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jueves, 23 de agosto de 2018

House, una casa alucinante



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House, una casa alucinante 
(House)
(1986)
Director: Steve Miner.
Guión : Fred Dekker, Ethan Wiley.

William Katt.
George Wendt.
Richard Moll.
Kay Lenz.
Mary Stavin.

Un escritor regresa a la casa de su niñez ya que su tía se ha suicidado. Pero la casa está hechizada y le preparará muchas y desagradables sorpresas…



Muchas veces, con las películas ocurre lo mismo que con las personas: a algunas, el paso de los años les sienta bien, incluso muy bien y, cuando llegan a cierta edad, están mejor que de joven. A otras, en cambio, la edad suele hacer unos estragos impresionantes que hacen que te plantees si esa persona es la misma que la que pervivía en tu recuerdo. Pues bien, hay algunas películas que, con los años, ganan y ganan (aquí habría que decir la frase típica de “como el buen vino”) Otras en, cambio, pierden y pierden (o, siguiendo en plan culinario, “se avinagran”)


House, una casa alucinante, me ha dado la impresión de que se ha estancado en el segundo grupo. Recuerdo que, siendo yo un tierno padawan, en la época en la que el VHS parecía tener claro que nunca abandonaría su trono y tenías que hacer colas o largas esperas en el vídeo club para alquilar una peli, la que hoy nos toca era de las buscadas y deseadas, esa que, una vez alquilada, te la llevabas a casa como si fuera un tesoro. Y, cosa curiosa, cuando la vi, me alucinó (palabra que viene que ni pintada al caso) y me horrorizó a partes iguales. De hecho, recuerdo que en el patio del cole incluso hablábamos de lo terrorífica que era.

Pero el tiempo pasa, uno crece y comienza a ver las cosas con otros ojos. Pues bien, Veamos…

Resultado de imagen de house 1986La película tiene, para mí, un par de cosas a favor muy destacadas. En primer lugar, parte de una premisa más que interesante, es decir, la utilización del recurso de la casa maldita y todo lo que ello conlleva (monstruos, escenas de tensión etc…) Por otro lado, se incluye alguna que otra escena interesante que te recuerda un poco a los sustos a la antigua usanza. De hecho, aquí debo mencionar de manera especial la primera escena en la que el pobre chico de la tienda se encuentra con la no menos pobre anciana ahorcada. Uno sabe que el chaval va a dar con algo desagradable pero, aún así, me parece que esa impresión inicial está muy bien llevada.

Resultado de imagen de house 1986A parte de esto, me ha gustado el hecho de que el personaje principal, Roger (William Katt), es presentado de manera inmediata sin andarse con muchos preámbulos. Así, sabemos que es sobrino de la señora ahorcada, escritor de éxito, divorciado y padre de un niño desaparecido. Si a ello le añadimos algún toquecito en plan diálogo que nos dice que la anciana creía que la casa estaba hechizada o que Roger tiene un extraño recuerdo de jugar en el jardín a la vez que una mano podrida surge del suelo, el planteamiento está servido.

Resultado de imagen de house, una casa alucinanteOtra cosa a destacar, desde cierto punto de vista (luego volveré a esto), es la inclusión de monstruos feos y repulsivos que, casi de seguro, en la época provocaron en más de uno el típico sentimiento de horror y asco. Así, tenemos esa cosa que empieza siendo Sandy pero que luego, claro está, no lo es. También llama la atención lo que sea que sale del armario (definirlo es muy difícil. Si veis la peli sabréis a qué me refiero), el pez gigante que se mueve o cómo no, el soldado podrido, Ben (Richard Moll) que, a pesar de los años, quiere seguir haciendo la vida imposible a Roger. Y aquí debo hacer mención a un detalle que siempre se nombra cuando se habla de este último. Y es que, si lo veis, decidme si no os recuerda al Eddie de Iron Maiden. Incluso en la época ya lo comentábamos. También, en este apartado de monstruos, hay que hacer mención a la aparición de la ahorcada o, cómo no, la escena final en la que Roger, a través de la ventana del baño, se adentra en ese mundo raro y va a por su hijo.


