viernes, 1 de marzo de 2019

El fin de los días


Arnold Schwarzenegger in End of Days (1999)
El fin de los días.
End of days.
1999
Director: Peter Hyams.
Guión: Andrew W. Marlowe.

Arnold Schwarzenegger.
Gabriel Byrne.
Robin Tunney.
Kevin Pollak.
Rod Steiger.
CCH Pounder.


Un ex-policía se debe proteger a una chica para que el Mal no pueda engendrarla...


¡Saludos a todos!


Hoy os traigo una peliculita de allá de finales de los noventa y que, como narraba la moda del momento, tenía el componente sobrenatural y demoníaco de turno. Esta vez, además, contó con la dosis adecuada de acción porque, no olvidemos esto, esta es una peli del amigo Arnold y eso manda y dicta unos cánones determinados.

Muy bien, con el contexto del fin de siglo por delante, os puedo decir lo que sigue:


End of Days (1999)Me gusta que la película vaya al grano desde la primera escena. Por eso, la acción nos sitúa en 1979 y nos dice una cosa muy interesante y potente en la trama: una niña va a nacer y tiene que morir. Manda narices, pobre criatura. Esto, dicho así, como que parece que no es importante. Lo malo es que son los mandamases del Vaticano los que lo deciden. No todos, claro, que el Papa sigue apostando por eso de que la vida es sagrada.

Con este planteamiento tan directo uno no puede evitar hacerse sus propias quinielas con respecto a la identidad de la niña. Tampoco es que la peli se ocupe mucho de disimularlo y, si no la has visto, no creo que esto te coja por sorpresa: la niñita, de adulta, será la madre del Demonio. Por eso, lo que nos queda de peli y trama por delante no puede ser más sencillo: Arnold, que es una especie de escolta que está hecho una piltrafa humana y mental, por razones del azar y del destino, tiene que proteger a la futura mami para así evitar que el maligno la deje embarazada. Para dar un poquito de más emoción al cotarro, el encuentro maldito tiene que suceder antes de que el año dos mil llegue. Cosa curiosa cómo el tema del cambio de milenio agudizó la imaginación del personal.

Arnold Schwarzenegger in End of Days (1999)Como puedes ver, lo que te dije en la intro de esta entrada es cierto: la historia tiene una mezcla muy hábil de película de acción y aventuras con el toquecito sobrenatural y terrorífico que estaba tan de moda aquellos años. Arnold ya estaba empezando a hacerse mayorcito y había que aprovechar los músculos mientras durasen. Por eso, la cinta se columpia entre ambos géneros aportando lo mejor de cada uno o, al menos, lo más significativo. Sí, aquí hay monstruos y sus derivados demoníacos y, por supuesto, persecuciones, explosiones y tiros varios. No hay que olvidar, y lo repito aún a riesgo de que me llaméis pesado, el nombre y, sobre todo, el apellido del protagonista.

Otra cosa que me parece bastante destacable es la forma en la que el guión trata de huir del estigma de Arnold pelea/Arnold reparte leña como nadie/Arnold gana/Arnold ha roto unas cuantas cabezas y el tipo está como si nada. Por eso, se centra, precisamente, en el personaje de Jericho (el nombre viene que ni pintado, ¿verdad?) El prota está amargado, hecho polvo e, incluso, al borde del suicidio. Con esto, al menos esta es mi humilde opinión, la cosa se aleja del tópico que uno se puede esperar de una peli de Arnold, es decir, que saque músculo y siempre gane, a base de repartirlas (y no precisamente consagradas) como panes.

Y, siguiendo con los personajes, hay que decir que, la verdad, no es que haya muchos en esta historia pero los pocos que interesan están muy bien definidos y tampoco hacen falta más. Jericho, como ya os he dicho, me parece muy acertado en su intento de protagonista imperfecto. Christine (de nuevo, ojito con el nombre y lo que implica), también. A fin de cuentas, la pobrecita tiene un buen papelón encima. El padre Kovak aporta la sabiduría y y el fondo religioso que viene tan bien a la historia. Y luego, claro está, tenemos al personaje del poseído que comienza siendo una cosa y, fruto de la posesión, acaba siendo otra muy distinta y muy mala. Curiosamente, se puede decir que este es el motor de la historia y el tipo es tan rematadamente malo (atentos cómo le gustan las mujeres. Prueba de ello es la escena en la que, recién poseído, deja su carta de presentación a la chica con la que estaba comiendo) que, en algunas escenas, hasta despierta las simpatías del personal. Será que a mí me tira el Lado Oscuro.



