domingo, 13 de julio de 2014

El doctor Frankenstein


El doctor Frankenstein (Frankenstein)
(1931)

Director: James Whale
Guión   : Garret Fort, Francis Edward Faragoh.

Boris Karloff
Colin Clive
Edward Van Sloan
Mae Clarke
Dwight Frye

 




Antes de nada, ved esto:




Esta película es un CLÁSICO. Así, con mayúsculas.

Todo el mundo ha oído hablar de ella, no hay nadie que no conozca al famoso monstruo de cabeza cuadrada, andares torpes y zapatos con plataformas bestiales y es de esos casos raros (junto con Drácula, Ben-Hur o Lo que el viento se llevó, entre otras, claro) en los que es muy difícil saber cuál es más famosa, si la obra literaria (su autora es Mary Shelley) en la que está basada o la peli en sí. Con todo, estamos ante una de esas obras maestras por atemporales, una obra de referencia básica en lo que se refiere al cine de terror y, por supuesto, una de esas películas que nos  recuerdan que, en determinados casos, tiempos pasados fueron mejores… o las cosas se hacían de distinta (o mejor) forma.

Antes de nada es necesario hacer una pequeña advertencia que a muchos no cogerá por sorpresa. Y es que, si bien esta cinta es muy responsable de la universalidad del monstruo en sí, poco tiene que ver con la obra literaria está basada. Por supuesto, en ambas hay un doctor que inventa un monstruo basado en trozos de cadáveres, eso está más que claro pero, a partir de ahí, no solo se cambia la época (la peli está ambientada en la que se filmó, allá por comienzo de los treinta), sino las situaciones (por ejemplo, en el libro el monstruo adquiere inteligencia y aprende a hablar. Aquí gruñe y poco más) e incluso los nombres de los personajes están alterados (en el libro el doctor se llama Victor, aquí es Henry. Lo de Victor lo dejamos para el amigo del buen doctor) Digo esto porque mucha gente suele tener en mente la idea de que esta la peli es una adaptación fiel de la novela. Y conste que no lo digo como fallo, ni mucho menos; es solo una mera curiosidad. De hecho, si queréis ver fidelidad (al menos hasta que al guión se le va la pinza un poco), ved la versión de Kenneth Branagh.

Dicho esto, y sin más preámbulos, vamos allá con la tarea que nos toca.

A favor tengo que destacar muchas cosas, y todas ellas muy variadas. Para empezar, me gusta mucho esa escena inicial, la que os he puesto al principio, (lo de escena quizás sea demasiado) en la que uno de los actores, Edward Van Sloan (que interpretó a Van Helsing en Dracula, cuya reseña puedes leer aquí) nos advierte que lo que estamos a punto de ver va a ser un plato muy fuerte: “… Es una de las historias más extrañas que se han contado…”, nos dice el amigo Sloan y, de paso, nos deja claro que en cuestión de sustos, el que avisa no es traidor. Visto hoy día, hasta más de uno se reirá al ver esto pero hay que entender que la cinta, en la época, fue el colmo del horror y de la truculencia. Si nos tuvieran que advertir en las pelis de hoy en día que vamos a ver cosas fuertes, íbamos apañados… Eso sí, como golpe de efecto me parece sublime.

Una vez advertidos, empezamos con la peli en sí. ¿Qué mejor modo de comenzar que con un entierro y unas campanadas lúgubres sonando de fondo? Como diálogo, un llanto. De decorado, la Muerte en su forma más básica: un esqueleto guadaña en mano cubierto por una túnica. Lo que pinta esto ahí puede dar que pensar (si vas a un cementerio y ves eso, como poco, corres) pero lo cierto es que, en su conjunto, el efecto es tremendo. Estoy seguro que el que haya sonreído con la advertencia anterior, aquí ya no lo hace. Es parte de la magia de la peli.