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Resultado de imagen de house 1986Ahora bien, si uno no ha visto la película y da un vistacito la portada, se puede pensar que esto es una peli de las serias que, tras verla, se te va a quedar en el recuerdo por desagradable. Bueno, posiblemente, en el recuerdo se te quede, aunque la razón ya es variable. Si hay una cosa por la que destaca esta cinta, es su humor. Y es que, desde esa escena en la que vemos a Roger firmar autógrafos y comprobamos lo raros que son sus fans, ya advierte uno que puede haber humor de ese absurdo que no tiene por qué generar en carcajada, pero sí puede resultar extraño o surrealista. Por eso, la película está salpicada de momentos de esta clase. Ahí tenemos la parafernalia que se monta el amigo Roger para, vestido de militar y un arsenal de cámaras, abrir la puerta del armario del bicho raro, los momentos del vecino (Wendt) o, quizás el que más curioso me ha parecido, la que se monta con ese monstruo con rasgos de mujer. Eso, sin olvidar la mano de esta en la espalda del niño o la boca del perro y cómo, al fin, Roger la entierra en un montón de mini tumbas a lo largo de todo el jardín. Aquí uno puede preguntarse cómo la mano llegó a la espalda del niño pero, bueno, para qué ahondar más en el problema… Ah, y atención a la cancioncita cuando dicho monstruo es enterrado. Parece que no pega ni con cola, a no ser que se persiga alargar ese espíritu de cachondeo raro. Y esta característica es la que me parece más delicada a la hora de hablar de esta cinta. Y es que todo el mundo sabe que, del miedo a la risa hay un pasito muy, pero que muy cortito, que pasa por el ridículo. Las situaciones de humor en una película de terror me parecen muy delicadas ya que la peli puede pasar de seria, a cosa curiosa o a estupidez total en cuestión de segundos. Si el asunto se lleva bien (ahí tenemos la saga de Posesión Infernal) no hay problema; de lo contrario, creo que puede irse un poco de las manos. Y me da que eso es lo que ha ocurrido, al menos en parte, en esta House. Las situaciones humorísticas me parecen un poco demasiadas y, algunas, cogidas por los pelos, bien en los momentos como tales (cuando el vecino le ve saltar de la casa en plan soldado) o a través de los diálogos (“¡Maldita sea, vuelvo de la tumba y me quedo sin munición!” – Ben en plan zombi)

Los efectos, como uno puede imaginar, resultan muy artesanales, si bien de la época en la que se filmó la peli. Aquí el disfraz se nota a la legua y que los monstruos más feos (de nuevo, el del armario) están controlados por manos humanas está más que claro. Con todo, la cosa tiene su gracia. De haber sido filmada hoy, todo sería ordenador y CGI. Aún así, no lo digo como un fallo, ni mucho menos, sino como un sello distintivo de toda la peli y de la época en la que se rodó. Destaco el disfraz de Ben siendo un zombi salido de Vietnam con ese toque al ya mencionado Eddie de Iron Maiden. Reconozco que este me sigue gustando bastante.


Imagen relacionada


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A ver, ¿qué es esto?

Otro detalle que me ha parecido curioso es que, en conjunto, me da que hay cosas que necesitan explicación. A ver, en una peli de corte fantástico de terror pedir eso puede resultar absurdo pero lo cierto es que hay cosas que, al menos a mí, me faltan: ¿a dónde viaja Roger cuando baja por el cristal del armario del baño? ¿Vuelve a Vietnam? ¿Y por qué salen por la piscina? ¿Por qué la casa está maldita y cómo Ben se aprovecha de ello? A fin de cuentas, se supone que la dichosa casa ya estaba maldita hacía años (me remito a la escena inicial de la mano surgiendo del suelo) ¿Vence a Ben cuando se da cuenta de que este no le ha cortado la mano? ¿Es que está todo en su imaginación? La granada que le mete hasta las entrañas parece muy real…Y otra cosa (detalle al final de la peli): ¿¿la casa está en un acantilado?? ¡Si parecía un barrio muy de ciudad!

Resultado de imagen de house 1986 william kattLos actores me parece que cumplen. Cómo no, el peso de todo lo lleva William Katt (Sí, el Gran Héroe Americano, aquel tipo inútil vestido de rojo que no sabía volar), que me parece que le falta un poquito de expresión, pero bueno… George Wendt (¡Noooooooorrrmmm! en Cheers) es el encargado de poner cierto humor en plan vecino alucinado. Richard Moll (Bull en Juzgado de guardia) aporta toque militar y zombi a partes iguales y, al ser un tipo de altura, le queda muy bien el traje de Eddie, digo de zombi.

Resultado de imagen de house 1986 Richard moll
Antes...

Resultado de imagen de house 1986 Richard moll
Después...

En resumidas cuentas, una película que ha quedado como una especie de clásico de culto de los ochenta pero que, para mí, no ha envejecido muy bien. Como curiosidad, si quieres rememorar los tiempos del terror ochentero, es una opción muy viable pero, quizás, te ocurra lo que a mí: no la veía desde la época y, ahora, me ha dado la impresión de que se podría haber hecho mucho mejor y sacado mejor partido. Con todo, como siempre digo, para gustos, los colores. Al menos, la peli entretiene y eso es lo que importa.