Sí. El Diablo besa a tu chica y a ti se te queda
esta cara de idiota.


Derrick O'Connor in End of Days (1999)La película contiene una serie de escenas que me parecen muy acertadas y, a su modo, impactantes. La del pobre sacerdote, el llamado Tomás Aquino (de nuevo, ojo con los nombres) está muy bien, sobre todo, cuando es crucificado en el techo. Toda la escena final en la iglesia está muy lograda, con monstruo incluido. ¿Y los efectos especiales? Tened en cuenta que la peli es de mil novecientos noventa y nueve y, si bien el el tema digital ya había saltado a la palestra y dado obras maestras como La amenaza fantasma y otras de la misma clase, la cosa estaba aún en sus principios. Por eso, las tomas digitales pueden resultar algo inocentes hoy día, como esa en la que el tipo rubio se hace trocitos en el metro o, incluso, la del demonio al final. Con todo, me parece que quedan bien y hay algunas, como esa en al que se ven almas en pena en una manzana, no dejan de resultar perturbadoras (y rápidas, todo hay que decirlo)


Imagen relacionada

Victor Varnado in End of Days (1999)


Pero, si hay una que me gusta y que quiero destacar, es una en la que ni hay efectos, ni ordenador, ni nada por el estilo, pero si una ancianita que le da una tralla a Arnold que no veáis. Mirad:




Resultado de imagen de the end of the days 1999Y paso a los actores. Para este vigilante del cielo, todos muy correctos. Arnold se esfuerza lo suyo por resultar vulnerable y hecho trizas, cosa que creo que, a su modo, consigue. Y es que por aquel entonces ya empezaba a dejar de ser un jovenzuelo y se ve que quería aportar algo de profundidad a los personajes que escogía (conste que esta teoría es mía). Con todo, muy bien. Robin Tunney cumple como Christine, si bien es cierto que su papel es el menos lucido de todos. Rod Steiger queda creíble como padre Kovak. Y, por supuesto, el más destacado para el final: Gabriel Byrne como poseído/Satán. El tipo lo borda y aporta el toque de cinismo adecuado. Además, su caracterización, todo de negro y sin despeinarse viene muy bien al personaje. Sin duda, todo un rival para Terminat... digo, para Arnold.

Resultado de imagen de the end of the days 1999

Resultado de imagen de the end of the days 1999 christine

Resultado de imagen de the end of the days 1999 rod steiger

Y, siguiendo con los actores, me gustaría hacer una mención especial a los encargados del doblaje. Aquí hay muchas tablas y eso se nota. Ernesto Aura encaja a la perfección con los gestos y ademanes de Schwarzenegger. Manolo García lo borda con Gabriel Byrne y tres cuartas de lo mismo con Joaquín Díaz dando voz a Steiger. 

En cuanto a las cosas que me parecen mejorables, creo que solo puedo decir una que, por otra parte, puede ser un poco absurda: ¿por qué Jericó se empeña en ser un arsenal humano si sabe de sobra que no puede acabar con su enemigo? Y digo lo de absurdo porque, sin este detallito ni habría acción ni, si me apuráis, peli. 

La cinta me gustó cuando, en su momento, la vi en el cine y me sigue gustando ahora que la tengo para siempre a mi alcance. Creo que, en conjunto, es una historia muy bien llevada, con sus toques de originalidad adecuados y, sobre todo, muy entretenida que hace que te centres en el argumento y te olvides de todo. Si a esto le sumáis escenas de acción muy logradas, momentos dramáticos (véase la tentación de Jericó) y actores muy metidos a lo suyo, creo que no se puede pedir más. Por eso, lo escribo sin dudas: dale un vistacito. Si ya lo has hecho, no pasa nada por recordarla. 


Vigilad el cielo.


Arnold Schwarzenegger and Robin Tunney in End of Days (1999)

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