(2012)
Director:
Barry Sonnenfeld
Guión : Etan Cohen
Will Smith
Tommy Lee Jones
James Brolin
Michael Chernus
Michael Stuhlbarg
Jemaine Clement
Emma Thompson
Un
extraterrestre muy peligroso, Boris, el animal, escapa de su prisión en la
Luna. Su objetivo es viajar al pasado y acabar con el Hombre de negro que le
encerró: el agente K…
¡Y
al fin, después de mucho esperar, nos llega la tercera entrega de los hombres
de negro más famosos del cine!
Si
hay algo que llame la atención de las películas de los Men in Black, aparte de todo tipo de alienígenas raros o
situaciones más raras y apuradas aún, es lo espaciadas que están a lo largo del
tiempo. Men in Black es de 1997 y
todo un bombazo. Después de muchos, pero que muchos problemas de todo tipo (compromisos
de Will Smith, presión de los estudios, Michael Jackson exigiendo su rostro en
el cartel de la peli, al pobre director, Barry Sonnenfeld, casi le da un
infarto…) nos llegó en 2002, Men in
Black 2 que, para este que escribe, supuso un poco de decepción porque me
dio que la historia la pensaron rápido y la terminaron peor. Después de que
muchos no vieran con buenos ojos esta segunda entrega (los mismos responsables
del estudio consideraron en su momento que la película sería un fracaso… cuando
aún estaban en pre-producción, todo un gesto de ánimo para el pobre director),
la posibilidad de una tercera entrega quedó en el aire. Pues bien, han tenido
que pasar diez años para que, al fin, se decidieran a tirarse al pozo y
arriesgarse con esta tercera parte. Vamos a por ello…
Vaya
esto por delante: la película me ha gustado mucho. ¿La razón? Ha recuperado el
espíritu de los personajes en la primera entrega, esa extraña pero perfecta
mezcla de ciencia-ficción, aventuras y humor que ha caracterizado a estos individuos
desde siempre. Y por encima de todo, estamos ante una película de aventuras.
Pero vayamos poco a poco…
A
favor debo destacar varias cosas. En primer lugar, la película empieza
literalmente desde la primera escena. Esto no es en absoluto un modo de hablar.
Ya desde el comienzo, conocemos al sanguinario, brutal y despiadado Boris
utilizando como recurso el hecho de que recibe una tarta de la mano de una
chica muy mona. De nuevo, el recurso de estas películas: mostrar una escena
seria pero añadir un toque que no lo es tant que hace que ese equilibrio entre
lo serio y lo cómico esté tan bien conseguido. En cuanto se escapa de la
prisión en la que está encarcelado, sabemos que algo tiene que ver con el
agente K. Más que nada, porque jura matarle. Ah, y si, encima, la susodicha
prisión está nada menos que en la Luna, pues mejor que mejor.
Boris, el animal. Como debe ser |
Seguimos.
Pasamos a la Tierra. Los hombres de negro están de luto: el agente Z ha pasado
a mejor vida y la agente O (Emma Thompson) le sustituye. Y aquí somos testigos
de nuevo de ese humor tan característico: entre el apasionado discurso que
suelta K (Lee Jones) y el no menos alucinante con el que nos deleita O, más de
una carcajada está asegurada en el cine.
Pero,
como ya dije, una de las cosas que más me ha gustado de la cinta es la
inmediatez. Y es que sabemos que algo pasa, y es algo gordo, desde el comienzo.
K está más sieso que nunca y J no sabe muy bien qué demonios le sucede. Es
entonces cuando conocemos el meollo de la trama que, a mí, me ha parecido
bastante original y bien llevado: Boris quiere viajar al pasado para cargarse a
K y, de este modo, poder invadir la Tierra a gusto en el futuro. Lo curioso es
que lo consigue. Por eso el agente J debe viajar en el tiempo a impedirlo.
