(Die unendliche Geschichte)
(1984)
Director: Wolfgang Petersen.
Guión: Herman Weigel, Wolfgang Petersen.
Barret Oliver.
Noah Hathaway.
Tami Stronach.
El mundo de Fantasía se ve amenazado por una extraña Nada que parece destruirlo todo. Solo el valiente Atreyu puede intentar salvarlo...
¡Buenas!
Hoy vengo de clásico. Y de los gordos. Y con solera porque, dicho sea de paso, esta peli es un clasicazo con mayúsculas de los años ochenta de la que todo quisque ha oído hablar aunque solo sea un poquito, bien por el libro en el que está basada, bien por la peli en sí, bien por el tipo con el pelo amarillo y de punta cantado eso de Neverending stoooOOOOOryyYY ah-ah-ah-ah-ah-ah-ah-ah-aaaaaah.
Una pequeña aclaración antes de seguir adelante: esta reseña está basada en la peli y mis impresiones sobre ella. No me voy a meter en camisas de once varas ni me voy a liar con paralelismos y comparaciones con el libro de Michael Ende. Lo digo por si las moscas. Dicho esto, ahí voy...
Lo que más destaca de la cinta es una cosa por encima de todas: el maravilloso sentido de la aventura plena, simple y directa que impera a lo largo de la misma. Es cierto que, nada más empezar, la cosa parece un poco ñoña con la referencia a la muerte de la madre de Bastian y al idiota de su padre, cuya sensibilidad paterna se aproxima mucho a la de un pedrolo vulgar y corriente. Por suerte, después de esa escena y de ver que el fonómeno bullying no es algo nuevo de los tiempos que corren, Bastian se mete en esa librería, habla con el librero borde y... comienza la aventura.
Y es que todo lo que sucede en Fantasía es eso, pura fantasía, pura aventura. Los cánones que rigen la trama son los básicos de toda la vida, esos que valían tres mil años a. C. con Ulises, los que valieron con Frodo y El Señor de los Anillos o los que tan bien les sirvieron a la saga Skywalker durante seis maravillosas películas: el viaje del héroe en busca de algo maravilloso que alegre la vida a todos. Aquí el héroe de turno es un jovenzuelo rompecorazones llamado Atreyu que tiene que viajar por el mundo de Fantasía para buscar el remedio que salve la vida de la Emperatriz Infantil. Por supuesto, a lo largo de ese viaje, los peligros, los personajes raros y alucinantes y las situaciones límite están servidos de manera que el espectador no quite la vista de la pantalla y, de paso, se lo pase bomba.
Por esta razón, las aventuras de Atreyu van en crescendo a medida que la peli avanza y la urgencia por salvar Fantasía va en aumento. Así, es episodio con las esfinges, la charla con Morla y su alergia a la juventud, el Espejo Mágico que le revela toda la verdad, el Oráculo que le da la clave de lo que le pasa a la Emperatriz... Todo está diseñado para que la aventura avance y sea muy divertida. Aquí debo destacar que no todo son peligros, ya que el momento lacrimógeno que va al corazoncito del espectador está servido con el momento en que Artax se hunde en El Pantano de la Tristeza. Alucinante y recuerdo que queda para la memoria de los infantes de los ochenta que disfrutaron con esta peli.
¿Más momentos destacables? La llegada de Fújur, el dragón blanco con cara de perro que seguro conoces, el Comepriedras que cae fenomenal o la secuencia final en la que Bastian grita un nombre para arreglarlo todo. Todos muy bien llevados y muy bien narrados, al menos, para este que escribe.
Pero, sin duda, otro de los puntos a favor, ese que destaca nada más empieza, es el de los efectos especiales. Todo lo que vemos aquí existe, es real y se usó, como es obvio, para el rodaje. Dicho de otra forma, no había ordenadores, ni tomas digitales, ni se pulsaban botones para crear ilusiones. Sabemos que el Comepiedras es un muñeco, que Artax es real, que Fúrjur es un muñeco a distintas escalas y animado por varias personas o que aquí mucho del personal tiene toneladas de maquillaje. Eso le da a todo el conjunto un aire mágico y ochentero que es una de las marcas de fábrica de la película y que sienta verlo muy bien. A las generaciones de ahora les parecerá de la época del hacha de sílex pero yo opino que es una de las muchas gracias del producto. Ah, maravillosa nostalgia...
