Ghost Ship.
(2002)
Director: Steve Beck.
Guión: Mark Hanlon, John Poque
Gabriel Byrne.
Julianna Margulies.
Ron Eldard.
Desmond Harrington.
Isaiah Washington.
Alex Dimitriades.
Karl Urban.
Emily Browning.
Un barco aparece en el mar y unos recuperadores tratan de hacerse con él. No saben que el barco guarda un secreto terrorífico...
Hoy os traigo una peliculita de terror que, no sé si es así o no, siempre pensé que era algo muy parecido a un remake de una peli de los setenta llamada El barco de la muerte y cuya reseña puedes leer aquí. No se si tienen que ver pero lo cierto es que ambas comparten una serie de puntos que hacen que la coincidencia sea algo más que sospechosa.
Pues bien, dicho esto, lo siguiente es lo que os puedo contar:
Me gusta mucho el comienzo que tiene la peli. Todo resulta encantador, con la música romántica de la sala de fiestas del barco y el ambiente festivo y delicioso que se respira mientras los títulos de crédito, con una caligrafía preciosa, elegante y colorida desfilan por la pantalla. Si crees que lo que vas a ver es una continuación de vacaciones en el mar, es justo lo que pretende el guión. Y esto es porque la escena que viene a continuación es una de las más bestias del cine de terror de los últimos años y con más mala baba: una mano acciona una palanca, un cable metálico se vuelve loco y... Observa y me entenderás.
Genial, ¿verdad? te puedo garantizar que todo el cine se quedó mudo con los ojos clavados en la pantalla.
Lo que sigue a continuación es una historia muy simple y sencilla que, a juzgar por el cartel y el nombrecito de la peli no te va a coger por sorpresa: hay un barco fantasma de por medio y unos pobres pringadillos que están atrampados en su interior. La misma vieja historia de siempre contada con técnicas más modernas. Aún así, tengo que destacar varias cosillas que, al menos para servidor, son puntos a favor. Hay van unas cuantas:
Para empezar, dejando la espectacular escena inicial al margen, me gusta mucho que la cinta no se entretenga en tonterías y vaya al grano desde la siguiente en la que no solo conocemos a todos y cada uno de los protas sino que, también, el meollo de la cuestión: un desconocido los contrata para recuperar (son recuperadores) un barco que anda a la deriva. Por supuesto, aceptan y, en cuanto la veas, vas a saber que los pobrecitos van a meterse en la boca del lobo... para gozo y disfrute del espectador.
Todo los momentos dentro del barco me parecen muy bien llevados y debo admitir que me gusta que vayan desde menos a más. Vale, primero todo está (o parece estar) desierto, a oscuras y en silencio. Ok, algún que otro ruidito de fondo pero nada espectacular. y, mientras, aprovechamos para conocer un poquito más a los personajes. Como dije antes, la lentitud es una cosa que no vas a ver en esta peli porque, en seguida, comienzan a pasar cositas aquí y allí que hacen que el interés aumente: una niñita que aparece como si tal cosa y que te va a sonar de la escena del principio, agujeros de bala que sangran en una piscina, un compartimento lleno de muertos jugosos o una voz muy, pero que muy sensual que hace que uno de los protas, que está punto de casarse, se olvide de la boda y de la novia en un pis pas. No obstante, lo que va a desencadenar un buen giro en la trama es algo que ni está vivo ni muerto,pero brilla que no veas: ¡montones de lingotes de oro! Y, como la ley marítima dice que, lo que uno encuentra, uno se lo queda, pues todos felices.
Hasta aquí es lo que se puede llamar la primera parte de la peli, que es más de misterio que otra cosa. A partir de este momento, empieza la segunda, que va a ser más bestia y, desde cierto punto de vista, más entretenida, es decir, la de las muertes. Porque aquí, como puedes suponer (y no creo que esto sea un spolier) no se libra ni el tato. Hay para todos: ahogados, ensartados, hechos pedazos en una explosión... No te digo quiénes para que la veas.
Otra cosa que me parece muy bien llevada es la atmósfera tan agobiante que se respira desde el mismo momento en le que se suben al puñetero barco. Todo a oscuras, silencio total y unos decorados que muestran un barco viejo, ruinoso y mohoso a partes iguales que parece que se ciñe cada vez más sobre los pobres infelices de los recuperadores.
Por eso mismo, te puedo señalar varias escenas destacables. Lo repito de nuevo: la de los títulos de crédito va a ser la que más recuerdes aunque no vuelvas a ver esta peli en tu vida. Luego hay otras que, a su modo, exaltan esa atmósfera terrorífica y misteriosa que, en mi humilde opinión, vienen muy bien: la de los gusanos y los botes de judías (hay que ser idiota para probar eso) cumple su función de asquear al personal; la del flash back de la niñita también está muy conseguida porque es la que te explica todo sin necesidad de aburrirte. Me gusta mucho esa toma de la cantante en su estado real (¡toma misterio!) Pero una que me parece muy acertada es esa en la que Greer, el futuro novio, ve cómo a su alrededor se reconstruye como si nada la sala de fiestas del barco en un efecto parecido al de rebobinar hacia atrás una peli. Hay más pero dejo que las descubras tú mismo.
Los actores, al menos para mí, cumplen, aunque el guión no está desarrollado para que las dotes interpretativas apabullen al espectador. Por esta razón te puedo decir que, por lo menos para un servidor, Gabriel Byrne (Murphy), Ron Eldard (Dodge), Alex Dimitriades (Santos), Desmond Harrington (Ferriman), Karl Urban (Munder) Isaiah Washington (Greer) o Julianna Margulies (Epps) hacen lo suyo y, aquí paz y, después, gloria.Ella, al menos, pone una cara guapa en mitad de tanto tío forzudo, sucio y sudado.
¿Cosas que me parecen mejorables? Bueno, puestos en plan analítico, creo que te podría decir dos: que Epps se pone a hablar con la niñita fantasma como si tal cosa, algo así como si lo hiciera todos lo días, y que, a su modo, toda la peli es un poco predecible. Bueno, por decir algo...
Hasta aquí escribo. No creo que sea el colmo del terror peor, la verdad, es una peli que me gustó mucho cuando la vi por primera vez en el cine y, ahora, años después, me sigue pareciendo muy entretenida que asegura lo que ofrece: un ratito muy divertido ideal para olvidarte de los problemitas por un rato. Si podéis, dadle una oportunidad.
Por cierto, ¿cómo entendéis la escena final? Ya me contáis...
Vigilad el cielo.
Vigilad el cielo.
¡Hola, Israel! Vi esta peli en DVD y recuerdo que fue muy entretenida. No es una obra maestra del terror, pero pasar el rato está más que bien. Tu entrada me ha traído muchos recuerdos y no puedo creer que esta peli tenga casi 20 años. ¡Cómo pasa el tiempo!
ResponderEliminar¡Nos leemos!
¡Hola!
EliminarYo la ví en el cine y, como dices, no es un peliculón pero creo que es un buen modo de pasar un ratito agradable. Recuerdo que pensé, "¿Quién serían tan loco de meterse en ese barco tan tétrico?" Claro que después de la escena inicial, uno puede esperarse cualquier cosa jejeje...
¡Gracias y nos leemos!