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domingo, 29 de septiembre de 2013

Dexter - Temporada 8


Dexter – Temporada 8 (Dexter Season 8)
(2013)



Michael C. Hall
Jennifer Carpenter
Charlotte Rampling
Yvonne Strahovski
Sam Underwood
Darri Ingolfsson 







Dexter se enfrenta a detalles de su pasado y a un nuevo rival que, desde luego, está a su altura…

 Y llegó el momento. Y es que, si hay una constante en este universo, aparte de otras, claro, es que todo lo que comienza, tiene que acabar. Y Dexter, por supuesto, no es una excepción.
Si has leído cualquiera de las reseñas que he hecho de otras temporadas de la serie, sabrás que me encanta y no me corto nada en decirlo. Eso sí, siempre he considerado a Dexter una serie un poquito distinta a las demás. Todos sabíamos que Clark se convertiría en Superman al final de Smallville o que Buffy se enfrentaría en una gran pelea final con los demonios de turno(a pesar de ser un capítulo que me decepcionó muchísimo) Eran cosas que uno esperaba pero cuyo misterio estribaba en cómo lo mostrarían. Pues bien, en el caso de Dexter la cosa siempre tuvo para mí un “pero” porque la sorpresa podía venir de ambos hechos: de cómo la finalizarían y de cómo lo mostrarían. Y es que Dexter, por unas o por otras, no es una serie “normal” ya que, a  fin de cuentas, estamos hablando de un asesino que se ha cargado todo lo que se le ha puesto a tiro. A pesar de mis cábalas, siempre pensé que, si los guionistas se lo curraban, la cosa, al final, podría ser una especie de eclosión. SI se lo curraban (las mayúsculas van a posta) Muy bien, estas son mis impresiones.
A favor de esta octava y última temporada puedo decir muchas cosas. Vamos a ello.
Para empezar, se va a mantener algo que es muy típico de todas las temporadas. Y es que Dexter no es una serie donde haya una trama, sino que hay una principal, claro, que luego, como ya he comentado en otras reseñas, se reforzaba de manera bastante directa con otras más secundarias que podían llegar a ser muy, pero que muy importantes.  Pues bien, esto se va a mantener solo que de manera un tanto especial. Aquí, más que tramas secundarias, hay un motón de giros en el argumento que tienen como misión fundamental despistar al espectador, cosa que consigue sin problemas.  Pero, y esto es lo  importante, dichos giros se centran en los malos de turno. ¿Te has dado cuenta? He dicho  malos, en plural. Y es que esta temporada tiene un malo, claro pero, antes, varios de ellos para que te hagas un lío. No digo más para no destripar nada pero, debo admitirlo, esto me ha gustado.
Sigo, que aún queda. Desde la sexta temporada, Deb y Dexter han, digámoslo así, reiniciado su relación. La cosa tiene miga: ella, de algún modo, está enamorada de su hermano y, encima, descubre que el colega es un asesino en potencia y mucho acto. Pues bien, aquí, si bien la relación está pero que muy mal, la cosa se va poniendo mejor para, incluso, reforzar la relación entre ambos. Esto me parece un punto a favor de la serie porque, de este modo, se nota que los personajes evolucionan y no se quedan estancados. Esto se aplica a Deb, a Dexter y a todos los demás, por supuesto.
Aquí debo hacer referencia especial a Deb. Está claro que, en esta temporada, han trabajado mucho con ella y, desde luego, puedo decirte que se han cebado con la pobre. Tranqui, cuando veas esta etapa sabrás a qué me refiero. Al principio está hecha polvo a todos los niveles e incluso se puede decir que odia a Dexter. De hecho, hasta cambia de oficio pero, como podrás imaginar, poco a poco, las cosas van cambiando. Después de todo, asumir de golpe todo lo que es y representa su hermano debe de ser, como poco, un trago un poquito difícil de tragar y peor de digerir.
¿Más? Claro. En esta entrega hay un personaje fundamental que va a aportar muchos quilates a la serie. Me refiero, claro está, a la doctora Vogel. Esta no solo va a ser un pilar fundamental en la vida de Dexter, sino que, también, será el desencadenante que lleve todo al sprint final. No creas que digo todo esto por decir ya que, entre otras cosas, la amiga Vogel no solo fue fundamental en el pasado de Dexter; también lo es en el presente porque, a fin de cuentas, muchas cosas giran en torno a ella.
