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martes, 25 de septiembre de 2018

Minority report

Minority Report (2002)

Minority report.
2002.
Director: Steven Spielberg.
Guión: Scott Frank, Jon Cohen.

Tom Cruise.
Colin Farrell.
Max Von Sydow.
Jessica Capshaw.
Peter Stormare.


En el futuro, los prepolicías son capaces de detener a un criminal antes de que cometa el crimen gracias a unos mutantes, los precogs. Todo se complica cuando el jefe de los prepolis es acusado de un futuro crimen...


Saludos variados, amigos.

Como me ha dado por revisar los bombazos de allá por los noventa, esta vez os traigo una peli del maestro Spielberg con Tom Cruise como protagonista. Minority Report, por cierto, está basada en un relato de Philip. K. Dick y nos va a ofrecer una historia de ciencia ficción enmarcada en un futuro no muy lejano que, cómo no, presenta una serie de funestos resultados y, encima, te hace pensar.

Estupendo; a favor puedo deciros muchas y muy variadas cosas:

Resultado de imagen de minority report 2002 first scenePara empezar, debo destacar la historia. Ojo y digo esto para que vaya por delante: no he leído la fuente literaria de la que parte pero debo reconocer que la trama que tenemos por delante no solo es muy interesante; además, está contada con la maestría propia de Spielberg cuando le da la gana hacerlo. El hecho que propone no puede ser más alucinante e interesante: que los criminales sean detenidos ANTES de que cometan el crimen. De este modo, no solo se evita la tragedia, sino que está asegurado que el futuro criminal no caiga en la tentación. Por eso, la escena inicial, que es todo un despliegue narrativo y una lección magistral de cómo debe presentarse una peli, me parece perfecta: se evita el asesinato de una mujer por parte de su marido cuando esta decide darse un caprichito con el cachitas guaperas de turno. De este modo no solo se nos introduce en la trama; también conocemos al personaje principal, John Anderton, y cuál es su labor, es decir, un prepoli (nótese que aquí todo es "pre" porque se refiere a cosas que pueden suceder pero que no suceden) Durante los catorce minutos y poco que dura esta presentación conocemos el contexto en el que nos vamos a mover, el cuerpo de prepolicías y a los responsables del cotarro, esto es, los precogs, unos humanos con poderes para ver el futuro siempre y cuando en este pasen cosas malas. Vamos, que no ven el número de la lotería precisamente. Como puedes imaginar, nada más comenzar, el debate está servido siempre y cuando esperes a que termine la peli porque no es plan de que des la murga al personal que tengas sentado al lado tuyo: ¿está bien detener a alguien ANTES de que cometa un delito? Porque, si es así, en realidad, no comete nada...

A partir de este momento, la trama se va a centrar en cómo el amigo John que, repito, es el prota, se ve envuelto en un futuro asesinato y, por tanto, se pasa toda la peli tratando de demostrar su inocencia. De este modo tan sencillo, el guión que nos resta, más que una historia de ciencia ficción llena de cosas raras (las hay, pero no muy cantosas), monstruos y elementos cicutrinios raros, es toda una historia policial en la que, a medida que el personaje va descubriendo cosas, se producen una serie de giros argumentases que no solo benefician la trama sino que hacen que el espectador no piense ni una sola vez en mirar el reloj para ver cuánto queda. Spileberg, que cuando le da la real gana, es capaz de ser un maestro en lo que hace, se nota que se lo estaba pasando bomba y nos va a llevar de manera firme y segura a lo largo de una historia donde el entretenimiento está asegurado y en la que no hay ni un punto muerto. 