Y ya que en el título en español pusieron la coletilla de “Una casa alucinante”, lo que me parece alucinante no es que haya monstruos de toda clase por la casita, sino el hecho de que el amigo Roger vea que esa vecina se baña en su piscina como si tal cosa, le tire los tejos a base de bien y él prefiera enterrar a un monstruo. Ays, cosas de los ochenta.

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Sí. El tipo prefiere enterrar monstruos. Alucinante...


Vigilad el cielo.



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sábado, 14 de diciembre de 2013

Carrie


Carrie (Carrie)

(1976)
Director: Brian De Palma.
Guión   : Lawrence D. Cohen.
 
Sissy Spacek
Amy Irving
William Katt
Nancy Allen
John Travolta
Piper Laurie
Betty Buckley

 

Carrie, una chica agobiada por su madre obsesionada con la religión, vive siendo el objeto de burlas de sus compañeras. Y, también, tiene un don especial… 

“Los granos son un castigo del Señor” (Margaret White)
 
Vamos allá con una película cuya historia está últimamente en boga porque, cómo, no se ha hecho una nueva versión de la misma.
Como supongo sabes, Carrie está basada en una novela de Stephen King (de hecho, la primera que publicó y que le cambió la vida) Esta versión que te traigo hoy es la antigua, la que todo el mundo, la haya visto o no, conoce. En su momento fue considerada una película terrorífica y, según acabo de oír, es la cinta que más se pone cuando llega Halloween. Yo la vi hace unos cuantos añitos y, de hecho, la tenía grabada en VHS. Aprovechando que ahora hay una nueva revisión de la historia, he aprovechado a verla de nuevo. Muy bien, mis impresiones son estas:
La película empieza con una escena que suele ser bastante conocida entre los admiradores del libro y que aquí me gusta mucho cómo está mostrada: Carrie se convierte en mujer, nada menos, que en la ducha del instituto, rodeada de compis. Lo malo es que la pobrecilla no sabe qué demonios está ocurriendo y cree que se está muriendo, lo que da pie a que comprendamos que, en general, sus compañeras son una piara de arpías (“¡Tapónate, tapónate!”) Me encanta cómo, mientras los títulos de crédito desfilan por la pantalla, suena esa música tan encantadora, romántica y bonita, para terminar del modo brutal en que acaba la escena.
La peli no dura mucho, hora y media escasa, por lo que va al grano desde los minutos iniciales. De hecho, si prestamos atención, en esa escena de la ducha está todos los personajes principales (el menos los femeninos, claro): Sue y Chris pululan por ahí. Esa rapidez permite que conozcamos a otros sin perder tiempo, como la profesora Collins o el director. Esto también se aplica a los chicos protas (Tommy Billy (sí, es Travolta)) y a la chiflada de la madre de Carrie. A fin de cuentas, si tu hija, ya mayorcita, tiene la regla, le das con un libro en la cabeza y, aquí paz, y después gloria.
De, paso, ya se nos deja claro el aspecto sobrenatural que va a imperar a lo largo de la peli: la telequinesis. Más que nada porque, si hay que mover un cenicero o hacer que un niño asqueroso se caiga con su bici, se usa el poder de la mente y listos. Cual Jedi, vamos.
A partir de aquí, lo que vamos a tener por delante es una historia que puede sorprender a más de uno, sobre todo, viniendo del autor de quien viene y teniendo la fama de macabro que tiene. Y digo esto porque, aquí, de terror, poco o si me apuráis, nada. Sí vamos a ser testigos de una historia brutal de burla con su correspondiente (y brutal) venganza. Dicho de otra forma, si lo que esperas es ver asesinatos, sangre o monstruos variados, puede que te lleves una bofetada. Que esto caiga mejor o peor ya lo dejo a gusto del personal. A mí, particularmente, me gusta bastante la historia que se nos cuenta y cómo se desarrolla. Quizás porque va al grano desde el principio y no se para en cabos sueltos para rellenar el tiempo. Por eso, desde que oímos a Chris hacer una “Petición especial” a su novio Billy, ya sabemos perfectamente por dónde van a ir los tiros en la peli.
La cinta tiene una serie de escenas que me gustaría destacar; no por terroríficas, pero sí por efectivas, aunque algunas parezcan de lo más simple. Por ejemplo, esa con Tommy en primerísimo plano mientras el profesor se lee su poema y Carrie está al fondo me parece muy efectivo. La escena en la que le dice a su madre que va a ir a una fiesta me parece de lo mejor de la peli: nada menos que con truenos y relámpagos iluminando el salón y el cuadro de la última cena presidiendo la mesa. Los momentos en  el baile previos a la tragedia me parecen muy bien llevados y mostrados; creo que la cámara lenta hace muy buenas cosas aquí y esos planos en contrapicado del baile al son de la música con la que arranca la peli muy efectivos. De hecho, la cinta, aquí, se detiene bastante pero no me parece mal. El momento de tensión antes de que la sangre de cerdo salpique me parece estupendo, sin sonido, de nuevo, a cámara lenta y luego… luego viene la escena que todo el mundo conoce o ha oído hablar de esta peli a saber: ea, ea, ea, Carrie se cabrea. Y con razón. Nada como un poco de sangre en tu cara, ser el objeto de las burlas de un instituto entero y ver al chico que te mola muerto porque se le cae un cubo en la cabeza (dicho así suena ridículo, lo admito) para que te conviertas al Lado Oscuro, despliegues tus poderes y te cargues todo lo que respira. No deja de resultar curioso que toda la peli es  un ejercicio preparatorio para esta escena final. 
 