Los asesinos locos, en Dexter, son como los vampiros en Buffy; algo fundamental porque, a fin de cuentas, son la razón de ser del personaje eje de todo. Bueno pues, como he dicho antes, en esta temporada, no vamos a tener un único asesino. Son muchos los que van a tener el honor de verse con el forense más sanguinario de la tele. Y el repertorio es variadito: uno que colecciona restos de cadáveres y se los come, otro que fue paciente de Vogel, un niñato (del que luego hablaré) con vistas a ser el nuevo Dexter… Vamos, que la cosa está completa. Supongo que, de algún modo, por ser el final de la serie, no han querido repetirse lo que hicieran en las otras siete, cosa que me parece muy, pero que muy bien.
Hablando del niñato con aires de asesino en serie. Zach me parece un personaje muy interesante. Plantéatelo así: si Obi-Wan tuvo un aprendiz padawan y Batman tiene a Robin, ¿por qué Dexter no iba a tener a Zach en plan maestro-discípulo? Creo que esto es un buen detalle que, de algún modo, pudo explotarse mejor,  pero esto lo dejo para el apartado de cosas mejorables.
La trama, asesinos variados y buenos personajes a parte, se va a reforzar con la reincorporación de otros ya conocidos. Y es que, por suerte, han tenido el buen juicio de recuperar a Hannah. Sí, esa rubia letal que le robó a Dexter el corazoncito y que, dicho sea de paso, es tan asesina como él. Gran punto a favor porque, la chica, aparte de poner una cara muy guapa a la serie, es un personaje muy potente que da mucho juego y que influye de manera directa y definitiva en Dexter. Y es que da igual lo duro que seas o lo asesino en serie que te creas: si aparece una cara guapa que te roba el corazoncito y sus derivados, te ablandas. Esa es otra de las constantes del Universo (preguntádselo a Han Solo, a Sansón o al mismísimo Adán, ese que caminaba en pelotas tan feliz por el Paraíso hasta que apareció Eva)
Y si de personajes potentes hablamos, tengo que hacer una mención especial al malo de turno; el principal. Hablo de… Ehhhh. Vamos a hacer una cosa. No voy a decir el nombre porque creo que sería una faena por mi parte. Solo voy a decirte que, aparte de ser un malo con ganas y muy intenso, es todo un rival a la altura de Dexter. ¿La razón? Es tan asesino como él pero, mientras Dexter, digámoslo así, está en el lado luminoso de los asesinos en serie, el Malo (lo pongo con mayúsculas) está en el rincón más recóndito del lado más oscuro, podrido, tenebroso  de los asesinos en serie. Y tiene una mirada de loco que no veas. Eso amén de una mala leche asesina que le da mucha fuerza y le convierte en todo en un rival para Morgan.
Como puede verse, creo que esta temporada contiene varios elementos que son muy interesantes y, sin duda, unos puntos a favor muy a tener en cuenta en esta etapa. Para mí, todos ellos, resultan familiares en general porque, a fin de cuentas, se mantiene una línea pero, a la vez, tiene cierto aire distinto a las otras temporadas que creo que le viene muy bien.
Lo actores, todo ellos, cumplen a la perfección con sus papeles y se les nota muy metidos en ellos. Decirte que Michael C. Hall queda bien como Dexter es quedarse corto: el tío lo borda. Y aquí, además de asesino, también muestra su lado “humano”, ya que sufre lo suyo.  Lo mismo te digo de Jennifer Carpenter que, como Deb lo clava. Pero si ellos lo hacen bien, atentos a Charlotte Rampling como la doctora Vogel, que destila tablas y saber hacer dando vida a una psiquiatra que, cómo no, es mucho más de lo que aparenta.  Yvonne Strahovski sigue muy bien como Hannah, aunque en esta temporada se luce un pelín menos. Sam Underwood haciendo de Zach o Darri Ingolfsson ponen la guinda al pastel en cuento a principales. Los secundarios son los de siempre, así que aquí no hay sorpresas aunque debo admitir que, en esta temporada, son más secundarios aún que en las otras. Por eso C. S Lee (Masuka), David Zayas (Batista), Aimee García (Jamie) o Desmond Harrington (Quinn) cumplen en justa medida.
 Y ahora vamos a la parte de los aspectos mejorables que, en esta ocasión, tiene un poquito de peliaguda porque hablamos del final de la serie. Vamos poco a poco.
Hay ciertas cosas que creo que ni pinchan ni cortan en la historia. La principal, la de la hija de Masuka. Esta subtrama no tiene importancia ninguna en la trama general. No sé si lo han hecho por dar importancia al propio Masuka o por otorgarle algo de protagonismo pero lo cierto es que ni importa ni afecta a la temporada.