Resultado de imagen de minority reportLa espectacularidad está asegurada porque una cinta como esta, en un contexto de ciencia ficción, puede dar para mucho. No obstante, y en lugar de apabullar al espectador, vamos a comprobar que todos y cada uno de los elementos fantasiosos están muy bien puestos, no son gratuitos y, lo más importante, ayudan a contar la historia. Los coches, por ejemplo, me encantan, sobre todo, cuando viajan en vertical sobre carreteras verticales. La nave de los prepolis, que tiene un tufo a la Slave-1 de Boba Fett y su papi Jango (me remito a El imperio contraataca y a El ataque de los clones), está muy bien hecha y sale cuando tiene salir. Las persecuciones al estilo de El fugitivo están muy bien resueltas y, aunque sepas que Tom-Tom (yo le llamo así porque no puedo evitarlo y, además, me cae gordo) va a salir airoso, no dejan de resultar interesantes. Aún así, me gustaría destacar un par de momentos que, quizás, no sean de una espectacularidad infinita pero que, tal como yo los veo en la pantalla, hacen entender que el director de este meollo es el mismo tipo tras las cámaras de Indiana Jones (TODAS, y que viva la cuarta parte)Tiburón o Encuentros en la tercera fase. Son esos momentitos que, como por arte de magia, te clavan en la butaca a la vez que hacen lo mismo con los ojos sobre la pantalla. Ahí tenemos la conversación entre Anderton y Witwer, cada uno en un extremo de la pantalla, con otro agente en mitad de espaldas al espectador o la escenita de las arañas (cada inquilino es un mundo) Pero, aparte de estas, las que más me gustan son las escenas tranquilitas que tan bien se le dan a Spielberg donde hay mucho diálogo, muchos planos y más interés: ahí están las conversaciones que Anderton tiene con el cirujano constipado que le saca los ojos (no es lo que parece) o con la doctora Hineman. Quizás, en manos de otro, hubieran sido parones; Spielberg se recrea en ellas.


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¿Más? Claro; un detalle fundamental que en todas las pelis del colega Steven es fundamental: la música. Cómo no, John Williams con la batuta. Y, como siempre, estupendo. Puede que no tenga melodías como otros trabajos suyos pero sus notas acompañan a las imágenes de manera soberbia.

Los personajes están muy bien presentados y, por suerte, se muestran muy humanos hasta tal punto que uno llega a identificarse con ellos. Sin duda, esto está muy bien aplicado al de John Anderton que, en lugar de ser el típico héroe que viene a resolver todo, las pasa canutas y, para más inri, tiene el tema de la desaparición de su hijo.

Resultado de imagen de minority report 2002Y, ¿qué tal los actores? Bueno, esta es una película de Tom Cruise y con eso se dice todo. Dicho de otra forma, el colega chupa cámara todo lo que puede y más y, además, le gusta, le encanta, lo adora y le apasiona ser adorado como si el tiempo no pasase, como si no hubiera más actores en el mundo y como si este no importara un comino porque solo él es lo que merece la pena.  El resto del elenco pasa y adiós muy buenas porque, donde esté Tom, que se quiten los demás. Colin Farrell, que sale aquí aunque sea secundario, está bastante decente y, por supuesto, Max Von Sydow despliega una experiencia y naturalidad aplastantes.


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Resultado de imagen de minority report¿Cosas mejorables? La verdad, creo que pocas pero, por ser un poquito mala baba, voy a señalar dos. Siempre que salen los nombres de Cruise y Spielberg suelo decir lo mismo. Y es que, sabido es por todos que, en una película de Tom Cruise, esta es por, para, en pos de, a favor y todo lo que queráis, de Tom Cruise. Sobreactúa todo lo que puede y mucho más hasta el punto que, a veces, para mí, resulta hasta ridículo y muy indigesto. Mirad cuando, por primera vez, se pone a ver un precrímen. Esos movimientos me parecen muy teatrales o, quizás, le dirigieron así, pero hay algo en él que le delata y se nota que se lo está pasando pipa porque sabe que todo el cine le mira. Siempre he pensado que muchas de sus películas, con otros actores en su lugar, ganarían por el simple hecho de no centrarse única y exclusivamente en él. Y es que el amigo Tom-Tom suele exigir una cláusula en sus contratos donde queda bien claro que su personaje no solo debe de ser el eje de todo, sino que, además, tiene que destacar por encima de los demás de manera clara. Famosa es ya la metedura de pata de La momia, donde el monstruo pasa a segundo término y todo se centra en él en una exigencia por parte del actor que hizo que el guión se cambiara de arriba  a abajo para que Tom-Tom, y no la momia, fuese el prota. De Spielberg, decir que tiene una pasión que roza la paranoia por coger una historia, la que sea, y empaparla con la obsesión que tiene por las relaciones padre-hijo (curioso que no madre-hijo) Ved Encuentros en la tercera fase, Indi 3 y 4 (en la 2 Jones es como un padre para Tapón), La terminal, Atrápame si puedes, Hook, La guerra de los mundos y muchas otras. Lo digo de nuevo: cada cual, si es bueno en su trabajo, suele hacer lo que le da la gana y Spielberg es de los mejores pero no me deja de resultar curioso cómo en todos los guiones mete el tema de la paternidad a calzador.

