sábado, 30 de enero de 2016

Pandorum




Pandorum
(2009)

Director: Christian Alvart.
Guión   : Travis Milloy, Christian Alvart.

Ben Foster.
Dennis Quaid.
Antje Traue.


Unos astronautas despiertan después de ocho años de hibernación. Algo extraño sucede en la nave ya que parecen estar solos... o eso creen ellos.



¡Muy buenas!

Vamos allá hoy con una peli que, de nuevo, nos viene a mostrar la tan conocida historia de que la Tierra se va a ir a hacer puñetas y cómo el ser humano va a intentar salir al espacio para ocupar otro mundos.

Muy bien, a favor os puedo decir varias cosas.

Para empezar, la historia en sí me parece muy lograda. Es más, creo que se puede dividir en dos partes muy claras y diferenciadas. Veamos...

La primera es la que ocupa toda la parte de la trama en la que los
personajes no tienen ni idea de dónde están, qué ha pasado o en qué lío andan metidos que, desde luego, es uno muy gordo. Toda esta parte va a ser esa en la que Bower y Payton no tienen ni idea de qué ha pasado con la descomunal nave que tiene a bien ocupar. Claro, es lo que sucede cuando te pasas ocho años de tu vida en estado de hibernación. Debo decir que esta parte es la que más me gusta porque es la más misteriosa. Ni los personajes saben nada ni, y esto es lo bueno, tampoco el espectador. De hecho, creo que puedo decir que esta primera parte es más una película de terror que de ciencia ficción. ¿El motivo? A la soledad, impotencia y desesperación de los personajes hay que añadirle un detallito que no tiene que pasar desapercibido: la nave esta plagada de unos monstruos que son una especie de cruce entre los arcos más feos de El señor de los anillos y los zombis de Amanecer de los muertos. Y, además de feos, les gusta la carne (ya sea humana o la propia) que da gusto. Vamos, lo ideal que esperas encontrarte cuando, después de ocho años frito, te despiertas. Todas estas escenas son oscuras, agobiantes y asediantes a partes iguales y, lo digo de nuevo, forman parte de una primera mitad muy conseguida que hace que apartes los ojos de la pantalla.

La segunda parte deja un poquito el terror de lado y se centra en la vena más aventurera o, si lo queréis llamar así, de ciencia ficción propiamente dicha ya que hay dos factores que la diferencian de la anterior. Por un lado, Bower tiene un objetivo: reiniciar el sistema y saber qué pasa. Por otro, van apareciendo una serie de personajes que, como es obvio,van a ir arrojando un poquito de luz a la trama para que el espectador pueda comenzar a sumar dos y dos. Tranquilos no son muchos. De hecho, tenemos a un tipo que no habla el idioma común y que, de algún modo, nos da igual. Luego está cocinero que es tan sucio como antropófago. Y, claro está, si no hay una figura femenina parece que la cosa  no mola y, para eso, tenemos a Nadia. Lo que sí tiene de buena esta segunda parte, pasada la sorpresa y el misterio inicial, es que contiene un par de buenas sorpresas finales que son el punto perfecto para una trama que, de por sí, es interesante. ¿Para qué servía la nave? ¿Qué pasó con esos seres raros y asquerosos? ¿Qué secreto guarda algún personaje de por ahí? Mejor aún, ¿por qué no veis la peli y me contáis?

La película, a pesar de ser más o menos nueva y pertenecer al género al que pertenece no es que apabulle con los efectos especiales. Sí es cierto que todo el tema del decorado y el atrezo está clavado (la nave resulta enorme, increíble y amenazante) y los monstruos de turno están muy logrados. Además, hay una cosa muy buena con respecto a estos: los movimientos de cámara para con ellos son tan rápidos que, sin querer, afinas los ojos para tratar de verlos mejor aunque, ya os lo digo yo, no lo vais a conseguir mucho. Con todo, el toque fantástico en lo que se refiere a ambientes y cosas por el estilo me parece muy bien hecho y mejor mostrado.

Paso a los actores. Cosa curiosa aquí hay poquitos pero, como suele decirse, bien avenidos. Los mejores, para mí, son Dennis Quaid (que es un tío que siempre me ha gustado bastante aunque no tiene el estatus de estrella bestial de otros) y Ben Foster, que se pasa con cara de que dolor, qué dolor qué pena toda la peli. Antje Traue tampoco es que se luzca como los otros pero ahí queda. No obstante lo digo de nuevo: el peso de la peli recae sobre los dos primeros.







Esto ha sido todo. Una peliculita muy bien llevada que, partiendo de una premisa que estamos hartos de ver (léase la Tierra se va al garete y como el espacio es muy grande, hay que probar suerte), pero que se centra de manera muy acertada en una historia muy original que toques más de terror que de otra cosa. No en vano, los responsables de la misma son los mismos que parieron Resident Evil. Mi consejo es que la veáis; el rato entretenido no os lo quita nadie y, tal como anda el género hoy día, eso ya es decir mucho.

Por cierto, ¿es que nunca vamos a escribir una historia en la que nos vayamos a otro planeta y las cosas salgan bien? Yo creo que, desde Cuando los mundos chocan, no se han dado muchos casos pero ahí queda...





Vigilad el cielo.

8 comentarios:

  1. se ve interesante
    y claro tienes razón siempre existe un desmadre
    saludos

    ResponderEliminar
  2. Qué mierdas eran los monstruos de la película?

    ResponderEliminar
  3. Para quien preguntó qué eran en sí los monstruos de la película: se supone que mutantes, resultado de una fallida evolución acelerada.

    ResponderEliminar
  4. Así lo dice la película, que lastima que no haya segunda parte

    ResponderEliminar