Robocop (RoboCop)
Director: José
Padilha
Guión : Joshua Zetumer
Joel Kinnaman
Gary Oldman
Michael Keaton
Jackie Earle
Haley
Abbie Cornish
Samuel L.
Jackson
Alex
Murphy, un policía, es víctima de un atentado y renacido como un cíborg…
Muy
buenas, vigilantes del cielo. Vamos
allá con un remake. OTRO remake…

La
película, desde la primera escena, plantea la premisa de lo que se va a
desarrollar a lo largo de todo el metraje, es decir, la posibilidad de incluir
robots guardianes de la ley en Estados Unidos. Más que nada, porque en otros
países los han colocado y parece que va bien.
Aquí, para empezar, ya te lanzan la primera en la frente: esta película
no solo va a ser un mero remake que se
va a limitar a seguir las trazas de la peli anterior; por un lado, se van a
cambiar cosas y, por otro, van a añadir otras muy diferentes. Hombre, ya que revisas
algo, intenta ser un poco original.
Ya,
de primeras, viene otra gran diferencia con respecto a la peli de Verhoeven:
aquí Murphy no es un mero policía; es un inspector que lleva a cabo una
actividad policial mucho más intensa y que, de hecho, es el motor de arranque
de la trama principal. Por eso, le vemos trabajar, investigar y sufrir las
consecuencias. En definitiva, un policía normal y corriente. Y marido. Y papi.
Esto
me lleva a la principal contraste que he notado (hay más, pero creo que este es
el más destacable) con respecto a la peli original. Y es que el tema familiar
y, en consecuencia, el emocional, están muy presentes en esta cinta. Esto, al
menos en este apartado, no lo veo del todo mal (luego comentaré esto desde otro
punto de vista) Siempre pensé que dichos aspectos, si bien se tratan en la otra
peli, se dejan un poquito de lado, desarrollándose un poco más en la segunda
entrega. Aquí van a ser pero que muy importantes y podemos descubrir y tratar
de comprender lo que le puede pasar por la cabeza a un hombre que ha convertido
en un robot. Por eso, la mujer de Murphy y su hijo, si bien son secundarios, sí
son bastante importantes en el impacto global de la trama y un condicionante de
peso a cada paso que Robocop da en esta peli.
Y
esto me condice a otro detalle que sí me ha gustado: la relación de Murphy con
el hombre que le devuelve al mundo de los vivos… con ligeros cambios. Norton es
un pilar fundamental en esta historia, ya que es un personaje clave no solo en
el renacimiento del policía, sino en la aceptación por parte del mismo de su
nuevo estatus. Aquí tenemos otra gran diferencia: en la peli de mil novecientos
ochenta y siete, todas y cada una de las personas implicadas en la construcción
del cíborg son frías, distantes y, a su modo, inhumanas (aparte de un poco
asesinas. Al menos, algunas.) Aquí es todo lo contrario, conectando con ese
valor emocional que decía antes. Dicho de otra forma: el factor humano es muy,
pero que muy importante en esta peli. Si esperas ver tiros, tiros y más tiros, lo
mismo te llevas una sorpresa (ojo, a mí me ha sucedido esto, pero lo dejo para
unas cuantas líneas más abajo)
Sigo.
Por supuesto, hay que abordar la gran diferencia (guión aparte) que muchos
(entre los cuales estaba yo) querían comprobar con sus propios ojos. A ver, Robocop,
en su época, fue un punto bastante marcado en el tema de los efectos
especiales. Si bien recuerdo que se alabó mucho la actuación de Peter Weller
(que trabajó con un mimo profesional para sus movimientos), el tema de la
espectacularidad dio mucho que hablar. Así, ahora mismo, recuerdo la escena del
tiroteo de Murphy, las del 209 o ese momento en el que se desatornilla el
casco. La cuestión era: ¿se podrá igualar o superar esto con los efectos de
ahora? Aquí te puedo decir que los movimientos y las escenas de acción son muy
rápidas y que, en algunos momentos, vemos que Robocop hacer cosas que no
creímos ver jamás. Ahí quedan los saltos que pega el amigo, al menos, en determinados
momentos o los movimientos que hace. Creo que, en su conjunto, quedan bien.
¿Y
lo que no me ha gustado?
Varias
cosas, para qué negarlo.
Para
empezar, todas y cada una de las escenas protagonizadas por Samuel L. Jackson
me parecen una chorrada. Cosa curiosa, he leído por ahí que, precisamente, es
de lo mejorcito de la peli. Bueno, sobre gustos, los colores y yo doy mi humilde
opinión. Esos momentos me parecen ridículos, horteras y, puestos en plan
tiquismiquis, un intento bastante vano de emular o sustituir aquellos momentos
en forma de anuncios estrambóticos que plagaron la primera versión. Repito: es
la impresión que a mí me ha dado. Y, de paso, tanto patriotismo en los
discursitos del locutor lo único que hacen es que me reafirme en esta
impresión.
Continúo.