Sigo. Hannah, si bien es un personaje potente, me parece muy desaprovechado. No hace nada ni se luce como la asesina que es. Es más, se pasa toda la serie escondida y timorata (salvo en el capítulo final,  que hace algo) Lo mismo digo del personaje de Zach. Creo que podrían haberle sacado mucho más jugo al personaje en lugar de tratarlo como alguien que pasa sin más ni más. Esto, claro está, lo digo desde mi más humilde opinión.
Y ahora paso a ese detalle peliagudo que he nombrado antes y que, si das un vistazo por Internet, verás que está trayendo cola y todo lo que tú quieras. Me refiero, claro está al final.
Bueno. Como dije al principio, siempre he tenido la impresión de que Dexter era, a su modo, algo como lo que se planteó en Perdidos. Dicho de otra forma: o hacían un final brillante que pusiera un colofón brutal a la serie o lo estropeaban de manera espantosa. Los términos medios en estos aspectos no valen; o es negro o blanco, pero lo del gris no pega mucho.  Está claro que en el caso de los grillados de la isla maldita metieron la pata hasta el fondo. Muy bien, aquí va mi opinión con respecto a Dexter: no me ha gustado. Pero nada. Repito que esto solo es mi opinión como mero espectador que ha disfrutado mucho con la serie. A quien le haya gustado, genial y os puedo garantizar que, en cierto modo, le envidio. Yo, por mi parte, esperaba mucho más o, al menos, otra cosa. En la trama final del último capítulo suceden varias cosas que no voy a contarte porque, repito, no quiero destrozar sorpresas (buenas o malas) pero, una de ellas, que es muy fuerte, me parece que sobra y, por tanto, lo que sucede después, también. Creo que, después de ver a un individuo que se ha cargado a tanta gente y que ha salido airoso de tantas situaciones complicadas (no quiero utilizar otra vez la palabra “peliaguda”) se merecía algo mejor, más espectacular y, sobre todo, más animado. Y, como ya he dicho, ya que el malo de esta temporada es un buen némesis para Dexter, un igual si me apuráis (solo que en el lado malo) podrían haberse currado algo mejor el enfrentamiento. Yo, al menos, esperaba una confrontación final épica, algo sonado que dejara atrás lo que vimos en las otras temporadas, léase la mesa, los plásticos y los cuchillos en el pecho. Que un boli (ya me comprenderás si ves este capítulo) solucione la papeleta me ha quedado simple, soso y, si me apuráis, pobre. Lo digo de nuevo, es mi opinión.
Pues esto ha sido todo. Ahora que ha terminado, puedo decir que, en conjunto, Dexter ha sido una serie muy notable. No le pongo el sobrete por el final pero, desde luego, creo que pasará a la historia como una serie original y, a su modo, innovadora y muy entretenida. A esto, de manera personal, debo añadir que pudieron haberla terminado mucho mejor para que hubiese quedado redonda. No deja de resultarme curioso cómo, en ciertas series, los gui0onistas se pasan años sorprendiendo al personal para luego, en el último capítulo, quedarse muy cortos. En fin, sobre gustos, los colores…
Según he leído, los productores, ante la avalancha de quejas que están recibiendo, se están escudando en que, desde el principio tuvieron este final en mente y que es lo que el personaje ha precisado, a sabiendas de que sabían que este provocarían las iras de millones de fans. Yo creo que este razonamiento, desde cierta perspectiva, es lógico pero, también, aparte de lo que la trama pueda precisar, también hay que tener en cuenta a todos esos millones de espectadores que han estado siguiendo el show durante ocho largos años.
¿Vosotros qué creéis?
Pues, colorín colorado (colorado sangre, claro) este cuento se ha acabado.


Y ahora, como siempre hago, aquí te dejo un resumen de cada capítulo. Muy breve; sólo para que te hagas una idea. Por favor te lo pido, si no has visto el final de la serie y quieres mantener el misterio para darte el gustazo de verla por ti mismo, NO LEAS LO QUE VIENE A CONTINUACIÓN. Conste que, el que avisa, no es traidor.

DEXTER – TEMPORADA OCHO
RESUMEN DE CAPÍTULOS

1.      Un día precioso.
LaGuerta está muerta hace seis meses y Dexter feliz de la vida. Pero feliz. Eso sí, Deb está hecha una piltrafa y se ha pasado al sector privado.
Hay un muerto: tiro en el pecho y medio cerebro fuera: Robert Bayley. La doctora Vogel, que parece muy interesada en el Carnicero de la bahía asesorará el caso. Mientras, Quinn se lía con Jamie y Dexter estropea el caso en el que estaba trabajando Deb.
Un muy buen capítulo que da comienzo a una temporada que se promete potente. Para empezar, el personaje de Vogel promete. Además, Dexter admite lo que no ha hecho durante siete años: está perdido. Y es su hermana quien se lo ha hecho ver.

