Venidos del espacio (It came from
outer space)
(1953)
Director: Jack Arnold
Guión : Harry EssexDirector: Jack Arnold
Richard Carlson
Charles Drake
Barbara Rush
Un
astrónomo ve caer en el desierto de Arizona un extrañó meteorito que resulta
ser una nave espacial pilotada por extraños seres capaz de adoptar forma
humana…
Vamos
allá con una película propia de la ciencia-ficción de los años cincuenta que
cumple con todos y cada uno de los cánones de este tipo de cintas de la época,
léase estar llena de extraterrestres muy feos, humanos hechos un lío y moraleja
al final.
Después
de una escena inicial bastante ñoña (es decir, mucho amorío), asistimos al
planteamiento del conflicto cuando la paz del desierto se ve alterada por la
llegada de lo que se supone es un meteorito. Se supone, claro está, porque
todos sabemos que eso tiene de meteorito lo que La Estrella de la Muerte de
parque temático ¿Qué hace el amigo John (Richard
Carlson)? Lo que cualquiera en su pellejo: coger el coche e ir a ver qué ha
pasado. El problema viene cuando, una vez que se mete de cabeza en el cráter
(tipo valiente como él solo o estúpido sin remedio, según el punto de vista del
espectador) ve que eso, de meteorito, poco. A partir de aquí, la película gasta
un buen trozo de su metraje (quizás demasiado) en mostrarnos que todo el mundo
toma por loco al pobre astrónomo. Y esto no es en absoluto una forma de hablar
porque la cosa llega a tal extremo que llegas a sentir lástima por el pobrecito
prota. La cosa va por esta línea que, repito, a mí se me ha hecho un poco larga
porque soy de los que piensan que, cuanto antes salga el monstruito de turno,
mejor, porque John sigue erre que erre por convencer a todo el mundo (sobre
todo al sheriff Matt, interpretado por Richard Drake) de que el tema de los
extraterrestres va en serio. Es cuando asistimos al encuentro de los encargados
de la línea telefónica con los aliens (¡al fin!) cuando la película retoma un
poquito más el interés y todo adquiere algo más de dinamismo. Curioso cómo a
dichos operarios se les toma en serio y, en cambio, a John, licenciado y listo,
le toman por chiflado. Menos mal que, por lo menos, tiene de su lado a la guapa
Barbara Rush para animarle un poquito.
Y como
no podría ser de otra forma, aquí hay seres del espacio que no paran de
observarnos y copiarnos (gran acierto este) y, por supuesto, son feos,
cabezones, babosos y tienen un solo ojo que utilizan, a modo de visión
subjetiva, para llevar a cabo las copias de los humanos. Un detalle sin duda
original y que tiene un modo muy llamativo de ser expresado en la pantalla.
Si alguna vez nos visitan y ven cómo nos los hemos imaginado, es normal que nos congelen y nos tomen de aperitivo. |
Creo
que la película no tuvo un presupuesto desorbitado, cosa que en los cincuenta
era el pan nuestro de cada día en lo que se refería a la ciencia ficción. Se
puede apreciar en el elenco protagonista, donde si bien hay rostros familiares,
no llegan a ser actores de primera línea. También en la utilización de
decorados en cartón piedra para simular el desierto o el viejo truco de las
pantallas de fondo. Con todo, el resultado no deja de ser interesante y, en
conjunto, me ha parecido una peliculita quizás algo sosita en algunos momentos
pero que se puede ver sin problemas y que, desde luego, es muy superior a otros
productos de la misma naturaleza y época. Y, por supuesto, por unas o por otras
entretiene, que es de lo que se trata.
Y, por
supuesto, está la moraleja final. Y es que el ser humano, se mire por donde se
mire, ni es de fiar ni merece ser invadido por nadie, aunque sean por unos
seres tan feos (y pacientes), como estos. No voy a decirte nada para que te
animes y la veas pero, desde luego, me parece un buen golpe de efecto y hará
que la recuerdes.
¿Mi
recomendación? Vedla. Se merece una oportunidad y, desde luego, habría que
rescatarla de todo ese montón de pelis de aquella época que, por unas o por
otras, parecen haber caído en un saco donde todas son tratadas de la misma
forma.
Como curiosidades:
-Richard
Carlson ya fue todo un héroe enfrentado a cierta criatura de la laguna negra en
La mujer y el monstruo.
-La
historia está basada en una idea de Ray Bradbury que, cosa curiosa, no debió
gustar mucho a alguien en el estudio porque el pobre fue despedido de
inmediato.
-Jack
Arnold, el director, también fue el responsable de la ya nombrada La mujer y el monstruo o la no menos
famosa El increíble hombre menguante.
-La
idea de extraterrestres que adquieren aspecto humano estaba muy en boga en los
cincuenta. Ved por ejemplo La invasión de
los ladrones de cuerpos o Me casé
con un monstruo del espacio exterior, ambos ejemplo muy buenos del tema.
-Se la
conoce también como Llegó del más allá.
-En su
época, se estrenó para ser disfrutada en 3D. De ahí la insistencia de los planos en visión subjetiva de los
extraterrestres.
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