Otra cosa que he echado en falta es la inclusión de un malo en condiciones. Si
has visto la versión con Weller sabrás que Clarence Boddicker fue clave en el
éxito de la peli. Resultó despiadado, sanguinario, capullo y, en definitiva,
malvado. Pues bien, aquí le han buscado un sustituto en plan mafioso, Vallon,
que pasa sin pena ni gloria por la peli y se han centrado más en la figura de
Sellars que, al menos para mí, no es un malo como se puede esperar; solo un tío
que trata de hacerse rico y defender su negocio. Una pena porque, de veras, he
extrañado mucho un antagonista en condiciones. Robocop, sin duda, lo merece.
Por
esto, tengo que saltar a otro gran vacío que he notado en la peli. Y es que, si
no hay un malo que meta caña, el bueno no se luce bien. Dicho de otra forma:
para mí, a la peli le hace falta acción, mucha acción. Y aquí me remito a lo
que he dicho antes: como dije antes, creo que se han centrado muchísimo en el
factor emocional y se han olvidado de que, a fin de cuentas, esto es la
historia de un tío que se convierte en robot, pero no uno cualquiera; uno que,
además, ejerce de policía. Por eso, toda la violencia, los tiros, las
explosiones y demás cosas en la misma línea, a l menos yo, las he extrañado
pero que mucho. Haber tiros los hay, claro (de lo contrario, menudo timo) pero,
repito, poquitos. Mucha moto, eso sí. Y mucha visera que baja y sube pero, para
mí, poco lucimiento. Y, ya puestos, en las escenas de acción, mucha toma con la
cámara pegada a los actores moviéndose en plan documental. A veces, no se ven
bien los detalles las escenas más movidas.
Y
ahora voy al cetro de todo el cotarro: el propio Robocop. El traje lo han
cambiado un poquito y la visera se sube y baja a gusto del consumidor. Ok. A mí
me ha parecido que mucha cara de Murphy y poca de Robocop. El traje gris me ha
gustado; negro no luce nada. Y, cosa curiosa, al principio, Robocop pega unos
saltos de miedo; luego, parece que se le olvida hacerlo... Y, ¿recordáis lo
robótico que parecía Peter Weller? Esos movimientos mecánicos tan buenos que me
gustaban tanto y que recordaban que, debajo del disfraz, había un hombre, aquí
parecen haberse diluido. Robocop tiene movimientos muy humanos y rápidos. A mí
me ha recordado mucho más a Iron Man que a su ancestro. ¿Esto es malo? No, claro
que no; solo digo que a mí no me ha gustado mucho esa diferencia. Si a ti te
mola, genial.
Y,
en este apartado, debo comentar otra cosa que, definitivamente, me ha faltado y
que hace que la primera peli se ponga por encima de esta. Me refiero a la
escena que es la responsable de que todo ocurra, es decir, el momento crucial
en el que Murphy queda destrozado para ser una antesala a Robocop. En la
versión de Verhoeven el momento es tremendo: le cosen a tiros (lo de “le
cosen”, si no la has visto, es literal) En esta todo sucede debido a una bomba
en el coche. La diferencia, al menos para mí, es abismal. Quizás debieron pensar
que poner una escena como la original con sus consecuencias (Murphy en coma en
el hospital, la intervención de los médicos…) hubiera supuesto colocar este
nueva aproximación en la barrera del público de los dieciocho años y no poder
llenar las salas con los más jóvenes o lo han querido hacer así porque les ha
dado la gana. Yo creo que este momento tan importante se lo han quitado de
encima demasiado rápido.
Los
actores me han parecido correctos; alguno más que otros, claro. Joel Kinnaman
me ha resultado demasiado inexpresivo, algo apático; tanto de Robocop como de
Murphy. Gary Oldman y Michael Keaton me han gustado mucho, la verdad. Creo que
son los dos platos fuertes de la peli y, frikada mía, lo primero que he pensado
al empezar la peli es que tanto Drácula como Batman acompañan a Robocop (…)
Jacke Earle Haley resulta lo que se supone es su personaje: idiota y repelente.
Yo añado que algo sobrante. Abbie Cornish es una buena Clara, la mujer de
Murphy que las pasa bastante canutas durante toda la peli. En cuanto a Samuel
L. Jackson, bueno, ahí queda.
En
definitiva, un remake que, para mí, cumple los cánones de todos los de su clase
en la actualidad: entretenido, curioso en algunos aspectos y, en resumen, completamente
evitable. Para mí, le hacen falta muchas cosas: violencia, acción y esa mala
leche que destilaba la original. Quizás muchos piensen que el primer Robocop
puede haberse quedado un poquito anclado en el tiempo (a mí, desde luego, no me
lo parece) pero eso no quiere decir que haya que revisar un personaje solo
porque sí. Hombre, si aportas algo nuevo, vaya y pase. A mí, en general, me ha
parecido un producto para evocar viejos tiempos y pasar el ratito. Eso sí, si
te pones a comparar, esta versión puede perder por puntos y, si me apuras,
hasta por KO. También creo que eso de las comparaciones es lo que debe tener
revisar un icono como Robocop.
Ah,
y que quede claro: espero que, al menos en parte, a ese ejecutivo que se supone
estaba borracho, haya tenido una resaca de las gordas. Desde el buen rollito,
claro.
Vigilad
el cielo.