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sábado, 23 de noviembre de 2013

El juego de Ender


El juego de Ender (Ender’s Game)
(2013)

Director: Gavin Hood
Guión    : Gavin Hood
 
 

Harrison Ford
Asa Butterfield
Hilee Steinfeld
Abigail Breslin
Ben Kingsley
Viola Davis
 
 

Un chico llama la atención del general Graff como futura promesa para luchar contra los insectores…

Vamos allá con un estreno recientito.

Por si no te suena de nada este título, te puedo decir que la peli está basada en un libro llamado de igual forma,, obra del autor Orson Scott Card, que es una especie de obra de culto dentro de la ciencia ficción moderna. Solo voy a darte dos datos para que veas el impacto e importancia de esta novela: ganó el premio Nébula en 1985 y el premio Hugo en 1986, dos estándares dentro del género de la ciencia ficción literaria. Que le tocase una adaptación al cine era, en una época de adaptaciones (y remakes) por todos lados, cuestión de tiempo.

Muy bien, la verdad es que tenía ganas de ver esta peli. No solo porque he oído hablar muy bien de la novela (hubiera querido leerla antes de ver la peli, pero…) sino porque, entre sus filas, está mi actor favorito, nada menos que Harrison Ford. Pues bien, he aquí lo que me ha parecido…

La película arranca con una muy buena introducción a modo de recordatorio de lo que nos sucedió hace cincuenta años: unos alienígenas, llamados los insectores, no tenían otra cosa que hacer que invadirnos. Y casi acaban con nosotros de no haber sido por la valentía de un piloto suicida que mandó la nave nodriza de los malos a hacer puñetas y, por ende (que no por Ender, menudo chiste malo, lo admito) a los cazas pequeñitos asociados a ella. Vale. ¿Qué hizo el ser humano? Pues, por una vez, pensó con lógica y se preparó para invasiones futuras. Para ello, selecciona a los jóvenes con más posibilidades de ser genios militares y prepararles para un posible ataque. Esta trama que, desde luego para mí, me resulta de lo más original (basada, claro está, en la del libro) se plantea en los cinco primeros minutos de peli.

De manera inmediata, sin pararnos en tonterías, la cinta nos presenta a los que van a a ser los personajes principales. Por un lado, está Ender, claro, que es un jovencito que parece igual de apocado como avispado. Por otro, el general Graff, cuyo papel es el de orientar a futuros líderes a que reconozcan eso, que son líderes.

La rapidez sigue sin hacerse notar cuando, en un par de escenas, se nos informa bien de la situación de Ender, tanto en la academia como en su familia, donde es el tercero (en discordia) Dicho de otro modo, sus dos hermanos fueron una decepción y él es la única esperanza de la familia. Y, ¿adivinas qué? Lo es. Ya te digo que sí.  Una vez que el chico es elegido para promocionar, lo que tenemos por delante son las aventuras y desventuras de Ender en su camino a ser un héroe militar y la formación que esto conlleva. Pero, ojo, no te dejes seducir por el lado tópico del cine. Si vas pensando que esta va a ser la historia típica en la que un mentor tipo Miyagi instruye a su pupilo tipo Karate Kid, vas listo. Por suerte, la historia va mucho más allá y todo el metraje que nos queda por delante (que es considerable) se va a centrar en cómo las situaciones, expectativas y presiones varias afectan a Ender. Y todo esto, de manera muy efectiva y, sobre todo, entretenida. Estoy seguro que hubiera sido muy fácil (y tentador) caer en el tópico maestro/alumno antes mencionado por aquello de atraer a la gente a la taquilla pero, por suerte, no ha sido así. Según he leído pro ahí, esto ha resultado ser un auténtico alivio para los seguidores de la novela que, parece ser, ha sido bastante respetada. Menos mal…

