitirlo: Schwarzenegger puede ser un actor más o menos limitado
(a mí, particularmente, me gusta) pero fue el Conan perfecto. Dio al personaje
un halo de heroísmo y barbarismo que le vinieron que ni pintado. Es cierto que,
al tener poca práctica en el mundo de la interpretación y, además, tener ese
acento tan marcado y la voz tan característica, decidieron darle poco diálogo
(de hecho, el mínimo imprescindible) pero, justo por eso, otorgaron al
personaje de una rudeza y una bestialidad que han hecho de él una leyenda
dentro del género. Y esto lo digo como opinión particular pero creo que el
amigo Arnold y Conan estarán siempre unidos, con todo el respeto que me merecen
los actores que en el futuro interpreten el personaje.
Sandahl
Bergman me ha parecido desde siempre una Valeria perfecta. Su interpretación es
heroica pero, también, supo transmitir
el lado sensible que el personaje requería. Eso, además de un físico idóneo
para una guerrera de esta magnitud. Gerry López, hay que admitirlo, se luce poco.
Bueno, como comparsa de Conan está bien. Será por aquello de que el amigo no
había actuado en su vida porque era campeón de Surf. Por su parte, James Earl
Jones ofrece un malvado perfecto: cruel, sibilino y con ciertos aires de
locura. Jones borda un personaje que, a pesar de ser el villano, es capaz de
conectar con el espectador y aportar realismo a la historia. La mirada del
actor, con esos ojos claros, acompañados de su potente voz (por si alguien no
lo sabe, es la voz de Darth Vader en inglés) fueron guindas perfectas para el
personaje.
Y,
de remate, la escena final de Conan ya rey y la voz del narrador diciendo que,
desde luego, sus aventuras no terminaban ahí. Un guiño al espectador dejando
ver que, desde luego, si la cosa salía bien, habría Conan para rato.
Pues
sí, salió más que bien. Conan el bárbaro
fue un éxito se mire por donde se mire y catapultó al más brillante de los
estrellatos al forzudo Schwarzenegger que, dicho sea de paso, supo sacarle
partido a la oportunidad que se le brindó. Como siempre suele ocurrir, el éxito
de la película dio lugar a dos cosas. Por un lado, hubo un aluvión de
subproductos que trataron de explotar el éxito de la cinta con más pena que
gloria (aquí me remito a la saga de Ator,
El señor de las bestias, Deathstalker y un largo etcétera) Por otro, como
es evidente, tuvo una secuela, Conan el
destructor que no brilló tanto como esta y, para muchos (entre los que yo
me incluyo) supuso una decepción. No obstante, como ya dije en algún momento en
este blog, la sombra de Conan fue alargada y creo que no me quedo corto al
decir que nadie, dentro del género, ha podido ni siquiera acercarse a lo que
supuso esta película.
¿Aspectos
mejorables? Sólo puedo apuntar algún que otro detallito. Por ejemplo, ¿dónde
estaba Subotai cuando Conan entra en la cabaña de la bruja? Porque, al salir,
está allí encadenado. ¿Puede ser que no le viera? Una mera teoría… Otra cosa:
¿cómo sabe Valeria del mago si Conan se fue de su lado y, cuando se ven, él ya
está crucificado? Como digo, detallitos sin más.
Como
se puede extraer de todo lo que he dicho, soy un fan absoluto de esta peli. Y
esto lo digo como tal: me parece la mejor película de espada y brujería que se
ha hecho jamás y, a raíz de la nueva aproximación que se ha hecho con Jason
Momoa (que tiene sus aciertos, claro está), lo único que a mí se me ha
demostrado es que este Conan sigue tan bárbaro como siempre y, como tal,
intocable. Si no la habéis visto, dadle una oportunidad. Yo ya he perdido la
cuenta de las veces que la he visto pero, por Crom, que seguro que quedan
muchas por delante.
Os
dejo unas cuantas curiosidades:
-Frank
Frazetta fue la inspiración para el rodaje. No me extraña.
-La
película se comenzó a preparar en 1977 pero tenía por delante un largo camino.
-Oliver
Stone es el guionista pero el primer guión era de Ed Summer y Roy Thomas. Este
último era (y es), un afamado guionista de cómics que se hizo famoso con el
personaje en Marvel Cómics. El guión de Stone estaba lleno de violencia, pero
también de cerdos mutantes y clonaciones varias.
-Alan
Parker o Ridley Scott sonaron para dirigirla. Ambos, entre otros, rechazaron le
proyecto.
-Le
vendieron el guión a De Laurentiis porque no lo quería nadie. El italiano se
dispuso a cambiarlo para suavizarlo pero puso como condición contratar a John
Milius.
-En
la espada inicial, hay una inscripción que dice. “Libre de culpa quien la empuñe en nombre de Crom”
-Primer
encuentro de Arnold con De Laurentiis: “¿Ese
tipo tan pequeño necesita una mesa tan grande?”, soltó el austriaco.
Aquello no hizo mucha gracia al italiano pero, al final, Arnold le cayó bien.
-
Milius fue tajante ante las dudas de De Laurentiis: “Si no
tenemos a Arnold, habrá que construirlo”
-Sandahl
Bergman encandiló a Milius cuando al vio bailar en “All that jazz”
-Gerry
López no había actuado en su vida. De hecho, era amigo surfero de Milius. Fue
enviado a la escuela de actores de Mako, el narrador.