¿Cosas que me dejan así, así? Alguna, claro.

Para empezar, los diálogos de la madre en plan fanática religiosa del principio y el tono de los mismos me parece bastante irreal y, si me apuráis, has ridículos (se puede ser beatorra como ninguna pero hablar de manera normal) Billy (Travolta) es tan malo y duro que me resulta pelín cómico. Por cierto, ¿la música que suena en determinados momentos (como el del espejo) es la de Psicosis? Esto no lo digo como algo que no me guste; solo que, o se parece mucho, o es esa. Y, todo hay que decirlo, el traje con chorreras de Tommy sí que es realmente terrorífico pero, claro está, esto es una cuestión de tiempo que nada ni nadie puede evitar.
Con respecto a la escena final, la de Carrie desplegando su poder, ahora que acabo de verla de nuevo, me sigue gustando pero, la verdad, se me hace demasiado corta y, quizás, muy ligerita ya que, en realidad, a pesar de ver muertes, no son impactantes o sangrientas como uno pueda pensar. O puede que, a fuerza de ver tanta peli de terror con sangre y vísceras de por medio, esta se haya quedado algo anclada en el tiempo.
 

Paso a los actores. Para mí, bastante correctos, si bien Sissy Spacek me sigue pareciendo un gran acierto y, desde luego, la base sobre la que se sustenta la peli. Su cara, la expresión de mojigata y esos ojos de asesina con la cara cubierta de sangre son, por derecho propio, una de las imágenes más icónicas del cine de terror de toda la historia. Nancy Allen (la compi, años después, de Robocop) haciendo de Chris está también fenomenal, destilando chulería, pedantería y el toque de arpía adecuados para el personaje (fijaos en la escena del castigo haciendo gimnasia) Amy Irving y William Katt me parecen los más sosainas pero ahí quedan. John Travolta, como dije antes, es el mega chulo del barrio y, siempre que le veo aquí, no puedo evitar imaginármelo bailando y apuntando con el dedo mientras monta un súper coche. Piper Laurie, como la madre de Carrie y arpía beata en potencia y acto, también luce lo suyo, sobre todo, al final.
 
 
 
 

Hasta aquí he llegado. La peli, en su época, fue el colmo del terror y la imagen de Carrie ensangrentada daba miedo solo de verla en los carteles de los cines (hablo por propia experiencia, os lo aseguro) Tengo que reconocer que, a pesar de los años que han pasado, me sigue gustando y me resulta una peli agradable de ver. También  admito que el tipo de terror que vemos aquí (que es muy poquito y, encima, breve) puede haber quedado algo desfasado, sobre todo, en lo que se refiere a la escena final, lo que hace que el conjunto haya quedado un poquito antiguo (a diferencia, por ejemplo, de El exorcista que, al menos para mí, sigue teniendo un toque de miedo bastante considerable) Con todo, recomiendo verla. Ahora, más que nunca, porque, como supongo sabéis, hay una nueva versión en las pantallas. Yo no la he visto aún pero, tarde o temprano, caerá. Supongo, digo yo, que incluirá las escenas que están en el libro pero que no vimos en esta versión que comento hoy (léase la lluvia de piedras o cómo el pueblo entero es arrasado por el incendio)

Por cierto, bien mirado: una chica maltratada psicológica y físicamente por su madre y compañeras, la vida irreal que lleva, la lástima que transmite Carrie, las burlas tan bestiales de las que es víctima… Quizás suene raro pero, en realidad, me parece un dramón de proporciones considerables y no una historia de terror. Es solo una reflexión personal…

Vigilad el cielo.