Spider-Man: No way home.
Director: Jon Watts.
Guión: Chris McKenna, Erik Sommers.
Tom Holland.
Zendaya.
Willem Dafoe.
Alfred Molina.
Jacob Batalon.
Jamie Foxx.
Benedict Cumberbatch.
Tobey Maguire.
Adrew Garfield.
Marisa Tomei.
Peter Parker, jarto de que el mundo sepa que ¡él es Spiderman, pide ayuda al doctor Extraño para que realice un hechizo y haga que todos lo olviden. Pero algo sale mal...
Y, después de mucha controversia, esperanzas y deleites varios, la tercera película de Tom Holland como Spiderman hizo su aparición en el cine. Es cierto que todas las pelis del género generan una expectativa tremenda pero esta, además, incluía rumores desde el principio que prometían ser una bomba.
Empezamos con la historia. Vaya esto por delante: las dos primeras películas me gustan pero con mucho peros. Soy de los que piensan que han cambiado mucha, pero que muchas cosas del personaje y, algunas, me parecen absurdas, como ese traje moderno que le quita toda la gracia a la esencia del héroe. Aquí el arranque del enorme problema que vas a ver durante toda la filmación es muy simple: Peter quiere que la gente no sepa que él es Spiderman (lo dejaron así en la segunda) y pide ayuda al doctor Extraño para que haga un hechizo. Lo malo es que el colega no para de hablar durante la ejecución del mismo y hace que los distintos universos se mezclen, eso que llaman el multiverso. Es una premisa muy simple que va con el personaje, que siempre ha pecado de bocazas. Y aquí, justo por eso, se monta la que se monta.

Lo que tenemos a lo largo de todo el metraje siguiente, unas dos horas y media bien largas, son las consecuencias de la metedura de pata de Peter. Eso hace que, al mezclarse las realidades, los malos de las películas anteriores aparezcan de la nada sin tener ni idea de lo que está pasando. Y, cuando digo anteriores me refiero a las de Maguire (Duende Verde, Octopus, El hombre de Arena) y Garfield (El Lagarto, Electro) Y es aquí donde la película juega su grandísima baza: en recuperar de la nostalgia personajes como estos. Y es entonces cuando viene el plato fuerte, ese con el que se ha especulado desde que se empezó a plantear la peli y con el que muchos han soñado: si los malos de distintas realidades se mezclan, también los distintos Spiderman. Y el disparo al corazón del fan está garantizado. Lo que pasa es que todo está muy bien planteado porque esto último ocurre cuando estás metido hasta las telarañas en la historia y el efecto te golpea a lo bestia.



¿Qué queda? Pues muchas aventuras, peleas, buenas intenciones en forma de segundas oportunidades y unos efectos especiales apabullantes. Y mucha, mucha nostalgia en forma de imagen y de diálogos. Muy acertado el hecho de que el Peter de Holland quiera dar una segunda oportunidad a unos energúmenos como todos esos supervillanos.



Otro de los puntos a favor que tiene la cinta, y creo que es uno enorme, es que, menos mal, han cambiado un poco el tono que reinó en las otras dos entregas, es decir ese toquecito adolescente con el que, creo, se les fue la mano. Para mí las dos primeras entregas pecan de demasiado "para jóvenes" y cantan mucho en ese aspecto. En esta eso ha quedado mucho más apagado y yo, por lo menos, lo he agradecido. Peter sigue siendo demasiado pardillo (de nuevo, el tipo arma la que arma por ser un bocazas inseguro) pero, a la vez, parece más maduro.

Los actores, todos, están perfectos. Holland es muy buen Spiderman, lo mismo que Maguire y Garfield. Los villanos, de nuevo lo bordan y es como si no hubiera pasado el tiempo. Willem Dafoe es perfecto como Duende Verde. Alfred Molina es, simplemente, Octopus y, lo digo, mi favorito. Jamie Foxx, muy buen electro, con esos destellos en la cara que recuerdan al personaje original. Zendaya... Bueno, es Zendaya.

¿En contra? Lo primero, lo tecnológico del traje. La gracia del Spiderman de los cómics siempre fue que es un tío con poderes raros y un traje que se le destrozaba con cada pelea. Lo segundo, la costumbre de cargarse a alguien. Lo he dicho siempre: desde lo de Han Solo, se ha abierto la veda y la cosa parece no tener límite.

Pero, al margen de estos detallitos, queda una peli de aventuras, acción y superhéroes muy digna y muy bien llevada. No sé qué van a sacarse ahora de la manga pero, aunque suene ridículo decir esto, esperad hasta el último segundo de la cinta. Vamos, que hay un par de escenas post-créditos que dan ciertas pistas.
Vigilad el cielo.
