Star Trek IV. Misión: salvar la Tierra.
Director: Leonard Nimoy.
Guión: Leonard Nimoy, Harve Bennet,
Steve Meerson, Peter Krikes, Nicholas Meyer.
William Shatner.
Leonard Nimoy.
DeForest Kelley.
George Takey.
Walter Koenig.
Michelle Nichols.
Catherine Hicks.
Catherine Hicks.
James Doohan.
La Enterprise debe viajar al pasado para poder solucionar un problema en el futuro...
¡Muy buenas a todos!
Después de tres películas de la saga Star
Trek, hoy os traigo el cuarto título del conjunto inicial de películas que fue
protagonizado por el elenco original de la serie. Tranquilos, aún queda un
título que se desarrolla allá por la Frontera Final.
Pues bien, después de volver a la
Enterprise, de enfrentarse al puñetero de Kahn y de volver en busca de
Spock, los tripulantes de la nave más famosa de la Flota Estelar se embarcaron
en una aventura que, cosa curiosa, tiene fama de ser la más entretenida de
todas (junto con La ira de Kahn. Apunte de servidor) Tras las cámaras, de
nuevo, Leonard Nimoy (sí, Spock) que se ve que le cogió el gustillo a eso de
decir "¡Acción!" después de dirigir el tercer episodio.
Lo primero que llama la atención de esta
peli es la historia. Si has visto cualquiera de las otras entregas, comprobarás
que las peripecias de la Enterprise no tienen límite y les pasa de todo. Bueno,
pues si has visto la serie (cosa que te recomiendo si no lo has hecho),
descubrirás que, en algún que otro episodio se usa el recurso del viaje en el
tiempo. de hecho, si la memoria no me falla, en una ocasión, Kirk y colegas
viajaron a los dorados años treinta en mitad de la Ley Seca. Y debo decir que
fue un capítulo muy, pero que muy divertido. Pues bien, en esta peli que os
traigo hoy, el eje de todo el metraje se centra precisamente en eso: en que los
de la Enterprise deben viajar en el tiempo, en concreto, a finales del siglo
XX. ¿La razón? Pues porque una especie de nave rara que emite unos sonidos más
raros aún se aproxima al eje de la Flota. la cuestión es que todos los sistemas
de sonido, señales y energía se van al garete. No preocuparse: Kirk y sus
amiguetes, que venían para entregarse por haber desobedecido en la peli
anterior, no solo se libran del problema, sino que descubre quién emite esos
sonidos raros. ¿Lo adivinas? Ballenas. Y de las grises. Y aquí es donde el
argumento va a echar mano de los viajes en el tiempo porque, en el futuro, mira
tú por dónde, no hay ballenas. Vamos, la excusa perfecta para viajar al pasado
donde, de momento, sí existen los susodichos animalitos.
Esto, como puedes imaginar, es el pretexto
perfecto para que la peli se vaya pro los derroteros de la ciencia ficción que
son las señas de identidad de toda la saga, es decir, pocas batallas espaciales
e ídem de los rayos láser pero sí mucho fundamento científico y, sobre
todo, muchas ganas de explorar, ya sea en el presente-futuro o en el
pasado-presente. Aquí no hay civilizaciones raras que invadan nada, ni
guerreros klingon dando por el saco (bueno, alguno hay al principio) ni conflictos
interestelares. De este modo, se mantiene intacto el espíritu de la serie y de
paso, se nos plantea un buen espectáculo.
Pero si algo por lo que destaque esta
cinta, además de por lo que te he contado hasta ahora, es por un
detallito fundamenta pero que, casi seguro, hará que la recuerdes: el humor.
Sí, lo has leído bien. Y debo decir que es un gran tanto a favor de la peli
porque, si hay una cosa que destaque en todo el universo Star Trek (por lo
menos hasta entonces) era la enorme seriedad que imperaba en todo. Vale, en la
serie de la tele hubo algún que otro retacito, como esas bolas peludas, los
tribbles, que, con sus tribulaciones, amenizaron a la Enterprise en un
capítulo o aquel otro en que se encuentran con un doble de Spock con perilla.
