El señor de los anillos
(The lord of the Rings)
(1978)
Director: Ralph Bakshi.
Guión : Chris Conkling, Peter S. Beagle.
Christopher Guard.
William Square.
Michael Scholes.
John Hurt.
Michael Graham Cox.
Anthony Daniels.
Norman Bird.
David Buck.
Vigilad el cielo.
Norman Bird.
David Buck.
El anillo Único forjado por Sauron ha sido en contrado en La Comarca. Frodo, el Hobbit, es su dueño. Asesorado por Gandalf el mago, deberá destruirlo. Pero, para ello, no estará solo...
De
manera contraria a lo que muchos piensan, las adaptaciones recientes de El señor de los Anillos llevadas a cabo
por Peter Jackson y su equipo no han sido las únicas que se han filmado. De
hecho, debemos ir muchos años atrás (nada menos que a 1978) para encontrarnos
con la primera adaptación seria de la obra, sólo que fue en forma de película
de animación destinada a un público más adulto que infantil. Y es que intentos
hubo muchos (como luego señalaré) pero con esta película fue la primera vez que
vimos la trilogía de Tolkien en pantalla.
Bakshi, el padre de la criatura. |
El
responsable de llevarla a cabo fue Ralph Bakshi, que ya tuvo bastante éxito con
la adaptación del gato Fritz al cine. La cuestión era ver si, utilizando la
animación convencional de toda la vida, amén de todo tipo de efectos y recursos
a cual más variado, se podría hacer una adaptación de la obra de Tolkien que, a
su vez, hiciera justicia al original de manera seria y contundente. Esa, al
menos, era la mentalidad del director que, además, era un fiel fan de la obra y
consideraba a Tolkien como un maestro.
La
película fue una obra mastodóntica de la animación pero que, con todo, acabó inconclusa ya que finaliza con la
batalla del Abismo de Helm. Es una cinta curiosa porque es venerada por muchos
pero, también, otros la consideran algo decepcionante. Vamos por partes.
La
cinta tiene muchos aspectos a favor, de eso no hay duda. Para empezar, el
sentimiento de fidelidad que reina a lo largo de todo el metraje. Que Bakshi y
su equipo quisieron seguir el espíritu de Tolkien de manera seria y concisa es
más que evidente.
Nada
más empezar, somos testigos de una introducción cuanto menos curiosa. Se nos
cuenta, tras una especie de lienzo y distintos filtros de colores, la historia
del anillo único y los personajes implicados en ella. Vale, pero más curioso es que emplean siluetas
de humanos para hacerlo. Aquí, el que no haya visto la peli, frena en seco. ¿Pero
no es de dibujos animados? Sí, pero eso no quita que se utilicen otras técnicas
para hacer la narración más efectiva y, por lo que veremos más tarde, lo de
utilizar humanos mezclados con la animación (bien sea en forma de siluetas o
coloreando el celuloide para tratar de darles aspecto de dibujo animado) es
algo que tuvo que gustar a Bakshi y compañía porque es una de las
características más notables de la cinta.
El
gran punto a favor, para mí, es la animación. Y es que los responsables
estudiaron muy atentos el modo de moverse de personas y animales para dar el
mayor realismo posible a los personajes de la película. Ved con detenimiento el
modo de andar de Bilbo (claramente copiado del de un enano, por movimientos y
gestos. Algo, quizás, demasiado evidente) o la forma de luchar o correr de
Aragorn o Boromir (sobre todo, en la
muerte de este) Para secundarla, unos fondos que, al menos en parte, resultan muy
acertados porque, no lo olvidemos, esta es una película de las de antes, cuando
las cosas se pintaban a mano y eso se nota. Para mí, los decorados más vistosos son lo
que podemos ver al principio, durante las escenas de La Comarca.
Si
hay algo (entre muchas cosas) que destaque de esta cinta, es el empeño que
Bakshi por intentar sorprender al espectador y tratar de contar una historia
tan espectacular como esta del modo más llamativo posible. Así, no sólo la
animación está muchas veces calcada de la realidad, sino que, además, se
utilizaron todo tipo de filtros de colores (como los que vemos en la batalla de
Helm), fondos reales o efectos de sonido y visuales que enfatizasen la
narración (ved el ataque de los orcos a Frodo antes de ser salvado por Gandalf
y llevado con los elfos o el enfrentamiento Gandalf/Saruman del comienzo, con
esas luces de colores rondando por la pantalla) A veces, incluso, se utiliza el
viejo recurso de la cámara lenta para hacer que ciertas escenas sean más
dramáticas. El ataque en Moria o la muerte (muy bien hecha para mí) de Boromir
lo demuestran.
Y
pasamos al diseño de los personajes. Aquí nos daremos cuenta de que, si bien la
película trata de utilizar figuras realistas, con sus gestos, expresiones,
ademanes y derivados, hay dos tipos personajes: los claramente realistas, como
Aragorn, Boromir o Elrond y los que, manteniendo rasgos más o menos serios,
tiran un poco más a lo caricaturesco, como Sam, Bilbo o, en ciertos momentos,
el propio Gandalf (con esa nariz enorme y picuda que le han dibujado)
¿Todo
lo dicho hasta ahora hace de esta película una obra maestra? No, eso está
claro. Y de hecho, son muchos de sus supuestos efectos revolucionarios los que hacen
que sea muy criticada incluso por los fans de los libros.
