(2012)
Director: Christopher Nolan
Guión :
Jonathan Nolan, Christopher Nolan, David S. Goyer
Christian Bale
Gary Oldman
Tom Hardy
Joseph Gordon-Levitt
Anne Hathaway
Morgan Freeman
Marion Cotillard
Hace
ocho años que Batman desapareció. Bane, un seguidor de la Liga de las Sombras,
llega a Gotham para destruirla…
Peliculón.
Esa
es la impresión que he podido sacar después de las más de dos horas y media de
proyección de esta tercera parte de Batman. Así de claro. Han dado en el clavo
desde el principio hasta el final, reuniendo una serie de elementos, personajes
y situaciones que hacen que te pegues a la butaca y, simplemente, te dejes
llevar. Todo un espectáculo de los buenos, de esos que aparecen por las pantallas
cada equis tiempo y que hay que disfrutar. Pero, como siempre digo, no hay que acelerarse
aunque la ocasión lo requiera, así que, vayamos por partes.
¿Aspectos
a favor de esta cinta? Muchos. A patadas, de hecho. Para empezar, a lo largo de
todo el metraje, se respira, se masca, si me apuráis, el sentimiento que ya
Nolan y su equipo nos puso en bandeja en las otras dos películas acerca del
personaje: REALISMO. Esto se aplica a los personajes, sus motivaciones, tramas
y subtramas y, por supuesto, a las situaciones que vemos. Por supuesto, lo mismo que ocurría en las dos
primeras entregas, vamos a ver explosiones, altercados, peleas, una ciudad en
estado de ley marcial y muchas cosas más, sí, pero, todo ello desde un punto de
vista real y lógico como creo que nunca se ha visto en una película de estas
características. Y, encima, bien hecho.
La
trama me parece muy buena. Nadie intenta conquistar el mundo, ni siquiera una
ciudad. Todo lo contrario, ya que los propósitos de Bane, muy bien enlazados
con el tema de La Liga de las Sombras de la primera película, apuntan justo a
lo opuesto: Gotham no puede seguir en el mundo y hay que quitarla de en medio
como sea. Y es que uno de los puntos fuertes del argumento es que, en lugar de
darnos otra aventura independiente del personaje, lo que se hace en esta
entrega es conectar con la primera entrega para así atar cabos, solucionar
algunas dudas y, de paso, dar toda una lección de lo que una saga debe ser y
tener: un planteamiento, un nudo y un desenlace. ¡Y qué desenlace! La idea de
utilizar de nuevo la influencia alguien tan importante como R’as Al Ghul me ha
parecido estupenda y, además, da mucha profundidad un personaje que, incluso en
el ámbito de los cómics, está lejos de ser el simple villano que quiere
conquistar la ciudad o acabar con el héroe.
Pero,
si de tramas hablamos, podemos decir sin lugar a dudas que esta es una película
de subtramas que, como se supone que deber ser siempre, se orientan a la
principal y la refuerzan. Así, por un lado, tenemos al personaje de Bane y lo
que ello conlleva: es un líder loco, temido y sin escrúpulos. Por otro, está la
cuestión del estado en el que se encuentra Bruce Wayne (prácticamente una
sombra de lo que fue, un fósil en su enorme mansión) y empresas Wayne, que no pasan por su mejor momento. Aquí conocemos
los entresijos de algunos directivos y directivas de la empresa y cómo andan
relacionados con el protagonista. Luego tenemos el tema de Gordon, carcomido
por los remordimientos con respecto al asunto de Harvey Dent/Dos Caras (de
nuevo, se enlaza con la segunda peli) y cómo afecta eso a la ciudad, que toma a
Harvey por un héroe/mártir. Y cómo no, está el hecho de que Batman hace la
friolera de ocho años que ha desaparecido, ya que se le acusa del asesinato de
Dent. Como puede verse, un montón de tramas entrelazadas entre sí que, quizás, de
haber caído en manos de otro, podrían haber dado al traste con una idea más que
buena. Por suerte, Nolan y equipo se mueven como pez en el agua con todo esto y
nos han regalado un producto perfectamente hilvanado, muy entretenido y lleno
de momentos que estoy seguro que quedarán para el recuerdo. Por ello mismo,
matrícula para el guión y el modo de llevarse a cabo.