Los personajes son presentados en el acto. De hecho, dicha presentación comienza en la primera escena cuando vemos ese primer plano de doctor Frankenstein y Fritz, su criado jorobado, que observan con sendas caras de locos lo que está sucediendo, un ejemplo claro de eso de que una imagen vale más que mil palabras. “Solo está descansando”, dice el buen doctor mientras desentierra al recién enterrado, “Esperando a que se le dé una nueva vida”

El espectáculo tétrico y desagradable continúa cuando hacen lo mismo con un ahorcado que, por desgracia, al descolgarlo, se rompe el cuello. No pasa nada; en la facultad de medicina seguro que tienen otro cerebro que pueda valer. Lo malo es que puedes ser todo lo Frankenstein que quieras pero, si confías en un criado algo inútil, la cosa se puede complicar más que nada porque si quieres construir una criatura a la que debes añadir un cerebro, que sea el de un tipo listo, no el de un criminal. ¿Os imagináis un monstruo inteligente y resabido en plan Sheldon Cooper? Eso sí que daría miedo…

Por todo lo que he dicho hasta ahora, está claro que la presentación del personaje principal es más que sobresaliente. Frankenstein se nos muestra como el doctor inteligente, acomodado y, sobre todo, con aires de grandeza al que no hace falta más que mirarle a la cara para saber que es el paradigma de científico chiflado con un complejo de Dios considerable para quien el trabajo es lo primero y los demás, novia incluida, son secundarios. El resto del elenco se nos presenta también de manera bastante simple y efectiva: Elizabeth está enamorada de él hasta la médula y se nos dice que es una mujer bastante decidida. Tanto que le trae al fresco que su amigo Victor le tire los tejos de manera indiscriminada. El doctor Waldman es el prototipo del sabio maestro prudente, temeroso de los riesgos que el trabajo de científico loco puede acarrear. ¿Es todo? Entre tanto tipo peculiar, es un alivio el personaje del barón, el padre de Henry, que aporta cierto tono cómico al asunto. Todo esto en un par de escenas. Como tiene que ser, de manera directa, concisa y muy efectiva. No es para menos porque resulta curioso que, al igual que Drácula un año antes, el metraje de la peli no se extiende más de sesenta y pocos minutos.





Me gustaría también destacar algo fundamental en esta peli: la ambientación. Por un lado, las escenas del pueblecito donde sucede todo están muy logradas, mostrándonos a los aldeanos de manera muy eficaz, viviendo sus vidas a la sombra de la casa Frankenstein. Por otro, los elementos básicos y propios del cine de terror están ahí y muy bien mostrados, por cierto. ¿Cuántas veces se ha copiado ese laboratorio donde Henry Frankenstein trabaja aislado de todo, lleno de instrumentos científicos y eléctricos por todas partes y rodeado siempre, en el exterior, de viento, lluvia y truenos? Y, sí, como debe ser en todo laboratorio de científico trastornado, hay un cuerpo en una camilla tapado. Claro que, en este caso, es un cuerpo hecho de muchos.



¿Momentos memorables en esta cinta? A patadas. De hecho, raro es el que no lo es desde el momento en que todos, en tropel, van al laboratorio de Henry para molestarle y no dejarle terminar de experimentar según el canon del científico chiflado, es decir, en paz y soledad. El primero y, quizás, más grande, ese en el que eleva el cuerpo de la camilla a los cielos y los relámpagos le otorgan vida. La expresión y diálogo de Colin Clive en el papel del doctor son ya antológicos y forman parte de la historia del cine y de nuestra cultura popular. Observad:



Otra escena a tener muy en cuenta: la primera aparición del a criatura como tal me parece soberbia. Mucha gente tiene la imagen del monstruo como la de un asesino sin control (esto puede llegar a ser muy discutible) pero, como vais a ver a continuación, se aproxima más a un bebé, a un niño que a otra cosa. Por eso, obedece (“¡Siéntate, siéntate!”), actúa por impulsos o, una escena sublime (creo que ya he utilizado esta palabra, pero me da igual), ve la luna y, cuando no puede cogerla con las manos, mira al doctor sin saber por qué no puede hacerlo. Lo dicho, impresionante.




¿Más? Muchas, claro.