Esto
va a generar dos cosas: por un lado, una subtrama que consiste en las aventuras
de J allá por mil novecientos sesenta y nueve y los momentos curiosos que este
viaje, por fuerza, genera. Por otro, la continuación de la trama principal en
el pasado. Por eso, conocemos a un agente K (Brolin) que puede darnos más de
una sorpresa porque, a parte de lucir la responsabilidad que le caracteriza por
los cuatro costados, podemos ver que el amigo era charlatán, amigable,
simpático y hasta ciertamente ligón.
Como
puede verse, la historia, aunque se pueda englobar dentro de las pelis de
viajes en el tiempo, me ha gustado mucho; me ha parecido bastante original y,
sobre todo, encaja a la perfección con unos personajes que, bien llevados,
pueden afrontar cualquier tipo de argumento. A fin de cuentas, en las dos
anteriores se han enfrentado a prácticamente todo: aliens que recuerdan a
cucarachas, gusanos gigantes, extraterrestres con cuerpo de modelo y una mala
baba espacial considerable… ¿Qué les faltaba a los hombres de negro? Un viaje
en el tiempo, claro. Pues aquí lo llevan a cabo. Y a bombo y platillo, además.
Hablar
de los Men in Black siginifica hacer una referencia obligada al impacto visual
de muchas escenas. Por eso, los efectos están muy bien, como no podría
esperarse de otra forma. No hay que olvidar que la Industrial Light and Magic
anda detrás de ellos y eso debe notarse por fuerza. Más aún cuando Ken Ralston (participante
en El retorno del Jedi, entre otras muchas), anda en la tarea de supervisarlos.
El tema de la espectacularidad digital (que existe, qué duda cabe) aquí me ha
parecido bastante más medida que en las entregas anteriores. Esto no lo digo
como falta, todo lo contrario. En las dos primeras películas siempre me dio la
sensación de que, aparte de estar muy bien hechos los efectos (me encanta ese momento
de la primera en la que el tipo se estira la piel tras salir del agujero)
también tenían la función e lucirse un poco, algo así como estar ahí porque sí.
Pues bien, en esta tercera película, efectos hay y aliens también (mirad el
pobre de la bolera), pero el desfile de los mismos me ha parecido más ajustado
con respecto a las anteriores. Me da que se han centrado mucho más en la
historia que en lucirse a fuerza de tomas CGI, utilizando estas para ayudar a
contar la historia, como debe ser. Y, para mí, eso es algo que dice mucho a favor de esta peli. Y,
si de efectos hablamos, que quede claro: el momento del salto temporal está muy
bien hecho. Sin armatostes ni máquinas del tiempo espectaculares: un solo
movimiento de pulgar es más que suficiente. Lo malo es que debes hacerlo cuando
caes a toda velocidad de un edificio… Otra cosa: me ha gustado bastante que hayan pasado de
poner a esos gusanos que tanto juego dieron en la segunda parte. A mí siempre
me pareció que se pasaron un poco con el “momento bicho” y que sus diálogos y acciones
infantilizaron un poco la peli. Aquí, se les ve de refilón y adiós muy buenas.
Menos mal.
¿Más
puntos a favor? Claro. Para empezar, como dije antes, me ha parecido un acierto
situar gran parte de la trama en 1969. Por eso, me ha encantado la escena con
Andy Warhol (que no pienso comentar para que vayáis a verla), el toquecito
sentimental que hay al final con Will Smith o las secuencias que, una vez en el
pasado, hacen que K y J se conozcan más en profundidad (curioso, mucho más que en
el tiempo presente)
Y
esto me lleva a otra cuestión. Como ya dije antes, el humor es en los MIB algo
habitual, un modo de aliviar tensiones en historias que podrían ponerse muy
serias y que, en conjunto, ha hecho que estas películas triunfen aún más. Hay
que admitirlo: si las hubieran hecho serias de cabo a rabo, hubieran perdido
algo de gracia. Pues bien, en esta entrega sigue habiendo humor, eso sin duda
pero, y admito que esta es una opinión totalmente personal, me ha parecido que
dicho humor se ha representado de manera más sutil, más refrenada, Sí, claro,
hay secuencias graciosas como el discurso anteriormente nombrado de O, las
caras de Lee Jones o las ocurrencias de Smith, vale, pero, repito, me ha dado
la impresión de que todo ha estado mucho más medido, como si se hubieran
centrado mucho más en la historia antes que en andarse por las ramas. Y eso me
lleva a otra consideración: esta película, al menos para mí, es la que tiene un carácter de
aventuras más marcado de las tres.