Otra
cosa que siempre me llamado la atención de las películas del amigo Christopher
para con el personaje es que sí, sale Batman y este se supone que es un
superhéroe. Ok, negarlo sería una tontería propia de alguien que no piensa. No
obstante, el modo de representarse en pantalla siempre me ha parecido que está
a años luz de lo que se supone que es una película de superhéroes. ¿Y que es
una cinta de esa clase? Pues una historia colorista, llena de aventuras, con un
personaje con el que te puedes identificar que afronta peligros, los salva y
gana al final. Pues bien, Batman begins y El caballero Oscuro nunca me parecieron en esta misma línea. Y esta
tercera película no ha sido una excepción. Todo lo contrario, ha ido más allá y
ha roto todas las barreras. Por eso, y esto lo digo como nota puramente personal,
yo no identificaría a esta peli como una de superhéroes al estilo Los Vengadores, Iron man o Superman (la de 1978, claro). Me ha
parecido una especie de mezcla rara y explosiva de thriller, aventuras y acción
más que otra cosa. Y bienvenido sea el cóctel, la verdad. De hecho, no sé si me
ha dado esa impresión o estaba demasiado alucinado en el cine, pero creo que
esta es, de las tres, la cinta en la que sale menos Batman (y no lo digo en absoluto
como fallo, que conste) ¿Molesta eso? En absoluto, ya que el interés del
espectador anda sumido en la trama (¡y subtramas!) de tal modo que se olvida de
desear ver a alguien disfrazado pegar
puñetazos, patadas o hacer cabriolas.
Los
personajes me parecen muy bien definidos. Para empezar, Bruce Wayne (que no
Batman) se nos presenta de forma real, alejado del héroe/prota que lo puede
todo. De hecho, aquí no es que las cosas le salgan precisamente bien: está
mucho más amargado, físicamente hecho polvo (al menos, al principio. Y aquí,
las referencias al cómic Batman, el
regreso del señor de la noche, de Frank Miller me han parecido muy claras),
todos creen que ha muerto y hasta le roban es sus narices para luego
destrozarle a nivel empresarial. Y, cosa curiosa, parece que todo le da igual.
Alfred, aunque no salga mucho, aporta mucha seriedad a todo el entramado Wayne
y es, hasta la fecha, la mejor utilización el personaje (con el permiso de Michael Cough y Alan Napier
pero, las cosas, claras) Lo mismo sucede con Gordon, que aquí se luce bastante
e incluso aporta cierto toque dramático. ¿Es todo? No. Por suerte, conocemos a tres
incorporaciones más: Bane, salvaje, bestia y extrañamente parlanchín (claro
que, después de los diálogos Shakesperianos que le dieron al personaje en Batman y Robin, un eructo sería de Oscar) pero, otra vez, tiene un bagaje
y una historia, algo que le defina y haga al espectador comprender sus
motivaciones. Catwoman/Selina Kyle era un personaje que de veras, estaba
deseando ver en la pantalla. Su representación aquí sigue la estela de toda la
saga y, al fin, la vemos como lo que es: una ladrona. Su representación huele a
la de los años sesenta de lejos (¡Genial!) y, la verdad, me ha parecido muy
correcta (lo digo: el trajecito de Pfeiffer nunca me hizo gracia) Y, menos mal,
aquí hace lo que se supone que tiene que hacer: robar. Lo de lamerse y lavarse
en plan gata o meterse pájaros en la boca es algo que dejo para el señor Burton
(no nombro la interpretación de Pitof con Hale Berry porque, simplemente, esa
no me parece Catwoman) Blake me ha parecido una adquisición muy interesante y,
al igual que Miranda, lleva incluida sorpresita final (que no diré para que la
veáis) y aportan tanto protagonismo como el que más.
