domingo, 29 de mayo de 2016

Perseguido





Perseguido.
(The running man)
(1987)

Director: Paul Michael Glaser.
Guión   : Steven E. de Souza.

Arnold Schwarzenneger.
María Conchita Alonso.
Richard Dawson.
Yaphet Kotto.
Jim Brown.
Jesse Ventura.
Erland Van Lidth.
Gus Rethwisch.
Professor Toru Tanaka.


Ben Richards es acusado de matar a miles de personas y enviado a un sangriento concurso llamado Perseguido. Pero Richards piensa pelear...



Hola a todos.


Hoy os invito a recordar una de las películas más famosos en la filmografía del amigo Arnold y que es una de esas cintas que vi veinte mil veces cuando era más jovencito. 



Como podéis suponer, este Perseguido fue rodada cuando Schwazenegger estaba en la cresta de la cresta de la cresta de la ola y cumple al pie de la letra todos y cada uno de los cánones del cine de acción de la época: prota mítico, toque fantástico apropiado, puñetazos varios y frases lapidarias que quedan para el recuerdo pero que encajan maravillosamente bien en el metraje.


Muy bien. Antes de empezar, dos cositas: la peli esta basada a lo lejos en una novelia de Stephen King llamada El fugitivo y, en lo que a dirección se refiere, puede que ese nombre tan rimbombante no te suene mucho pero si te digo que era el moreno de Starski y Hutch, seguro que me entiendes.


¡Vamos allá!


La cinta no pierde en tiempo para nada porque, entre otras cosas,
porque si veías una poeli de Arnold Schwarzenegger lo hacías para verle repartir leña entre el personal. Por eso, desde la primera escena, conocemos al personaje de Ben Richards, a lo que se dedica y que se mete en un lío por ser bueno, es decir, por no cargarse a unas mil personas que piden comida. Luego, a la cárcel, a lucir bíceps mientras lleva una viga y donde se lleva a cabo una pequeña rebelión. En seguida oímos hablar de cierto concurso llamado Perseguido que consiste en que unos asesinos estrambóticos persiguen a un infeliz hasta matarle ante las cámaras. Sí, no hay que ser Einstein para saber que ben va a dar con sus huesos en susodicho programa.


A partir de ese momento, la peli da justo lo que ofrece: Schawarzenegger corriendo que se las pela y un montón de (otra vez) energúmenos vestidos de manera estrambótica tratando de matarle. Cosa curiosa, y completamente natural, si has visto esta peli puede que no recuerdes lo que ocurre ANTES del programa, lo mismo que es posible que tampoco recuerdes lo que sucede DESPUÉS del mismo pero si vas a recordar, aunque no te guste, la sarta de palos, puñetazos, empujones y bestialidades varias que vas a ver en forma de distintos perseguidores que tratan de dar caza a Arnie. Aquí hay para todos los gustos y, para mí, es lo más divertido (entre otras cosas) de la peli. Aquí hay para todos los gustos. Subzero es una mala bestia que patina sobre el hielo y usa como stick una hoja afilada que no veas y discos explosivos. Buzzsaw se dedica a rebanara al personal con una sierra eléctrica. Dynamo es una masa informe con un casco ridículo y traje lleno de lucecitas que, cosa curiosa, recuerda al que llevaría Arnold en Batman y Robin, y que suelta descargas eléctricas mientras conduce un coche alucinante y canta ópera. Fireball, por su parte, viste de manera alucinante y lleva un lanzallamas. Ah, y vuela. Todo con un tufo ochentero descomunal que, precisamente, es una de las grandes gracias de la peli y que se aplica a todas y cada una de las cosas del metraje: peinados alucinantes, hombreras afiladas o numeritos de baile que ya no se ven en la tele. Y todo, y esto lo afirmo desde la más profunda humildad, resulta bestialmente entretenido.










Otro de los puntos a favor de la peli es que uno puede pensar que se reduce a las persecuciones y masacres que supone el programa en sí. Aquí hay algo más de fondo que creo que queda muy bien en el metraje: por un lado, está el tema de la rebelión en esa sociedad de porquería que vemos en la historia. Por otro, el propio programa en sí va variando conforme Arnold, digo, Ben, se pasa por el forro a todos los perseguidores, hasta tal punto que le ofrecen unirse al show como perseguidor. Ahí está la escena en la que la anciana del público, en lugar de apostar por cualquiera del programa, lo hace por el propio Ben.


Como puedes suponer, con estos ingredientes, el final no puede esconder muchas sorpresas y, claro está, Ben vuelve para arreglar cuantas con los que le mandaron a vivir ese infierno. No más pero, tampoco, menos. Y todo encaja de manera bastante notable en una historia como la que vas a ver a lo largo de todo el metraje. Nunca olvides esto: mil novecientos ochenta y siete y Arniold Schwarzenegger. Con eso, te digo todo.