El asesinato de Fritz, que no vemos como tal pero sí somos testigos del pobre jorobado colgando de su propio látigo (el monstruo estaba harto de él, la verdad, después de atormentarlo) o la muerte de Waldman en la mesa de operaciones. Momentos de cierta crueldad, por supuesto, pero hay que tener en cuenta una cosa: en ambos, el monstruo reacciona defendiéndose como puede, es decir, usando la fuerza bruta. No hay que olvidar que, en el primer caso, el bueno de Fritz no paraba de acosarle y azotarle por aquello de fastidiar y, en el segundo, el buen doctor, con toda la buena intención del mundo, iba a sacrificarlo cual perro callejero. Esto, al menos para mí, da que pensar: ¿el monstruo es tal? Ahí queda el debate…

Pero si hay una escena que todo el mundo recuerde, es la de María, la niña encantadora que es asesinada por la criatura. Curiosa esta escena porque, cuando servidor era pequeño y no había visto la peli (la vi ya de adulto), oía hablar de este momento y me imaginaba al monstruo masacrando a la pobre criatura en plan bestia. Pues bien, cosa curiosa, en relación con lo que he dicho en el párrafo anterior, no es así. La niñita, todo candor, enseña a la criatura que, cuando tira flores al lago, estas flotan. Lo malo para ella es que, cuando se acaban las flores, el monstruo la usa a modo de flor, la arroja al agua para ver si flota y se ahoga. Como he señalado, no deja de ser un crimen, sí, pero fruto de la inocencia de la criatura. De hecho, cuando  la oye gritar, hasta se asusta. Ah, y que no se me olvide, la siguiente escena, en  la que el padre lleva el cadáver de su hija en brazos y los vítores del público se convierten en gritos de horror me parece, simple y llanamente, soberbia.




Todo lo que sucede a continuación me parece muy acertado y, como uno puede suponer, no va a aportar sorpresas en lo que se refiere a la trama: todo el pueblo se dedica a perseguir al monstruo en una cacería general con un único objetivo: matarle. Sin duda, un momento a destacar es todo lo que sucede en el viejo molino que sirve de contexto para el enfrentamiento final entre creador y criatura, entre padre e hijo. Atención a ese momento en que ambos se miran a través de una especie de rueda de madera, como si midieran las fuerzas. Fijaos cómo, en cuestión de continuidad, esta se aprecia mucho menos en lo referido a la criatura y su primer plano que a la del doctor, que parece que está posando. Mirad:




Y, por supuesto, ese momento final en el que el molino arde y la pesadilla ha acabado. Claro que no sé con qué me quedo sin con esa toma o con los momentos en los que el (pobre) monstruo, grita desesperado rodeado por el fuego como un animal acorralado y enjaulado. No me digáis que no da algo de pena.



Vamos allá con los actores. De menos, a más. Dwight Frye es un buen Fritz, sumiso, acosador del monstruo y fiel criado. A pesar de ser un papel cortito, creo que se luce muy bien. El actor ya nos deleitó con otro papel mucho más importante en la gran producción de terror anterior Drácula, donde daba vida nada menos que a Rendfield, el loco come moscas. Mae Clarke como Elizabeth también me gusta, pero, todo hay que decirlo, no es que aporte gran cosa a la historia. Edward Van Sloan es el perfecto mentor: sabio, disciplinado, experimentado y temeroso de las consecuencias (al contrario que su pupilo) Cosa curiosa, el actor coincidió con Frye
en Drácula haciendo de Van Helsing y es quien nos hace la advertencia al comienzo de la peli. Frederick Kerr es un barón Frankenstein muy cascarrabias y, a veces, gracioso, todo un terrateniente. Y pasamos a los platos fuertes. Por un lado, Colin Clive en el papel de Henry Frankenstein y creador del monstruo. La interpretación del actor es, para mí, espectacular. Se muestra enloquecido y obsesionado al principio para estar, al final, derrotado y débil. Pasando, claro está, por acosado por los remordimientos y la mala conciencia de saber lo que ha hecho y provocado con sus actos de científico chiflado. A lo largo del metraje, pasa de ver su experimento como algo superior a darse cuenta de la barbaridad que ha hecho. Incluso cuando Waldman sugiere el sacrificio de la criatura, él lo considera asesinato. Y creo que, todo esto, el guión lo muestra de manera muy buena y el actor lo expresa de manera soberbia.