Los
actores cumplen pero que muy bien. Christian Bale ha demostrado ser el mejor
Batman hasta la fecha. Resulta dramático, heroico y creíble. Anna Hathaway como
Catwoman me parece bien y se la ve a gusto con el papel (¿El bailecito con
Bruce Wayne es un homenaje al que tienen en Batman vuelve?). Tom Hardy haciendo de Bane sí me ha gustado, más
que nada porque yo esperaba algo frío, impersonal y ha resultado no ser así
(¡bien por eso!) Marion Cotillard como Miranda sigue la senda de sus
compañeros. Por otro lado, secundarios como
Morgan Freeman, Michael Caine o
Gary Oldman (lo de secundario con este es algo más que relativo) aportan
sobriedad, seriedad y un buen refuerzo a los demás. Jason Gordon-Levitt asume
con mucha solvencia mucho del protagonismo de la historia, algo notable en un
personaje que, se supone, ayuda a los principales (y atentos a la escena final
de este en las catacumbas de la Batcueva. ¿De nuevo alusión al final de Batman, el regreso del señor de la noche?
Por cierto, a modo de nota imprevista: las referencias a este cómic están más
que repartidas. Si lo habéis leído (cosa que os recomiendo, sin duda) veréis
que la escena de reaparición de Batman durante la persecución y el poli
veterano aleccionando al novato, entenderéis lo que digo.
Los
efectos están muy bien llevados y, al igual que en las otras dos entregas,
resultan bastante comedidos. Es decir, no apabullan al espectador y sirven,
sobre todo, para ayudar a contar una historia que, a fin de cuentas, es muy
humana. Al fin vemos la versión de Nolan del aparato volador de Batman (depende
de lo que se lea o se vea, llamado usualmente Batwing) Como todo en la saga, a
pesar de su espectacularidad, lo han sabido mostrar de manera ciertamente
realista con ese toque que tiene de vuelo de helicóptero que le han dado. Aquí
no hay batmovil, pero sí esa moto tan chula que vimos en la segunda entrega y
que, en esta ocasión, maneja sobre todo Catwoman (atentos a lo que hacen las
ruedas) Pero, si de efectos hablamos, ojo al momento en que Bane hace estallar
las bombas subterráneas y toda Gotham parece desmoronarse. Los momentos del
partido de fútbol me parecen, simple y llanamente, impresionantes.
¿Aspectos
mejorables? La verdad, yo sólo diría dos. Uno, que Catwoman me ha sabido a
poquito, después de tanta publicidad y tanto bombo. ¿El otro? Que la peli,
claro está, se acaba.
Eso
es todo. Como dije antes, peliculón. Vedla, que merece la pena cada uno de sus
segundos de metraje. Un broche final perfecto a la lección magistral que Nolan
y su equipo comenzó a darnos con Batman
Begins y que ha experimentado un crescendo que, al menos para mí, roza lo
sublime; un caso raro dentro de las adaptaciones de superhéroes basado en el respeto,
la seriedad, el realismo y la acción, con sus dosis perfectamente calculadas de
heroísmo y humanidad y todo bien mezclado con unos actores que, de veras, están
metidos en sus papeles hasta las cejas. ¿Se puede pedir algo más?
Sí,
que salga pronto en Blu-ray.
¡Vigilad
el cielo y que viva Batman!
Lo intenté dos veces con 'El Caballero Oscuro' y me dormí. Debía de estar cansado. Un aviso: no soy un loco de los comics ni de sus adaptaciones cinematográficas. Pero lo reconozco, con 'La Leyenda Renace' me lo he pasado fenomenal a pesar, o gracias a, de su larga duración. Espectacular, entretenida, con diálogos chispeantes dignos del mejor cine negro y un Batman más admirable por cuanto más vulnerable parece. Christopher Nolan ha hecho una adaptación memorable. Un saludo!!!
ResponderEliminarComplenatamente de acuerdo contigo. Un broche final perfecto y digno del personaje.
ResponderEliminar¡Gracias por pasarte y un saludo!
No soy muy de batman, pero ésta me gustó por su oscuridad y profundidad...
ResponderEliminartraffic-club