La ambientación futurista caótica está muy lograda: todo es gris y

sucio, una especia de ambiente post apocalíptico considerable. El lmundo exterior contrasta con los decorados brillantes y llenos de luz del programa. Eso sí, tampoco se trata de un tono fantasioso descabellado y hortera. Todo lo que vemos de este futuro tiene ecos del presente: policía, problemática social, hambre, medios que comen el coco al personal...



Los personajes cumplen su cometido y están muy bien definidos. Ben es el prototipo de héroe po accidente pero que puede con todo. Amber supone el toque femenino de la época que empieza siendo una cosa y acaba resultando otra, en este caso, una guerrera. Laughlin y Weiss son lo típicos compañeros del héroe que, además, por desgracia para ellos, son prescindibles. Y, mi favirio, Damon Killian, el opresntador odioso, repulsivo y puñetero que mete en problemas a Ben. No se necesitan más, salvo los perseguidores que pasan por la pantalla, cumplen y dan paso al siguiente. 






¿Y los actores? Pues, como los personajes, encajan en su papel sin problemas. Maria Conchita Alonso queda bien como músico pija que se mete en un buen lío y luce peinados brutales. Richard Dawson lo borda como el perfecto y malvado Killian. El tipo tiene un lenguaje corporal muy divertido y atentos a los cuernecitos que pone con los dedos al hablar. Y, por supuesto, Arnold. ¿Qué os puedo decir? El tipo me ha encantado desde siempre y sigo considerándole el actor ideal para las películas que hizo y que le encumbraron. Aquí sigue luciendo ese rostro de roca tan suyo y continúa caminando como un robot pero el colega encaja a la perfección en el papel y, a su modo, lo borda. Además, añaden ciertos momentos ciertos toques de comedia que le vienen muy bien. Y es que repartiendo leña es único pero verle con sombrero de ala ancha, gafas de sol y camisa hawaiana estrambótica no tiene precio. A esto, claro está, hay que añadirle las frases lapidarias que le vienen como un guante. Vale, quizás no sean muy Shakespirianas pero no por eso no son divertidas: 

"¡Eh Killian! Aquí esta Subzero…¡ahora menos que cero!"

"Enlace de resistencia…enlace de resistencia…como no os calléis, os voy a enlazar el culo y ya veréis como oponéis resistencia."

Amber: ¿Qué le paso a Buzzsaw? 

Richards  (tras partirlo en dos): Je…tuvo que abrirse.



"Asesino de mierda, te diré lo que pienso: voy hacer que te comas ese contrato pero deja sitio a mi puño porque voy a incrustártelo en el estomago y romperte la columna."



Fin. La verdad, siempre he sentido una debilidad rara hacia esta peli. No es que la considere una joya del arte cinematográfico pero sí te digo sin rodeos que entretiene como ella sola. Por eso, si quieres pasar un buen rato, dale una oportunidad y, si la viste hace un porrón de años, no estaría mal recordarla. Más que nada porque, al menos para mí, es un tipo de cine que ya no se hace, de ese donde uno sabe que lo que ves, en su momento, era real. Mejor o peor hecho pero real. Además, sale Arnold. ¿Qué más se puede pedir?

Os dejo unas cuantas curiosidades:

-El director, Paul Michael Glasser, fue la primera opción pero, como solo disponía de un par de semanas para preparar la peli, abandonó el proyecto.

-Tras ocho días de rodaje con otro director, este fue despedido y volvió a las manos de Glasser.

-En un principio, el personaje de María Conchita Alonso no aparecía. En su lugar, se trataba de la hija de Ben Richards.

-Por eso, se pensó en principio en dar el papel a Dolph Lundgren o, uno de los favoritos, Christopher Reeve.

-También sonaron Patrick Swayze o Don Johnson. Este no pudo por estar liado con Corrupción en Miami.

-Por eso (de nuevo), cuando Schwarzenegger aceptó el papel, se tuvo que cambiar el tema de la hija. Alguien consideró que con el actor eso de la vena paterna no pegaba. Y yo le doy la razón.

-Las bailarinas eran animadoras de Los Angeles Lakers.


-La coreógrafo, Paula Abdul.

-Rob Cohen, el productor, compró los derechos de la novela "The fugitive" escrita por Richard Bachman. No tenía ni idea de que se trataba de Stephen King.

-Schwarzenegger consideraba que Glasser no fue una buena opción para dirigir la cinta ya que venía del mundo de la televisión y no pudo recrearse en determinados temas del guión.

-¿Por qué el traje de Ben es distinto al de sus compis?

-Dicen que, dichos trajes, en determinadas tomas, lucen el logo de Adidas.

-Puede que el argumento te parezca muy original pero tiene mucho de una peli de los años treinta llamada El malvado Zaroff, donde unos cuantos cretinos practican en una selva un deporte muy curioso: la caza del hombre. Por cierto, vedla, que merece la pena.





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