domingo, 12 de julio de 2015

El hundimiento de la casa de Usher




El hundimiento de la casa Usher (House of Usher)


(1960)

Director: Roger Corman.

Guión   : Richard Matheson.


Vincet Price.

Mark Damon.

Myrna Fahey.

Harry Ellerbe.









Philip acude a la mansión Usher para formalizar la boda con Madeleine. Allí conocerá al extraño y misterioso hermano de ella, Roderick…


“Debe marcharse de inmediato. Esta casa no es un lugar saludable para usted” (Usher)
La línea usher está envenenada, señor X” (Usher)
Ahora el mal es la casa en sí” (Usher)


Vamos allá con una de las adaptaciones más famosas del relato de Edgar Allan Poe y que tuvo, como en muchos casos, la dirección de Roger Corman y el rostro de Vincent Price a la cabeza.

Quien haya visto cualquiera de las adaptaciones a la pantalla que de las obras de Poe hizo Corman (fueron unas cuantas porque, dicho sea de paso, encontró en ellas un filón y hoy es recordado precisamente por ellas), dos van a ser las características que predominan en todas y que, desde luego, vamos a ver en esta cinta: ambientación gótica por un lado y una adaptación muy, pero que muy libre por otro. Y es que tenemos por delante setenta y pico minutos de metraje y el relato de Poe tiene unas pocas páginas (todas ellas, oro puro, debo decir) Por lo tanto, Corman y equipo hicieron lo único que pudo hacerse para llevar a cabo un largometraje: partiendo de una idea, adaptarla, cambiarla y cebarla a base de bien.



Muy bien, a favor debo destacar varias cositas:

Como en cualquier película de Corman relacionada con Poe, la ambientación de época está muy bien lograda. Los trajes, el atrezo de los personajes... están clavados y los decorados, ya sea en forma de mansión vista desde fuera o desde dentro, resultan muy reales, fantasmales y, por supuesto, góticos y opresivos. Destaco el hecho de que toda la mansión esté rodeada por una extraña neblina o cualquiera de las tomas interiores a oscuras, como las referidas al cementerio particular de los Usher (seamos honestos, ¿quién tiene un cementerio en casa?) Si al conjunto le añadimos un bosque tétrico con árboles repletos de ramas retorcidas y mucha sombra y penumbra, el efecto está brindado. Todo ello hace presagiar algo fundamental en esta historia: el mal acecha y no se espera nada bueno. Lo mejor es que no sabemos qué forma puede adoptar ese mal. Pero claro, esa es la gracia de todo el cotarro, ¿no?

La película cuenta con un factor a favor desde el principio del metraje: el misterio. No hay que olvidar que los relatos de Poe son macabros como ellos solos pero dicha característica se basa en ambientes opresivos, situaciones rocambolescas y mucho, mucho misterio. Por eso, la peli que hoy nos toca va a mostrarlo desde el primer minuto a través de muchos factores: una chica no puede ver a su prometido por orden de su hermano que, dicho sea de paso, da un mal rollo considerable nada más verlo; al novio, Philip, se le pide que se quite las botas para entrar en la mansión; la noticia de que ambos hermanos, Madeleine y Roderick, se están muriendo por una extraña enfermedad de los sentidos… Vamos, que viajar desde Boston con la idea de ver a tu novia y presentarte ante tu futuro cuñado y encontrarte el panorama tan asqueroso como este es para darte la vuelta y volver a tu casa. Por suerte, Philip está enamorado hasta las cachas y se queda. Lo bueno de todo esto es que, en estos momentos iniciales, no se explica nada, o de dónde viene todo esto. Es obvio que los Usher ocultan algo (hasta el criado) pero no sueltan prenda. Mejor, así uno se siente motivado para seguir viendo la peli.

El misterio, conforme avanza el metraje, va en aumento. Sabemos
que Madeleine es sonámbula (vamos, la chica tiene de todo, y todo rarito), que la casa guarda un cementerio con las tumbas de todos los Usher (algo que, por la noche, debe dar una sensación de confort y seguridad considerables) y que estos, a lo largo de la historia, han sido las peores personas del mundo (eso sí, se guarda un recuerdo de cada uno de ellos en forma de cuadros tétricos y desagradables, como debe ser) ¿Es todo? No porque, además, ambos hermanos ya tienen sus ataúdes preparados, esperando, lo mismo que un taxi. Vamos, el colmo del buen feeling familiar. No es de extrañar que la casa absorba todo ese mal y cruja. Lo bueno es que, a base de misterio y más misterio, el espectador se engancha a la historia y no puede apartar los ojos de la pantalla. ¿No debería ser ese el objetivo de toda buena peli de este tipo? Pues esta lo consigue con creces. 