Bueno, pues esto ha sido todo. La vi en su momento y me gustó. La he visto un montón de veces y me sigue gustando. Si es o no fiel al texto original no lo sé y, la verdad, no me interesa. Lo que sí me gusta es que, por delante, hay una peli muy bien llevada, estupendamente dirigida y narrada con oficio que no deja de entretenerme a pesar del paso de los años. Y eso, amigos, es lo que más me importa. ¿La recomiendo? Pues claro que sí.

Aunque salga Tom Cruise.

Vigilad el cielo.

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sábado, 26 de noviembre de 2016

Animales fantásticos y dónde encontrarlos





Animales fantásticos y dónde encontrarlos. 
(Fantastic animals and where to find them)
(2016)

Director: David Yates.
Guión: J.K. Rowling.

Eddie Redmayne.
Katherine Waterson.
Colin Farrell.
Dan Fogler.
Alison Sudol.
Ezra Miller.

Newt Scamander viaja a Nueva York en busca de animales fantásticos para el mundo mágico. En su camino, deberá enfrentarse a una amenaza que acecha desde las sombras...


¡Hola!


Hoy os traigo la reseña de uno de los platos fuertes de este año: el primer spin-off de la famosa saga de Harry Potter. Mucho se llevaba hablando de hacer una película basada en el universo de Potter pero no con los personajes que todos conocemos. Muy bien, después de calentar un poco el ambiente con la obra teatral basada en los personajes de J.K. Rowling (y que ella no ha escrito, vaya eso por delante), nos llegan estos Animales fantásticos y dónde encontrarlos. Muy bien, acabo de verla y esto es lo que os puedo decir.



Como siempre hago, primero, lo que me ha gustado.




Para empezar, la historia. O, mejor dicho, las historias. Porque aquí, amigos, puede decirse que hay dos. Por un lado, está la de Newt Scamander, que recolecta animales fantásticos y más raros que un perro verde y que los recupera con la misma facilidad con la que vosotros o yo cambiamos de clínex. Sí, de vez en cuando la cosa se pone un poquito peliaguda pero el muchacho cumple su función. Otra cosa es que, en el camino, se encuentre con alguna bruja que le haga tilín, con algún muggle, digo, no-maj (término americano de los muggles) que van a hacer que su historia tenga algo más de chicha y la peli avance. Por otro, la de una fuerza misteriosa e invisible (o casi) que está haciendo estragos por la calles de Nueva York y que implica la presencia de algo que puede ser más antiguo y peligroso de lo que parece. La cuestión es que dichas historias están enlazadas para que el conjunto final sea lo que vemos en pantalla, es decir, una peliculita de aventuras que trata de acercarse, en mayor o menor medida, a la sombra de lo que fue (y, a su modo, es aún) la saga de Harry Potter. Por eso, volvemos oír los alohomoras y algún que otro encantamiento mágico que, sin duda, nos suena a todos lo aficionados a eso de la magia.


