martes, 7 de febrero de 2012

An american horror story

An american horror story (An american horror story)
Primera temporada
(2011)
Dylan McDermott
Connie Britton
Violet Farmiga
Evan Peters
Jessica Lange
Denis O’Hare
Frances Conroy
Alexandra Breckenridge 


Una familia llena de problemas se va a vivir a una csas enorme cuyo pasado en tan maligno como truculento...

Tengo que reconocer que, después de todo el bombo y platillo que la Fox desplegó con esta serie, me picó la curiosidad y decidí ver de qué se trataba. Pero, no sé si por cierta mala  predisposición mía o porque las expectativas las puse muy altas (yo creo que fue una mezcla de ambas), empecé a verla y, tras dos capítulos, corté con ella. La impresión que me dio fue el cuento de siempre: casa encantada, personajes atormentados… Vamos, lo de siempre pero con una cara más o menos diferente.
La cuestión es que, después de esa “decepción” inicial, pasó el tiempo y, de esas vueltas que da la vida, como buen fan (o lo intento, al menos) del género de terror en todas y cada una de sus formas, decidí darle otra oportunidad ahora que la serie estaba avanzada y podría ver varios capítulos del tirón, lo cual me permitiría meterme más de cabeza en el asunto.
            Y tengo que admitir que estaba pero que muy equivocado.
 La serie recoge el viejo mito de las casas encantadas y los fantasmas de turno, sí, pero, después de unos cuantos capítulos en lo que se nos presentan los personajes (y, cualquiera que la haya visto sabe que son muchos), nos vamos metiendo en una trama más que complicada que rebasa con creces la historia del viejo caserón con un pasado maldito. De hecho, rebasar es quedarse poco: lo deja a años luz.
Oh-oh...
Tate
Para empezar, la casa en cuestión, que es enorme y preciosa, alberga un pasado de lo más siniestro y malvado que uno se pueda imaginar. Y eso que estamos en la primera temporada pero creo que no hay un capítulo en el cual no se nos diga que alguna barbaridad ocurrió años atrás. Después vienen los personajes que, por cierto, ninguno tiene el más mínimo desperdicio. Desde la vecina rara, pasando por un matrimonio que es cualquier cosa menos el prototipo de la feliz familia americana gran acierto esto ya que, de otro modo, caer en el tópico de la ñoñez hubiera sido muy fácil), hasta secundarios que puedes llegar a odiar o sentir lástima de ellos. Eso sin nombrar asesinos potenciales, amantes despechadas o fantasmas variados en todas y cada una de sus formas.
Como para no salir corriendo...
La amante desquiciada
Los actores están pero que muy bien, todos ellos metidos en faena y creyéndose sus papeles. Dylan McDermott es un Ben estupendo, atormentado, hecho polvo por dentro y que tiene el aplomo de aguantar todo tipo de presiones (físicas y mentales) en cada capítulo. De hecho, rara es la vez que le se ve reírse. Connie Britton es Vivien, su sufrida (y lo de sufrida lo digo en literal) esposa que parece ser la única que tiene sentido común en semejante algarabía. Taissa Farmiga en el papel de Violet es la hija de ambos y un personaje que dará mucho juego. Y luego tenemos unos buenos secundarios como Evan Peters haciendo de Tate, otro caramelo en la serie. Dennis O’Hare, maquillaje por delante, es Larry, otro que no tiene desperdicio y que te puede caer más o menos bien o le puedes odiar pasando por el término medio de sentir lástima por él. Curioso es el caso de Frances Conroy como Moira. Y digo curioso porque esta actriz, que lo borda por cierto, en la serie parece una anciana. ¡Lo que puede hacer un buen maquillaje y una buena caracterización! Y atentos a su “yo” sexual bajo la cara y cuerpo de Alexandra Breckenridge. A ver quien tiene a esta última en casa limpiando la moqueta y se centra en lo que tiene que centrarse.
Y, como colofón a un buen reparto, he dejado para el final a la que, para mí, sobresale aún más por encima de semejante elenco, cosa que ya es difícil: Jessica Lange, que aquí destila experiencia y buen hacer a partes iguales. Una actriz con tablas que, sin duda, hace de reclamo para despertar curiosidad por la serie y a la vez compone un personaje que, de veras, uno no sabe cómo calificar. Todo un acierto.
Moira...
La serie sigue el mismo esquema que cualquiera de las que podemos ver hoy día: va avanzando lenta y progresiva. Eso sí, tiene el aliciente de que en cada episodio suceden dos cosas fundamentales: por un lado, se revela al espectador un detalle más (morboso, siniestro, truculento… cualquier palabra me vale) referido a la casa o a alguno de sus personajes. Por otro, siempre sucede algo que te hace desear ver el siguiente episodio para ver qué demonios pasa.
En mi opinión, todo un descubrimiento cuyos ingredientes hacen que merezca la pena: personajes complicados que guardan secretos, una historia original muy bien llevada y sorpresas de las buenas en cada capítulo. ¿Qué más se puede pedir? Y atentos a los dos últimos capítulos, que no tienen desperdicio.
             Ojalá los responsables se curren tanto la segunda (y venideras temporadas) como esta. Eso sí, si todo esto es la primera temporada, no quiero ni imaginar cómo serás las otras.
            Bueno, ¡qué demonios! ¡Sí lo haré!
            Vedla y disfrutad.           
No se puede expresar mejor...

2 comentarios:

  1. Buenas noches, vigilantes. "Paseando" estoy por este blog,y he de confesar que aunque este tipo de cine no es el que yo frecuento, la calidad de los artículos, escritos de una manera fresca y chispeante me está llevando al deseo de pasar el próximo domingo con las mujeres gato, en la casa de lo horrores o con amoríos de vecinos y brujas.

    El autor, no solo hace una radiografía de la película desde diferentes ángulos de una manera ingeniosa y crítica, sino que con sus comentarios siembra la curiosidad por la cinta mientras dibuja una sonrisa en el lector. ¿De verdad hay películas tan catastróficas?

    Gracias por el blog. Namaste

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  2. Muchísimas gracias, Violeta. Tus palabras dan ánimos para escribir y, sí, para quedar con cuantas mujeres gato de la Luna sea preciso para sacar adelante el blog. Sea con una de ellas, al amparo de una casa de los horrores o acechado por algún alienígena de cartón piedra, será un placer invitarte a que te pases por aquí cuantas veces quieras.

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