sábado, 9 de junio de 2012

Ghost rider 2: espíritu de venganza

Ghost Rider 2. Espíritu de venganza (Ghost Rider: spirit of vengance)(2011)
Director: Mark Neveldine, Brian Taylor.
Guión   :Scott M. Gimple, Seth Hoffman, David S. Goyer.
Nicholas Cage
Ciarán Hinds
Idris Elba
Violante Placido
Johnny Whitworth
Christopher Lambert



El motorista se ve en mitad de una extraña misión: localizar a un niño que es la encarnación del mal…

Cualquier aficionado a los súper héroes sabe que, como todo en la vida, suele haber tres niveles: los que están en los más alto (léase Superman, Capitán América, Thor…), los de en medio, que cumplen muy bien su cometido (Linterna verde, Flecha verde, Flash) y luego los que, sin desmerecer en nada, están abajo, en el montón (Power man, Iron Fist, Hawkman…) Pues bien, el Motorista fantasma es un personaje que, sin dejar de ser curioso, bien puede formar parte del último grupo. Como personaje de cómic es más que interesante, nada menos que un hombre atormentado por una maldición que le convierte en una especie de demonio vengador. Ahora bien, sus aventuras impresas pueden ser muy buenas (y servidor puede dar fe de ello) pero las cosas pueden complicarse cuando se traducen a la gran pantalla. Y esto lleva a la siguiente cuestión: ¿todos los súper héroes deben adaptarse al cine?
La respuesta a esta pregunta es más complicada de lo que parece. Bien es cierto que el género ha dado obras maestras, como Superman (la de Christopher Reeve, claro), otras muy buenas, como Los vengadores, Capitán América, la nueva saga de Batman… y otras, por completo, olvidables. ¿Ejemplo de estas? Ahí están Daredevil, Electra, Superman returns o, para mí, las dos entregas de este Motorista fantasma, ejemplos de super-héroes que se vuelven de carne y hueso e intentan seguir la estela de algún que otro colega pero que, por muy variadas razones, no acaban de cuajar en la pantalla.
Veamos, la  primera, Ghost Rider, ya me pareció bastante decepcionante (por no decir mala) Ni me gustó el modo de tratar al personaje, ni el argumento, ni la dirección y mucho menos el modo de actuación Nicholas Cage, que me resultó totalmente fuera de órbita. Cuando me enteré de que harían una segunda entrega creí que la cosa era de broma pero, vistos los problemas que tiene el pobre Cage con Hacienda, se ve que necesita dinero urgente para saldar su deuda. Pobre hombre. En fin, por unas o por otras, la segunda entrega ya está aquí, para bien, o para mal. Veamos…
Vaya esto por delante: no me ha gustado. Pero para nada. No obstante, sí puedo decir que tiene alguna que otra cosita que me ha llamado la atención. Sí, la moto está bien, es verdad, con ese efecto infernal y tétrico, derrochando fuego y azufre. El arranque es bastante trepidante con monjes, niño y sicarios incluidos. Vale. Luego, a modo de recordatorio, la voz de Cage nos refresca la memoria y nos dice qué pasó en la primera entrega. Ok, así te ahorras verla. Esta vez, el motorista hace menos eso de chupar el alma del desdichado que cae en sus manos (cosa que en la primera peli se repetía demasiado) pero lo sustituye por unas cadenas (infernales, claro) con las que masacra a todo el que se pone por delante. El efecto, creo yo, está conseguido y no deja de resultar curioso. Lo mismo ocurre con el del rostro del motorista que, sin ser para tirar cohetes (yo creo que se podría hacer mucho mejor, me sigue pareciendo que  la calavera baila en encima del cuerpo), ahí queda.


Pero, como puede suponerse, estos aspectos no dejan  de ser, a fin de cuentas, meros detalles que no pueden sostener una película. Puedes poner las escenas de acción que quieras, las muertes más espectaculares o las caras infernales del personal en las tomas que te dé la gana pero, si te falla el argumento, todo se desploma. Y es esa la principal (entre muchas) cosas que no me han gustado de esta cinta. La trama hace aguas por todos lados y, al menos eso me ha parecido a mí, se deja cosas y muchas de las que muestra no lo hace como debiera. Seamos sinceros: eso de que un niño nace y está condenado a ser el hijo del mal está más visto que el tebeo solo que aquí la cosa, encima, se lleva adelante a trancas y barrancas. ¿Cómo sabe el personaje de Moreau que Cage es el motorista? Según el guión, cuando se lía a tiros en la primera escena, se cae por un precipicio y aterriza en un árbol, es por “intervención divina” (por cierto, el sonido tipo “pio-pio” de los pajaritos a modo de dibujo animado sobra se mire por donde se mire) ¿Dónde andan los protas cuando el niño va a ser sacrificado? Porque, cuando la cosa acaba, salen como Pedro por su casa del monasterio. Ah, y si uno de los malos, que parece medio idiota, se convierte porque sí en una especie de sucedáneo de un morlock, no hay que buscarle tres pies al gato. Eso sí, como el amigo tiene el don de descomponer lo que toca y, por eso, no puede comer, se zampa los bollos con plástico incluido (sí, habéis leído bien)
Pero lo que no tiene precio son las caras del personal. Las de Nicholas Cage darían para un blog ellas solas y, más que tratar de retener al monstruo, parece que tiene el mono. Pues, para que Cage no se quede solo, a ellas se les une las de Ciarán Heinds cuyo rostro refleja el mal que lleva dentro sólo en una mitad del mismo.
Otro aspecto que no me ha gustado nada es la manía que tienen los directores de insertar escenas de acción con el fondo completamente negro. Esto no sé si es por dar espectacularidad al tema, porque no hubo  mucho presupuesto (me da que, desde luego, boyante no ha sido) para generar fondos o porque les ha dado la gana hacerlo así ya que, al menos eso es lo que me ha parecido, en lugar de aportar el toque espectacular, lo que le da es un aspecto cutre y a medio terminar bastante considerable, algo así como una escena de transición propia de un video juego. Eso por no hablar de las tomas del motorista de espaldas al espectador rociando quién sabe qué con fuego que me da la imagen de que está orinando (fuego, pero orinando) En fin…


Los actores me han parecido de lo más normalitos. Cage no me gusta en el papel, ni en la anterior, ni en esta. Le veo que está mayor para el personaje o, lo que es peor, muy estropeado. Violante Placido, hace lo que puede como sufrida madre del niñ. Ciarán Hinds cumple en su justita medida pero, desde luego, no es de sus mejores papeles. Idris Elba como Moreau pasa sin más por la peli y Christopher Lambert tiene un papel de difícil categorización. Y, sin ánimo de ser picajoso, no entiendo cómo, con los adelantos en el cine de hoy día, no pueden solventar de mejor forma el asunto del pelo de Cage o ponerle de una vez una peluca en condiciones.

En resumen, amigos, no sé que tiene el personaje que no dan con el punto del mismo. Para mí, la cosa está clara: le hace falta un guión mucho mejor, una dirección más competente y unos actores que se crean lo que hacen. O, quizás, sea cierto eso de que no todos los personajes de cómic son adaptables a la pantalla. Como siempre digo, cuestión de gustos. Y, por favor, si hay una tercera (cosa que me da que no), que se la trabajen un poquito más o, en el mejor de los casos, que hagan un reinicio de la saga, que esta moda está muy de moda en Hollywood.
Vigilad el cielo… y a los motoristas infernales.
Aquí les dejo el tráiler por si se animan a abrir boca:




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