2.      Cada rayo de esperanza.
Más sorpresas: Vogel fue la psicólogo a la que su padre acudió cuando él era pequeño. Ella sabe que es un asesino; fue quien le enseñó el código. El asesino del cerebro ha enviado un trozo de uno a Vogel. Esta quiere que Dexter lo encuentre.
El supuesto asesino que acosa a Vogel es encontrado muerto… asesinado por el verdadero.
El supuesto asesino actuó obligado por el real.
Aun estamos comenzando y la serie se pone muy, pero que muy potente.

3.      ¿Qué reconcome a Dexter Morgan? 

Hay otro asesinato. Voguel sigue recibiendo paquetitos. Nuevo sospechoso: Ron Galuzzo. Este tipo está loco: colecciona restos humanos y luego se los come.
Debra confiesa oficialmente que mató a LaGuerta. Dexter se carga a Galuzzo.
Las cosas se ponen muuuuy complicadas para Dexter.

4.      Scar tissue

Nueva víctima: Norma Rivera. Dexter continúa investigando posibles pacientes de Vogel como  potenciales asesinos: EJ Yates. Y el tipo es un asesino en toda regla.
Dexter descubre que, para Vogel, no es más que una cobaya, una rata de laboratorio. Por su parte, la doctora está tratando a Deb para que se pueda recuperar. Poco a poco comienza a asumir lo que hizo. Buen final: Deb trata de suicidarse y, con ella, a Dexter.
Massuka tiene una hija.

5.      El cerdito
Yates ya es identificado como el asesino. Tiene el jardín lleno de cadáveres y, encima, secuestra a Vogel. Yates sufrió una operación de cerebro porque, según Vogel, estaba enfermo.
Dexter y Deb consiguen rescatarla y Dexter, cómo no, se carga a Yates. El caso es que esto une a los hermanos…

6.      Un pequeño reflejo
Dexter cree que Zach Hamilton es un asesino, más que nada, porque fotografía escenas del crimen.
Hay un nuevo asesinato, una chica.

Zach le confesó a Vogel que mató a otra chica, Norma rivera. Dexter quiere matarle pero ella insinúa que se le puede enseñar el código. Zach va a matar a su padre por infiel pero Dexter le coge. Al final, le enseñará el código.

Buen final: aparece Hannah

7.      Código de vestimenta
Dexter sigue Hannah: está casada con un millonario que no la deja ni respirar. Manda dar una paliza  a Dexter. Ella le mata.
Cassie, la vecina de Dexter, aparece muerta

8.      ¿Ya llegamos?
Dexter sigue buscando a Zach, que, por cierto, no mató a Cassie; eso sí, se cargó a un compañero de instituto.

Deb se propone coger a Hannah.

Zach aparece muerto, sin media cabeza.
9.      Crea tu propia música.
Dexter encuentra sangre junto el cadáver de Zach… relacionada con Vogel.
Conocemos la historia de Vogel: tenía dos hijos. El mayor, Daniel, mató al pequeño. Luego murió en un incendio.
Dexter lo identifica: Daniel es Oliver Saxon, novio de Cassie: han tenido al asesino siempre delante de sus narices.
Vogel se alía con su hijo.

10.  Adiós Miami
Dexter está decidido a irse a Argentina con Hannah y Harrison.
Quinn, mientras, vuelve con Deb.
Oliver se carga a Vogel con mucho placer… y delante de Dexter.

11.  El monito en la caja

Dexter quiere irse con Hannah pero antes se quiere cargar a Oliver. Vende su casa antes de irse… y Oliver se la compra. Desafía a Dexter: o le deja en paz o se enfrentan.
Quinn descubre que Oliver es hijo de Vogel.
Dexter coge a Oliver pero no le mata. Se lo entrega a Deb. El fantasma de su padre se le aparece por última vez: “Ya no me necesitas” un investigador que va en busca de Hannah libera a Oliver y este hiere a Deb

12.  ¿Te acuerdas de los monstruos?

Dexter está a punto de embarcar cuando se entera de todo.
Oliver, al fin, es detenido.
Pero la herida de Deb se complica. De seguir viva, sería un vegetal. Dexter la desconecta de la máquina.
Dexter mata a Oliver con un boli.
Consciente de que todo el que esté cerca de él corre peligro, manda a Hannah y a Harrison a Argentina. Él finge su muerte y acaba de trabajador anónimo en un aserradero.

