sábado, 23 de enero de 2016

El destino de Júpiter





El destino de Júpiter
(Jupiter ascending)
(2015)

Director: Andy Wachowski, Lana Wachouski.
Guión  : Andy Wachowski, Lana Wachouski.

Mila Kunis.
Channing Tatum.
Eddie Redmayne.
Douglas Booth.
Tuppence Middleton.
Sean Bean.


Jupiter es una chica normal y corriente que ignora que, en realidad, tiene una procendencia extraterrestre y es nada menos que la reina del planeta Tierra...


¡Buenas!

Hoy os traigo una peli de un género que, por unas o por otras, no se prodiga demasiado: el de fantasía. Sí, hay de superhéroes, de terror, de ciencia ficción... Pero de fantasía pura y dura llena de seres raros en mitad de una trama alucinante no os creáis que son muchas las pelis que pululan por la pantalla. Por eso me animé a ver esta peli y compartirla con vosotros. La verdad es que, cuando la estrenaron, la catalogué de inmediato dentro del grupo de "la veré en la tele" y, como soy fiel a mi palabra, eso es lo que he hecho.

Muy bien, a favor creo que se pueden destacar varias cosas y, todas ellas, variadas. 

En primer lugar, empezamos por la historia. Bueno, la verdad es
que me parece muy original y debo admitir que es lo que más me ha llamado la atención. A ver, poniéndome en plan friki alucinado, soy de esos que creen que el ser humano quizá sea fruto de razas alienígena que vinieron a la Tierra en el pasado. Pues bien, eso es lo que precisamente se nos va a mostrar aquí: somos un producto, en el sentido más pleno de la palabra. De hecho, metiéndonos más en faena, somos una cosecha que, como tal, hay que recolectar. Y, siempre que se habla de negocio, hay quien se quiere enriquecer a costa de lo que sea. En este caso, la cosa se complica cuando los que van tras la pasta del negocio humano son tres hermanos a cual más retorcido: Balem (el Jr de la familia), Titus (refinado pero malo) y Kalique (la guapa del clan que se salva por eso, por mona) 

¿Qué os parece la historia? No está mal, la verdad. Bueno, pues añadid que nuestro amado planeta Tierra tiene una reina y no tememos ni puñetera idea; es más, no lo sabe ni ella porque, para más inri, es una mindundi integral dedicada a limpiar retretes y donar óvulos.

Como se puede ver, la originalidad viene servida por una trama que, como poco, va a hacer que el conjunto destaque por eso; por llamativo y que, además, es el máximo responsable del carácter folletinesco y entretenido que tiene la peli por los cuatro costados. Aquí se respira un tufillo clásico evidente porque los malos son muy malos y refinados y los buenos lo son con ganas y cumplen el cliché del bueno/amigo del bueno/novia del bueno. 

La cinta, además, se va a caracterizar por otra cosa: no da un momento de respiro y rara es la secuencia en la que no pase algo. El menú es variado: hay naves y todo tipo de artefactos raros que vuelan y explotan, aliens grises y cabezones que siembran la duda entre el pobre personal terrestre que no sabe el caos que le rodea, disputas familiares intergalácticas, traiciones, elixires de la eterna juventud... De todo, vamos. Y, todo ello, en apenas dos horas. Por eso, una de las principales virtudes de la peli (quizás la más notable) es que la ves y te olvidas de los cochinos problemas de la vida diaria durante el metraje. Que luego la recuerdes mucho tiempo ya es harina de otro costal que aquí no voy a tratar.

Paso  otra de las señas de identidad de la peli: los efectos
especiales. La verdad es que están muy bien; clavados, me atrevería a decir. Las explosiones, los decorados, los espacios siderales y los monstruos raros están muy bien mostrados y dejan claro que mucho del presupuesto de la peli se fue al departamento de efectos. Destaco los combates espaciales y, por ejemplo, el efecto de Caine, el prota que, como es más chulo que un ocho alienígena, va surfeando por el aire con unas botas que, además, son irrompibles y aguantan lo que sea. A ver si aprenden los fabricantes de calzado terrestres, hombre.

¿Cosas que no me han gustado? Bueno, yo os voy a detallar dos, desde luego, desde mi punto de vista personal de humilde espectador.

Veamos, la primera es lo predecible que es. Desde que nos enteramos de que Jupiter en la soberana en la sombra del planeta Tierra sabemos cómo va a terminar la peli y, desde luego, no hay lugar a dudas. Creo que la cosa pudo haber estado más complicada y pudieron habérselo currado más. También hay que admitir que me da la nariz que los responsables de la peli no han deseado complicarse mucho la existencia y han querido hacer lo que vemos en pantalla, esto es, una peli sencilla cuyo máximo objetivo es entretener a la luz de efectos especiales tremendos. No menos, pero tampoco más.

¿La segunda? Lo más cantoso para mí: los actores. Vamos a ver, decir que esta peli no es propia de la Royal Shakespeare Company es evidente. Lo que pasa es que, por lo menos a este servidor, le ha dado la impresión de que el personal pulula por la pantalla sin más. Algunos más que otros, claro. Sean Bean cumple, como siempre y me ha hecho preguntarme qué narices hace aquí. Eddie Redmayne, que ahora está de moda, tampoco está mal, aunque el papel de malo refinado susurrante queda muy teatral. ¿Los más flojos? Los protas. Mila Kunis será todo lo guapa que quiera (para quien piense esto, claro, porque no me incluyo en el grupo) pero es más inexpresiva
que el teclado de mi ordenador. Apenas gesticula, tiene la misma cara en todas las ocasiones y parece no esforzarse lo más mínimo para aparentar lo contrario. Fijaos cómo su expresión es la misma en todas las ocasiones: cuando se entera que es reina, al reclamar el planeta en plan administración (momento más bajo de la peli para mí) o en el momento en el que le confiesa su amor al de las orejas puntiagudas. Creo que otra actriz con más expresión, más tablas y, sobre todo, más presencia en pantalla, hubiera quedado mejor. Y lo mismo digo de Channing Tatum. Vale, es tío es guapete y aprovecha cualquier ocasión para quitarse la camiseta y dejar al resto de los mortales a la altura del barro más sucio pero, admitámoslo, un poquito más expresión y carisma no le vendría mal. Y lo de las orejitas de chucho juguetón lo dejo bien apartado. El resto cumple sin más o, mejor dicho, pasa por la pantalla y, hala, adiós muy buenas. Repito: esto es mi opinión.

Pues esto ha sido todo. En su conjunto me ha parecido una peli muy normalita que, desde luego, no creo que pase a la historia del género. Yo la he visto por aquello de darle una oportunidad y ver qué tal. No he obtenido ninguna sorpresa y, sin duda, me ha dado lo que ofrece y he dicho un poco más arriba: pasarlo bien durante dos horas y entretenerme mientras apuro un café. ¿Mejorable? Sin duda. ¿Pasable? Ni qué decirlo. Por eso, si no tenéis nada que hacer, si el frío os pone de malas y no os apetece salir, es una opción a tener en cuenta para pasar una tarde (solo o en compañía, ahí ya no me meto) distraído.

Vigilad el cielo.






No hay comentarios:

Publicar un comentario