Otra cosa a tener en cuenta en la trama es su toquecito adecuado de misterio. Con eso me refiero (no voy a hacer ningún spoiler) a todo lo referido a esa presencia maligna y que, en un principio, parece que va a ir por un lado y luego puede que vaya para otro. Sin duda, la resolución final de las cosas malas que ocurren y quién está detrás de ellas es uno de los platos fuertes de la peli y hace que las cosas no sean tan lineales.


Me ha gustado mucho que todos los acontecimientos sucedan en la década de los veinte o treinta. Para mí, gran punto a favor porque eso ha proporcionado dos cosas: un aire encantador a todo el conjunto y que, además, se desvincule un poco de los hechos de Potter, que transcurren en la época actual. Por eso mismo, trajes, coches, casas, edificios y demás parafernalia me han parecido muy bien llevados y, sobre todo, muy creíbles.


Sigo. La peli, sin duda, pertenece al genero de la fantasía y la
aventura pero, además, tiene un factor muy importante que suele aliviar tensiones en determinados momentos: el humor. Y este viene dado por el personaje de Jacob Kowalski que, desde prácticamente la primera escena, tiene que sufrir en sus carnes (hago énfasis en sufrir) el hecho de encontrase con gente mágica, que él no lo sea y que, encima, sea un individuo un pelín peculiar. Creo que estas situaciones y el propio personaje en sí, son aciertos en la cinta y eso, en la sala del cine, se ha notado.


Pero esta es una película con magia por delante y eso debe notarse en los efectos especiales. Si bien está claro que los monstruos, encantamientos y demás cosas por el estilo están clavados, sí me reservo un pequeño comentario a este respecto en el apartado de cosas que no me han gustado mucho.





Los personajes están muy bien definidos y, nada más salir en pantalla, sabes por dónde van a ir (bueno, la mayoría...) Está claro que Scamander es el empollón y académico de turno con grandes dosis de prudencia y timidez. Kowalski cumple muy bien dos funciones: ser el amigo del héroe y el punto cómico. Queenie, en versión femenina, es más o menos lo mismo. Tina es la amiga/novia del héroe y, por supuesto, luego están los que dan vida al asunto como Graves o Credence... entre otros.







Y de los personajes paso a los actores. La verdad es que me han gustado mucho y resultan muy convincentes. Eddie  Redmayne es el perfecto Scamander, tímido y valiente a la vez. Katherine Waterson cumple como Tina. Dan Fogler es Kowalski y el responsable de las carcajadas en el cine y, además, cae bien. Me gusta Alison Sudol haciendo de Queenie. Colin Farrell queda muy creíble en un papel que le viene como anillo al dedo. Ezra Miller como Credence está muy bien, más que nada, porque tiene cara de sufrimiento durante toda la peli.





Y ahora paso a los detalles que me han dejado un poco así, así. No son muchos pero ahí quedan.

Para empezar: esta no es una película de Harry Potter, por mucho que vendan la moto de que está relacionada con él. Sí, hay magos. Sí, se nombra a Howarts y, sí, sale el nombre de Dumbledore alguna vez. Pero ya. Por eso, me ha chocado que la peli empiece con la musiquita de Harry Potter. ¿No hubiera sido más lógico que la cinta tuviera su propio tema de entrada? Esto, claro, es mi opinión...

Con respecto a los efectos, como dije antes, están  muy bien, sobre todo, lo referido a animales raros como ellos solos pero también es cierto que muchas (si no todas) las tomas CGI son nocturnas. Ya sabemos que por la noche el tema efectos se disimula mejor pero sí me ha llamado la atención que no se hayan arriesgado a  mostrar algo de día con más claridad. Supongo que será cuestión de presupuestos y de facilidad y agilidad para rodar.





Y un último detalle en plan tiquismiquis. Fijaos en Redmayne. El tipo me gusta y lo  hace muy bien pero... ¿por qué no mira a sus compañeros de reparto a la cara en muchas escenas? Vale que el colega es tímido pero, tanto, tanto...