FIN
Vigilad el cielo.                                               

¿Dexter?

domingo, 3 de febrero de 2013

Dexter - Temporada 7

Dexter 7 (Dexter Season 7)
(2012)

Michael C. Hall
Jennifer Carpenter
Lauren Vélez
David Zayas
Desmond Harrington
C. S. Lee
Yvonne Strahovski
Ray Stevenson 


 

La sexta temporada  de Dexter fue una de mis favoritas hasta la fecha (quizás la que más) En ella, Dexter se tuvo que enfrentar a un asesino llamado Juicio Final y que llevaba a cabo crímenes basados en determinados pasajes de la Biblia. A mi juicio, como ya indiqué en la reseña correspondiente, fue una de las entregas más impactantes y bestiales de toda la serie. Pero, al margen de eso, hubo un momento que la caracterizó de las cinco restantes y que, claro está sucedió en el último capítulo y dejó al espectador con la boca abierta y, lo que es mejor, con ganas de saber más. Me refiero, claro, a la escena final. Y es que, después de cinco temporadas y media en las que el amigo Dexter daba rienda suelta sin ningún tipo de pudor a su “oscuro pasajero” impartiendo su propia justicia desde el anonimato más cerrado, la cosa cambió de golpe: su hermana Debra le descubre justo en el momento en que se carga a Travis Marshall alias Juicio Final. Vamos, todo un finalazo que hace que cualquiera que haya visto esta temporada se le quede cara de pasmo total y, lo que es mejor, unas ganas horribles de saber más. ¿Qué iba a pasar ahora? ¿Por dónde iba a ir la serie ahora que Dexter ya no está solo en este mundo? Y, lo más difícil e importante: ¿podrían, en la nueva etapa, estar a la atura del listón que habían dejado en la escena final de la anterior?
Pues aquí tenemos la respuesta.
Y, para que quede bien claro: para mí, SÍ.
Si has visto cualquiera de las temporadas anteriores de la serie, sabrás que, al menos durante las seis primeras entregas, el patrón ha sido siempre más o menos el mismo y el típico de cualquier serie de esta índole hoy día: hay una trama principal en forma de asesino que con el que Dexter se obsesiona y luego, en mayor o menor medida, pequeñas subtramas que refuerzan as la principal y definen como pueden ciertos personajes, ya sean principales o secundarios.
Pues bien, en esta séptima temporada las cosas cambian y van más allá. Para empezar y más importante es necesario que entiendas esto: aquí va haber unas cuantas tramas principales y otras secundarias por llamarlas de algún modo porque, visto en global, son muy importantes y se deben tener muy en cuenta para entender la temporada como un todo completo. Y, lo que es mejor, todas y cada una de ellas enganchan de lo lindo. Vamos por partes: 
Por un lado, tenemos al gran villano, ese que trae a Dexter de cabeza y viceversa, claro. Me refiero, cómo no, al personaje de Sirko. Este no es un asesino del tres al cuarto, ni el psicópata de turno ni el alucinado con delirios religiosos del montón, qué va. Aquí, el amigo Sirko, es un mafioso peligroso, asesino, psicópata, rencoroso, vengativo… y enamorado (y no digo más para que lo veas pero este aspecto es un gran punto a favor de un personaje muy bien construido) ÉEs Es el némesis de Dexter y este el suyo. Entre los dos, a lo largo de la temporada, destila el odio y el rencor a parte iguales, sí, pero también respeto y comprensión  de asesino a asesino. Cada cual tiene su código y este es sagrado. Lo bueno es que no es la típica relación que Dexter ha tenido para con sus enemigos de temporadas anteriores, es decir, tú-matas-y-yo-te-mato; aquí la cosa va mucho más allá. Y no digo nada para que te animes y lo compruebes por ti mismo.
Otra de las tramas importantes (quizás la segunda más importante) es la referida a un nuevo personaje que vamos a conocer en esta entrega y que da mucho, pero que
mucho juego. Me refiero, claro está, a Hannah, que va a ser la encargada de jugar con el corazoncito del amigo Dexter y que va a hacer que este, desde cierto punto de vista, esté hecho un lío y, si me apuráis, hasta feliz (al menos en algunos momentos) Hannah me resulta un personaje muy, pero que muy importante en esta temporada y, al menos para este servidor, uno de los más atractivos por el juego da. De hecho, gracias a ella, es la primera vez que Dexter, después de todo el plástico bien colocado y el cuchillo bien afilado, no hace lo que se supone debe hacer y se entrega a otras actividades mucho más placenteras que matar al personal. La verdad, entiendo al muchacho.
¿Más tramas? Sí, porque LaGuerta se va a pasar toda esta temporada dando por el saco. Literalmente. ¿Por qué? Porque tiene claro que El Carnicero de la bahía no es quien todos creen y no para de acosar a Dexter. Al respecto no digo nada pero, como se suele decir, si buscas mucho, al final encuentras. Y LaGuerta lo hace. ¡Vaya si lo hace!