Los personajes están muy bien definidos, todo ellos. Graff no da  lugar a dudas de lo que pretende y, desde el principio, no solo tiene una especie de fe ciega en el chico, sino que deja claras cuáles son sus intenciones más básicas: hacerle un líder y hacérselo comprender. El camino para ello puede ser duro pero, a la larga, necesario y pude valer la pena. Me ha gustado mucho cómo Ender pasa de ser un mero cadete a lo que se convierte al final de la peli (que no te voy a decir) Además, esos toques de su lado oscuro personal creo que vienen muy bien al personaje, alejándolo del tópico ñoño que debe aceptar su destino. No sé si esto es así en la novela (me da que sí) pero yo digo lo que me ha parecido la peli que han visto mis ojos. Por supuesto, hay muchos más personajes pero, la verdad, todos son secundarios (salvo, quizás, el de Mazer Rackham) y lo que hacen es apoyar a Ender, unos para bien (Petra y demás amiguitos de la escuela) o para mal (como el idiota de Bonzo)
Esto me lleva a algo muy a tener en cuenta en esta peli: los actores. La verdad es que todos me parecen de bandera pero, como puedes imaginar, aquí todo gira alrededor de dos: Harrison Ford y Assa Butterfield. Ambos, tremendos. Ford, como siempre, destila unas tablas y naturalidad apabullantes, demostrando que es un actor como la copa de un pino que puede hacer creíble cualquier personaje, ya sea principal o secundario y, además, sin duda, es un gran aporte para el caché de la peli. Butterfield está impresionante como el Joven Ender. El muchacho se las apaña para parecer vulnerable en ciertas ocasiones, duro en otras y realmente capullín en otras más, destacando esa dualidad chico normal/líder entre la que se debate a lo largo de toda la peli. Ben Kingsley, como siempre hace, resulta bastante convincente y es otra baza de las grandes de cara a la fama de la peli. ¿Secundarios a tener en cuenta? Unos cuantos, claro. Haille Steinfeld como Petra, aún en un papel muy discretito, cumple con su cometido, lo mismo que Abigail Breslin (Valentine) o Viola Davis (Mayor Anderson) Por cierto, Moises Arias haciendo de Bonzo me ha gustado bastante; el tío cae mal desde que la primera vez que sale en pantalla, un personaje tan idiota como importante en la trama.
Me gustaría destacar un par de cosas más de esta peli, aparte de lo que ya he mencionado hasta ahora. Por ejemplo, que todo se centre en el personaje principal y que la trama no se ande por las ramas ni se pierda en subtramas tontas que no tienen mucho sentido pero que inflan el metraje. Otra cosa que me ha gustado mucho, aunque parezca una tontería, es que la trama, alejándose de nuevo de los tópicos, no añade la típica historia de amor adolescente que uno espera ver en una historia así. ¿Más? Una cosita: sí, los malos se llaman insectores, lo cual quiere decir que tienen pinta de bichos, una especie de mezcla entre saltamontes, mantis, grillo y cualquier cosa que, al aplastarla, cruja, aunque estos sean grandotes y piloten naves con una mala leche espacial considerable. Pues bien, lo bichos en cuestión solo salen en la escena final, siendo esto necesario por la importancia del bicho reina. Con esto quiero decir que, en lugar de explotarlos hasta aburrir, simplemente lo dejan en el misterio. A fin de cuentas, no es que esto sea lo más importante de la cinta.

Paso a otro aspecto a tener en cuenta. Los efectos especiales. Impresionantes. Por, ojo, no te equivoques. Vale; esto transcurre en el futuro, se nombran batallas espaciales, somos invadidos y hay naves grandes, pequeñas y medianas, muy bien, pero este aspecto nunca empaña la peli ni su interés. Dicho de otra forma: están ahí para ayudar a contar la historia. Eso, por supuesto, aparte de estar muy, pero que muy bien hechos. Atentos a la escena de la prueba final de Ender; impresionante.

Una cosa que me ha parecido muy notable: si te animas a ver la peli, posiblemente mantengas una especie de debate con quien lo hayas hecho acerca del final de la misma. No en cuanto al contenido de la cinta en (ya sabes: ha estado bien, no ha estado bien…) sino en cuanto al mensaje final. ¿Estás de acuerdo con la decisión que toman los personajes? ¿Harías lo mismo que ellos? Yo tengo mi opinión, claro pero aquí tienes una buena prueba que una buena historia de ciencia ficción puede dar mucho que pensar… y si se convierte en peli, mejor.