La
cinta, para mí, sobre todo al principio, siempre me ha parecido un poco más
infantil de lo que resulta al final (claro está, por la naturaleza de la
narración en sí) Fijaos como Gandalf, cuando está contando la dichosa historia
del anillo a Frodo, da unas cuantas vueltecitas sobre sí mismo, como si
bailase. Menos mal que esto sólo lo hace en esta ocasión…
Si
bien la película tiene como base sólida las obras de Tolkien, sí es cierto que
el modo de otorgar importancia a determinados personajes a lo largo del metraje
no es la misma para todos. Por supuesto Frodo, Aragorn o Gandalf tienen el protagonismo que merecen pero
también es cierto que se pasa de otros de manera obvia. Ahí están los ejemplos
de Pippin y Merry, que son meros comparsas y no se lucen nada. Eowin ni
siquiera habla y Eomer se dedica a partir cabezas de orco en forma de humano
pintado para darle apariencia realista. Gimli, por su parte, sale lo mínimo
imprescindible. Otros, en cambio, como Ella Laraña, se nombran pero no sale.
Una pena, ya que sí me hubiera gustado ver el modo de representarla.
Boromir |
Y
del tratamiento de los personajes pasamos al aspecto de los mismos. En general a mí me ha gustado cómo
los representan, si bien debió admitir que no todos me han gustado. ¿El que
menos? Boromir. Aquí se le representa como una especie de vikingo salvaje que
no atiende a razones y que primero actúa y luego piensa. Pero peor es su
apariencia: vestido con pieles, barba muy poblada y un casco horrible tipo
vikingo con dos cuernos bien grandes incluidos. Otro a tener en cuenta es
Elrond, que se supone que es elfo pero aquí, aparte de estar todo el rato
sentado, luce un peinado muy curioso que le da cierto aire romano. También me llama la atención es Gollum que,
al menos para este que escribe, sí refleja bien la criatura del libro pero le
han puesto una mandíbula que recuerda a un mono. Que Aragorn, con esa nariz
rota y el peinado aplastado y hacia un lado me resulte algo feo y Theoden tenga
un aire a rey mago que tumba son opiniones personales mías… Pero, si un
personaje destaca por su aspecto, más que ninguno quizás, es el Balrog. Hay
muchos que opinan que aquí sí que metieron la pata hasta el fondo y, lo admito,
les doy la razón. En el libro, el personaje es descrito de manera
espectacular, una especie de demonio. Aquí se ve que el presupuesto no daba
para mucho más y se optó por coger a un tío, disfrazarle con cabeza de león,
botas de piel a lo vikingo muy gruesas y, detalle más cutre aún, unas alas
hechas de manera de lo más artesanal. Luego un látigo y una espada de fuego y
listos...
La versión en feo de Viggo Mortenssen.
El Balrog. Para bien o para mal.
El efecto se nota pero ahí queda... |
Y
de aquí pasamos a, como dije antes, uno de los aspectos más llamativos de la
película, ese que todo el que la ve lo recuerda, algunos como algo curioso y
otros como un detalle no muy acertado: la inclusión de actores reales mezclados
en la animación para conseguir el tan nombrado efecto realista. Veamos, yo creo
que está más que claro que la intención fue buena; querían resultar realistas
al cien por cien pero, para mí, rompe la magia de las imágenes animadas
fotograma a fotograma que se supone tiene el cine de animación (más, aún, en
aquellos días) hasta tal punto que, sobre todo al final, durante el asalto a
Helm, pueden saturar. Su efecto, aún curioso, queda un poquito desfasado y,
desde cierto punto de vista, hasta hoy día puede parecer un poquito cutrecillo
y es lo que hace que muchos no hablen bien de esta cinta. Lo que ocurre es que
hay veces que el efecto queda ahí (como lo que podemos ver en la taberna de
Bree) y otras satura demasiado (los orcos creo que son siempre actores
utilizando unas ropas muy cutres y unas máscaras que les dan aspecto de jabalí
más cutre aún, por no hablar de los gestos de bestia que hacen) hasta tal punto
que, como dije en el caso de los jinetes de Rohan, son casi todos (si no todos)
actores sobre cuyas imágenes se ha coloreado. De hecho, hay momentos en que la
inclusión de dichos actores (sobre todo en peleas) se hace de manera rápida
pero, aún así, el efecto canta demasiado. Una pena porque yo creo que eso resta
credibilidad a la peli y hace que pierda unos poquitos puntos. También es
cierto que la afluencia de actores pintados se da sobre todo al final. ¿Prisas
por terminar la película? ¿Modo de ahorrar presupuesto? A saber. Quizás fue que
les gustó el efecto sin más ni más.
