viernes, 23 de diciembre de 2011

La furia del planeta rojo

La furia del planeta rojo (The angry red planet)
(1960)
Director  : Ib Melchior
Guionista: Sidney W. Pink, Ib Melchior

Gerald Mohr
Nora Hayden
Les Tremayne
Jack Kruschen




Un cohete que fue enviado a Marte es localizado y traído de nuevo a la Tierra. Una de los tripulantes narra la estremecedora historia del viaje...

Estamos ante una peliculita típica de la época. Como era de esperar, tenemos de nuevo el tan famoso viaje a Marte y lo que los pobres astronautas se encuentran allí. En este caso, cuatro de ellos deben enfrentarse a monstruos de todo tipo con el aliciente de que nada ni nadie les puede ayudar.
            Si hay algo que destaca en esta cinta es, desde luego, el planeta Marte en sí, auténtico protagonista de la historia. Ahora bien, ¿cómo representarlo con los medios de la época? Pues encontraron una solución cuanto menos, original: alternaron decorados normales y corrientes con dibujos de paisajes marcianos. Sí, como suena, ni maquetas ni paisajes de cartón piedra: dibujos de toda la vida. Y como se ve que esto les gustó un rato, pues también usaron el lápiz para crear alguno de los seres que vivían por allí. Y es que, donde estén las soluciones sencillas, que se quite lo demás. O eso, o no contaban con un duro para aquello de los efectos especiales, claro. La cuestión, supongo, era ser práctico y tirar para adelante con los medios que se disponían. Pero, por encima de todo, guste o  no la película, hay una cosa que se recuerda de ella: Marte es el planeta rojo. Sí, amigos. Punto y final. Y, para hacer honor al título, usaron en todas las imágenes exteriores en Marte filtros de color rojo que son la marca de fábrica de la cinta. Y, para evitar aquello de las pistolas de rayos, otra solución simple pero efectiva: fusiles de sonido, que el sonido no se ve. Eso sí, hace daño como él sólo. y, si no, que se lo pregunten a los (muy variados) bichos que pueblan el lugar.
            La película puede recordar un poco a El experimento del doctor Quatermass en lo que se refiere al regreso de la nave espacial y cómo uno de los tripulantes está infectado por algo extraño. Por otro lado, cae en los tópicos de estas producciones que hacen que se vea con cierta gracia, amén del argumento en sí: en este cohete hay gravedad a todas horas, lo mismo que ocurre en Marte; los instrumentos de la nave están llenos de lucecitas parpadeantes; hay comida en los armarios; uniformes algo cantosos... Vamos, producto de su época cien por cien y que cumple como tal.
            Quizás lo que menos me ha gustado ha sido los diálogos entre la chica de turno y el ligón espacial, pero por todos es sabido que, en la Tierra o en Marte, si hay que ligar, se liga. Otra cosa es que el asunto entre con calzador en el argumento de la peli, pero, como dijo alguien: "Qué bonito es el amor, más que nunca en primavera..." Y añado yo: "...Ya sea en la Tierra, en Marte o donde sea" Menos mal que otra cosa no habrá en el planeta rojo, pero plantas y murciélagos-arañas gigantescos, a patadas. Ah, y si alguien dudaba de la existencia de agua... Pues se terminó la duda.
            Pero... ¿por qué los marcianos tienen esa mala leche alienígena? La respuesta la encontraréis al final de los 79 minutos que dura esta excursión al planeta rojo...
            A ver si el ser humano aprende de una vez…
            ¡Despegad rumbo a Marte y que tengáis un buen viaje!

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