Llegan sin avisar

Llegan sin avisar.

Without warning.

1980.

Director: Greydon Clark.

Guión: Lyn Freeman, Daniel Grodnik, Bennett Tramer.

Tarah Nutter.

Jack Palance.

Martin Landau.

Tarah Nutter.

Christopher S. Nelson.

Un extraterrestre llega a un pequeño pueblo...

Los años ochenta fueron un caldo de cultivo tremendo para el cine fantástico. Hubo de todo: monstruos, científicos chiflados, asesinos en serie... e invasiones alienígenas, como esta que nos ocupa.

La película no puede ser más ochentera en todos sus aspectos: guión, situaciones, desarrollo, efectos... Eso le da al conjunto un aire entrañable que, al menos para mí, le hace ganar varios puntos. Pero vayamos por partes.

La historia puede resultar algo repetitiva y la hemos visto hasta decir basta: un alien llega a la Tierra y nos va a masacrar. La cuestión es que el modo que se presenta me parece muy acertado. Por eso, la idea d los jóvenes excursionistas, ochentena total, está muy bien. Sabes que van a caer pero la cuestión es saber cómo y en qué orden. 

Pero, sin duda, hay dos aspectos que me gustan mucho y que me gustaría comentar. Por un lado, se mantiene a lo largo de todo el metraje un misterio muy bien llevado. Sí, se producen muertes con esos discos voladores que luego se clavan en el personal. Estupendo pero... ¿quién los lanza? Dicho de otra forma, nos quedamos con ver al extraterrestre de turno hasta que no pasan una hora y veinte minutos. tened en cuenta ta que la peli no llega a la Horta y media. Eso hace, al menos en mi caso, que estés pegado a la pantalla a ver si, de una vez, el alien malvado se muestre en todo su esplendor pero, poco a poco, te das cuenta de que el susodicho es algo así como el secreto mejor guardado del metraje y saben aprovechar el recurso.

La segunda es la pequeña sorpresa a modo de final que nos tiene reservado el guión. Vale esto suena a spoiler, así que es cuestión tuya que sigas leyendo. resulta que no hay extraterrestres, sino UN extraterrestre. Y el colega no se propone invadirnos ni nada de eso; digamos que está cazando y colecciona piezas. ¿Te suena a cierta película de Schwarzenegger de unos añitos después? Pues que sepas que no eres el único. Y creo que este aspecto le da un remate a la peli que le viene muy bien.

Otro aspecto a destacar es que la mayor parte de la cinta sucede de noche, lo que da al conjunto un aire opresivo considerable. Hay que reconocer que todo esto a la luz del día perdería fuerza, aunque la escena inicial del padre capullo y el hijo bigotudo ocurre de día.

Los actores me parecen muy acertados. Claro que lo primero que te va a llamar la atención del elenco es que aquí hay dos monstruos como Martin Landau y Jack Palance que, por supuesto, bordan sus papeles y a quienes no sabes muy bien dónde ubicar al principio. Ah, y los dos, de manera un poco sorprendente, se pasan despeinados toda la peli. 

Luego, claro, están los protas como tales. Tarah Nutter queda bien como Sandy, la típica chica de la época, trenzas incluidas, que grita y tiene miedo pero sale adelante. Christopher S. Nelson como Greg lo mismo pero en plan masculino. La verdad, tampoco en una peli así puedes esperar un despliegue de interpretación bestial. Lo que ves en pantalla está bien y punto.

En cuanto a los efectos, mira la fecha de la peli, 1980. Tienen el encanto de lo material. No hay muchos, solo lo referido a los discos asesinos. El extraterrestre cabezón, alto y con esa cara está muy conseguido, si bien me ha sabido a poco.

Y... fin. Recomiendo verla por dos cosas. La primera, es que es muy entretenida; casi te puedo decir que no tiene un momento de calma. Por otro, es uyn tipo de cine fantástico que ya no se hace y, al menos este que escribe, lo echa en falta. Cintas de este tipo deben ser recordadas, reivindicadas y revisadas las veces que haga falta.

Vigilad el cielo.