¿Más?
Sí. No hay que olvidar lo bien representada que ha estado la América de 1969
con respecto a todo tipo de detalles: ambientes, ropas, coches… Por no hablar
de la recreación perfecta del Apolo en sus momentos previos de salir disparado
hacia la Luna. Y si para muestra vale un botón, ved la escena que transcurre en
el cohete mientras tratan de colocar el aparatito que servirá de escudo a la
Tierra.
Y pasamos al malo, malísimo, interpretado esta vez por Jemaine Clement y que nos da un Boris bestia y sanguinario a partes iguales que está haciendo de las suyas desde el comienzo de la peli y que, además, cuenta con la ayuda de su yo joven. ¿Qué malo te ha gustado más de las entregas de los Hombres de Negro? El de la primera peli era el bicho asqueroso y gigante, el de la segunda, la extraterrestre con cuerpo de modelo y dedos de serpiente. En este caso, el modelo de villanos e aproxima más al bestia que no piensa pero sí dispara. Cuestión de gustos…
Mención
aparte hay que hacer a los personajes secundarios. Para empezar, Emma Thompson
como agente O y sustituta de Z, que aporta seriedad al personaje a la vez que
su puntito cómico como puede verse en la escena del funeral de Z. Curioso como
esta mujer, además de vestirse de niñeras mágicas y feas como un demonio,
participa de manera secundaria o muy secundaria en cintas que suelen ser bombazos
(ahí están algunas entregas de Harry
Potter o Soy Leyenda) Michael
Chernus es Jeffrey Price, el responsable de los viajes en el tiempo y friki
total que, cuando habla, recuerda al Ned Flanders de Los Simpsons (terminando
en “cillo” muchas de sus palabras) En resumen, un tío raro. Y si de elementos
raros hablamos, mención aparte tiene Michael Stuhlbarg como Griffin, un
personaje extraño donde los haya que sabe qué va a pasar en el futuro (o
futuros) inmediatos y que, nada más verle, uno sabe que esconde algo, sobre
todo, debajo de ese gorro hortera que le han puesto.
En
resumidas cuentas, un película que me ha gustado mucho y que, sin duda,
recomiendo que veáis. Tengo que admitir que, tras la segunda, me costaba creer
que hubiera una tercera entrega y que, además, resultara interesante. Con todo,
se ve que Sonnenfeld y su equipo se han
puesto las pilas y han sabido aprender de los errores porque, sin duda, han
sabido elaborar un nuevo episodio muy digno y, sobre todo, divertido. La
película sabe entretener desde que empieza hasta que acaba; contiene momentos de
guasa, trepidantes e, incluso, se toman la libertad de añadir el puntito justo
de toque emocional sin llegar a resultar ñoño. ¿Qué más se le puede pedir a una
cinta que trata de una sociedad secreta que tiene como objetivo proteger la
Tierra de amenazas alienígenas? Pues eso…
¿Habrá
Men in Black 4? Yo espero que sí. Pero, por favor, que no se tomen tantos años
para hacerla.
Vedla,
disfrutad y, a propósito de esta cinta… ¡vigilad el cielo!Un Hombre de Negro |
la mejor peli que e vistoo
ResponderEliminarLo mismo opino. Se nota que, esta vez, se lo han currado mucho más y mejor.
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