Otro
detalle a tener en cuenta es que ciertas escenas son largas a propósito,
recreándose en el contenido de las mismas (la Cima de los Vientos, batalla de
Helm) mientras que con otras han pasado la tijera de manera descarada (el
consejo de Elrond, la charla de Gandalf con Saruman o la fiesta del propio
Bilbo) Eso hace que la peli se balancee entre escenas muy desiguales que hace
que muchos la acusen de ser algo irregular en lo que a ritmo se refiere.
Una
cosa que me ha llamado mucho la atención de esta película es el tratamiento que
hace de los fondos. Como ya he dicho, sobre todo al principio, me parece que
están muy bien tratados y definidos. Pero también es cierto que, conforme
avanza la cinta, vemos como, de manera muy curiosa, los decorados parece que se
van disolviendo hasta que son meras manchas. Esto ocurre, sobre todo, desde la
llagada de los personajes a los bosques de Galadriel, donde los fondos se
difuminan hasta que llegan a ser meras manchas y prácticamente están sugeridos.
Observad, por ejemplo, la historia del regreso de Gandalf narrada a Frodo tras
pelear con el Balrog. Lo que vemos en la pantalla son fondos pintados de manera
irregular, supongo, para crear efecto de caos.
Y
de aquí pasamos a pequeños detallitos que, si bien no me parecen aspectos
negativos, sí están ahí y no dejan de ser cositas curiosas: las puertas de
entrada a Moria parecen de un espesor más que finito, el aspecto de Bárbol y su
forma de caminar recuerdan al de una especie
de remolacha gigante, Grima tiene un bigotito a lo antiguo o la voz en off del
narrador ahorra pero que mucho metraje (véase el consejo de Elrond o el modo de
rematar el final de la peli, un tanto de golpe) Detallitos, repito, curiosos
pero que ahí quedan.
En
resumen, vigilantes del cielo, una película de animación más que curiosa que,
desde luego, recomiendo ver porque soy de los que opinan que, indiferentes, no
os va a dejar. Es una gozada ver, a pesar de tanto efecto raro, una cinta de
animación hecha a la antigua usanza siendo consciente de que lo que vemos son,
(en su mayoría) dibujos de toda la vida. Aún así, si la hubieran terminado del
todo creo que hubiese quedado un producto mucho más redondo que el que resultó
ser ya que, depende cómo se mire, la película, al finalizar de manera tan
repentina, me deja cierto sentimiento de quedar algo coja. Eso sí, entretiene que da gusto y, siempre que la veo, me lo paso fenomenal.
Como
curiosidades:
Ya
dije al principio que esta película no fue el primer intento de llevar la
trilogía de Tolkien al cine. De hecho, en 1968, directores como Stanley Kubrick
o John Boorman (el responsable de Excalibur),
tuvieron en sus manos los derechos de la obra para una posible adaptación al
cine.
El
guión de Boorman no parecía tener mucho sentido pero Bakshi lo compró por tres millones
de dólares. Eso hizo que el primero estuviese loco de felicidad: había vendido
un guión descartado.
Con
respecto a los planes de Kubrick, detalle más que curioso: quería rodar El
señor de los Anillos con Los Beatles
como protagonistas. Así, George sería
Gandalf, McCartney y Ringo Frodo y Sam respectivamente. El
papel de Gollum iba para John.
Increíble pero cierto.
Si
bien la película que hoy tratamos puede considerarse como una obra
independiente, lo cierto es que hay muchos que la tratan como parte de una
trilogía. Y esto es así porque en 1977 se rodó una versión animada de El Hobbit (que animo a ver sin duda
alguna) y en 1980 un especial televisivo de animación de El retorno del rey, con demasiadas canciones para mi gusto. Repito,
todas ellas fueron independientes pero, por aquello del espíritu de unidad,
suele hablarse de una trilogía animada.
Peter
Jackson, en su trilogía, se basó mucho
en esta cinta. El comienzo está casi calcado, por no hablar del propio Frodo.
En
esta versión animada, también se ignora a Tom Bombadil. Jackson, años después,
haría lo mismo. Curioso cómo todo el mundo pasa del amigo Tom.
Y
ya, como colofón, destacar las voces del reparto: Christopher Guard (Frodo),
William Squire (Gandalf), Michael Scholes (Sam), John Hurt (Aragorn), Michael
Graham Cox (Boromir), Anthony Daniels (C3-PO en La guerra de las galaxias, Legolas), Norman Bird (Bilbo), David
Buck (Gimli) o Peter Woodthorpe (Gollum) entre otros… Aún así, el doblaje en
español es una maravilla.
Vigilad el cielo.
Artículo bien documentado. Interesante. Sigue vigilando el cielo...
ResponderEliminarSe ve que está interesante, a mí me llama mucho la atención verla, creo que debe estar bueno, yo amo las películas de Peter Jackson, vi en hbogo la de Las Dos Torres y es la que más me gusta por la parte de los Ents que son las mejores criaturas de las historias de Tolkien, a mi parecer.
ResponderEliminar