viernes, 26 de noviembre de 2021

El doble asesinato de la calle Morgue






Director: Robert Florey.
Guión: 
 Robert Florey, Tom Reed, Dale Van Every.

Bela Lugosi.
Sidney Fox.
Leon Amex.

Un extraño científico, capaz de comunicarse con un gorila, cree poder mezclar la sangre de este con la de los humanos...

En 1931 Bela Lugosi era toda una estrella. Había protagonizado Drácula y, por ello, le ofrecieron el guión de otra peli de monstruos, esta vez, basada en la obra de Mary Shelley: Frankenstein. Lugosi leyó el guión y no quedó muy convencido. Después de unas pruebas de maquillaje más que cuestionables, el actor rechazó la oferta y escogió este título que reseño hoy. El susodicho guión de Frankenstein se cambió por completo, al igual que el maquillaje, y se le ofreció a un tal Boris Karolff.

Ya metidos en la cinta, hay que decir que es una adaptación de la obra de Edgar Allan Poe, muy libre pero no por ello hay que subestimarla.

Para empezar, la historia. Allí donde la obra de Poe se basaba en los asesinatos de una madre y su hija y las pesquisas de un detective para resolver el asunto, aquí se adapta la trama de manera bastante libre añadiendo dos elementos fundamentales. Por un lado, el misterioso y alucinante doctor Mirakle, que es la excusa perfecta para dar rienda suelta a Lugosi y meter una idea que, por entonces, estaba muy en boga: la del científico chiflado y muy listo. Por otro, el objetivo delirante de este: mezclar sangre humana con la de un gorila. A partir de ahí, las grilladas mentales del susodicho doctor son el motor perfecto para que el interés se mantenga y, durante una hora escasa, estés pendiente de la pantalla. Siempre he pensado que es increíble cómo con tan poco tiempo se podía contar tanto.


Otro tanto a favor de la película es la perfecta ambientación del París de mil ochocientos y pico. Los decorados, edificios, trajes y demás están clavados. Destaco aquí las escenas de la feria y de la morgue, con ese aire triste y sucio a la vez.

El blanco y negro de la cinta le da un aire misterioso y delicioso que hace que te quedes prendado y le da un tono misterioso muy marcado. Cosa curiosa, utiliza de manera bastante eficaz el recurso de las sombras. Aquí destaco el momento de la pobre chica de la calle donde Mirakle la tortura sin impunidad y, además, el espectador lo ve todo. A tener en cuenta la crudeza de escena cuando, una vez muerta, la tira como un trapo usado al mar.




Los actores está bien pero, seamos sinceros, aquí sale Bela Lugosi y eso lo dice todo. Creo, sin dudarlo, que esta es una de sus grandes interpretaciones e, incluso, supera a la de Drácula. Lugosi está metido en el papel hasta las cejas (que las tiene, y muy gruesas) y la vestimenta y maquillaje le ayudan a crear un personaje muy a tener en cuenta. Leon Ames (Dupin) y Sidney Fox complementa pero muy de lejos.








En contra solo puedo decir una cosa. Y es que los momentos amorosos entre Dupin y Camille son tan empalagosos y edulcorados que pueden crear un ataque de azúcar. La escena en la que él la suelta varios piropos comparándola como la primavera me sobra, más que nada, porque ya sabemos que los dos están coladitos el uno por el otro. 


             


Quitando este detallito, me encanta esta peli. Es toda una gozada. Cosa curiosa, es una gran interpretación de Lugosi pero, también, su eterna metedura de pata puesto que, como ya dije, rechazó ser Frankenestein para rodar esta y, de algún modo, nunca se recuperó del golpe. Es resultado es que este doble asesinato suele pasar más o menos desapercibida pero es una gran interpretación del actor y una cinta muy a tener en cuenta. Hay que valorarla y, sobre todo reivindicarla porque, si no la conoces, seguro que será una sorpresa. Y de las buenas.


Vigilad el cielo.





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