-James
Eral Jones es la voz de Darth Vader en toda la saga de La guerra de las galaxias. Ya lo he dicho pero esto es pasión de
fan.
-
Sí, Nadiuska y Jorge Sanz aparcen en la cinta como la madre de Conan y este de
pequeño respectivamente. No sueltan ni una palabra, pero tampoco es que haga
falta.
-Con
respecto a Sanz, he leído por ahí que no se llevó una buena opinión de
Schwarzenegger porque el actor se partió de la risa cuando su madre tuvo un
accidente con un caballo que la tiró al suelo. Milius, en los comentarios,
recuerda a Sanz como un niño muy valiente.
-Sterling
Hayden (Johnny Guitar) iba a ser Osric pero, al caer enfermo, el papel fue para
Max Von Sydow. Por cierto, el actor aceptó porque su hijo mayor, de niño,
adoraba los cómics de Conan.
-Steve
Ole Thorsen (el energúmeno que reparte leña con ese mazo enorme) era amigo de
Arnold y siempre estaba con chistes. Ben Davidson (el no menos imponente amante
de la serpiente gigantesca) era jugador de los Oakland Raiders.
-Mako,
el narrador, también sale en la secuela, pero con otro papel mucho menos
interesante.
-Milius
tiene un cameo como comerciante en una escena eliminada en la que hace pinchos
con lagartijas. Ron Cobb también, vendiendo Loto negro. La escena de este
último sí sale en la cinta.
-Los
actores se sometieron a un entrenamiento bárbaro: hípica, pesas, esgrima.
-En
la escena en la que entran en la torre, el que cae es Terry Leonard,
coordinador de los efectos especiales. Cayó sobre cajas de cartón.
-Primero
pensaron en Yugoslavia para rodar pero al situación política allí era tirante y
fueron a España.
-La
rueda del comienzo estaba tan bien hecha que se movía sin esfuerzo. Miembros
del equipo tiraban en sentido contrario a Arnold para que le costase un poco.
-En
esta escena Arnold tenía poca ropa y, encima, encendieron ventiladores
gigantescos. El actor pidió un té calentito con schnapps para entrar en calor.
-Cuando
es perseguido por los lobos (primer día de rodaje), Arnold se hirió al escalar
la roca mientras el animal trataba de morderle de verdad. Eso le costó puntos
de sutura antes del mediodía. El director siguió rodando ya que la sangre de
verdad quedaba genial y “el dolor es
pasajero y la película eterna”
-Bergman
se cortó un índice en una escena de lucha.
-Las
flechas que atraviesan a la serpiente las lanzó Milius.
-El
buitre de la crucifixión era un animal disecado. Arnold tuvo que enjuagarse la
boca con alcohol porque podría contraer alguna enfermedad.
-La
pintura del camuflaje de la escena final llevaba una base de jabón y picaba
mucho.
-Cuando
un jinete cae con su caballo ante unas estacas, creyeron que ambos era de
verdad. En realidad, eran de caucho.
-
En principio, se pensó en una trilogía, cada una de las películas teniendo como
base un tema determinado: fuerza, responsabilidad,
lealtad. Por desgracia, el estropicio que supuso la segunda dio al traste con
la tercera.
-Para
la música sonó Ennio Morricone.
-En
la película no hay mucho diálogo porque Milius quería aportar un toque
operístico, dando protagonismo a la música.
-En
los pases de prueba, muchos de los integrantes del público eran moteros de pelo
largo y cazadoras de cuero a los cuales, por supuesto, encantó la peli.
-
La crítica de la revista Time fue escueta pero rotunda: Star Wars hecha por un
psicópata.
-En
los pases de prueba, cuando sale Arnold por primera vez, la gente se volvía
loca. Por eso supieron que la peli iba a ser un gran éxito.
-Milius
pensó que el narrador fuera Arnold. El estudio se negó por el acento.
-Que Schwarzenegger no quedó muy cómodo con Conan, el destructor está fuera de toda
duda: en los comentarios le dice a Milius: todavía estoy esperando a que
escribas la segunda. Ahí queda…
-Arnold
considera que Sanz era clavadito a él de pequeño. También pensaba que, por sus
labios, llevada pintalabios. Milius: “…Era
un niño valiente…” A cerca de Nadiuska: “Bellísima, pero he olvidado su
nombre. Era muy buena”
-La
escena de la bruja es en Cuenca.
-Cuando
Conan muerde al buitre, según el director, la cosa queda clara: “Esta es la esencia de Conan”
-Una
parte de los efectos (hablando de los demonios), los hizo ILM.
-Hay
una historia curiosa acerca del merchandising que se planeó para Conan el
bárbaro. Resulta que Hasbro, la famosa empresa de juguetes, tenía preparado
lanzar una colección de muñecos intentando repetir el éxito que trajo La guerra de las galaxias pero, cuando
vieron lo violenta que resultó la peli, cambiaron ciertos detalles: en
concreto, al muñeco de Conan le cambiaron el color de pelo y se lo pusieron
amarillo. Luego le cambiaron el nombre por He-Man…
-Hay,
en la versión DVD, una escena añadida de Conan bastante charlatán diciendo que lleva veinte años sin dejar de
luchar mientras recuerda a su padre. La escena, para mí, sobra en esta “versión
especial” porque parece que no pega con el personaje. Con todo, sobre gustos,
los colores…
Saludos
bárbaros… y vigilad el cielo.
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