Sigo. Después de plantar muchas semillas de incertidumbre en el guión, la peli no se estanca, sigue hacia delante y, para ello, utiliza unos buenos golpes de efecto: la supuesta muerte de Madeleine (muy buena esa escena en la que oímos su grito desde el ataúd) y la obsesión de Philip por encontrarla al saber que hay catalepsia de por medio. Por eso, aquí destaco la escena del sueño de este: todo muy onírico, con colores azules y los Usher al completo en plan zombis, gritando y gesticulando delante de la cámara en plan selfie pero gótico. Llegados a este punto, uno no entiende como el enamorado Philip no coge a Roderick y le parte la cabeza para así darle el gusto de morirse de una vez y, de paso, arruinarle ese tinte platino que luce. Desde luego, la angustia que, mediante las agobiantes imágenes del protagonista recorriendo la casa de cabo a rabo para encontrar el ataúd que contiene a su novia viva, está muy bien conseguida y sigue tan vigente como en la época en que se rodó. 


Pero si de golpes de efecto hablamos, destaco uno por encima de todo: Madeleine consigue escapar y ya no conoce a nadie: solo quiere acabar con su hermano… mientras la casa se viene abajo. Desde cierto punto de vista, uno se siente aliviado de que alguien se encargue de Roderick. 

Los actores me parecen muy bien. Destaco, cómo no, a Vincent Price que borda el papel de loco atormentado aunque me resulta raro verle, lo digo de nuevo, con ese tinte tan platino que le pusieron. Sus caras, en determinados momentos, no tienen precio. y, desde luego, deja muy que no va a ser el cuñadito con quien te puedes tomar varias birras. Myrna
Fahey como Madeleine cumple con su labor pero lo mejor de ella me gusta los pocos minutos en los que, desquiciada, sale de su ataúd para cargarse a su hermano. Sus ojos de demente me parecen muy logrados. El más simple, al menos para mí, es Mark Damon como Philip. Me resulta un poco inexpresivo, sobre todo en la primera parte de la película. El amigo ve todo lo que ve, oye todo lo que oye, pero no parece inmutarse, como sitodo ello fueran gajes de la vida. ¿Hace falta que se le caiga una lámpara en la cabeza para que reaccione? Pues así, así, porque sigue a lo suyo y no parece actuar. Yo creo que está algo hipnotizado por el (me repito como un cromo), tono platino de la cabellera del cuñado) 

¿Cosas en contra? Como dije antes, esta es una adaptación muy libre y, por tanto, cambiada y, a su modo, engordada, del relato de Poe. Que los cambios gusten o no (por ejemplo, el relato comienza cuando el protagonista visita a su amigo Usher en la mansión de este, sin novias ni bodas de por medio) lo dejo a gusto del personal. Quizás, el final, es algo precipitado y se echa en falta ver algo más de detalle en la destrucción de la casa.

En general, recomiendo verla. Dejando de lado el tema de las licencias que se toma, la película mantiene el interés del espectador de principio a fin y es un buen ejemplo de un tipo de cine que hoy, salvo casos raros (léase La mujer de negro) no se destila mucho: el cine de gótico con mucho misterio y el toque justo de terror para que el espectador esté bien entretenido. Lo mejor, sin duda, la atmósfera agónica que impera durante todo el metraje. Eso sí, con todos mis respetos a Corman y a todos los que han intentado adaptar sus obras (hay una versión muda más que curiosa de 1928), me mantengo en mis trece: a Poe, por encima de todo, hay que leerlo.


Vigilad el cielo.




2 comentarios:

  1. ¡Hola, Israel!

    De las adaptaciones de las obras de Poe solo he visto la de "Los crímenes de la calle Morgue" y no me gustó mucho. Has dicho que es una adaptación libre de la historia de Poe y no sé si esto me gusta porque cuando se adapta un libro quiero que se adapte bien. No sabes el cabreo que pillé con la última adaptación de "El retrato de Dorian Gray"y que está protagonizada por Ben Barnes jejeje Pero la ambientación de la peli me ha gustado y veo que hay mucho misterio así que veré si la puedo encontrar por internet. ¡Felicidades por la reseña!

    ¡Nos leemos!

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    1. ¡Hola!

      La peli es una adaptación, más que libre, muuuuy estirada pero, al menos es mi impresión, logra captar el interés de espectador y resulta un poco agobiante porque todo sucede en la mansión de los Usher y... ¡Huy, que te fastidio la sorpresa! (cosa harto difícil después de la reseña) Entiendo lo de Dorian Gray; creo que antes de adaptar nada, deberían contar hasta diez pero, bueno... Esta versión de Corman tiene el encanto de la época y, desde luego, es muy entretenida así que... ¡espero tu opinión cuando la veas!

      ¡Mil gracias y nos leemos!

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