LaGuerta haciendo su trabajo. Y lo hace muy bien.
  
Como podéis ver tres tramas principales para doce capítulos. Con todo, los guionistas han estado inspirados (o les han exprimido a base de bien) porque, además, riegan todo el fregado con otras secundarias que no tiene desperdicio. Así, tenemos la de Louis, el becario que está como una chota y que comprueba en sus carnes (por idiota) lo que pasa si se juega con fuego. Es una historia muy al margen de las principales pero tiene la gracia de que, cual afluente, desemboca en ellas y da su juego. Quinn, claro está, también tiene lo suyo porque el amigo se nos enamora de una bailarina de streap-tease y, como debe ser, complica las cosas. También tenemos una subtrama que se deriva de una principal, en concreto, del personaje de Hannah y su novio Wayne Marshall y como afecta a ella y a Dexter. Y, para terminar, hay hueco para la historia de Speltzer, un asesino de chicas con máscara incluida, otro que quema a todo lo que pilla, o el tema de Sal Price, el escritor de investigación que no para de incordiar para acusar a Hannah.

Louis: friki, putero e imbécil
 Y, por encima de todo esto, el cacao mental mayúsculo que Debra, la hermana de Dexter, tiene gracias a este, donde se mezcla el hecho de que ahora sabe que su hermano está como una cabra con el otro no menos importante de los sentimientos que tiene hacia él (y van más allá del amor fraternal…)
Impresionante, ¿verdad? Pues, todo esto, en tan solo doce capítulos. Por eso, me ha parecido una temporada muy, pero que muy potente. Siempre pensé que igualar a la anterior iba a ser difícil pero lo guionistas se han lucido, así que bien por ellos.
Paso a los actores. Para mí, muy bien. Todos ellos, desde el menos importante hasta el que más. Michael C. Halls sigue siendo el Dexter perfecto pero, debo admitir que, en esta temporada, ofrece un registro todavía más amplio del que hemos visto hasta ahora. A ver, el amigo está como un cencerro, de eso no  hay duda (y es el gran atractivo de la serie, claro está) pero aquí, además de psicótico, le vemos preocupado, acorralado, mentiroso y enamorado. Lo mismo digo de Jennifer Carpenter como Debra. La pobre, está hecha un lío. Y con razón ya que eso de que tu hermano sea un asesino en serie debe afectar lo suyo. Yvonne Strahovski  me gusta mucho como Hannah ya que, en determinados momentos, uno no sabe qué pensar de ella y ofrece un personaje vulnerable (¿débil?) y letal al mismo tiempo. Ray Stevenson es el Sirko perfecto: duro, asesino y con su corazoncito. Ah, y chulo, como él solo.
Hermanos de SANGRE (lo de las mayúsculas va a posta)
 El resto del elenco ofrece lo que han ofrecido hasta ahora y, al menos para este que escribe, cumplen muy bien. Desmond Harrington me sigue pareciendo muy buen Quinn y es otro que está hecho un lío considerable pero que no deja de meter en problemas a todo el mundo, claro. C. S. Lee sigue resultando chistosillo y cae bien (la que lía con la mano dichosa) y Lauren Vélez haciendo de LaGuerta resulta muy convincente y, a su modo, odiosa cual mosca cojonera. Lo curioso de este personaje es que, quizás de todos, es la única que hace su trabajo como Dios manda.
La verdad, esta temporada me ha gustado mucho. Se las han apañado para, con tanta trama y subtrama, amén de un montón de personajes, construir un hilo argumental lleno de giros y sorpresas que cumplen a la perfección con el objetivo que creo que toda buena serie de televisión debe tener: enganchar el interés del espectador y hacer que, cuando acabe cada capítulo, uno desee con ganas que venga el siguiente para ver qué pasa. ¿Qué más se puede pedir? Eso sí, para la octava (y creo que última) se lo van a tener que currar pero que mucho para igualar y, en el mejor de los casos, superar esta séptima entrega. Yo, al menos, estoy deseando que llegue.

Vedla, que merece la pena.

Vigilad el cielo.