Y... final. La verdad, la peli me ha gustado bastante y es el colmo del entretenimiento. Para mí no es, ni de lejos, comparable a la saga Potter pero, desde luego, han sabido hacer un producto que hace que, durante todo lo que dura, te olvides de todo. Y eso ya es más que suficiente para este servidor.

Una última cosa: he leído que estamos ante una saga de cinco películas. Yo creí que esta de hoy sería algo independiente pero no. La cuestión es qué se van a sacar para completar otras cuatro más. Supongo, y esto es una teoría personal, que mantendrán al malo pero cambiaran el resto de protas porque, como es lógico, no vamos a estar cazando animales raros cuatro entregas más. Ahí queda eso.

Vigilado el cielo.







domingo, 2 de junio de 2013

Desafío Total (2012)

Desafío total (Total recall)
(2012)

Director: Len Wiseman
Guión   : Kurt Wimmer, Mark Bomback, Ronald Shusset, Dan O’Bannon, Jon Povill. 
 
 Colin Farrell
Kate Beckinsale
Bryan Cranston
Jessica Biel
Bill Nighy






Todo el mundo sabe quine soy. Excepto yo. Es Extraño” (Quaid)


Douglas Quaid, harto de su vida, decide implantarse sueños artificiales para vivir aventuras. Lo que no sabe es que su mente esconde un terrible secreto.
 

Y de nuevo… ¡Sí! ¡Otro remake!
Estoy seguro de que no lo esperabais, ¿verdad?
Bueno, ya metidos en faena y yendo a lo que vamos, tengo que admitir que, cuando me enteré de que iban a hacer un remake de la peli de Paul Verhoeven con Arnold Schwarzenegger a la cabeza, es decir, Desafío Total, pensé que era una broma de gusto dudoso. ¿La razón? La peli de 1990 es un clásico moderno y, a fin de cuentas, una peli de Arnold, motivo este más que suficiente para adorarla sin tapujos. Pero todos sabemos que esta es la época del remake y, muchas veces, es cuestión de tiempo que le toque a esta peli o a aquella. Saber que Colin Farrell iba a ser el protagonista no ayudó demasiado, precisamente.
Por unas o por otras, he acabado viéndola. Muy bien, allá vamos…
Lo primero que va a destacar es que, en las primeras escenas, se nos sitúa a finales del siglo XXI y ya acudimos a las primeras variaciones con respecto a la peli original: se habla de una guerra química que casi se carga todo el planeta y que hay dos foros de asentamientos humanos: la Unión Federal británica y la Colonia. Y, ¿sabéis una cosa? Marte ni se nombra…
La peli empieza bien: una escena de acción en la que dos personajes están en mitad de un buen lío y, también de un montón de balas. Pero todo eso no es más que un sueño. Si has visto la otra peli, esto no va a cogerte por sorpresa. Y este despertar es el momento perfecto para presentar a los personajes principales de manera clara y eficaz. Ahí están Douglas Quaid (Farrell), un don nadie, un mierdecilla que vive su vida de manera rutinaria, monótona y aburrida. Este no se dedica a la construcción (cosa que a Arnold le pegaba) pero sí al ensamblaje de una especie de soldados policías llamados los sintéticos. Su mujer Lori (Beckinsale), es una especie de médico, a juzgar por lo que dice. Que un pardillo como ese esté casado con un bombón como ella sí que es ciencia ficción pero no me voy a ir por esos derroteros.
Pero lo mejor es que, en esta escena, mientras ven las noticias, dos palabras nos ponen alerta y nos preparan para lo que debe de venir: resistencia y atentados. Si, además, oímos nombres como Cohaagen (una especie de líder político) y Matthias (su rival, algo así como el héroe del pueblo) y que se odian a muerte, la cosa se pone bien.
La peli sigue lo que vimos en la de 1990 y estamos deseando que el amigo Quaid vaya a cierto sitio, Rekall, para que le empiecen a hurgar en su (¿calenturienta?) mente. El amigo pide que le metan un chute de agente secreto y…
 