Esto ha sido todo. Sin duda, te recomiendo que la veas. Me ha parecido una cinta que narra una historia muy bien pensada y que va un pasito más allá de lo que uno espera de una trama así. Si lo que esperas es ver naves pelando, aliens malvados y muchas catástrofes planetarias, ten cuidado; puede que te lleves una bofetada cuando la veas. Justo por eso, a parte de un montón de cosas más, claro, es por lo que me ha gustado tanto.

Y, sí, en realidad, la guerra es un juego de niños…

Vigilad el cielo.

sábado, 4 de mayo de 2013

Iron Man 3

Iron Man 3 (Iron Man 3)
(2013)

Director: Shane Black
Guión   : Drew pearce, Shane Black

Robert Downey Jr.
Gwyneth Paltrow
Don Cheadle
Guy Pearce
Ben Kingsley
Rebecca Hall
William Sadler
Jon Favreau
Ty Simpkins

 
 
El Mandarín planea un ataque directo contra el gobierno de los Estados Unidos. Iron Man deberá detenerle, si bien Tony Stark no pasa por su mejor momento…

 Tony Stark y su alter ego Iron Man están de vuelta. Y a bombo y platillo, debo decir. Y es que la tercera entrega de las aventuras del millonario experto en armas, amén de súper héroe público, han sido anunciadas a bombo y platillo. Tres han sido los factores que han hecho calentar motores a base de bien. En primer lugar, un cambio en la dirección de la cinta ya que, según se dice, las discrepancias entre Downey Jr. y Jon Favreau (director de las dos primeras) fueron más que evidentes en Iron Man 2. Por otro lado, las expectativas con respecto a la cinta estaban muy altas después de los (para algunos) fríos resultados de la segunda entrega y los espectaculares de los obtenidos en Los Vengadores. Y, finalmente, muy importante, siempre se habló de que, al fin, el antagonista del héroe metalizado sería, un villano sacado del os cómics (cosa que no ocurrió en las dos primeras pelis): nada menos que el Mandarín que, para Iron Man, es algo así como Cráneo Rojo para el Capitán América.

Pues bien, ha sido Shane Black el responsable de llevar la batuta de todo el cotarro. Vamos a ello…

