domingo, 1 de septiembre de 2024

En el corazón de la Tierra


En el corazón dela Tierra.

At the Earth's core.

1976

Director: Kevin Connor.

Guión: Milton Subotsky.


Doug McClure.

Peter Cushing.

Caroline Munro.

Cy Grant.

Sean Lynch.


Unos científicos inventan un aparato capaz de perforar montañas y, por accidente, acaban descubriendo una civilización prehistórica en el interior de la Tierra...


Esta es una adaptación de la novel a de Edgar Rice Burroughs, el mismo tipo que se sacó a tarzán de la pluma. Si has leído el libro, sabrás que aquí lo que reina es la aventura pura y dura con mucho toque prehistórico y un sentimiento más que evidente de entretener al lector.

La verdad, fueron valientes por liarse el manto a la cabeza y enfrentar una adaptación de una obra así. Con todo, esto es lo que os puedo decir.




Con respecto a la historia, la verdad, respeta muchas cosas, en cuanto a premisa y alguna que otra situación. Desde el primer minuto de metraje se va a dejar claro al espectador que aquí, de lo que se trata, es de pasar un rato divertido, olvidarte de los problemas y punto. por eso, a lo largo de todo el guión lo que va a suceder es que se van a encadenar una serie de aventuras con otras de forma que en pantalla siempre está pasando algo que, se supone, debe resultar espectacular. Ojo, que estamos en 1976 y eso se nota. Por eso, hay cierta sensación de que todas las cosas suceden muy deprisa y no se para hasta llegar al final.

Una de las cosas que más llama la atención de la cinta es la ambientación. Pellucidar, en el libro, es un mundo prehistórico lleno de paisajes impresionantes. Aquí lo han traducido como una especie de selva (en su mayoría) espectacular y esto queda muy bien en pantalla. Árboles, lianas, cuevas y demás parafernalia, están muy bien mostradas y tiene, además, ese toque material del que hoy carecen las producciones de este tipo porque todo queda saturado por el toque del CGI.

La violencia, que es una constante en las novelas de Burroughs, aquí también se muestra a través de monstruos que se comen al personal o peleas variadas. Eso hace que el tono de película de aventuras se marque con un poquito de más intensidad si comparamos la cinta con otras de su género.

Los actores ahí quedan. Peter Cushing aporta nombre y caché y debo admitir que, quizás, su personaje de sabio un poco esperpéntico patina un poco por exagerado (en el libro, desde luego, no es así) Doug McClure, desde luego, no me pega nada en el papel principal de aventurero. En el libro es una especie de Flash Gordon  pero aquí no da esa imagen. Croline Munro como Dia aporta ojazos, cuerpazo, belleza y poco más porque su papel queda bastante reducido. El resto, bueno, ahí queda. 







¿Y qué pasa con los efectos? La verdad, cantosos y han envejecido realmente mal. Se nota a la legua que los monstruos son personas disfrazadas. Los sagoth, que en el libro son gorilas de tamaño considerable que se mueven por ramas y suelo, aquí son una mezcla extraña de simios, cerdos y jabalíes, con la cabeza de cono y un grave problema de calvicie. En cuanto a los mahars más d elo mismo: tipos disfrazados que a penas se mueven. Claro, uno puede pensar, y con toda la razón, que esto es producto de la época pero curioso, un año después de estrenó La guerra de las galaxias. Con eso digo todo.





Por otro lado, el guión tiene algunos detallitos cuanto menos cuestionables. Por ejemplo, siendo tan bestias los sagoths, ¿por qué tienen una biblioteca donde ponen a trabajar a Perry? Y, ¿cómo es que este aprende el idioma de los monstruos con esa facilidad? Y, además ¿cómo es que descubre así, por casualidad, el secreto de lso Mahars? Y, sí, se respeta lo que lo que se dice en el libro: en Pellucidar es siempre de día pero, ¿y esas escenas anocheciendo? 

Me da la impresión, con este tipo de cosas, es que una lectura que tira hacia el público adulto (las escenas de violencia, mutilación y sacrificios en el libro son más que considerables) lo tiñen de tonterías para darle un toque más para todos los públicos. Una pena.

En resumidas cuentas, una peliculita que se ve sin problmas, pasas un rato divertido y ya. Tiene el inconveniente de haber envejecido muy mal y el hecho de chirriar en determinados aspectos de manera muy evidente.

Y ahora, momento de reflexión. y es que me parece muy curioso cómo, mientras Verne tiene un montón de adaptaciones al cine de sus obras, con lo pesado y pedante que es en muchas ocasiones, no ocurre lo mismo con Burroughs (al margen, claro, de Tarzán) El mundo de Pellucidar es un campo de cultivo para adaptaciones en la gran pantalla considerable. Por desgracia, como ocurrió con el caso de John Carter, ese afán por llegar a todos los públicos es lo que fastidia el conjunto. Quizás en un futuro las cosas cambien.


Vigilad el cielo.


                                 


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