 
Lo que viene a continuación es lo que esperas: acción, tiros, persecuciones y demás cosas relacionadas con todo esto. Lo que ocurre es que, desde que Quaid, en Rekall, toma noción de sus habilidades, la cosa se pone muy bien. Y es que la acción, los tiros, las persecuciones y demás me parecen pero que muy bien llevadas y mejor mostradas, dotadas de una espectacularidad más que notable que debe tenerse muy en cuenta a la hora de juzgar esta peli. Por esto, son muchas y muy variadas las escenas que van a hacer que te quedes pegado a la butaca (en mi caso, sofá con taza de café sobre la barriga) con su dosis adecuada de violencia, sangre, tiros y explosiones. Ahí tenemos el momento de los ascensores o cualquiera de las explosiones que, montados en esos coches futuristas (mucho más futuristas y chulos que los de la otra versión. Y, desde mi opinión, mucho menos artificiales. Cosas del ordenador…) o la pelea final con Cohaagen, por no hablar de la espectacular destrucción del edificio que sirve de enlace con la Colonia. Y, ya puestos a hablar de peleas, me gustaría destacar cualquiera en la que Lori está metida. Y es que eso de no pegar a una dama aquí importa un pimiento porque la susodicha en cuestión recibe pero, también las suelta como panes.
Otra cosa que me gustaría destacar es la ambientación general que reina en todo el metraje. Como uno puede suponer, esta historia trascurre en el futuro pero es ese sucio, agorero y agobiante que tan bien se le da al cine mostrar. Por eso, el mundo que vemos aquí es oscuro, apocalíptico y, en definitiva, realista dentro de los márgenes que la ciencia ficción permite desarrollar. A mí, como ya digo, me ha parecido una atmósfera muy adecuada y, tengo que decirlo, los ambientes y pasajes que vemos aquí me parecen una extraña pero efectiva mezcla de la ciudad que vimos en Blade Runner, ciertos toques de Yo, Robot y el aderezo adecuado de los bajos fondos de Coruscant en El ataque de los clones. Dicho de otra forma, si crees que vas a ver ciudades bonitas, tecnológicas y futuristas, vas listo.
Paso a un aspecto fundamental en una peli de esta temática: los efectos especiales. Para mí, muy conseguidos y, sobre todo, ayudan a contar la historia sin necesidad de que estén ahí para apabullar sin ton ni son. Las ciudades están muy bien y resultan muy creíbles. Las naves y coches voladores están aún mejor conseguidos, resultando muy aerodinámicos y futuristas, pero muy ligados a la imagen de los que tenemos hoy día (este detalle también se pudo ver en la versión e Arnold, solo que manera más “material”) Destaco, aparte de tiros y explosiones variados, algo que no vimos en la anterior versión: el uso de lazos láser que no solo aferran, sino que, además, permiten zarandear al pobre desgraciado que pillan sin ningún tipo de compasión. Lo mismo tengo que decir de las escenas sin gravedad en la que una metralleta viene al pelo para cargarte a los malos y, de paso, servir de elemento de propulsión para huir de ellos. ¿Predecible? Puede. ¿Que mola verlo en pantalla? Ni dudarlo. Ah, y muy chulo el detalle de los futuros teléfonos móviles. Ni máquinas ni Iphones ni nada: la palma de la mano y un buen chip bajo la carne y listos. Los sintéticos, los policías robóticos, están muy bien conseguidos y a veces no sabes si son generados por ordenador u hombres disfrazados. 
Como puedes ver, la trama no se aleja demasiado de la que vimos en la versión de 1990 si bien es cierto que hay determinadas diferencias. No muy grandes pero ahí quedan. Para empezar, aquí, como dije al principio, Marte no pinta nada, el tema del aire ni se nombra y los mutantes brillan por su ausencia. Eso sí, en su lugar, tenemos una posible invasión de sintéticos que desplacen a los humanos de la Colonia, un sistema político que roza lo dictatorial y una resistencia urbana que le hace frente. Como puede verse, menos fantasioso pero, en mi humilde opinión, muy válido. Que guste o no, ya entra en el mismo terreno que el de los gustos y los colores. Sí me gustaría destacar que en, esta nueva versión, ahondamos un poquito más en el personaje de Douglas Quaid, resultando más humano y, en definitiva, creíble (salvo cuando le sale la vena agente secreto y puede con todo. Pero esta es la gracia de la historia, ¿no?) Por eso, aquí le vemos más vapuleado por la vida, pasando por situaciones por las que cualquiera podría pasar hoy día: estar descontento con tu vida, tener un trabajo asqueroso, no poder promocionar o incluso que, después de dejarte los cuernos, que te despidan. En la antigua, el personaje de Arnold actuaba más por aburrimiento que por otra cosa. En esta, Quaid está algo más machacado por la vida.
Paso a los actores. La verdad es que me han gustado mucho y me parecen muy metidos en su papel. Yo mismo soy el primer sorprendido al decir que Colin Farrell hace mejor trabajo de lo que esperaba (lo admito, el amigo no es santo de mi devoción pero, ahí queda) y me resulta heroico (claro está) pero también vulnerable y, en determinados momentos hecho polvo, por lo que debo admitir que su trabajo aquí ha sido una sorpresa bastante agradable. Bryan Cranston (yo veo a este, le recuerdo en Malcom in the middle y me da la risa) me parece un buen Cohaagen, mucho más serio y mafioso que el que interpretó Ronny Cox. Jessica Biel, quizás, es la más flojita y la que menos juego, al menos, para mí, da pero es que su papel es así. Pero si debo destacar a alguien en particular es, sin duda, a Kate Beckinsale en el papel de la malvada Lori. Acostumbrado como estoy a verla en plan buena de la peli tras en la saga Underworld, tengo que decir que el papel de mala le viene que ni pintado. Quién iba a decir que la vampirita enfundada en cuero iba a quedar tan malvadamente buena en esta peli. Ese gesto que pone en plan villana total le queda muy bien y, además, demuestra moverse como pez en el agua en escenas de acción. Cosa curiosa, su papel aquí es una mezcla de lo que hicieron en la versión de 1990 Sharon Stone y Michael Ironside. ¿Cuál te gusta más? Ahí lo dejo a tu criterio. A mí, repito, me ha gustado mucho lo que la Beckinsale hace aquí (aunque no lleve cuero)
 