A favor tengo que decir muchas, pero que muchas cosas y todas ellas muy buenas. Para empezar, la peli no se anda por las ramas en absoluto porque, desde la primera escena, a modo de flash-back, vamos a conocer a los personajes implicados en la misma. Así, nos presentan al extraño/friki/excéntrico Aldrich Killian (Guy Pearce) que, según parece, es una especie de genio pobre que tiene un buen secreto entre manos. También pululan por ahí Rebacca Hall (Maya Hansen) que es una amiga de, por el aquel entonces, niño mimado Tony Stark y que, también, tiene su descubrimiento científico. Nada más terminar el flash-back no tenemos que esperar mucho para ver quién va a ser el enemigo de Iron Man en esta entrega: nada menos que el Mandarín (¡al fin!) que no se anda con chiquitas y está dispuesto a cargarse a todo lo que se ponga por delante.
Y es aquí donde tengo que nombrar el primer, para mí, gran logro de la cinta. Y es que, aparte de poner por fin a un malvado de cómics, me ha parecido (al menos en un primer momento, luego haré una referencia a este comentario) que el modo de presentar a el Mandarín está pero que muy bien. Si has leído algún cómic, sabrás que es una especie de brujo/místico chiflado con muchas ganas de mandar y fastidiar al personal. Pues bien, aquí se han dejado llevar por esa vena realista que impera en las adaptaciones de súper héroes (gracia a Nolan y sus pelis de Batman) y lo han representado de manera muy real: es un terrorista sacado de cualquier telediario o masacre que podemos ver en cualquier canal de la tele. El modo de enfocarlo, con ese aura mística, al son de esa tenue música de fondo y con capucha a lo Sith, precedido siempre de una especie de noticiario donde vemos imágenes de atentados y demás, me parece muy bien realizada y toda una sorpresa de las buenas.
Esto me lleva a otro aspecto del personaje que creo enriquece mucho la trama y, por esa regla de tres, la película: el matiz político que lleva implícito el argumento. El Mandarín no es ningún personaje de tebeo que quiere gobernar el mundo porque sí o destruir una ciudad por el placer de hacerlo. Más bien quiere derrocar el gobierno de los Estados Unidos y, para ello, ataca y se dirige directamente al presidente. Y lo hace con tal resolución y desenvolvimiento que, en ocasiones, resulta bastante intimidante.
Paso a otro aspecto fundamental y que me ha gustado mucho. Me refiero, claro está, al personaje de Tony Stark. Vamos a ver; si has visto cualquiera de las dos pelis anteriores sabes por dónde va el amigo millonario: es borde, irónico, cachondo mental y puede crispar los nervios de cualquiera. Muy bien, aquí sigue así y, de hecho, es una de las gracias del personaje (gracias que, dicho sea de paso, no están ni han estado nunca en los cómics pero, caso raro, han venido bien en la adaptación) pero han añadido algo fundamental y que le ha venido muy bien: humanidad. Aquí comprobamos que Stark es rico y sigue son sus bordería habituales, sí pero, también, es humano. Y esto es así porque todo lo que ha pasado hasta ahora, sobre todo sus peripecias con Los Vengadores, le están pasando factura. Nada de envenenamientos de la sangre ni cosas por estilo (como vimos en la segunda entrega) sino algo tan sencillo y normal como una ansiedad descomunal que se le manifiesta a través de ataques de pánico que no puede controlar o noches enteras sin dormir. Y es que, da igual que seas rico, inteligente y borde. Si te enfrentas a una legión tremenda de extraterrestres que se cuelan por un agujero de gusano, participas en la salvación de toda una ciudad o guías un misil atómico al espacio sabiendo que posiblemente no vuelvas, eso debe de pasarte factura. Por eso, Tony, aquí, está hecho una piltrafa, cosa que aumenta cuando el Mandarín se mete en medio. Y no hay que olvidar que Tony, cuando desafía a el Mandarín, lo hace por pura, llana y simple venganza. Todo ello, desde mi humilde opinión, ha hecho que veamos un personaje bastante humano y, en definitiva, creíble que hace que la trama gane muchos puntos.
Sigo. Relacionado con lo anterior, se puede ser héroe y tener una armadura muy chula pero eso no te hace invulnerable. Y es que otro de los puntos a favor de esta peli es que Stark recibe por todos lados. Si ya lo dicen: que la chulería no se te suba a la cabeza y no des tu dirección en un informativo de la tele. Por eso, el millonario las pasa pero que muy mal porque le dan para el pelo a base de bien. Vamos, que de su espectacular mansión no dejan piedra sobre piedra en una escena más que espectacular. Y aquí paz y después gloria. Esto es motivo para otro detalle que me gusta mucho: Stark, lejos de su casa, tiene que empezar desde cero con la ayuda de un chico que conoce por casualidad. Y, de este modo, acudimos a una faceta poco asociada al héroe: la de investigador en plan detective que trata de solucionar una trama de hechos que es mucho más complicada de lo que parece a simple vista y en la que están implicadas muchas y muy variadas personas.
Pero si hay algo que me ha sorprendido, amén de trama, efectos y escenas espectaculares, es el giro argumental que sucede más o menos hacia la mitad de la peli y que tiene como centro al villano de turno, a El Mandarín. Tranquilo, que no voy a soltar prenda pero ocurre una cosa con respecto al personaje que, al menos a mí, me dejó con la boca abierta y que me parece un giro argumental soberbio con el que uno no cuenta ni puede imaginar contar. Tanto es así que puedo decirte que, al menos yo, creo que la peli tiene dos partes: una antes de este giro y, otra, después. La primera me resulta muy realista y me recuerda, en cierto modo, a las nuevas pelis de Batman. La segunda, en cambio, es más animadita, más “peli Marvel” Con todo, repito, no diré nada; lo ves y me cuentas.
¿Más cosas a favor? Una cuantas. Algo muy curioso: aquí, claro está, sabemos quién es el súper héroe pero, las cosas claras, durante una buena parte del metraje, de Iron Man, poco. Mucho más de Tony Stark y otros personajes. Ojo, que esto me parece un logro porque, aun así, el guión se las apaña para que no despegues los ojos de la pantalla. Eso sí, en el tramo final, sobre todo en la escena final, te vas a hinchar de Iron Men (y fíjate que lo pongo en plural)
 