No es que fueran momentos para partirse de la risa pero ahí quedan. Luego,
cuando la serie se hizo películas, la cosa se puso muy seria y, en momentos,
extremadamente intelectual (me remito a Star Trek, la película) En esta cuarta
entrega, no sé si lo hicieron a posta, quisieron ser originales o, quizás,
optaron por darle un cambio al conjunto, se decantaron por cierto tono
jocoso muy destacable en determinadas ocasiones. Esto se aplica al hecho de que
unos astronautas de un siglo futuro pueden ser muy serios a bordo de su nave
estelar pero, en mil novecientos ochenta y seis, quedan por
completo desubicados. Y ahí entra la guasa: Chekov, un ruso, en una
instalación del gobierno americano, Scotty comprobando que, en tecnología
somos unos paletos o el doctor McCoy viendo que, en determinadas cosas, estamos
en la Edad Media. Pero, ¿qué personaje puede dar más juego desde el
punto de vista humorístico? Pues el más serio de todos: Spock. Mucho del humor
se centra en él, bien con sus métodos de solucionar las cosas (léase
hablando con ballenas si se tercia) o analizando lo estúpido del lenguaje
humano al utilizar las "metáforas floridas" ("¡El capullo lo
serás tú!") Gran punto a favor porque ni cae en lo ridículo ni llega a
cansar.
Por lo demás, la peli cumple con los
elementos tan típicos de la saga y a los que estamos
acostumbrados: necesidad de hacer el bien, cumplir con el deber
aunque esto nos obligue a romper con las normas o, de paso, darnos una buena
lección ecológica con respecto al respeto por los animales. Y, sobre todo,
que no falte, aventura. Genial, necesaria, maravillosa aventura.
Los efectos especiales están muy logrados.
Se nota que los años han pasado y que, poco a poco, la tecnología se afinaba
cada vez más. Las naves, las sondas misteriosas o el tema de las naves
invisibles están muy bien logrados. Destaco, como cosa muy curiosa, el momento
del viaje en el tiempo, cuando vemos los rostros de los chicos de la
Enterprise generados por ordenador. Ahora esto canta que no veas pero, en su
época tuvo que ser muy llamativo y, en su conjunto, no deja de ser curioso.
Los actores, como siempre digo en las reseñas referidas a Star Trek, cumplen muy bien. Todos ellos, desde William Shatner hasta George Takei. Debo admitir que Shatner y Nimoy destacan un poco más precisamente por el tema del humor que os he señalado. Oír decir al señor Spock "metáflorida florida" o "carajo" con ese rostro tan imperturbable es, como poco, curioso. Sí señalo a Catherine Hicks como Guillian, la responsable de las ballenas en la Tierra. No es que sea un papelón pero ahí queda.
En cuanto a lo que me deja así, así, por
señalar algo, es el hecho de que parece que la relación Kirk-Guillian pudo
haber dado un poquito de más juego o que el hecho de que ella va al futuro, se
enrola en una nave y se queda como si tal cosa, como si eso fuera lo más
normal. Bueno, son un par de detallitos de nada...
Hasta aquí escribo. La verdad, me gusta
mucho esta peli. Hacía años que no la veía pero ha sido un gustazo volver a hacerlo.
Me lo he pasado muy bien con ella y, durante un rato largo, me he olvidado de
todo. ¿La recomiendo? Claro, es "lógico" (lo de las comillas va por
Spock. Si eres fan lo entenderás) Si puedes, dale un vistacito, estoy seguro de
que no te arrepentirás. Eso sí, ten presente que las cuatro primeras pelis de
la saga están conectadas. Si no has visto las otras no pasa nada; esta tiene
una introducción que te mete en situación por si las moscas.
Por cierto, como anécdota, comentaros que,
si habéis leído la ficha al comienzo, la peli se llamaría algo así como
"Star Trek IV: el viaje a casa" Es que, a veces, traduciendo los
títulos, tenemos ese don.
Gracias y vigilad el cielo.
Beam me up, Scotty!
ResponderEliminar¡Síiiiii!
Eliminar