A continuación, os dejo un breve resumen de cada capítulo. Tened cuidado; puede que haya datos que, si estás siguiendo la serie, no quieras leer. Es más, si estás en esta situación, no leas lo que pongo en el último capítulo y así, de paso, hago que no te acuerdes de nadie de mi familia. Con todo, ahí quedan: 

DEXTER TEMPORADA 7

CAPÍTULOS

1-      ¿Eres…?

Debra descubre a Dexter en plena faena pero él la convence de locura transitoria. Tenemos un asesino nuevo, Viktor, que mata a Mike Anderson. Deb empieza a investigar…
El capítulo termina bien después del decepcionante comienzo porque, ¿Debra se iba a tragar lo de locura transitoria y ya está? Menos mal que no… 

2-      Sol y helados


Después de siete años Dexter, se confiesa con su hermana y le cuenta todo. TODO. La trama de la mano enviada por el becario Louis se acentúa. Debra trata de ofrecer a Dexter terapia. La trama del asesino del policía aumenta. Louis resulta estar tan pirado como Dexter ya que su obsesión es crear un video juego basado en la figura de un asesino en serie, cosa que a Dexter no le hace ninguna gracia. Este trata de matarle pero no puede.
Un capítulo muy curioso ya que Debra cree que lo que tiene su hermano es una enfermedad y, como tal, puede curarse con terapia. Pobrecilla… 

3-      Rebelarse contra el sistema

Dexter hace que despidan a Louis y que su relación con Jamie acabe. El becario quiere tomar venganza pero se encuentra con Sirko y sus hombres que le confunden con Dexter y le matan. Dexter, mientras, se obsesiona con un asesino de chicas, Speltzer. Salva a Deb de sus garras. Esta comprende a su hermano… al fin. “Puede ser un mal necesario” pero también “Todo ha cambiado” Y tanto.
Lo más curioso de este capítulo es que, sobre todo al principio, entendemos que Dexter es lo que es: un asesino que necesita matar y que, incluso, tiene mono por hacerlo. Y es que el amigo  lo lleva en la sangre y no puede evitarlo.

4-      Correr

Speltzer es apresado. La trama de los mafiosos de Sirko se complica cada vez más y da a la policía un falso culpable de la muerte de Mike Anderson: un camarero que trabaja en uno de sus clubs y que sirve de concejillo de indias. Speltzer es liberado por un tecnicismo pero, al final, cae. Lo curioso es que Debra, cuando sabe que su hermano se lo ha cargado, se siente “…contenta” A la vez, se atisba algo, una relación entre Sirko con Viktor.
La  impresión que da es que Dexter está desatado, libre de cualquier necesidad de ocultarse, ya que su hermana sabe quién es. A fin de cuentas, ya no tiene nada que perder. Justo por eso este capítulo está tan bien, ya que Dexter sigue yendo a lo suyo sin cortarse un pelo.

5-      Nadar profundo

LaGuerta investiga el porta sangres encontrado junto al cadáver de Travis Marshall y se plantea que puede haber alguien más detrás de todo. Dexter, por su parte, descubre sangre en su barco: la de Louis. La trama de Wayne Randall va en aumento. La novia, Hannah, ayuda a encontrar los demás cadáveres… pero ella también hizo lo propio con su marido. Sirko es detenido pero da a entender que la cosa aún no ha terminado: el rencor le puede. Parece que la relación entre Deb y Dexter va a mejor, aunque ella debe mentir a todo el mundo.
Muy buena la escena final en la que Sirko y Dexter hablan a través del cristal de la prisión y el mafioso deja clara una cosa: a rencoroso, vengativo y mala persona no hay quien le gane. ¿Se asusta Dexter? Más quisiera…

6-      Haz lo que debas

Dexter está obsesionado con llevarse por medio a la novia de Wayne Marshall, Hannah, que, según él, mató a su marido pero, en el camino, comienzan a tontear más de lo debido, algo que le ha cogido por sorpresa. LaGuerta sigue investigando.
Aparece un nuevo personaje, el escritor Sal Price que tontea con Deb y tiene claro que Hannah es una asesina.
Sirko compra a Quinn para que pierda pruebas a cambio de dejar en paz a Nadia, la bailarina del local que le trae loco.
Dexter obtiene sus pruebas contra Hannah y lo prepara todo según su ritual para cargársela. Conclusión: el tío lo necesitaba… pero no puede hacerlo. En su lugar, encima de la mesa de ejecuciones, hacen algo más divertido y placentero.
Gran capítulo porque creo que es la primera vez que Dexter no cumple con su deber. No me extraña ya que, a fin de cuentas, es humano (a veces…)