Paso a los actores. La verdad, a mí me gustan y creo que cumplen muy bien. Es curioso pensar que, en la época, Barret Oliver, léase Bastian, era algo así como el niño de La Historia interminable porque era una especia de estandarte de la peli. Lo poco que sale me parece muy natural y queda muy bien. Y digo lo de "curioso" porque, sin duda, el peso de todo cae sobre los hombros de Noah Hathaway, el guaperas de Atreyu, ese por el que suspiraban muchas nenas de la época. Y con razón: piel bronceada, cabello peinado con melena, aspecto de sioux... Vamos, un caramelito. Al margen, creo que lo hizo muy bien y aportó un personaje creíble, dinámico y vulnerable (de nuevo, a la escenita de Artax hundiéndose me remito) Luego, Tami Stronach haciendo de la Emperatriz Infantil, sale poquito pero hay que reconocer que, en las escenas finales de la cinta, lo clava con esos primeros planos llorosos implorando a Bastian que diga un nombre para ella. Hay muchos más, claro, pero estos son el terceto principal y de ellos te he hablado.
Pero no se puede hablar de La historia interminable sin hacer referencia a la canción con la que la cinta comienza y que se ha convertido en un clásico. Decir que en su época fue muy, pero que muy famosa, es quedarse muy corto porque fue, sin duda, un mega éxito con mayúsculas, negrita y subrayado. Todo el mundo la conocía y raro el que no tarareó alguna vez el estribillo. Si bien es cierto que la música fue compuesta por Giorgio Moreder, fue la voz y presencia del cantante Limahl los que obraron mucho de la magia de esta canción hasta tal punto que el tipo no tuvo un exitazo como este en los años posteriores y, de hecho, la sigue cantando (y muy bien, por cierto) como si tal cosa. Y, pienso yo, esto hay que verlo y que escucharlo:
Pero no todo debe ser bueno y sí es cierto que hay ciertas cosas que me patinan un poco y que paso a comentaros:
Para empezar, al principio se dice que no conocen el origen ni remedio de enfermedad de la Emperatriz pero sí saben que el guerrero de las gentes de la llanura si puede desafiar a La Nada y encontrar el remedio. ¿En que quedamos? ¿Saben la cura o no? Además, en dicha escena, Atreyu surge de la nada. Puede ser que estuviera escuchando, que llevara allí mucho tiempo, que se teletransportara para la ocasión o que llegara del hiperespacio, pero el caso es que surge de sopetón.
Sigo con Atreyu. El amiguito cambia de entorno como de chaqueta. Las esfinges están en terreno desértico y el Espejo Mágico está en parajes nevados. Eso sí, el tipo, que debe tener una resistencia considerable a los cambios climáticos, va sin mangas en ambos casos. El que vale, vale.
Por cierto, ¿cuántas horas pasa Bastian en ese desván del cole? ¡Porque parecen días!
Por cierto, ¿cuántas horas pasa Bastian en ese desván del cole? ¡Porque parecen días!
Y, por último, ¿no os parece que la peli termina un poco de golpe? Todo se pone bien, Bastian se monta en Fújur, va a la ciudad como si tal cosa y humilla a los gamberros de clase y el narrador en off suelta que vivió más aventuras. Fin. Algo precipitado, ¿no?
Esto ha sido todo. En conjunto, creo que la peli sigue cumpliendo su objetivo, que es entretener, y se ha convertido en un clásico del cine de los ochenta caragdo hasta las trancas de sobredosis de nostalgia. Vista en su contexto, en aquellos maravillosos ochenta, es normal que hoy se la vea como el clásico aventurero que es. Esta película era esa que siempre veías en las estanterías del vídeo club y su trailer inundaba aquellas pelis en VHS que veías con los colegas en tu casa porque tenías un vídeo y eso te hacía guay y todopoderoso. Y, sí, me sigue gustando mucho y creo que, de vez en cuando, hay que verla. Ay, qué tiempos...
¿Unas cuantas curiosidades?
La más famosa: Michael Ende la odiaba, al consideraba una perversión, hasta tal punto que pidió que su nombre desapareciera de los títulos.
Cuando leí el libro, me alucinó ver que Fújur era un dragón normal y corriente, no el perrito cabezón de la peli.