Pero hablar de Frankenstein es hacer referencia obligada y automática a un nombre en concreto: Boris Karloff. El actor fue un factor fundamental en el éxito e impacto de la película hasta tal punto que asociar su nombre y rostro al monstruo es algo automático. Su modo de actuar, sus ademanes, los andares de criatura recién nacida, la expresión cadavérica de su cara, esa mirada de ojos entrecerrados, confirieron al personaje una universalidad tal que se puede decir que, lo mismo que otros personajes (Tarzan/Johnny Weissmuller, Superman/Christopher Reeve, Drácula/Bela Lugosi, Ben-Hur/Charlton Heston y un largo etc…), nombrar al monstruo es invocar el nombre de Karloff y viceversa. El actor ofreció una interpretación terrorífica, sí, pero también vulnerable convirtiendo al personaje en algo inmortal y, por supuesto, en un icono del cine y de la cultura popular.




Claro, recomiendo verla. No hay que dejarse llevar por la idea de que es una película de 1931 (ahí es nada) y por ello tacharla de “película antigua en blanco y negro que no da miedo” Miedo claro que dio. De hecho, en su época, horrorizó hasta tal punto que, cada vez que el monstruo salía en pantalla, las salas de cine (atestadas siempre de gente) se llenaban de gritos. Hoy ese tipo de terror, claro está, no puede causar el mismo efecto pero la película, llevada con pulso firme por el director James Whale e interpretada por unos actores bien metidos en sus respectivos papeles sigue teniendo, en mi opinión, esa mágica que te arrastra sin problemas y hace que te dejes llevar sin que te des cuenta. Cosa curiosa, es una adaptación tan libre que hace que eso te de igual y te olvides de la obra literaria de la que parte para que te empapes bien de todo el metraje que tienes por delante. Y eso, en tan solo sesenta y pocos minutos. Es parte de la magia de este doctor Frankenstein y su criatura.


Os dejo unas cuantas curiosidades:

-Algo básico pero que muchos confunden: Frankenstein es el doctor, el ser humano, no la criatura (que no tiene nombre) pero su fama es tal que la gente llama Frankenstein al monstruo. De hecho, en la edición en DVD años después, se la llamó “El doctor Frankenstein”

-Cosa rara en la época, tuvo una secuela con el mismo director y actores salvo Mae Clarke, que fue sustituida por Valerie Hobson, para mí, mucho más guapa que la anterior. Muchos consideran esta segunda parte mejor que la primera.

-Siguiendo con lo anterior, hay muchos que consideran que la historia del monstruo la componen dos cintas: esta y la de la novia. Craso error. Frankenstein es toda una saga compuesta por varias películas en las que Karloff interpretó al monstruo en solo tres de ellas.

-La gran anécdota: el papel, en un principio, fue ofrecido a Bela Lugosi, que estaba en la cumbre por Drácula. El director iba a ser Robert Florey. El actor lo rechazó porque, en un principio, el guión que le presentaron mostraba a un  monstruo que solo gruñía y se tambaleaba de manera idiota por la pantalla… y porque se consideraba demasiado guapo y famoso par aun papel que implicaba ser muy feo. Luego, fue reescrito para Karloff. Para este, una bendición; para Lugosi, el mayor error que pagó toda su vida.

-Otra anécdota: con el paso de los años, Lugosi sí interpretó al monstruo. Lo puedes ver en Frankenstein y el hombre lobo y, de paso, en esta foto:




-En la novela original, la descripción del despertar de la criatura está narrada de manera tan vaga que uno no sabe si se trata de un elixir de la vida, magia negra o qué. Los rayos, truenos y material científico son obra de esta versión de 1931.

-Desde las representaciones teatrales a comienzo del siglo XX, el público simpatizaba con el monstruo a pesar del miedo que producía, cosa que no ocurría con Drácula o con Mr. Hyde.

-Mucha gente cree que este fue el primer papel de Karloff. Nada de eso: fue su película número ochenta y uno. Ahí queda eso.

-Dato curioso: el rostro de Karloff, en la peli, no es blanco o pálido, sino verde. Al rodarse en blanco y negro, dicho color resulta de una palidez mortecina en la pantalla.

-Karloff, cuando hizo la prueba para el papel, no sabía que se trataba de un monstruo. Por ello, se llevó un pequeño chasco porque fue a dicha prueba lo más elegante que pudo.

-Sobre el maquillaje, hay quien piensa que fue idea del genio de Jack Pierce. Otros lo atribuyen a Whale.

-El tema de la cabeza plana (más o menos) ya se vio en la versión que rodó Thomas Edison (sí, el inventor) en 1910. Aquí os dejo una foto:



-Karloff llevaba un puente en la boca para aparentar ese gesto raro que tiene.

