lunes, 15 de enero de 2024

Anabelle



La saga de los Warren ha dado mucho de sí. De ella han salido (hasta el momento) dos spin off: La saga de la monja y la de Anabelle.

Anabelle cuenta la historia de una muñeca maldita que ha sido poseída por el espíritu de una niña cuya familia, que no tenía otra cosa que hacer, se puso a hacer ritos diabóliocos. Por eso, la historia no puede ser de lo más lineal. La escena inicial con ese primer plano de la muñeca está muy bien y luego (sorpresa) vemos que los Warren están tratando el tema con dos pobres enfermeras. Toda la película es un flash back y nos va a contar, desde cero, el por qué de la muñeca.

Es a partir de este momento cuando nos centramos en la vida de Mia y John, unos recien casados que resultan ser tan pijos y horteras como desgraciados. Vamos asistiendo a una serie de acontecimientos relacionados con la muñeca que tratan de captar tu interés y, a su modo, lo logran. Una de las cosas que me llama es el diseño de la misma Anabelle, que no tiene nada que ver con el real. Entiendo que esto es una peli y, claro, tenían que ponerse tétricos pero, aun así, creo que la podrían haber hecho de otra forma porque nadie puede tragarse que un marido regale semejante esperpento a su mujer embarazada... a no ser que le esté mandando un mensaje muy sutil.

Anabelle está considerada una película de terror, eso está claro, pero lo referido a la saga de los Warren y sus derivados es algo muy curioso porque partieron de una primera entrega muy buena y efectiva para ir, poco a poco, relajándose en lo que a terror se refiere. Sí, en esta cinta hay sustillos pero, seamos sinceros, pocos y flojos. Destaco las siluetas en la oscuridad y poco más porque, el resto, lo ves venir de manera más que evidente. Ahí dejo el detalle de la máquina de coser o el ataque al cura, que casi no vemos. Creo que, con el tema que trata, se podrían haber esmerado bastante más, lo que hace que la película, si bien entretiene, se quede muy floja. Por esto, escenas destacables, lo que se dice destacables, están la del ascensor y la de la silueta en la escalera a oscuras. El resto, bueno, ahí queda.

Pero si hay algo que me revienta de la peli es la pareja protagonista. Mia y John resultan tan pijos como exasperantes. Vamos a ver, hay algo demoníaco en esa casa, te acuchillan, la casa sale ardiendo... Yo creo que, al menos, podrían despeinarse un poco. Y, después de todo esto (y más) cuando Mia le dice a John que pasan cosas raras, el tipo aún se extraña y le habla en plan «¡Si en realidad no pasa nada!» Por no mencionar la figura del cura, que pasa de parecer un psicópata a convertirse en héroe salvador. Todo esto hace que me de la impresión de que hubo más prisas que otra cosa a la hora de preparar la cinta. 

Como he dicho antes, entretiene, pasas un ratito y poco más. Eso sí, si de verdad buscas terror, quizás no sea esto lo que quieras encontrar.

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