7-      Química

Sal Price descubre que Dexter ha mentido sobre Hannah. LaGuerta piensa que algo falta en los asesinatos. Deb la trata de convencer de que no, cosa que le cuesta bastante.
Como la prueba de Sirko  (hermandad Koshka) ha desaparecido gracias a Quinn (con sobornos de por medio), será libre.
Hannah se confiesa ante Price. Dexter se inventa una historia para inculpar a Price con el ADN del cepillo de dientes. A Price le da un infarto. Al caer, se golpea la cabeza. Debra tiene claro que Hannah le envenenó pero no hay pruebas. Y tiene razón: le envenenó por chupar un boli.
Deb escucha la grabación de Price donde Hannah confiesa que apuñaló a la chica. Pide a Dexter que la mate.
De nuevo, sorpresas en este capítulo. Y, además, son de las buenas. Particularmente, me alegro que Price salga del juego porque creo que no podía dar para mucho., Eso sí, me confirma que Hannah es digna compañera de Dexter, tan hábil y psicópata como él.

8-      Argentina

Sirko trata de matar a tiros a Dexter. Pero la cosa se complica más: alguien más trata de matar a Sirko debido a líos entre mafiosos.
REVELACIÓN: Debra confiesa que, cuando le vio matar a Travis Marshall, iba  a decirle a Dexter que estaba enamorada de él.
Conocemos el secreto de  Sirko: es gay. Viktor era su novio.
Muy buen capítulo por el giro de acontecimientos y las dos buenas sorpresas que contiene.

9-      Confusión.

Dos sicarios van a matar a Sirko. Este pide ayuda a Dexter. Por si acaso, secuestra a Hannah para forzarle. Dexter no tiene más remedio que ceder. Cargarse a los sicarios que va a por Viktor es pan comido.
Tenemos un nuevo caso: gente quemada por alguien llamado El Fantasma. Sólo aparece una cosa en los lugares de los crímenes: la palabra Bobby.
A Sirko se lo carga su hombre de confianza. Al final, momento de emoción de asesino a asesino: Sirko Y Dexter hasta comprenden y respetan.
Llegados a este capítulo, uno se plantea que, si quedan unos cuantos más, ¿qué va a pasar ahora? ¡Si Sirko ya está fuera de combate! Pues, como decía Superatón, aún hay más.

10-  El lo que sea… oscuro

El Fantasma sigue quemando gente.
El padre de Hannah es un borracho asqueroso y, de este modo, uno comprende que Hannah esté tan hecha un lío porque, si no le da dinero, tiene información para mandarla a la cárcel. Dexter se lo carga y entiende que su Oscuro pasajero no es más que una excusa para matar. Ya era hora porque al amigo le ha costado siete años admitirlo. Pero, antes, el padre de la chica la ha denunciado. Quinn se carga al jefe de Nadia. LaGuerta ata cabos en torno a Dexter: es el carnicero de la bahía. Dexter averigua quien es el fantasma y lo denuncia a la poli.
Lo mejor de este capítulo es que LaGuerta está empezando a resultar pesada y se masca la tragedia.

11-  ¿Ves lo mismo que yo?

Una de las imágenes más curiosas de toda la temporada (y me atrevo a decir hasta la fecha, de la serie): Dexter y Hannah en el futuro son felices y matan que da gusto.
Dexter, acorralado por LaGuerta, se las apaña para poner pruebas falsas y culpar a Doakes mientras también  se centra en Héctor Estrada, el asesino de su madre.
Hannah pide a Debra que la deje en paz. Esta tiene un accidente. Sospecha que Hannah  le ha puesto veneno. Dexter también pero están tan enamoradito que no sabe qué hacer o pensar. Al final era cierto: Hannah trató de matar a Debra. Por eso, Dexter no la mata, pero hace que entre en prisión.
Cuando Estrada sale libre, es un truco de LaGuerta para que Dexter vaya a por él y así detenerle pero le sale el tiro por la culata.
Uno, al ver el capítulo, tiene la sensación de que todo se va quedando atado pero desea saber más, ya que aún queda un capítulo. ¿Qué más puede pasar?

12- ¡Sorpresa, hijoputa!

Dexter va a ver a Hannah. Sigue prendado de ella.
 Consigue evadir las acusaciones de LaGuerta porque amaña una de las pruebas pero se recibe  un video de la viuda de Mike Anderson donde se ve a Debra comprar gasolina cuando quemaron a Travis Marshall.

Hannah se escapa.
Dexter se carga a Estrada. LaGuerta le ha descubierto pero, en ese momento, Debra llega y... ¡FINALAZO!

No digo nada más para que lo veas.