¿Cosas mejorables? Lo único que puedo decir es que muchas de las escenas suceden de noche (cosa que, por otra parte, le viene muy bien a la peli en general para darle ese toque siniestro, oscuro y apocalíptico) y se echa en falta algo de luz del día. La escena de la señora gorda y sus “dos semanas” que me gusta tanto de la otra gana por K.O a la versión que hacen aquí (donde todo sucede muchos más rápido y con menos gracia que la anterior). Cohaagen no  me cae tan bien como en la otra ya que el papel de Ronny Cox desprendía cierto cinismo, mala uva considerable pero, aún así, me caía bien (sobre todo, cuando abroncaba a Richter) Y no busquéis mutantes que salen de la tripa de nadie porque no los vais a encontrar.
Hasta aquí he llegado. Aunque jamás creí que diría esto, debo decir que me ha sorprendido de manera bastante notable y, en su conjunto, me ha gustado bastante; una buena peli de acción que te asegura un entretenimiento de los de evadirte de todo mientras la ves. Si has visto la versión de 1990 y te gusta, posiblemente la tengas en mente y la empieces a comparar con ella. Entiendo que esto es pero que muy tentador pero te recomiendo que le des una oportunidad y la veas (a ser posible, aunque sé que esto es difícil) con la mente fría. De este modo, en opinión de este vigilante del cielo, gana muchos puntos.
Por cierto, ¿tú qué crees? ¿Sueña o no sueña?
Y, sí: la chica de los tres pechos sale. Imposible que se pudieran saltar semejante clásico.
Vigilad el cielo.