La cinta narra solo la primera parte de la novela. En la segunda, Bastian viaja a Fantasía y se convierte en un cacique déspota, malvado y olvidadizo de proporciones bastante odiosas. Algo, claro, difícil de adaptar en una peli.
En el libro Atreyu tenía la piel verde. Vamos, lo mismito que en la peli.
Noah Hathaway (Atreyu) fue un problema en el rodaje: se le daba fatal aprender a montar a caballo, casi se ahoga en la escena de la ciénaga y, por poco, pierde un ojo al pelear contra el lobo malvado. A los adultos del rodaje no les caía muy bien. Brian Johnson, director de efectos especiales, declaró hace poco: "Noah Hathaway (Atreyu) era un poco como un grano en el culo, la verdad. A Wolfgang le costó mucho conseguir algo de él”.
Es, hasta la fecha, la producción más cara de Alemania y, también, la más taquillera.
Perlas de Michael Ende: calificó a la peli de “repugnante”, y añadió que lo que se ve en Fantasía “no supera el nivel de un club nocturno del montón” o que “en el interior de la Torre de Marfil sólo falta una bola de espejitos en el techo y un grupo de go-gós”, y que “todo lo que habría tenido que ser mágico y misterioso se ha vuelto absolutamente falto de inspiración y banal” sin olvidar que “las esfinges son una especie de strippers de tetas grandes en mitad del desierto” o que “la última parte de la película es una orgía kitsch en toda regla en los aposentos de la Emperatriz infantil que está tumbada en una cama cursi de Hollywood con concha marina de fondo incluida”. Jopé...
El Aury, esto es, el símbolo que aparce en el libro, es propiedad de Spielberg.
Se lleva hablando años de una nueva versión, mucho más cercana al libro, pero, de momento, nada de nada...
Vigilad el cielo.
Creo que necesito verla de nuevo... Soy de esas personas que sigue teniendo VHS, jejeje. Otra curiosidad sobre Atreyu: hace muchos años que no está entre nosotros.
ResponderEliminarMuy buena reseña. ;)
¡Hola!
EliminarNo quieras matar a Noah Hathaway, que el hombre sigue vivito y coleando.
¡Nos leemos!
¡Ostras! ¡Es verdad! Pues llevaré un par de años pensando que Atreyu byebye porque lo leí en algún sitio. Está claro que no nos podemos fiar de todo lo que leemos en internet.
EliminarTe deseo un feliz año, aprovechando la ocasión, jejejeje.
¡Nos leemos!
¡Hola, Israel!
ResponderEliminarAntes te he dejado un comentario, pero creo que no se ha guardado. Más que nada comentaba que La historia interminable es una de las películas de mi vida y cuando era pequeña siempre la grababa cuando la echaban por la tele. La escena que siempre rebobinaba era la de la muerte de Atrax y a día de hoy, todavía no puedo verla. Siempre ha habido el rumor de que el caballo murió en esa escena, pero otros dicen que no es cierto. ¡Espero que sea la segunda opción! Aunque esta peli no adapta el libro en su totalidad y a Michael Ende nunca le hizo gracia a mí me encanta. Y su tema principal es mítico, ¡me lo sé de memoria!
¡Muy buena reseña y feliz Año!
¡Nos leemos!
¡Hola, Laura!
EliminarYo ví esta peli de pequeño y me encantó, la verdad. Y ahora me sigue gustando mucho aunque haya cosas que, quizás, de pequeño, no notas. Con todo, me parece que sigue teniendo una magia especial y creo que eso se nota desde el primer segundo de metraje. Y ea canción... ¡me encanta! Sigue siendo un temazo.
Con respecto al caballo, he leído de todo... incluso que, al finalizar el rodaje, se lo regalaron a Hathaway!!! Espero que no pasara lo otro que comentas, pobre animalito.
¡Nos leemos en 2018!
para mi el ejemplo de que una mala adaptación no significa una mala película. me encanta, las secuelas... bueno esas ya son otra historia
ResponderEliminarCoincido contigo. La peli se salta lo que le da la gana y, encima, cambia muchas cosas pero tiene un encanto especial. las secuelas no las he visto porque siempre he creído que esta es la reina aunque, la verdad, no me llaman mucho.
Eliminar¡Gracias y nos leemos!