- Tres horas y media para poner la cara y otras tantas para quitarlo.

-La escena final en la que Karloff carga con Colin Clive, más el peso del traje y botas, hicieron mella en el cuerpo del actor: problemas de espalda toda la vida y tres operaciones.

-Marilyn Harris fue la pequeña María. Todo el mundo creía que iba a estar muy asustada de ver a Karloff maquillado pero fue todo lo contrario: la niña estaba tan entusiasmada con el actor que le pidió ir en coche con él. Y Karloff, que respiró aliviado, más feliz que unas pascuas.

-Por cierto, a la niña no le daba miedo el actor maquillado de monstruo pero si le aterrorizaba su propia madre. Niños…

-Karloff, al principio, no quería que, en la peli, la niña muriese.
 
-En la primera toma, cuando el monstruo arroja a María, al lago, esta no se hundió. James Whale, el director, dijo a la pequeña: “Te daré lo que quieras si haces la escena otra vez”. La niña no se lo pensó y pidió una docena de huevos duros. ¿La razón? Su madre, que debía ser el colmo del horror, la tenía siempre a régimen. Madres… Por cierto, el director le regaló dos docenas de huevos.

-Fritz no aparece en la novela.

-Karloff tenía clara una cosa: el monstruo era una víctima, no un asesino.

-¿Quién encuentra a Waldman en el laboratorio asesinado? ¿Cómo sabe el padre de María que la niña ha sido asesinada y ahogada por accidente? Y yo añado, ¿a quién le importa?

-Curiosamente, las cosas que horrorizaron al personal, amén del monstruo en sí, fue el hecho de ver y oír cosas no agradables para la época, tales como el sonido de la arena al chocar contra el ataúd (escena inicial), un ahorcado en mitad del camino o los primeros planos del monstruo gritando.

-Su gracia, entre otras cosas, estriba en que, siendo una adaptación tan sumamente libre, mantiene el interés y ha arraigado en nuestra cultura popular de ese modo.

-Sesenta y seis minutos de peli. Y, todo ellos, magistrales.

Vigilad el cielo.





2 comentarios:

  1. ¡Hola, Israel!

    He leído la novela y he visto la versión de Branagh, pero no esta versión y la verdad es que pinta muy pero que muy bien. Además, que sea en blanco y negro realza un poquito más la atmósfera de terror y misterio. ¿Sabes dónde puedo encontrarla para verla? He visto la escena de la niña y me ha encantado que no se asustase al ver a la criatura y también me han parecido muy curiosas las anécdotas de la actriz que interpretó a María, madre mía no sé qué pensar de su madre jeje La verdad es que la gente que escucha la historia de Frankenstein cree que se trata solamente de un monstruo, pero es una historia que esconde mucho más. Es más compleja de lo que se cree. Ah, y como apunte final, el otro día hicieron una lista con las mejores escenas de la historia del cine y precisamente una de ellas es la escena en la que el doctor exclama "It's alive!". A veces no hace falta usar un discurso para que algo te impacte.

    ¡Muy buena reseña! Espero conseguir la peli :)

    ¡Nos leemos!

    ¡Saludos!

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    1. ¡Hola, Laura!

      Pues, en efecto, la historia tiene muchas más miga de lo que suele parecer a simple vista y, en parte, es por la imagen que ha dado el cine del libro.
      Sin duda, esta peli está llena de momentos famosos. Aquí solo pongo unos pocos pero, como decía Súper ratón, aún hay más. Lo del "It's alive!" no tiene precio y se ha copiado hasta el aburrimiento pero, como puedes ver, aquí lo bordaron. Simple, pero efectivo que no veas.
      Yo también me sorprendí con lo de la niña. ¿Te imaginas? El monstruo a un lado y su madre al otro. Pobre criatura...
      Yo tengo la peli en DVD (me compré todo el pack de monstruos de golpe; soy así de friki) y se han hecho unas ediciones muy buenas en Bluray (cambiándoles la portada, claro) Aún así, en el mismo YouTube puedes verla al completo.
      Si lo haces, me cuentas, que esta peli me encanta (creo que se nota ehhh jejejejjejeje)

      ¡Gracias y nos leemos!

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