 
Los efectos especiales me parecen muy conseguidos, algo muy típico en este tipo de películas y que ya hoy es difícil que sorprendan. Eso sí, las explosiones y destrucciones (de nuevo, la escena de la casa de Stark), las tomas de vuelo, las luchas y las virguerías que hacen las armaduras (y hacen muchas, te lo puedo asegurar), me siguen pareciendo espectaculares. Lo mismo lo ocurre en lo que se refiere a los villanos de turno con esos ojos (amén de otras cosas) de fuego que lucen cuando atacan.
Paso a los actores. Todos ellos estupendos. Guy Pearce me parece muy bien metido en su papel y, si bien tengo que reconocer que el tipo siempre me ha parecido más que soso (como señalé en No tengas miedo a la oscuridad), debo reconocer que aquí me gusta bastante, bien en su faceta ingenua del principio, bien en la de tío pero que muy inteligente, una especie de Tony Stark en otra dimensión. Gwyneth Paltrow se luce un poquito más que en las otras dos películas y aporta su granito de arena heroico en la trama. Don Cheadle luce palmito también como Iron Patriot (léase Máquina de Guerra) Ben Kingsley es el Mandarín perfecto en TODAS sus facetas (ojo a las mayúsculas que pongo) Y, por supuesto, Robert Downey Jr. sigue siendo el Tony Stark/Iron Man perfecto. El amigo aporta humor e ironía pero, también, heroísmo y, en esta entrega, un toque dramático y humano considerable. Y es que, Iron Man 3 me ha parecido, por encima de todo, una historia sobre Tony Stark más que sobre la armadura y, en definitiva, una trama muy humana.
 
 
¿Aspectos mejorables? Lo único que puedo decir es lo que siempre he pensado acerca de la adaptación de este personaje al cine que no solo se puede aplicar a esta tercera entrega, sino a toda la saga: me ha faltado la nula alusión al problema del alcoholismo que Stark sufre en los comics y que, en mi modesta opinión, podría haber dotado de una profundidad dramática a ambos, saga y personajes, considerable. Supongo que alguien ha debido pensar que eso no es muy comercial. Bueno, un mero detallito…
¿La recomiendo? Ni dudarlo. Para mí, Todo un espectáculo del entretenimiento más digno que te puedas imaginar, dos horas y pico muy bien llevadas que, al menos a mí, se me pasaron en un tris con una serie de puntos que van a hacer que te metas en la trama de lleno. Y lo digo bien claro: para mí, la mejor de toda la saga.
Y ahora, los efectos colaterales. ¿Habrá más Iron Man? Las cosas están, a fecha de hoy, así, así. Por un lado, Downey Jr. está pendiente de negociación que, según dicen, depende del montón de ceros que pongan en su cheque. Por otro, Joss Whedon (director de Los Vengadores, que se ha convertido en una especie de gurú todopoderoso de los personajes Marvel en el cine), acaba de decir que contempla una segunda parte del equipo sin Iron Man e incluso he leído que se plantea la posibilidad de seguir con el personaje… con otro actor. Eso sí, al final de esta tercera entrega, se dice que Tony Stark volverá, pero no con qué cara. Hay que tener en cuenta que lo que vemos en esta tercera peli parce un punto y final,  una especie de colofón donde parece que se cierra al saga y queda todo dicho. A saber…
Mi opinión: me resulta, ahora mismo, pensar en Iron Man sin Downey Jr. porque creo que el actor lo clava. Y ¿los Vengadores sin el tipo de la armadura? No sé yo…
Por cierto, hablando de finales, como suele pasar, esperad a que pasen los títulos de crédito. Esto no os cogerá por sorpresa, ¿no?
Vigilad el cielo.